disclaimer: los peronajes no son mios



PROLOGO

Su traje negro con su cabello lo hacían pasar desapercibido por los pasillos, caminaba rápido y con paso seguro, por fin había descubierto su escondite, se rio internamente por lo estúpida que fue al pensar que podía escapar de ellos, como se lo dijo en su momento tarde o temprano las encontraría y ese día había llegado.

Hace siglos que había empezado la cacería, cazadores expertos capturaban a las más exóticas criaturas de la oscuridad para proteger el mundo de los humanos, el mismo sabía el trabajo y las vidas que había costado capturar a las criaturas que chillaban y se quejaban en las celdas a sus costados.

Un fuerte gruñido hizo que parara de repente, se giro quedando de cara con la celda 216, lo gruñidos se hicieron cada vez más fuertes, se acerco unos cuantos a la puerta acercando sus ojos rojos cual sangre hacia la pequeña ventana de esta.

-cuida tus palabras perro- dijo hacia la oscuridad-no querrás que te mande a castrar ¿cierto?- soltó una risotada al final, se escucho un gruñido más fuerte que los anteriores.

-quiero verte intentándolo- respondió la voz en la oscuridad.

-me enorgullezco de haberte capturado, 216, eres una rareza como la 214 lástima que yo no tuve el privilegio de atraparla, pronto tendrás una compañera así que- los gruñidos volvieron.- pónganle un bozal al perro- dijo antes de reanudar su paso hacia la oficina central, los pasillos estaban vacios, y casi todas las celdas en silencio, a las tres de la mañana hasta las criaturas de la noche se aburren.

Llego a la única puerta de color blanco, la diferencia de las demás era obvia, esa no era una celda, era una sala, todo dentro de ella era perfecto, mullidos sillones negros contrastaban contralas paredes blancas, llenas de retratos de personas que durante siglos trataron de acabar con las bestias que ahora siglos después se encontraba encerradas en ese lugar, al fondo frente a una pared cubierta por espejos se encontraba el magnífico escritorio de su amo, quien como una vez lo había clasificado era "como una corona digna de un rey" .

-Demetri querido- saludo su amo –toma asiento por favor- dijo con un ademan hacia los sillones.

-gracias amo- respondió haciendo una pequeña y perfecta reverencia.

-espero que traigas buenas nuevas- dijo su amo sentándose en el sillón individual.

-me alegra comunicarle que hemos encontrado su diamante- a penas y musito las palabras vio como los ojos de su amo brillaban un brillo especial, uno que solo había visto cuando se hablaba de ella, ella era el diamante que faltaba en su colección, porque eso era su amo, un coleccionista, desde las cosas que había en esa sala, llegando a los cazadores y por supuesto su mayor colección las bestias.

Ambición. Una palabra que definía muy bien a su amo.

-entonces, amigo mío, ¿Qué estas esperando?-dijo alentándolo con su mano hacia la salida, Demetri solo asintió y comenzó su camino hacia la puerta- lleva contigo a Jane y Alec, puede que los necesites-asintió de mala manera, y salió de la sala.

Sabía que no los necesitaba, el era más fuerte que cualquiera, ciertamente los gemelos eran poderosos, pero eso haría la cacería demasiado fácil, aburrida, pero así era en cada misión, su amo cuidaba a las joyas que eran sus cazadores, mandándoles en grupo pero dando crédito a uno, ese era su consuelo, el merito por haber descubierto y capturado a su más preciada joya.



SABADO 15 DE SEPTIEMBRE 2:30PM

Estaba a solo cuatro horas de una nueva etapa, una nueva vida, o eso decía René, por fin encontré un lugar al cual decirle hogar y encontré a la persona que me hace sentir como en casa, es posible que no me entiendas jamás he tenido un diario pero si voy a empezar una nueva vida sin huir sería bonito documentarlo, me llamo Isabella Swan y estoy a cuatro horas de casarme.

Si sé que es precipitado casarse a los diecisiete, pero no fui yo quien tomo esa decisión, si no mis padres, tengo que explicarme mejor.

Me he cambiado de casa como cien veces en toda mi vida, primero pensé que era por el trabajo de mi padre, después me note que era raro que un policía se cambiara tanto de ciudad. Pero no me importaba, era agradable conocer diferentes partes de los estados unidos y al mismo tiempo frustrante pues cuando por fin tenía amigos y me encariñaba con el lugar tomábamos las maletas y al siguiente pueblo.

