Yui Caminaba tranquila de Regreso de Sakuragaoka hasta su casa, iba muy relajada, hasta que escucho un debil Maullido, la castaña se acercó y vio a una pequeñita gatita negra la cual estaba herida, la mayor Hirasawa no se resistió y la llevo a su casa.

-¿Como te llamas pequeña?, ¿Al menos tienes dueño?- preguntó la castaña

sorprendentemente la gatita le negó con la cabeza, pero luego se tiro mas adelante, parecía querer mas mimos y estar cerca del pecho de Yui ya que hacia frío

-Bueno!, Iremos a mi casa!, ¡Vamos!- grito y siguió su camino a casa, solo que un poco más rapido, ya que estaba ansiosa de presentarle a Ui esta pequeña gata.

-Tadaima!!!

-Okaeri, Onee-Chan- sonrió Ui, pero noto algo extraño- ¿Onee-Chan, que tienes ahí?- preguntó

-Mira!, Ui!, es una gatita Negra- grito Yui mostrandole a su hermana la pequeña gata

-Que linda es- sonrió la menor

-¿Podemos quedarnosla?, ¿Siiiiii~?- rogo la mayor

-Heeem, supongo que no sería un problema, parece estar comoda- dijo viendo como se acurrucaba en el regazo de Yui- ¿Entonces, como se llamara?

Yui quedo colgada, no había pensado en eso

-¡Ui, Di un nombre para ella!- grito

-Bien, bien, que tal- Miro detenidamente a la gata, tenia el cabello negro-Azulado algo corto, y, tenia ojos granate, unos Orbes rojizos llamativos- ¿Qué tal si la llamamos~~…Azusa?-

-¡Me gusta, Sera Azu-Nyan!- grito La castaña mayor y abrazo a la gata