Ola! Weno, este fic lo encontre en las
profundidades de mis carpetas del ordenador, nose, estaba viendo
con mi hermana "cuando harry encontro a sally" aburrida mientras
escribia otro cap de "Weasley seras mia" e hize una pausa y lo encontre
y me dije... Porque no? Y aki esta. Espero que os guste.
-Esta bien Weasley... esto es un trato no?- dijo Draco Malfoy extendiendo su fuerte mano por delante, en donde se encontraba una joven pelirroja que aun no se atrevía a mirarle a los ojos.- Weasley, que no tengo todo el día.
-Es que... no se si esto es lo mejor.
-Ahora no te puedes echar atrás, no cuando has sido tu la que has venido a mi- dijo agitando la mano con insistencia. Ginny le miró y extendiendo su mano le agarró la suya, estrechándosela.
Draco sonrió satisfecho.
-Muy bien.- dijo soltándosela.- pero una cosa debe quedar clara, esto es solamente por negocios, nada más. Queda claro?
-Por supuesto! Por quien me tomas?- Ginny le miró pero al ver la mirada penetrante de Malfoy volvió a agachar la mirada.
-Ven mañana Weasley, y entonces empezaremos.- Ginny se dio la vuelta y salió del cuarto sin mirar atrás ni una sola vez.
En cuanto salió, Draco se recostó en su inmenso sofá negro, se pasó una mano por su fino pelo y hecho la cabeza hacia atrás. Vaya día.
Ginny abrió la puerta de su casa con un movimiento rápido, llovía a mares y le pesaba el abrigo. Tiró su bolso en el sillón y se quito el gorro y la bufanda roja, totalmente empapados. Dejó su abrigo sobre en el perchero. Se metió en su habitación y se sacó de encima la pesada camisa azul, completamente transparente a causa del agua, sacó del armario una jersey gris y se lo puso por encima. Se puso unos pantalones de chándal y volvió al salón, en donde encendió la estufa al máximo. Se tumbó en el sofá lamentándose.
-Ginny Ginny Ginny... eres tonta...-se giró en dirección la ventana, para poder ver como caían las gotas por el cristal.
¿Cómo había llegado hasta aquel estado¿Hasta ser capaz de pedir caridad a Malfoy? Le recorrió un escalofrío. Mañana tendría que volver a verle y comenzaría su odisea.
¿Porque le daba vueltas? Llevaba un mes entero dándole las ya necesarias vueltas... y además, ya no había vuelta atrás, ella necesitaba dinero, y Malfoy una chica.
¿De verdad lo haces por dinero Ginny¿Eres tan superficial¿O hay algún otro motivo?... ¿Por que hablo sola? Lo hago por dinero, no hay más motivos. ¿O no¿ Qué otro motivo podría haber?
De pronto la imagen de cierto moreno de ojos verdes la inunda. Ginny se golpea con un cojín en la cabeza. Es por dinero, Ginny cierra lo ojos, por miserable dinero, el sueño la inunda, solo por dinero, se queda dormida.
Draco miraba totalmente absorto por la ventada, sentado en el alfeizar, la luna, le hubiera gustado estar en su piso de la ciudad para poder ver así a toda la gente, andando de aquí para aya, diciendo cosas que Draco escucharía, sin embargo ahí estaba, en medio de la nada, en su mansión perdida en medio del campo... Sin duda alguna prefería su piso en la ciudad.
Se separó de la ventana y volvió al sofá, se sentó y se sacó las botas negras con pesadez, subió los pies y los hundió entre los suaves cojines. Tenía unas ganas tremendas de tomarse una copa... ¿donde estaban esos inmundos elfos cuando se les necesitaba? Giró el cuello y miró su alrededor. Grito el nombre de la pequeñaja criatura y espero. El bichejo azul se planto delante de él.
-Sí amo.
-Tráeme una copa, rápido.
-Claro amo- el elfo salió disparado y en cuatro segundos ya volvía con la copa en las manos. Draco la cogió y limpió el cristal con asco.
-Trae la botella y vete.- El elfo hizo exactamente lo que le pedía y desapareció.
