Fic Viejo, actualizado y reeditado
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Primer Capitulo
Una vida muggle interrumpida
Melissa nunca resaltaría por nada fuera de lo normal, era una chica como cualquier otra, iba al colegio, de vez en cuando salía con sus amigos, no era la primera en su clase, pero sí era de las mejores, lo único que no parecía tan normal en su vida, era la relación con su familia.
Tenía dos hermanos menores, su madre era profesora y su padre un mecánico… y aunque ella siempre estuviera dispuesta a dar todo por ellos… ellos no darían nada por ella.
Desde su apariencia física la situación despertaba la curiosidad de los amigos de la familia, los ojos de Melissa eran verdes y los de toda su familia eran marrones, su cabello era rojo y lacio, el de su familia castaño oscuro y rizado, su piel era más clara que la de sus hermanos y su forma de ser empeoraba la situación, siempre se preguntó si sería adoptada… y esa con el tiempo se convirtió en su única esperanza.
La discriminación no se hacia esperar, sus hermanos por ser varones le trataban peor que una sirvienta, siempre apoyados por su madre, por otro lado, su padre ni siquiera le dirigía la palabra más de lo que fuera necesario y siempre era reprimida por los pretextos más extraños, incluso, aquellos que escaparan de un acto humano, como el entallamiento de algún vaso, o una ventana, un pequeño tornado en el patio trasero que arraso con la pila de hojas secas, o cuando a uno de sus hermanos le dio una extraña enfermedad que le hacia proferir un eructo cuando habría la boca.
Por lo que un día en un acto de desesperación decidió teñirse el cabello de un color oscuro, buscando un poco del amor de su familia
El odio de a poco de fue apoderando de su corazón y aunque ella, en verdad no deseara sentirlo, la situación se hacia más complicada. Detestaba con toda su alma su casa, siempre evitaba todo lo posible estar en ella, inventaba mil y un pretextos y mentiras, lograba escabullirse la gran mayoría de las noches, apoyada de alguna fuerza extraña que ella llamaba "Amada suerte nocturna" pero lo que realmente le encantaba era estar en su colegio.
Su situación cambiaba radicalmente al llegar a su escuela, se volvía la persona más alegre y divertida del mundo, era popular entre todos por su amabilidad y su gran habilidad para realizar travesuras, se aprovechaba de su talla menuda para escabullirse por espacios reducidos, nadie en todo el lugar se había escapado a alguna broma de ella, y su astucia se hizo legendaria por ser usada para ayudar a 'salvar' a sus amigos más preciados. Entre los maestros su nombre también era popular (no solo por su gran habilidad para meterse y salir de problemas) ya que también su astucia era usada académicamente, iba avanzada con un año, se daba a notar por su amor a la música y el arte.
Apenas tenia 13 años, era delgada, baja de estatura y contaba con una sonrisa mágica y tierna que le ayudaba a sacarla de problemas la mayoría de las veces, pero lo que más le causaba curiosidad en su persona era una marca en señal de rayo invertido en la espalda, desde que tenia memoria siempre había estado ahí, de echo su madre le había dicho que cuando nació ya la tenia.
Los sueños de Melissa eran bastante raros, soñaba con un joven atractivo de ojos miel y cabello castaño de aproximadamente unos 17 años que le decía "Señorita Fay eh llegado por usted, el profesor Dumbledore nos esta esperando" ella se preguntaba a diario sobre el significado de sueño tan raro, ¿Quién era ese chico? ¿Quién era ese tal "Profesor Dumbledore"? y lo más importante ¿Quién era Fay y que tenia que ver con ella?...
Todo se salio de su compresión un día miércoles.
