capitulo 1
-En que piensas?- pregunto la chica abrazando por la espalda al hombre que miraba la lluvia caer por la ventana afuera en la oscuridad de la noche
-En nada- respondió sin expresión en la voz ni en su rostro agarro las manos de la chica y las separo de el sin ser demasiado cuidadoso, esta lo miro hostil y molesta.
-hasta cuando piensas ignorarme? nos casaremos en unas semanas seré tu mujer para el resto de tu vida entérate- respondió amenazante y fríamente, contrariando con su anterior actitud que aparentaba ser cariñosa
- llamas vida a tener que estar atado a alguien que no amo por una estupida tradición familiar- respondió agobiado poniendo especial amargura a las dos ultimas palabras. En efecto Sirius Black se casaba o más bien lo casaban con la chica que tenia en frente miembro de una familia rica y respetable a "su altura" como diría su madre quien minuciosamente se dio a la tarea de buscarla y de preparar todo para la fingida boda que mas que eso era como una estrategia económica para aumentar poder y ganancia de una empresa que llamaban familia. Era todo tan frió, tan crudo y ajeno a lo que hace meses estaba acostumbrado a vivir en Hogwarts, hasta que sus años de escolar acabaron y paso a ser nuevamente parte de los Black y por lo tanto debía cumplir con el rol que había abandonado durante 7 años donde solo había sido Sirius el niño despreocupado y travieso que veía a todos por igual sin importar su apellido o cuanto dinero tuvieran sus padres. Las cosas habían cambiado y no le gustaba pero aun así no hacia nada al respecto, faltaba algo, algo que lo motivara a renunciar a todo, algo que fuera mas fuerte que el dinero que la familia en realidad no tenia un motivo suficiente que lo hiciera mandar todo al demonio y luchar por sus sueños o en realidad si lo tenia solo que no se atrevía tenia miedo y se odiaba por eso estaba confundido e indeciso por eso se dejaba dominar por su madre.
- sucede algo?- pregunto una mujer de porte elegante que entraba a la sala: la temida señora Black al notar el ambiente tenso-
- nada- respondía nuevamente Sirius solo que ahora más agobiado
- lo que sucede es que su hijo no me quiere y ni siquiera se esfuerza en aparentar- respondió la chica con una mueca caprichosa
- dale tiempo Christin cariño lo que pasa es que mi hijo aun no puede despegarse de las malas costumbres que adquirió de la basura con la que se relacionaba en Hogwarts, pero ya lo superara verdad querido?- dijo mirando significativamente a Sirius quien no aguanto un segundo mas en la sala y salio corriendo a su cuarto luego de mandarle una mirada llena de rencor y odio al despreciable ser que solía llamar madre. Si había algo que Sirius Black no toleraba era que tocaran lo mas valioso que tenia o que creía tener: sus amigos, despreciados desde el primer momento por su familia por estar entre ellos un hijo de familia de aurores directamente enemigos de ellos los magos oscuros: James Potter, un pobre idiota que no tenia donde caerse muerto: Peter Pettigrew, y el mas repulsivos de todos, un sangre sucia y pobretón: Remus Lupin. Aun así eran los pilares fundamentales de la vida de Sirius, eran lo que mas apreciaba por haberse convertido en lo más parecido a la familia normal que siempre soñó con tener, gente sencilla que lo valoraba por lo que era y no por lo que tenía. James era su hermano, su cómplice, Peter un buen amigo, quizás mas alejado pero amigo al fin y al cabo, y Remus…Remus, no podía evitar imaginar su rostro en su mente al recordarlo, se tiro boca arriba en su cama mirando el alto techo pensando en esos ojos dorados que lo hipnotizaban cada vez que se perdía en ellos, Remus era sin duda un ser especial, no era su hermano, era mas que eso, era quien le conocía entero, cuando estaba alegre, cuando estaba triste era quien estaba ahí para todo en la buenas y en la malas a quien le mostraba toda su fragilidad, era su confidente su otra mitad, no había persona en el mundo con quien se sintiera mas completo que con el .Si, era extraño, era su amigo pero no podía evitar sentir su corazón agitado cuando pensaba en el. Le costo asumirlo, es mas a veces aun le costaba aunque ya se había dado cuenta hacia años que estaba estupidamente enamorado de su amigo. Habían pasado varios meses de que salieron del colegio y había intentado por todos los medios olvidarlo, alejarse de el, pero le era imposible sacárselo de la cabeza o mas bien de su corazón. Lo necesitaba a cada instante, sentir su olor, oír su voz que era la única voz que lograba tranquilizarlo, alejarlo del mundo y sus problemas. Y ya pasaba mucho tiempo que no lo veía casi un mes y cada día que se sumaba sentía la inmensa necesidad de tenerlo cerca pero se abstenía por que sabia que si iba a buscarlo le seria imposible no lanzarse a llorar en sus brazos en busca de consuelo y quizás no aguantaría y le diría a gritos que lo amaba mas que a nada en el mundo. Pero no podía ser, no debía ocurrir, no podía arruinar todos los planes, ni arruinar la amistad que mantenían si no era correspondido, seria el fin de cualquier lazo que lo uniera al chico de ojos dorados y eso si seria devastador estar casado con una persona que no amaba y además perder la amistad incondicional de remus. No se podía dar ese lujo, así que sacrificaría su amor por mantener el orden natural de las cosas aunque esto significara entregarse a una soledad inminente. Y con esos pensamientos el joven black cerró sus ojos no sin antes evocar la imagen del hombre que amaba rogando por encontrarlo en sus sueños esa noche y todas las que le esperaban compartiendo la cama con otra persona que no estaba ni cerca de ser el.
