Los personajes pertenecen a la Gran Stephanie Meyer

La trama me pertenece.

Summary: Edward y Bella viven una noche inolvidable, pero el destino del cobrizo ya está escrito, que pasara cuando se reencuentren en un humillante momento para la castaña? Todos humanos.

A Escondidas

Capítulo I

- Edward! Vamos... no tienes nada que perder, aquí en Seattle debe haber algún lugar donde divertirse – hablo lo ultimo para el

- Emmett tiene razón, Ed. No va a pasar nada

- Chicos, estamos aquí por negocios, no por placeres – deseaba terminar rápido con esto y volver a su ciudad

- Placeres? – rio Emmett McCarty (28 años), el más alto con cuerpo fornido, su pelo color negro rizado y ojos grises, abogado de la empresas Cullen Cía. – Solo vamos a irnos a tomar un trago

- Edward, crees que me iría a unos de esos lugares estando casado con tu hermana? – le pregunto Jasper Hale (27 años), esposo de Alice Cullen, el era alto, rubio, ojos azules y era el encargado de las relaciones publicas en la empresa – además, recuerda que el idiota – apunto con su cabeza a el fornido - está casado con MI hermana – hablo de Rosalie Hale

- Esta bien, pero no olviden que mañana tenemos reunión

- Esa reunión es a las 5 de la tarde – rodaron los ojos – descuida, te divertirás... además, pronto tu padre tirara la bomba de que tendrás que casarte con una Denali

- Ni me lo recuerdes – refunfuño

- Ya dejemos los temas aburridos para después, Jazz! Donde está el auto?

- Iremos en taxi – respondió Edward Cullen (26 años), un chico alto al igual que Jasper, pelo cobrizo y ojos verdes, era el vicepresidente de las empresas Cullen Cía. Pronto presidente, puesto que ocupaba actualmente su padre.

~o.o~

- Ves es un lugar decente

- Me di cuenta Emmett – rio, se encontraban en Midnight Bar, que se ubicaba en el subterráneo del Hotel "New Moon"

- Señoras y Señores! Ahora en el escenario... Marie!

Los tres chicos se giraron y miraron a una chica que se ponía de espalda en medio del pequeño escenario junto a otros chicos con instrumentos.

EL chico de la batería empezó, y cuando la guitarra se unió ella empezó a mover sus caderas

- Wow – dijo Edward sin poder despegar su mirada de ella. La mujer se giro para cantar

Soy tan humano como los demás,
y me cuesta decir la verdad,
ver mi relejo,
No tuve fuerzas para derrotar,
mi vacio, mi debilidad,
estaba lejos,
Y ahora voy, comenzando a caminar,
aprendiendo a respirar,
estaba ciega,
Voy, cargando con mi cruz,
ya puedo ver la luz,
te veo en el final,
de mi camino(*)

Cantaba moviendo sus caderas y caminando por el escenario, la chica era de pelo castaño, lo tenía suelto cayendo por su espalda, su piel era blanca como la nieve, no alcanzaba a ver sus ojos, pero podía jurar que eran oscuros.

Cuando la canción termino todos aplaudían y gritaban, miro a sus hermanos y ellos también aplaudían, bueno... Emmett silbaba. El se levanto y aplaudió sonriendo

- Wow! – grito y los ojos de ella hicieron contacto con los de él, y se estremeció, eran de un café hermoso, no estaban muy alejados del escenario.

- Gracias! – grito para todos, pero lo miraba solo a el

- Otra, otra! – el publico empezaba a gritar, ella rio encantada y enfoco su vista en otro punto, para luego dirigirse hacia los músicos

Después de esa canción, canto 3 mas... todas movidas, Edward no podía dejar de mirarla, era hermosa, con voz hermosa... ella mientras cantaba le dirigía miradas y sonreía, los chicos conversaban entre ellos y tomaban algunos tragos, Edward llevaba tres cervezas, pero aun estaban en sus cinco sentidos.