Draco se lo bebió de un trago, si su madre le viera se pondría echa una furia.
-Te he dicho mil veces que no bebas! Tienes cosas más importantes que hacer! Eres igual que tu padre!-
Draco tiró el baso a la esquina opuesta de la habitación con fuerza, haciendo que se rompiera en mil cachitos. Cogió la botella y dio un trago.- no bebas del morro! Donde esta la educación que he intentado inculcarte durante años? Bla bla bla... Draco sonrió. Su madre era una pesada, y mucho más ahora que coincidía con su padre. Los dos estaban obsesionados con que querían un estúpido descendiente, pero claro, con un hijo tan promiscuo como él, no lo conseguirían jamás.
Durante los últimos meses le habían presentado a mil y una encantadoras jovencitas. En fin, siempre terminaban igual, Draco gritando a grito pelado con su padre y su madre, luego con suerte se acostaba con la chica y por último, le decía que adiós muy buenas. La noticia de que sus padres quería encontrarle una chica se había extendido como la pólvora y estaba en boca de todos, ahora no daba ni dos pasos que tenía una chica encima, no es que le molestaba, pero prefería que se acercaran a él por otros motivos mucho más interesantes, Draco sonrió con picardía.
Pero de pronto, un día, ese para ser exactos, se presenta la menor de los Weasley, y en su propia casa! Diciendo que ella está dispuesta a hacerse pasar por su chica si le da dinero. Qué patético, que mal están los Weasley, Draco se olía que había algún otro motivo, algún otro motivo con una asquerosa cicatriz partiéndole la cara en dos, pero no había dicho nada.
Podría conseguir cualquier chica que quisiera para hacerse pasar por su novia, sin embargo, le picaba la curiosidad, además de que así conseguiría fastidiar a sus adorables padres.
Se termino el contenido que quedaba en la botella de un trago y se echo hacia atrás, quedando dormido a causa del alcohol.
Ginny despertó por el incesante sonido de la gente de la calle. Se revolvió en el... sofá? Había dormido en el sofá? Tanto la tela... afirmativo. Abrió los ojos con lentitud y miró el reloj de la pared. Era medio día, adoraba dormir hasta tarde... Mierda! Se levantó a toda pastilla del sofá, llegaba tarde, muy tarde, Malfoy la mataría.
Tranquilízate Gin... Se metió en el baño y se dio una ducha rápida, se vistió aun más rápido y desayuno un bollito que cogió de la encimera. Salió corriendo del piso y se paró en el portal, un momento? Cómo iba a ir? Volvió corriendo a su piso y se paró frente a la chimenea. Cogió los polvos flu con la mano y los tiró gritando con fuerza la mansión de Malfoy.
En dos segundos se encontraba frente a un enorme retrato de algún pariente de Draco, deducción sacada de su impoluto pelo rubio. El cuadro despertó y la miró curioso.
Ginny miró a su alrededor.
-Ma Malfoy? Hola?- Un elfo chillón se paró frente a ella.
-Señorita? Que desea?
-Malfoy me espera- El elfo la miró con sus enormes ojos.- O eso creo.
-Acompáñeme- la llevó por unos cuantos pasillos hasta un enorme salón, con una enorme mesa en el centro, con enormes sillas. Draco estaba sentado en la punta, tamborileando los dedos al tiempo que miraba a la nada. Ginny entró en el salón y se quedo quieta, el elfo desapareció de su espalda. Malfoy la miró desde el fondo de la mesa.
-Y bien?
-Em... me dormí, lo siento...- Draco se levantó y agarró una manzana al tiempo que se acercaba a ella.
-Ven conmigo Weasley- dijo Draco sin parar. Ginny le siguió saliendo del salón, se sintió completamente de lugar, esa casa estaba sumamente bien decorada, llena de cuadros, tapices y objetaos varios. Draco vestía de forma impoluta. Tenía puestos unos pantalones negros con chaqueta a juego, parecería que iba de etiqueta menos por el hecho de que no llevaba camisa, simplemente una camiseta blanca. Ginny en cambio iba con unos vaqueros desgastados y una camiseta roja.