Hace un año tuve una gran discusión con mis padres por eso, fue en cuando estábamos en Oklahoma.

-no quiero irme- le dije a mi madre sacando mi ropa que ella había metido a mi maleta, era la única que no tenía sus cosas empacadas.

-Bella tenemos que irnos- trato de razonar René conmigo.

-¡siempre tenemos! ¡No es justo! ¡Ya tengo amigos aquí!-

-ya harás amigos en forks-

-no quiero amigos de forks, ¡odio forks! ¡Hace demasiado frio! –

-tú vas a ir-sentencio René –cuando cumplas dieciocho podrás ir a donde se te dé la gana pero mientras seas menor de edad y yo esté a cargo de ti, vendrás conmigo, ¡te guste o no!

Y pues como verán me tuvo que gustar, al final llegue a un acuerdo con Charlie y René, en el cual ya no nos íbamos a mudar, tuve que acepar forks y a su estúpido instituto, con sus estúpidos alumnos y el estúpido frio de todos los días.

Hice unos cuantos amigos –y algunos no tan amigos- y conocí a james, mi mejor amigo de todo el mundo, el también se había cambiado varias veces y me comprendía mejor que todos los demás. Todo iba perfecto, estaba a punto de acabar el instituto, tenía amigos, un lugar al cual llamar hogar, cuando una tarde llegue a casa y René me dijo que nos teníamos que ir.

Llore, llore muchísimo, no quería pro fin tenía todo con lo que había soñado y me iba a ser arrebatado, René me consoló, le dolía romper su promesa, pero le dolía mas perderme a mí.

-bella, entiende alguien te busca…nos busca-

-¿Qué quieren de nosotras?- le dije entre sollozos.

-nada bueno, pero no voy a permitir que te alcancen, no lo he permitido siempre que se acercaban que tenía un presentimiento de que eran ellos, nos…-

-mudábamos- termine por ella, ahora entendía porque nos íbamos tan rápido de cada lugar. – ¿No hay algo que podamos hacer para no irnos?- le pregunte totalmente desesperada.

-hay una-

Y si que la había, de veras que jamás imagine que me propusiera eso, ¡james y yo! Eso jamás podría ser, aunque me dieron bastantes motivos para aceptar.

-james, yo no puedo ser tu esposa- le dije a james mientras preparaba la cena, ya llevábamos una hora discutiendo el asunto y él seguía aferrado a casarse conmigo.

-¿Por qué no?- pregunto mientras picaba la cebolla que por algún extraño motivo no lo hacía llorar.

-en principio porque yo no te veo de esa manera, te mereces a alguien que te ame, esa es una buena razón.-

-bella, mírame a los ojos- me voltee, james estaba más cerca de lo que pensé, anqué suene imposible estar más cerca de lo que se puede en mi diminuta cocina.- lo que te voy a decir, es muy importante, es algo que mis padres y los tuyos ya saben, pero que tu no porque de alguna forma has visto lo mejor de mí y porque tengo que admitir que eres demasiado ingenua-

-¿de qué hablas?-

-bella soy gay- la cacerola resbalo en mis manos, cayendo al piso y resonando al caer.

-imposible-

-de hecho no, ¿Por qué crees que siempre estoy con Ángela y contigo?-

-pensé que disfrutabas nuestra compañía-

-claro que sí, pero la disfruto más que estar con chicos, ¿Qué no te enteraste del beso con Mike newton?-

-claro que si ¡lo vi!-cosa que no fue agradable- pero dijiste que te habías tropezado-

-a propósito claro-admitió mi amigo de forma picara.

-James Macadams, ¡eres gay!- dije riendo y me deje caer en una de las sillas del comedor, james se sentó en la siguiente a mí.

-si lo soy, y fuiste la ultima en darse cuenta- dijo y me revolvió el cabello cariñosamente.-sigo queriendo que seas mi esposa-

-pero dijiste que eras gay con mayor razón deberías no querer.-

-Bella, mis padres saben que yo soy gay, pero como sabes son empresarios y quieren a una mujer a lado de su único hijo, para la cara en la sociedad.

-no voy ser una imagen- replique.