Cuando termino la última canción, se sentó en un taburete en medio del escenario junto a un chico que llevaba solo una guitarra, y comenzó a sonar una canción lenta, miraba hacia adelante o tenía los ojos cerrados. Identifico la canción, era "Umbrella" de Rihanna, pero en versión lenta... acústica. El cobrizo deseaba que lo mirara... ellos estaban a un costado del escenario. Y su deseo se cumplió cuando llego al coro

You can run into my arms

It's okay dont be alarm...

Mientras canto esa parte, lo miro a los ojos y sonrió suavemente, el se quedo pensando... cuando llego el final, ella se despidió y salió otro grupo, de música más movida. El miraba hacia todos lados para ver si la encontraba.

- Edward, te quieres ir? – le pregunto Jasper al verlo inquieto

- Que? No, no... Es solo... voy al baño – el rubio lo miro confundido y se encogió de hombros mientras volvía su atención a la conversación.

El cobrizo buscaba a la castaña, pero no la veía. "se habrá ido?" se pregunto

- Hey – escucho que le hablaba a su espalda, el se giro y sonrió cuando la vio

- Hey – le respondió, ella sonriendo tomo su mano, y lo llevo a unas mesas que habían en el segundo piso

- Soy Bella – le saludo

- Edward Anthony... – se interrumpió el decirle sus apellidos, ella no lo había hecho, ambos solo se miraban a los ojos y sonreían como idiotas, el rio y ella lo miro aun confundida – cantas hermoso

- Oh, gracias – se sonrojo, el cobrizo llevo su mano a acariciarle la mejilla

- Y eres hermosa – le susurro, ella lo miro a los ojos y luego su vista fue a los labios de aquel hombre que la hacía sentir miles de descargas eléctricas solo con mirarlo

- Y si soy hermosa... porque aun no me has besado? – le susurro

- Ese era mi siguiente movimiento – comento con una sonrisa, y sus labios de juntaron, pero ninguno de los dos estaba preparado para la ola de emociones que los embargo, sorprendidos solo dejaron sus labios unidos con los ojos cerrados. Y ninguno sabe quien empezó, solo se dieron cuenta de su avance cuando llegaron a la puerta del cuarto de hotel.

- Espera... Espera... – jadeo ella

- No quieres seguir? – le pregunto en el mismo estado

- No es eso... solo, yo... nunca había hecho esto

- Cuando dices que nunca has hecho esto, te refieres a estar con un extraño? – le pregunto temiendo la respuesta

- No... Me refiero a lo otro – dijo aun mas avergonzada

- Tu eres... – ella asintió – eso cambia las cosas... – susurro

- Yo...

- Lo lamento, no debí ir tan lejos no te obligare a nada – le acaricio la mejilla con ternura, ella miro sus ojos y decidió... algo había en ese hombre que la hacía confiar ciegamente en el. Decidida, tomo la tarjeta del hotel, la deslizo y abrió la puerta

- Te quedaras ahí?

- Estas segura?

- Como nunca lo he estado – susurro, el sonriendo llego hasta ella y la abrazo

- Hare que sea la mejor noche de tu vida – le dijo antes de besarla

- No lo dudo – le dijo sonriendo y lo beso

Los brazos de Bella se enredaron alrededor del cuello de Edward, acercándolo más a ella; su lengua, tímida y cautelosa, se abrió paso adentrándose en la boca. Eso provocó que Edward gimiera, acercándola más, la chica andaba solamente con una blusa delgada blanca y una mini falda roja

El llevo sus manos hacia las piernas de ella y levanto la falda, la castaña jadeo cuando sintió las manos fría del cobrizo

- Dios... – gimió el al sentir solo una tanga

- La falda es apretada, era eso... o andar sin nada – el volvió a gemir para besarla de manera urgente

Las pequeñas manos de ella empezaron a desabrocharle la camisa negra con nerviosismo, y cuando estuvo completamente abierta se la bajo por los anchos hombros.

- Eres hermoso

- Es la primera vez que alguien me dice así – rio encantado

- No será la última – sonrió ella antes de besar el pecho cobrizo.

El saco su blusa por sobre su cabeza para igualarlos en condiciones, también le deslizo la falda hacia abajo dejándola en un conjunto blanco con encajes.