Llegaron a otra sala, con un gran sofá negro. Draco se sentó en el con las piernas cruzadas y le dio mordiscos a su manzana al tiempo que miraba a Ginny. Ginny se giró para mirar la estancia.
-Vamos a tener que cambiar tu... ropa...
-Que le pasa a mi ropa?- Draco mordisqueo la manzana.
-No tienes estilo. Si mi madre te viera...- Ginny se miró a si misma.
-Yo no me veo mal.
-La cuestión Weasley no es como tu te veas... sino como yo te veo.
-Niño mimado- Draco sonrió como un niño pequeño y dio palmaditas al sofá, a su lado.
-Ven Weasley, hablemos.- Ginny se sentó mirándose los pies, Draco no le apartaba la mirada.
-Hay algún otro motivo, verdad?
-No te entiendo.
-No haces esto por dinero.. sino por... venganza?
-Qué dices? Sólo dinero.
-He investigado Weasley, tu ya no estas tan mal de dinero.- Ginny le miró- es Potter no?-Ginny le miró sin saber que decir.
-Da igual- suspiró- la cuestión es que hemos hecho un trato.
-Esta bien... yo no me meto.- La miró de arriba abajo.- Luego te voy a llevar a comprar ropa con estilo, y mas tarde te daré alguna que otra clase.
-Clase de que?
-Veras Weasley, una cosa es que quiera fastidiar a mis padres, pero es que como mi queridísima madre te vea así, tan verde, le va a dar un sincope, y aunque no la soporte, yo quiero a mi madre.
-Me conmueves Malfoy.
-Suele pasar- dijo mordiendo otra vez la manzana. Se hizo un incomodo silencio roto solo por los mordiscos de Malfoy a la manzana.
-Dentro de unos días te presentare en sociedad.- Ginny no le miró.
-A que te refieres?
-Primero a mis padres, y luego a cenas, actos, todo eso.- Ginny se sintió pequeña.- Aun no, pero cuando te presente a mis padres, pasaras a vivir aquí.- Ginny le miró escandalizada.
-Aquí?
-Pues claro- dijo como si fuera obvio- vamos a fingir que vamos en serio, que vas a ser mi prometida, y las parejas estables viven juntos, y ni se te ocurra pensar que voy a vivir en el cuchitril en el que vives.
-Ni siquiera sabes donde vivo.
-Me lo imagino.- Ginny le miró medio asustada.
-Pero no... no dormideros en ... la misma habitación... no? En la misma cama digo- Draco sonrió.
-No seas impaciente Weasley.. paso a paso.- Ginny se sonrojó.- Vamos- dijo levantándose, Ginny le miró sin comprender- no hay tiempo que perder, nos vamos de compras.
Ginny le siguió de vuelta a la chimenea, Draco una vez allí se peino el pelo, se alisó las imaginarias arrugas de su chaqueta y cogió los polvos flu, diciendo en alto un nombre que a Ginny le supo a chino, y que sin embargo, supo imitar a la perfección.
Lo siguiente que vio fue una chica con un moño apretadísimo y sonrisa extraña hablando con Draco. Ginny les observó sin acercarse. Draco señaló a Ginny y la chica la miró. Sin embargo, en vez de un saludo o una sonrisa, la chica le regalo una expresión de profundo estado de shock, la miró de arriba abajo y la cogió del brazo.
-Muy bien Weasley, volveré dentro de un rato. Haz caso de esta señorita.- Ginny le miró marcharse al tiempo que la chica la arrastraba, poniéndole multitud de ropas por encima.
Al final de la jornada, Draco volvió y lo pago todo, Ginny ahora tenía en su poder todo tipo de ropa, vestidos, camisas, faldas, pantalones, sin embargo, era todo, demasiado estirado. No le gustaba esa ropa. Volvió a la mansión de Malfoy y dejo sus cosas sobre el sofá. Draco la miró apoyado en el marco de la puerta.
-Me voy a mi casa.
-No prefieres quedarte?
-No.
-Ven mañana... y no te quedes dormida Weasley.- Ginny asintió y se dirigió a la chimenea, sin embargo Draco estaba en medio y no la dejaba pasar.