-bella, querida ¿no lo entiendes?, con los recursos que tiene mi familia podremos huir o encontrar a las personas que te quieren, cásate conmigo y te daré seguridad, no pido nada a cambio, eres mi mejor amiga y lo único que quiero es verte a salvo y si está en mis posibilidades darte la seguridad que necesitas, no la rechaces, por favor bella, te lo suplico, cásate conmigo-

Tuvieron que pasar tres días para que le diera el sí, tenía que admitir que era un buen trato seguridad para mí y para mis padres a cambio de pura y simple imagen, así que esta noche mientras todos piensen que james me está haciendo se mujer de la forma más salvaje que se pueda, nosotros tendremos un maratón de gossip girl.

Ya son las tres de la tarde, acaba de llegar el vestido, será mejor que me vaya.

Cerré la libreta morada acomodando la pluma en el espiral de esta, René entro a mi habitación con tubos en la cabeza, me miro de mala manera.

-bella, ni siquiera te has metido a bañar, ¿Qué has hecho toda la mañana?-

- hola mama, ¿Cómo has estado? Bien y tu, bueno gracias por preguntar la verdad es que estoy muy nerviosa, ¿quieres que me meta a bañar? Estaba a punto de hacerlo- dije burlándome un poco de ella.

-muy graciosa bella, ahora no te veo marchando hacia el baño- dijo.

- si generala- dije tomando mi toalla y marchando hacia el baño, me había servido de mucho haber escrito en la libreta, había despejado mi mente y calmado mis nervios, ahora estaba a solo tres horas de la boda, mi celular comenzó a sonar, gracias al cielo que lo había metido al baño.

-¿Cómo está la novia?- dijo la voz de james.

-no lo se dímelo tú-

-fíjate que aunque sea gay y no sienta ningún tipo de atracción hacia ti, estoy nervioso- , me reí.

-una boda pone los nervios a flote a todos, ¿Qué crees que se llora en las bodas?-

-parece que alguien despertó con ánimos hoy-

-muy gracioso-

-nos vemos en la iglesia-

-seré la de blanco- dije antes de colgar.

La tarde paso rápido y apenas me di cuenta de que estaba en un cuarto de la iglesia con mis madrinas Ángela y Jessica, revoloteando alrededor de mi acomodando esto y el otro, para que todo fuera "perfecto", yo no les prestaba atención estaba más concentrada en ver la imagen que tenía enfrente, era yo, lo sabía, solo que no pensaba que fuera tan… ¿bonita? Posiblemente esa no era la palabra adecuada, Ángela había usado la palabra hermosa, y René no haba usada ninguna sus lágrimas lo decían todo.

-bien chicas- dijo mi madre entrando por la puerta- este es el momento adecuado para una charla madre-novia, así que si me permiten.

-claro señora Swan- dijeron las dos a coro y salieron enfundadas en sus vestidos lilas.

-a veces me asustan- le dije a René.

-están felices por ti, es solo eso, ven siéntate.-

-¿momento madre-novia?- dije a modo de broma.

-de hecho, es para darte algo- tomo mi mano y deposito en ella algo, cuando la soltó lo vi, era hermoso, un dije hermoso con forma de corazón, cuando lo movía podia ver los colores del arcoíris.

- ha estado en la familia durante siglos, mi madre me lo dio, su madre se lo dio a ella, y sucesivamente, es tiempo de que yo te lo de a ti- la abrace fuertemente.

-lo voy a cuidar por siempre, lo juro.-nos quedamos un minuto así, abrasadas, compartiendo ese momento madre-hija tan especial.

-eso espero-dijo rompiendo mi abrazo y limpiando el poco maquillaje que se le había corrido.- vamos te están esperando- me tendió la mano y la tome con ansias, tome el ramo, y camine junto a ella por el pasillo directo a las puertas, done me esperaba james y un panorama con mas esperanza.

-en verdad creíste que no te íbamos a encontrar- esa voz fría tras de nosotras me dio escalofríos, mi madre se tenso, y se giro rápidamente poniéndome tras de ella y viendo la cara de aquel que nos ha estado buscando desde hace mucho tiempo, era blanco como la cal y tenía el cabello negro, sus ojos eran negros y poseía una belleza inigualable.