- Mierda – jadeo al verla solo en ropa interior y tacones – me vuelves loco – se acerco y la llevo hacia la habitación dejándola suavemente en la cama, la observo desde arriba, "Dios es hermosa" se dijo, admirando su cuerpo y como su pelo castaño hacia contraste con las sabanas blancas, se recostó encima de ella pasando su mano por debajo para ponerla en la espalda, pegándola más a su cuerpo y pegando sus labios en un beso más profundo y desesperado. Sus lenguas luchaban entre ellas por llevar el control de la situación. Las manos de Bella se aferraban a su cabello, y esos suaves tirones que le daba provocaban que escalofríos de placer recorrieran su columna vertebral.

Sus manos cobraron vida propia, y fueron hacia más arriba para desabrocharle el brasier, este se soltó y se lo quito, admirando los pechos cremosos, inicio su paseo por los costados de la joven provocando que unos gemidos brotaran de su garganta. A duras penas consiguió separarse de ella.

- Eres hermosa- murmuró sobre sus labios, ella suspiro. El observó sus labios hinchados y húmedos, de un apetecible color rojo muy suave, sus mejillas sonrojadas y su respiración errática y dificultosa.

-Edward... - susurro

El bajo los labios hacia el cuello, depositando pequeños besitos bajando hacia sus hombros. Isabella suspiraba con los ojos cerrados, disfrutando de tan agradable sensación, los abrió lentamente, y llevo sus pequeñas manos a los pantalones del cobrizo. Edward se volvía loco por momentos... esa parte tan íntima de su anatomía cada vez apretaba más y más pidiendo liberación.

Él se dispuso a disfrutar de los senos de la mujer, los beso y lo lamio mientras posaba una de sus manos en su vientre, provocando que Bella se estremeciera ante su toque y contuviera la respiración

-Cariño... - le advirtió en voz baja, al sentir las manos de Bella adentrándose en sus pantalones. El recargo la cabeza en el hombro de la castaña cuando sintió la mano de bella rosarlo - Ahhh... - suspiro. Las caderas de Bella se sacudían en un movimiento que le estaba volviendo loco, los mismos movimientos que él estaba haciendo. No soportaba mas – Bella - jadeó Edward, cuándo los labios de la joven bajaron por su mentón y por su cuello - Dios, me encantas -.

-Edward... - le pidió ansiosa y excitada cómo nunca, él la miro confundido – tus pantalones... ahora... fuera... - le imploró entre jadeos. Esas palabras enloquecieron al hombre, que se apartó un momento para despojarse de sus zapatos y pantalones, quedando desnudo enfrente de ella, se mordió el labio, Dios... era magnífico, quería que Edward la hiciera suya, un hormigueo se había instalado en su bajo vientre, y podía sentir que estaba mojada, hecho que corroboró el cobrizo cuándo se volvió a posicionar sobre ella y sus dedos palparon delicadamente el centro de la joven sobre su ropa interior. Que no duro mucha puesta ya que salvajemente se la retiro

- Lo siento, prometo pagártelas – le dijo sonriendo, ella rio coqueta y lo beso. Ahora libre de obstáculos volvió a tocarla. No pudo reprimir el jadeo al sentir los largos dedos del cobrizo acariciándola como nadie lo había hecho antes... cerró los ojos de nuevo, perdiéndose en un mar de sensaciones.

-Edward... – volvió a murmuraba, deslizando sus manos por el pecho de él, deleitándose con cada músculo que sobresalía y se contraía. Los sexos de ambos se rozaban el uno contra el otro, y eso, unido a los dedos de ella, que bajaban por su bajo vientre, por sus caderas, hizo que empezara a gemir.

-Bella... si sigues por ese camino, no aguantaré mucho sin hacerte mía- dijo entre dientes, no podía aguantar esas caricias.

-Hazlo - le respondió ella, para después volver a besarle. Edward no necesitó ninguna otra señal, y sin dejar sus labios en ningún momento, guió su miembro hacia su entrada. Siseó con un gemido, cuando estuvo completamente unido a ella, Bella se aferró a la espalda de él para poder pasar el dolor.