-Me dejas pasar?- Draco la miró con una sonrisa maliciosa y se apartó a un lado. Ginny le adelantó y llegó hasta su humilde pisito. Una vez allí se puso el pijama y se tumbo en la cama. Quedándose dormida.
Draco estaba sentado en la cara silla de la cara mesa del comedor, daba vueltas a la sopa con la cuchara haciendo oídos sordos al molesto sonido de sus acompañantes. Puso cara de niño enfurruñado y molesto.
-Draco!- Draco miró hacia adelante- te esta hablando tu madre.
-Y yo la estoy escuchando.
-No lo parece.- Draco apoyo la cabeza en la mano, apoyando el codo en la mesa y miró a su madre, que sonrió.
-Como te iba diciendo... no se como sigues aquí tu sólo, nada mas que...
-No estoy sólo mamá.- la cortó Draco.
-Sólo tienes aquí a un ejercito personal de elfos! Por que no vas a la ciudad, tienes un piso precioso. Además hay más gente.- Draco rodó los ojos, pero al ver la mirada amenazante de su padre volvió a mirar a su madre.
-El otro día, una de mis mejores amigas, Leonor Smith, me presento a su hija. Es joven, un año o dos menos que tu, y muy guapa, y de buena familia. Podrías conocerla.
-No gracias.
-Por que no?
-No quiero, estoy harto de las niñas que siempre me presentas.
-Ten mas respeto Draco- dijo su padre- esto lo hacemos por tu bien
-Por "vuestro" bien... además, ya no va a hacer falta.- Su madre le miró horrorizada.
-A que te refieres?- Draco sonrió.
-Tranquila mamá, es simplemente, que ya le he echado el ojo a una chica.- Su madre cambió completamente el gesto de su cara.
-En serio? Oh Draco! Que bien! Haré una gran fiesta para que nos la presentes y..
-No! Por eso no os lo había contado aun. Ni fiestas, ni chorradas, os la presentaré a su debido tiempo... y tu- dijo señalando a su madre- ni se te ocurra decirlo, te conozco muy bien.
Su madre se llevó mano al pecho ofendida.
-Draco, jamás diría nada.
-Apuesto a que no.
-Narcisa querida- dijo Lucius- no ves que nos esta mintiendo sólo para ganar tiempo- Narcisa miró a Draco alzando una ceja.
-Cómo puedes pensar eso padre? Por que os iba a mentir en algo así?
-Cómo se llama.
-No os lo voy a decir aun por que aquí la única fémina presente, no sabe guardar un secreto, y si os lo digo, dentro de a lo máximo trece minutos estará publicado en la primera página de El profeta.
-Esta bien- dijo Lucius- pero dinos algo de ella... es de sangre limpia no?- dijo endureciendo la mirada.
-Por supuesto.
-Es de buena familia?- dijo Narcisa.
-Es de familia muy conocida.- dijo sonriendo, Narcisa sonrió.
-Bueno... entonces esta todo bien. Nos vamos Lucius- dijo levantándose. Lucius se levantó.
-Espero... que no tardes mucho en presentárnosla- dijo su padre con una sonrisa maliciosa.
-Por supuesto que no padre.
Ginny despertó, pero se negó a abrir los ojos. Seguro que aun era muy pronto, se acurruco aun más en las sábanas.
-Weasley..- Ginny sonrió, que voz más bonita... un momento. Asomó un ojo pos las sábanas.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA- salió corriendo de la cama y se pego a la pared.- Qué? Qué? Qué?
-Qué hago aquí?- Ginny asintió, Draco estaba totalmente repantigado en una silla al lado de la puerta de su cuarto.- Veras... mis padres se han enterado de que tengo chica.- Ginny le miró con un ojo más bierto que el otro, interrogante- es una larga historia, la cuestión es que se nos acaba el tiempo.
-Y que haces aquí?
-He venido a comprobar que no te quedabas dormida- Ginny le miró escéptica. Draco se levantó.- Vístete ya Weasley.- dijo saliendo de la habitación. Ginny se quedo un rato más pegada a la pared, respirando agitadamente, cuando se recuperó, se duchó, se vistió y salió, en donde Draco estaba sentado en el sillón, leyendo una revista.