-te lo advertí, te dije que tarde o temprano las íbamos a encontrar-

-Demetri- mascullo mi madre.- ¿Qué es lo que quieres?-

- no es obvio, a ti y al diamante que tienes tras de ti-dijo traspasándome con la mirada.

-no la vas a tocar-

- ¿Quién me lo va a impedir? ¿Tu?- el tal Demetri soltó una risotada queme sobresalto- no fuiste entrenada para atacar y dudo mucho que le hayas enseñado a tu hija siquiera a protegerse- con un movimiento de su mano René mando a volar a Demetri.

-bella corre- dijo René.

-no te voy a dejar con el-

-corre- dijo mas fuerte.

-NO-

-CORRE-dijo y me empujo –TE ALCANSARE DESPUES- grito mientras Demetri se levantaba.

Corrí hacia la salida de atrás, quitándome el velo que me estorbaba, la cola del vestido se había atorado con un clavo de la pared haciendo que se desprendiera, eso me permitía corre un poco más rápido, pero era torpe y caí un par de veces en el camino, me quite de un tirón los tacones y trate de correr con todas mis fuerzas, pero apenas atravesé la puerta de salida, una mano fría me tomo por la cintura.

-¿a dónde crees que vas?- escuche una voz más parecida a la de un bebe que a la de una jovencita, era hermosa, ojos rojos como la sangre. -¿no pensabas escapar cierto?-dijo y me sonrió, no sé que esperaba que pasara pero no paso, y vi en sus ojos la frustración, con una fuerza anormal para ser tan chiquita me lanzo hacia el suelo, escuche como mi brazo se estrellaba contra el suelo.

La que parecía ser un ángel de Botticelli se acerco a mi quedando a mi altura, acerco su mano a mi cuello y de un tirón me arranco el dije que pocos minutos atrás me había dado René, trate de pararme pero aparecerme brazo no era el único afectado, me había roto el tobillo.

-¡devuélveme eso!- grite, el ángel volvió a acercarse a mí, alzó su mano y me propino una sonora bofetada, iba a quedar roja y de seguro dolería por algunos días.

-cállate-dijo el ángel, antes de que algo la empujara hacia el bosque.

-¿estas bien?- me dijo la voz de un ángel, un ángel hermoso, de bellísimos cabellos amarillos y ojos dorados, me tendió la mano, con temor la tome, me ayudo a pararme pero ese maldito tobillo no me dejo pararme bien. El angollo noto y me cargo en brazos.

-te voy a llevar a un mejor lugar- dijo – Emmett, Rosalie- grito hacia la nada- paren lo que estén haciendo, la tengo vámonos ya-

Después de decir eso, corrió hacia el bosque, logre escuchar algo en nuestra espalda pero estaba demasiado aturdida para mirar sobre el hombro de aquel que me había salvado, íbamos demasiado rápido para estar corriendo y menos llevando a una persona de 50 kilos con ella.

-háblenme- dijo mi salvador.

-se han llevado a la madre, llegamos tarde por ella- dijo una voz ala izquierda, era suave asique asumí que era de mujer y por la voz era hermosa.- ¿la piensas llevar con nosotros?-

- no pienso dejarla tirada a la mitad de la nada-

-no sería una mala idea-

-rose- dijo una voz más gruesa a la derecha- es parte de la familia ahora.

-¿ni siquiera sabes su nombre y ya es parte de la familia?-

-desde el momento en que la salve de jane es parte de la mía- dijo mi salvador, haciendo que las dos voces callaran.

No sé cuando caí en la inconsciencia, ni cuanto habíamos viajado, estaba pendiendo de un hilo, entre la conciencia y la inconsciencia, la mitad de mi era consciente de lo que había pasado la otra se negaba a creerlo, René…Charlie…james…todo.

Había dejado de valer para mi, a veces el ángel se detenía a revisarme, no sabía qué aspecto tenia pero no debía ser bueno, el ángel siempre estaba preocupado, habían preguntado por mi nombre pero no encontraba fuerzas para hablar para hacer nada, todo lo que alguna vez quise estaba perdido.

Lo último que recuerdo fue entrara a una enorme casa blanca y ser recostada en una cama, después de eso todo se volvió negro.


me gusto el primer cap. espero que a ustedes tambien!!!

see you soon!!! thanks for read!!