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Dejo el viejo morral sobre la mesa de cocina y se echó cansadísimo en una silla, estiro su cuello hacia atrás haciendo sonar los huesos de su espalda y luego suspiro larga y profundamente, hoy no había sido un día muy distinto a los demás, de las 10 escuelas de aurores que había visitado en Londres durante la semana, 8 le habían negado la posibilidad de estudio, a causa de su condición, y 2 habían dicho que lo consideraría en la lista de espera solo por las recomendaciones que dumblendore les había dado de èl…no había caso , tendría que empezar a buscar un trabajo pronto…
Se levanto torpemente y se dirigió a la ventana de la cocina, descorrió la cortina dejando entrar tan solo un haz de luz en toda la cabaña…vio el oscuro y triste paisaje otoñal del bosque ante sus ojos y recordó con melancolía lo bien que era sentirse acompañado por sus amigos…los merodeadores.
Bajo la vista apoyándose contra el vidrio, pensando en el tiempo perdido en Londres, en ves de haber estado soñando con la posibilidad de ser aceptado en una de las escuelas mágicas debería haber aprovechado el viaje para visitar a sus amigos, no hubiese sido malo…ya comenzaba a sentirse olvidado por los otros. Un sonido agudo lo saco de su ensimismamiento, al otro lado de la ventana había una lechuza fina y elegante, la reconoció enseguida…era de sirius…abrió la ventana rápidamente y alcanzo ala carta que el ave le entregaba. El ave desapareció en las alturas mientras el abría la carta ansiosamente, cuanto tiempo había esperado para que sirius se atreviera a enviarle una lechuza….después de haber abandonado hogwarts el animago se había desconectado de él, no lo culpaba, es mas lo comprendía, con las bestias de padres que tenia le era difícil enviarle correspondencia sin que su elfo domestico no le acusara a su madre.
Estiro el fino papel y comenzó a leer la carta con una sonrisa entusiasmada, la cual se fue desvaneciendo a medida que leía…
Querido remus:
Disculpa por haber esperado tanto para escribirte…he estado muy ocupado este ultimo tiempo, aparte de haber estado dando pruebas en diferentes escuelas para aurores, me he comprometido con una chica, con la cual pretenden casarme…Su nombre es Christin Skean, no es tan mal agraciada, pero dudo que la quiera, me han impuesto esta boda como si fuera un castigo, lamento no habértelo avisado antes….me caso en unos días mas, desearía poder verte a ti, y a los demás antes de perder mi libertad, pero creo que no será fácil vernos, si mi madre se entera….últimamente me ha puesto mas centinelas de los que tenia cuando era pequeño, tengo prohibido relacionarme con cualquier persona indigna a la familia…de veras que me gustaría verte, te he extrañado bastante ahora que me di cuenta de que pierdo mi libertad, moony, o Remus (ya estamos grandes para los apodos ¿no crees?), creo que no estoy preparado para entrar en el ridículo teatro de los Blacks y los aristócratas, si me caso…me perderé en ese infierno de los puros y los ricos…
Bueno creo que he estado divagando demasiado en mis pensamientos, no te entretengo mas, te mando mis saludos desde esta mansión.
Un abrazo, Sirius Black
Pd: ojala pudieras venir a mi boda…así al menos podría sonreír de verdad por última vez.
El castaño dejo caer la carta a sus pie, había estado aguantando la respiración inconcientemente y ahora se sentía mareado, sirius… ¿Se casaba¿por que, si se suponía que el era el mujeriego mas grande de toda la historia, se suponía que sirius jamás sucumbiría bajo el mandato de su madre, el era un rebelde...remus se llevo una mano al cabello revolviéndolo nerviosamente. Sirius no parecía contento con tal decisión, ni siquiera el estaba de acuerdo con la determinación, para nada, es mas, jamás hubiese deseado que sirius se casara, esto no lo había pensado jamás, sirius, su compañero, su amigo del alma, …para que iba a mentir, sirius no era su amigo, ni su compañero , era la persona a la que amaba, admiraba y deseaba por sobre todas las cosas, si darse cuenta se había enamorado del que en un principio era tan solo su amigo, fue un estupido en no haberse dado cuenta antes de que estaba cayendo en las trampas de su propio corazón, y cuando se dio cuenta de que lo amaba ya era demasiado tarde, pues fue cuando se abrazaron en la graduación cuando sintió que moriría si sirius algún día lo abrazara no para despedirse, sino para besarlo y decirle que lo amaba.
continuara...