-Qué te has puesto?- dijo horrorizado, Ginny se miró a si misma.
-Ropa.- Draco se levantó.
-Weasley, cual crees que es la razón de que ayer te comprara tanta ropa.
-Pero, aun no tengo que ponérmela.
-Por supuesto que si, debes acostumbrarte- Draco la adelantó y se metió en el cuarto de Ginny. Ginny le siguió.
-Donde esta la ropa.
-En el armario- Draco abrió el armario y comenzó a pasar prendas.
-Esto...- dijo sacando una camisa negra con el cuello y los puños blancos- y... que prefieres, pantalón o falda...
-Pantalón.
-Esta bien- dijo sacando una falda corta negra.- toma esto.
-Y el pantalón?
-Prefiero falda, póntelo y sal.- salió de la habitación dejándola sola, pero volvió a entrar un momento- y quítate la coleta.
Ginny no paro de maldecir mientras se sacaba su ropa y se ponía la elegida por Draco.
Volvió a salir y se puso delante de Draco, que seguía leyendo, la miró un momento.
-Ponte las botas negras de tacón.- Ginny bufó y volvió a su cuarto para ponerse las dichosas botas. Volvió a salir. Draco se levantó del sillón.
-Perfecto, nos vamos- dijo ya al lado de la chimenea.
Al rato ya estaban en la mansión de Malfoy, sentados en la mesa del comedor, o más bien Ginny estaba sentada, Draco estaba a su lado mirándola.
-Cruza las piernas- Ginny las cruzó, Draco se puso detrás de ella y acercó más la silla a la mesa.- Ponte recta por dios.- Ginny alzó la cabeza.
-Ahora come.- Ginny miró el plato que tenía delante y luego los miles de cubiertos que había a los lados, miró a Draco con cara de pedir auxilio. Draco suspiró.
-Del fuera a dentro.- Ginny sonrió.
-Ya lo sabía.-dijo con autosuficiencia.
-Apuesto a que sí. Qué vaso es el del vino Weasley?
-Mmmm, este- dijo cogiendo una copa alargada. Draco se tapo la cara con ambas manos y cogió una silla cercana, sentándose al lado de ella.
-Estas peor de lo que creía, esa copa es para el champán, esta- dijo señalando una baja- es para el agua, esta- dijo señalando una algo más pequeña- es la del vino.- Ginny le miraba con un ojos más abierto que el otro.
-Cual es la finalidad de tener tantas copas?- Draco la miró son comprender.
-No se puede mezclar el agua con el vino.
-Por que no, con creo que cambie mucho el sabor.- Draco la miró horrorizado.
-Por supuesto que cambia el sabor.
-Lo has probado alguna vez?
-Ni si quiera me atrevo.
-Pues vaya.- Draco la miró por interminables segundos.
-Continuemos, la servilleta...
-Qué le pasa a la servilleta?
-Eso te pregunto.
-Pues...- miro el cacho de tela sin comprender- la usas cuando estas sucio.
-No, mira, esta se pone en las piernas- dijo cogiendo una más grande- y esta se deja aquí, que es la que usas cuando estás manchada.
-Ah.
-Bien, que más, ah sí, nunca, me oyes? Nunca se apoyan los codos en la mesa. No se bosteza, no se eructa, no se come con la boca abierta. No sonrías demasiado ni hables mucho. No abandones la mesa antes que yo.
-Algo más?
-Weasley esto es obvio para mi, aun no me puedo creer que no sepas todo esto. Levanta.- dijo levantándose el mismo y alejándose un poco. Ginny se levantó.
-Paséate por la habitación.- Ginny se miró los pies y ando hasta la esquina para luego volver. Se quedo quieta esperando la sentencia, pero al ver que esta no llegaba le miró, Draco la miraba entre horrorizado, asqueado y sorprendido.
-Qué ha sido eso?
-Un paseo.- Draco se situó a su lado.
-Levanta la cabeza al andar.- dijo subiéndola por la barbilla- NO arrastres los pies. – Ginny volvió a hacer la misma operación.