- Solo será un momento – hablo con voz contenida, moría por poder moverse, pero sabía que era la primera vez de su castaña

- Edward - jadeo y alzó un poco más sus caderas, chocando con las del hombre, que no pudo reprimir un jadeo de placer ante ese gesto. Lentamente volvió a salir para adentrarse en ella.

Ambos tenían los ojos cerrados disfrutando de las oleadas de placer que se clavaban en sus cuerpos, ella recorría su inmensa espalda con sus manos, hundiendo sus dedos en su piel. Edward busco una de las manos y entrelazo los dedos con los de ella, llevando la unión a la altura de sus hombros mientras con la otra se apoyaba en la cama, ella tenía su mano en la cintura de él acercándolo más aun. Repetían sus nombres en suaves susurros, el calor que emanaba de ellos hicieron que el espiral de placer arremolinarse en su bajo vientre. Edward estaba al borde de caer al abismo, y supo que su castaña estaba en igual condición al verla cerrar fuertemente sus ojos y exhalar con más dificultad. Busco sus labios, que besó hasta que sintió a Bella convulsionar y estremecerse entre sus brazos. Edward, jadeante y sudoroso se desplomó sobre ella. Cerró los ojos, disfrutando de ese momento

- Ha sido asombroso – le susurro Bella

- Increíble – le respondió, nunca se había sentido de esa forma, la manera en que encajaron, como se sintió... era como si fueran un rompe cabeza y el haya encontrado a su pieza perfecta.

- Edward – la escucho susurrar para después ver que se había quedado dormida, sonriendo la cubrió con la sabana y beso su frente

- Gracias por esta noche – habían pasado los minutos estaba a punto de quedarse dormido cuando Claro de Luna inundo la habitación, de manera rápida y suave llego hacia sus pantalones para contestar – mierda! – murmuro al ver el nombre de Jasper – bueno? – respondió dirigiéndose al baño

- Hombre! Donde has estado!? Son las 5 de la mañana Edward! Te estamos buscando por todo el puto bar! – cinco de la mañana? Se pregunto sorprendido

- Yo... lo siento... – no sabía que decir pero una idea vino a su mente –estaba durmiendo, me vine antes al hotel, no les dije porque parecían entretenidos

- Debiste dejar por lo menos un mensaje – le reprocho algo más calmado – bien, entonces nos vemos a las dos para almorzar algo y terminar de arreglar todo para la reunión

- Claro, adiós – y corto. Diablos! Tenía que irse rápidamente si quería dormir unas horas para poder estar presentable a la hora de la reunión.

Se adentro al cuarto y vio a una hermosa muchacha

- Hermosa muchacha que fue mía – sonrió, y la realidad le vino de golpe, había estado con una chica a la cual recién conocía, sus años de libertad habían quedado en el instituto, ahora el no podía comportarse de esa manera, iba a ser el Director de Cullen Cía. – mierda! – Tenía que irse de allí, se vistió y cuando estuvo listo se acerco a la castaña – lamento irme de esta forma, fue la mejor noche de mi vida – beso su frente – adiós mi ángel castaño.

~o.o~

- Bella todo estará bien

-Todo estará bien?! Angela! Estoy embarazada de un chico que solo se su nombre! Dios como pude ser tan irresponsable – lagrimas caían por las mejillas de la chica de 22 años

- Cálmate, las cosas ya están hechas Bella – le reprendió – no sacas nada con lamentarte ahora

- Angie, que hare?

- No te preocupes nosotras te ayudaremos

- Gracias – la abrazo fuertemente – eres la mejor

- Para eso estamos las amigas

~o.o~

- Cumpleaños feliz! Cumpleaños querido Anthony, que los cumplas feliz! – el pequeño de un año "soplo" las velas con la ayuda de su madre

- Feliz cumpleaños hijo – el pequeño se pego aun más a ella

~o.o~

- Felicidades Edward, por fin alguien te atrapo

- Gracias

- Gracias Señor Aro, fue un poco difícil poder cazarlo

- Me imagino Tanya – rio – pero ahora están casados, que Dios bendiga su unión – el cobrizo lo miro sin emoción mientras su... esposa reía

- Soy tan feliz mi amor! – lo beso

- Igual yo, permiso Tanya, iré a pedirle un baile a mi hermana – la rubia asintió y fue hacia sus padres

- Edward! – Alice llego a su lado y lo abrazo

- Alice – comento aliviado – por fin encuentro a alguien con quien no pueda fingir

- Fingir? Solo imagínate con ella en una cama y estarás bien

- Alice!