Esa tarde regresaba de la escuela como siempre de una de sus mejores amigas llamada Sunny, ambas tenían que cruzar de a diario por un enorme parque, que con facilidad se podría confundir con un bosque, su amiga se despidió a la mitad del lugar doblando por un sendero hacia la izquierda mientras Melissa continuó de largo, pensando en las múltiples labores que tendría que realizar al llegar a su casa, trataba de no recordar el temor que le daba aquel lugar que siempre lucia solitario, por alguna extraña razón, el panorama siempre le recordaba a cuento de "Caperucita Roja" solo que aquí, el lobo feroz sería algún drogadicto o asaltante oculto entre los arbustos, suspiro profundo mirando el cielo entre las ramas retorcidas de los árboles
-Solo… no piensen en nada desagradable –Murmuró para si misma, antes de dar un salto con una mueca de terror en los labios ente el sonido de alarido, alguien se quejaba amargamente, su primera reacción fue correr, un instinto presente en todos claro está, pero algo... una intuición... le hizo detenerse, y acercarse al lugar de donde emanaban los dolorosos gemidos, con lentitud se dio la vuelta regresando sobre sus pasos para dirigirse a los arbustos, su corazón latía fuertemente, y sus manos temblaban nerviosas mientras abrían paso entre las ramas y hojas… su vista pronto descubrió un cuerpo tirado, el cuerpo de un hombre boca abajo, lucia lastimado y ella quiso ayudarle.
Atravesó el matorral con apuración
-¿Te encuentras bien? –Preguntó preocupada por el estado del chico, pero esté reacciono de manera violenta dándose la vuelta con una rama cercana, Melissa se alejo un segundo antes de quedar boquiabierta por el rostro del joven… extrañamente ese rostro le era Familiar… ERA EL ROSTRO DEL JOVEN DE SUS SUEÑOS!
Agito sutilmente el rostro llevando una mano a su frente, "Vamos Melissa, eso es… una locura!" trató de convencerse antes de notar el charco de sangre alrededor de él.
-¿Qué piensas hacer con eso? ¿Sacarme un ojo?
El castaño miro la vara y sacudió la cabeza dejando que cayera de sus manos, a Melissa le quedó claro que eso no era lo que realmente quería tomar, él trató de contestar, más las heridas le causaron un enorme dolor y sus palabras se convirtieron en alaridos de dolor.
-Vamos, estas muy lastimado, no te preocupes no te haré daño, solo quiero ayudarte –Aseguró Melissa acercando lentamente
-Mi varita por favor... necesito mi varita...-dijo el castaño entre susurros, señalando el piso junto a Melissa.
La chica busco con la mirada por todo el suelo hasta descubrir a pocos metros de ella, una varita negra de unos 25 centímetro aproximadamente, se acerco y la tomo entre sus manos, regresando al lado del muchacho y no pudo evitar preguntarse "¿Como demonios podría, una tonta vara, a ayudar a que se recupere de tan seria lesiones?", Su mirada se fijo en el extraño objeto, tal vez el chico se había escapado de algún hospital psiquiátrico, y no era capaz de comprender que sus heridas realmente eran serías.
-¿Esta vara para que puede ayudarte?
-Solo dámela por favor
-Necesitas un hospital, por favor, déjame llevarte a uno, o llamar una ambulancia
-No es necesario
-¡Estas loco! ¡Necesitas a un profesional! –La desesperación de la chica le hizo agitar los brazos de manera brusca –¡Mírate! –Lo señalo con la mano con la cual sostenía la varita y el pavor reino su rostro cuando un chorro de luz salió de ésta en dirección al castaño que seguía tirado rodeándolo por completo, Melissa soltó la vara dando pasos torpes hacia atrás tropezando y cayendo sentada sin apartar la vista del ojimiel y el extraño aro que lo rodeaba
Apenas unos segundos tardo todo eso, pero para Melissa la situación se volvió una eternidad de fantasía, poco a poco la luz se fue desvaneciendo, al igual que las heridas del castaño. La ojiverde se tallaba una y otra vez sus ojos comenzando a pensar que todo aquello se trataba de una pesadilla.
-¡¿Por que me dijiste
que eras bruja?!