-Mejor,- dijo Draco, echa los hombros hacia atrás, levanta más las rodillas y como te dije antes, sube la cabeza. No te mires nunca los pies.
Ginny se volvió a pasear y volvió.
-Tu no sueles llevar tacones no?- Ginny se encogió de hombros, Draco negó con la cabeza y se acercó a una estantería de uno de los lados y volvió con un libro.- No tienes equilibrio Weasley, sube la cabeza.- Ginny se estiró y Draco le colocó el libro sobre la cabeza.- ahora da una vuelta entera a la habitación.
Ginny comenzó a andar, con Draco tras ella.
-Mira al frente, no hacia arriba.- Ginny suspiró y abrió un poco las manos para hacer equilibrio- no abras las manos por dios.- las cerró, pero las volvió a abrir. Draco le cogió las manos por la espalda.- Sigue andando. Pasos seguros Weasley. Bien. Sonríe un poco más. Muy bien, te convertiré en una señorita Weasley.- Ginny perdió la concentración y el libro se cayó. Draco rió.- será mejor que ensayes.
Ginny se alejó.
-Desde ahora llevarás tacones finos, entiendes? De aguja.
-Si señor.- Draco sonrió.
-Será mejor que vayas trayendo tus cosas aquí- Ginny le miró sin comprender.- Dentro de poco te presentaré a mis padres, imagínate que te los presento, y tu ni siquiera sabes en que parte de la casa estás, debes de ir haciéndote a la idea de donde estás los baños, las habitaciones y todo eso.
-Vaya. Cuando me vas a presentar.
-Lo antes posible. Creo que pasado mañana.
-Pasado mañana?- Draco sonrió y chillo el nombre de uno de los elfos. Este se presentó al instante delante de ellos.
-Sí amo.
-Quiero que le hagas un mapa de la mansión a la señorita Weasley.
-Por supuesto amo, algo más?
-No, retírate.- el elfo se marchó.
-Ven Weasley, te voy a hacer un tour por mi humilde morada.
-Humilde?- dijo Ginny siguiéndole.
Draco la llevó durante unas dos horas por pasillos, escaleras y habitaciones, diciéndole pocas cosas.
Al final llegaron a una habitación enorme.
-Esta es mi habitación.
-Lo suponía- dijo Ginny asomándose.- Yo donde duermo?
-Aun no lo se, todo depende. Por ahora dormirás allí- dijo señalando la habitación de en frente.- pero en el horrible caso de que mis padres decidieran quedarse a dormir para verificar que eres mi pareja, tendrías que dormir en mi habitación.
-En la misma cama?
-No te puedes ni imaginar de lo cotilla que es mi madre.
-Eso es un sí?
-Por supuesto.
-Vaya- Ginny se alejó de el y entró en la que sería su habitación, Draco la siguió y miró la cara de asombro de la que sería su novia.
-Y bien?
-Wow... esto es sólo para mi?
-No, si quieres le dijo a los elfos que duerman contigo- Ginny le miró aun con cara de asombro- ese es otro tema, debes aprenderte el nombre de mis elfos.
-Bah- dijo volviendo a mirar la enorme habitación, con su gran cama de sabanas rojas, con un gran dosel de madera tallada, con las altas estanterías llenas de libros, el escritorio y...wow- no creo que sea difícil aprenderse unos cuantos nombres.
-Unos cuantos?- Ginny se giró a el.
-Cuantos son?- Draco sonrió.
-Mmmm, no lo sé con exactitud, ni yo mismo se me el nombre de todos, creo que unos 30.
-Treinta? Treinta elfos para una sola persona?
-Sí.- Ginny le miró negando con la cabeza y entro a su habitación.
-Pero no me los tengo que aprender a todos.
-No, pero por lo menos cinco sí.
-Bien... me gusta esta habitación.- dijo entrando al baño, Draco la esperó fuera, apoyado en el marco de la puerta de la habitación. Ginny salió pálida.- Eso... eso es sólo para mi?
-Sí.
-Wow.
-Lo sé.