- Que? Te estuviste acostando con ella estos meses no puede ser tan malo estar casado con esa mujer

- Yo... – su hermana tenía razón, había empezado una relación con Tanya hace un año, la chica era tremendamente guapa, era la belleza encarnada, pero... había algo en ella que no lo llenaba, que no despertaba ningún sentimientos cercano al amor, su vanidad? Su egocentrismo? La manera en la que le hace saber a todos que ella es de mayor nivel social y económico al resto? Si... es eso, eso era lo que odiaba de Tanya, toda su vida vivió llena de lujos, está acostumbrada a que nadie le niegue nada, a que todo el mundo inferior a ella bese el camino por el que anda.

- Bueno, en todo caso no importa, ya estas casado con ella y vivirán juntos a partir de la vuelta de su luna de miel

- No me lo recuerdes... no sé como soportare vivir con ella, si con suerte soportaba las citas – comento agobiado

- Lo siento Edward – su rostro se había vuelto serio – lamento todo esto

- Tú no tienes la culpa Al, además... tuve un buen tiempo para prepararme psicológicamente – comento divertido

- Si, claro – dijo preocupada – Tanya me conto que están buscando nuevo personal para la casa

- Si, yo no quería tener todo eso, con alguien que nos fuera a hacer el aseo día por medio estaba bien, pero ella quiere una cocinera, un mayordomo, un chofer, hasta un jardinero... y solo hay pasto en nuestro jardín! – bufo

- Tendrás que aceptar todo eso, esa es su forma de vida, no esperes que ella te espere después del trabajo con una cena que ella realizo – bromeo

- Se que la vida será así, eso es lo que menos me gusta... nuestros padres nunca actuaron de esa manera a pesar de todo el dinero que tenían, mamá era la que cocinaba – murmuro

- No todos los matrimonios son iguales, mírame a mi... yo no cocino – rio

- Alice, tú no sabes cocinar – ella hizo un mohín – pero por lo menos lo has intentado... solo que no tienes... ese don – rio quedito

- Gracias Anthony – rodo los ojos – viene tu esposa – rio con malicia – adiós

- No... Espera...

-Amor, bailas conmigo? – el asintió después de tomarla por la cintura – espero que disfrutemos la luna de miel – se recargo en el

- Yo también

- Edward... mi padre me comento algo hace algunos minutos

- Que cosa? – se detuvo y la miro, las conversaciones con Eleazar, por muy vánales que sean, eran importantes

- Quiere nietos – le soltó de una, él la miro y la llevo hacia un lugar alejado

- Nietos?! Tanya... acabamos de casarnos!

- Le dije lo mismo, tranquilo Edward, yo no quiero tener hijos – el cobrizo espero por el "aun no" pero nunca llego

- No quieres tener hijos, por ahora... cierto?

- No, no quiero tener hijos... ni ahora ni nunca

- Que? – jadeo, formar una familia con la rubia no era una de las ideas que más le agradaban, pero... el quería tener hijos.

- Lo que escuchaste, no quiero tener hijos. Le dije que nosotros no queríamos tener bebes, ni ahora ni nunca, espero que me apoyes con esta decisión

- No... Espera, Tanya yo si quiero tener hijos

- Pero yo no Edward, es mi cuerpo el que va a cambiar – le contesto entre dientes

- No puedes estar hablando en serio!