–Exigió saber el chico colocándose de pie y caminando hacia
Melissa
-¿Eh?...
que... ¿¿Qué soy que??-Contestó
ella todavía en un tipo de shock
-Que eras bruja, mi nombre es Louis Valois- extendió la mano en forma de saludo, a la ves que recogía la varita que había ido a dar a sus pies
-Mi….Mi nombre es Meli... Melissa- Le contesto todavía asustada aceptando la mano del chico, un poco de cordura ya estaba de su lado- ¡Pero no soy bruja!- le dijo un tanto molesta, ofendida
-Si
no eres bruja ¿Como pudiste hacer ese hechizo?… Un muggle de
ninguna manera hubiera podido hacerlo
-¿Un
mu… que?
-Muggle, ya sabes alguien sin magia-
-No, no se y me estas asustando, así que adiós-La chica dio media vuelta dispuesta a alejarse del lugar, estaba más que convencida que estaba siendo victima de una broma de algún enfermo mental, necesitaba… deseaba huir de ahí, sus pasos comenzaron calmados antes de apurarse
-Espera por favor
–Sus
pasos fueron detenidos de forma repentina por la mano que le sostuvo
por el brazo -Necesito
ayuda... tengo que encontrar a alguien... antes que lo hagan los
mortífagos...
-¿Mortífagos?-
Cada palabra resultaba para Melissa más extraña y desconocida, pero
despertaban en ella una enorme curiosidad, por lo que decidió,
quedarse solo un poco más
-Nunca as tenido contacto con la magia- Digo Louis dándose cuenta de que, aunque, ella era una bruja, no tenia idea de su naturaleza, ni de lo que era, ni de su mundo… Louis tenía que explicar todo lo que pudiera, si es que quería ayuda
-No,
¿Ellos fueron los que te hicieron daño?- Dijo Melissa,
comprendiendo que él no estaba del todo loco
-Fue una
afirmación, no una pregunta… sí, ellos me atacaron
-Ven conmigo a mi casa,
no ahí nadie por el momento y te puedo ofrecer algo de comer
mientras me explicas
-No, te lo agradezco pero no tengo hambre-
Contradiciendo sus palabras, el estomago del chico emitió un sonido
reclamando alimento, dejando evidente su gran mentira, las mejillas
de Louis se encendieron rápidamente provocando la risa de Melissa.
La chica se levanto sacudiendo sus ropas, tomando del brazo al chico
jalándolo de regreso la senda que los llevaba a su casa.
-Vamos mentiroso
-Vale –Se resignó el chico.
Melissa planeó que tenia al menos dos horas antes que alguien llegara a la vivienda, eso seria suficiente tiempo para alimentarlo, sacarle algo de información y después sacarlo a patadas antes que su madre llegara. Aunque pensándolo mejor… No le podría platicar a gusto…
-Bien,
pero me tienes que contar de donde vienes y a quien buscas
–Condiciono la morena con una tierna sonrisa, aquella sonrisa fatal
que le ayudaba a conseguir todo, Louis se sonrojo un poco y sin
pensarlo dos veces, comenzó su relato. Le contó como desde hace
unos años atrás había emprendido un largo viaje en busca de una
chica que estaba en peligro y el como los mortífagos lo habían
atacado
-Entonces la debes encontrar y llevar a Hoogl...
-Hogwarts
-Eso... ¿Para que ella este a salvo?
-Así es
-Bien y dime ¿Ella como es? –El chico se sonrojo nuevamente, pero permaneció tranquilo
-No lo se
-¡¿Cómo?! Entonces ¿Cómo vas a saber quien es? ¿Cómo vas a reconocerla? ¿Al menos sabes como se llama?
-Solo se que lo sabré... debe tener memoria sobre esto
-Vale, pero no crees que es algo loaaaaaayy!!!!- La chica se había interesado tanto en las palabras del castaño que descuido sus pasos, no notó aquel agujero en el camino, por lo cual cayó a su costado sobre unos arbustos rompiendo por la parte de atrás su blusa
-Permíteme te ayu.....-Louis le tendió la mando, el pedazo roto de la blusa cayó al suelo dejando visible su marca en forma de rayo invertido, su rostro se congeló
-¿Que te pasa? –Interrogo la ojiverde
-¡Eres tú!... a la que eh estado buscando… Tú eres ¡FAY POTTER!