-Cómo has conseguido esta casa? No trabajas.
-No, no trabajo.
-Entonces?
-Mejor no te lo digo.
-La casa de tus padres se parece a esta?
-No, es mayor, ahí que tener en cuenta que en ella viven dos personas.- Ginny abrió la boca, alzando las cejas.
-Como molaría ser Malfoy.
-Virginia Malfoy... no suena bien
-Mejor que Draco Weasley- A Draco le recorrió un escalofrío
-No vuelvas a decir jamás algo así, dios... que impresión.- Ginny sonrió como una niña pequeña.- Ese es otro tema, debes llamarme Draco, mis padres no pueden verte llamándome Malfoy.
-Obvio. Y tu debes llamarme Ginny.
-No no, ese es un nombre muy vulgar. Virginia.
-Nooo, vengaa, no me llames Virginia, no me gusta ese nombre, llámame Ginny.
-Vulgar.
-Cariñoso.- Draco se quedo pensando.
-Está bien... Ginny. Entonces- dijo mirando la habitación- cuando te instalas en esta gran habitación.
-Adoro la habitación.
-Eso ya lo has dicho.
-Que te parece si me instalo... ahora?
-Se que estas deseosa por venir a vivir aquí, pero podrías disimularlo aunque solo fuera por mantener la compostura delante de mí, no crees?
-Sí sí- dijo sin hacerle caso, volviendo a entrar en la habitación.
Draco observó a Ginny dar vueltas por la habitación maravillada.
-Y... que ha sido de Potter.- dijo con malicia, Ginny se giró.
-Por que me lo preguntas?- Draco se encogió de hombros.
-Curiosidad.
-Supongo que estará con mi hermano- dijo tras un momento de reflexión.
-Y con la sangre sucia- dijo Draco suspirando- nunca se separaran e?
-No...
-Bien Weasley, puedo hacer que traigan todas tus cosas a esta habitación, después de todo, no creo que sean muchas- dijo con indiferencia.
-Muy gracioso.- Draco sonrió.
Ginny se sentó en el borde de la cama.
-Aunque con poco gusto acepto tu oferta, supongo que podría hacer el esfuerzo de trasladarme aquí.
-Sí, seguro que no tienes nada de ganas, siento mucho haberte metido YO a ti en todo esto.
-Sí, aun no se como me deje convencer- dijo tumbándose en la cama, dando rápidos botes.
-Weasley, recuerda que ahora eres una señorita. Acaso te imaginas a mi madre dando saltos de la cama?
-Por que siempre pones a tu madre como ejemplo?
-Por que mi madre es una dama muy bien educada, y es su ejemplo el que quiero que sigas- Ginny se apoyó en los codos.
-Dices que quieres que sea como tu madre?- Draco la miró con malos ojos- no tendrás algún tipo de fantasía infantil que debas contarme- Draco abrió la boca horrorizado.
-Por supuesto que no!
-Tranquilo Draco, puedes contármelo, no pasa nada.
-Mira Weasley, aquí el que manda- miró como Ginny negaba con la cabeza- no me estás escuchando!
-Debes llamarme Ginny- Draco se situó delante de ella en dos zancadas.
-Escúchame Weasley- dijo marcando el apellido- no me toques las narices entendido?
-Claro Draco.- Draco se apartó a regañadientes.
-Ordenare que traigan tus cosas- dijo alejándose.- Nos vemos mañana.
-A que hora se desayuna?
-Baja cuando quieras, siempre que sea antes de las doce.
-A que hora bajas tu?
-A la que me de la gana.
-Mas o menos?- Draco la miró cansino.
-Me voy a dormir Ginny.
-Seguro que eres de esas personas aburridas que se levantan a las seis y se acuestan a las tres.- Draco sonrió.
-Acaso lo has dudado?- Ginny le sacó la lengua.
Draco sonrió con cinismo y salió de la habitación.
Opiniones! Os ha gustado? Weno, decidme si os gusto y si eso lo continuo, xk personalmente me lo pase muy bien escribiendolo jeje. Weno 1bsote mu gordo.
Igni
Si luchas puedes perder, si no luchas ya has perdido
