—Satsuki-sama perdóname...te he fallado—Su voz se quebró mientras pronunciaba esas pocas palabras, tan duras de tragar. Gruesas lagrimas nublaban su vista y se deslizaban por sus mejillas, perdiéndose en el suelo.
Ya habían pasado varias horas desde su duelo contra Matoi Ryuko, y su humillante derrota frente a ella, sin embargo, solo ahora, con sus infantiles peluches que adornaban su sofá como única compañía empezaba a similar lo que había ocurrido.
—Satsuki-chan, te fallé—Sollozo, utilizando el sufijo cariñoso que solo ella podía utilizar para referirse a Satsuki Kiryuin, y que solo utilizaba cuando ambas se encontraban solas. Alzo la mano sin atreverse a levantar la vista del suelo, tomando un peluche al azar y abrazándolo contra su pecho, en busca de algo a lo que aferrarse.
Su mundo por completo acababa de derrumbarse, había perdido, había sido derrotada por una despreciable alumna transferida, y por si eso no fuera poco...ella había estado observando su pelea todo el tiempo.
Ella, a la que había jurado proteger desde que eran unas pequeñas niñas. Le había prometido que siempre estaría sujetando su mano, que ambas se mirarían a los ojos a la misma altura. Desde ese día siempre había intentando demostrarle ser digna de su confianza, de su puesto como una de los integrantes de su Élite, y merecedora de su uniforme Goku de tres estrellas...pero ese día había fallado, ese día solo le había demostrado que era una débil, una simple cerda vestida como todos los otros alumnos de la Academia. Y a pesar de que los otros miembros de la Élite habían perdido, Nonon sentía la derrota como un puñal clavado en el corazón.
Las lagrimas no dejaron de brotar, mojando la superficie del peluche mientras ella sollozaba sin poder contenerse. Lo había hecho todo el día, desde que algunos presidentes de los clubes culturales le habían dado un uniforme de gimnasia para que se cubriera hasta llegar a la habitación donde se encontraba, donde la Élite Cuatro se reunía. Una vez que se había asegurado de estar completamente sola, luego de echar a los dos estudiantes de una estrella que siempre cuidaban el pasillo, se dejo caer en su sofá como una muñeca rota, permitiéndoles a las lagrimas salir.
Ya no podía hablar, sentía un fuerte nudo en la garganta que se lo impedía. El único ruido que podía emitir ahora era el sonido del llanto. Un fuerte dolor crecía en su pecho. Apoyo una de sus manos sobre su pecho, del lado del corazón, mientras su mente repetía la palabra Duele. Durante el día había repetido diferentes palabras sin cesar: Débil humillación, débil, le he fallado, débil, fracasé, débil, débil, débil.
Se sentía vulnerable, no solo eso, se encontraba extremadamente vulnerable, si cualquier persona entrará a la habitación en ese momento, así fuera un alumno sin estrellas y le desafiara a una batalla, Nonon no tendría fuerzas para defenderse.
Ella dijo que Iori pronto tendría nuestros trajes mejorado, ¿Significa eso que me...nos perdono por haber perdido? Sin embargo, aunque así seguramente fuera, ella cargaría con esa derrota sobre sus hombros.
Un fuerte sentimiento de odio comenzó a crecer dentro de ella, mientras miles de insultos pasaban por su mente en diferentes idiomas en contra de la estudiante transferida, "La derrotaré, la haré tragar tierra, así sea lo último que haga, por ti Satsuki-chan, juro que la derrotaré"