- Claro que si! si quieres adoptamos o algo, pero no tendré un mocoso en mi vientre

- No... No voy a adoptar un niño cuando yo y mi esposa estamos en perfectas condiciones para traer el propio

- Pues, será eso o nada, porque YO, Edward Cullen, no tendré un hijo tuyo ni de nadie – dio por zanjado el tema y se alejo

- Genial – golpeo la pared – primero me tengo que perder la oportunidad de casarme con una mujer que ame de verdad, ahora pierdo la oportunidad de tener familia – paso bruscamente sus manos por la cara

~o.o

- Angela, no puedo yo...

- Bella, no es por nada amiga, pero es a lo único que puedes optar por ahora

- Si, pero...

- Lo siento, Bells – la castaña asintió. Era verdad, había buscado trabajo que se acomodara a un horario decente para poder cuidar de Anthony, pero no había conseguido nada. Apenas decía que tenía un hijo, los dueños la miraba y le respondían con un seco o lastimero "NO".

- Tienes razón, lo hare

- Bien, mi madre trabaja ahí, ella podrá ayudarte con Anthony. Además por lo que me dijo, el señor y la señora de la casa nunca están en ella, solo en el desayuno y en la hora de la cena

- Eso podría ayudar, dices que es de puertas adentro? – pregunto mientras vestía a Anthony con algo más abrigado

- Si, vas a tener que quedarte en ese lugar, pero despreocúpate. La casa es bastante grande para tener a unas 20 personas – le explicaba mientras le hacía gracias al pequeño

- No se enojaran? Digo, por Anthony?

- Ya te dije que mi madre les explico y ellos no tuvieron ningún problema, con tal que hagas tu trabajo bien – se encogió de hombros

- Y en qué consiste el trabajo? Limpiar? Cocinar?

- Solo aseo... planchar, lavar. Cocinar lo hace mi madre, tienen un chofer también.

- Ya veo, no se ve tan pesado y podre estar con mi hermoso – dijo con voz suave mientras lo tomaba en brazos – todo el día, qué opinas Tony, aceptamos? – el pequeño solo balbuceaba mientras jugaba con el pelo de su madre

- Eso es un si? – rio Angela

- Eso creo – rio con ella

- Bella... como va lo de tu madre?

- Igual, no me quiere ver ni en pintura – suspiro – dijo que la había decepcionado un montón y todo eso. Realmente no me preocupa mucho – dijo restándole importancia – mi padre es otra cosa, me dijo que contaba con todo su apoyo que si quería me iba a vivir con él. Pero... esta recién casado con Sue, y no me llevo muy bien con su hija... así que, creo que no – rio con amargura – Gracias por aceptarme aquí Angie

- Descuida, sabes que puedes contar conmigo, cuando Eric me dijo que ya no podrían tocar mas en el Bar, realmente me preocupe

- Aunque hubiéramos seguido tocando, no podría estar con ellos cantando, en las noches es donde este pequeño más me busca

- Me lo imaginaba, por eso trate de conseguirte algo bueno, y esto por el lugar y el horario es excelente

- Lo es, por eso aceptare.

- Hablaste en la universidad de allá? – la castaña asintió – y?

- Decidí dejar el estudio por este año, esperare a que Anthony crezca un poco más, y también ahorrar dinero – susurro – antes René me pagaba la mitad junto con Charlie y yo me costeaba la otra, pero ahora... tengo que pensar en mi hijo también. Debo pagarte el arriendo por los meses que estuve acá y las...

- Espera! Bella! No debes pagarme nada! Somos amigas, no sería una si te cobrara! – le explico como si fuera obvio

- Pero me has ayudado desde que me mude a Chicago!

- Y con gusto te volvería a ayudar Bells, no lo dudes. Y no pienso recibir nada! – se cruzo de brazos, estuvieron un buen momento retándose con la mirada hasta que Bella se rindió asintiendo

- Al menos déjame...

- No!

- De acuerdo – suspiro – cuando empiezo?

- Tienes que ir mañana, la señora te hará una pequeña entrevista y listo. Pero solo será una presentación – rodo los ojos – ella es un tanto amargada y creída, pero el Señor Cullen es otra cosa

- Cullen... de acuerdo, entonces a partir de mañana trabajare en la casa Cullen

~o.o

Nueva historia! Algún review bien merecido?

*: Saiko - Debilidad