Disclaimer: Los personajes son propiedad de Stephenie Meyer.


Prólogo

Alice

Volví a mirar el reloj y suspiré aburrida. Eran las ocho y media. Hacía media hora que Jasper debería haber llegado, pero no podía culparle. Seguramente había ocurrido algún problema en el bufete y había tenido que quedarse hasta arreglarlo, o posiblemente había encontrado tráfico, cosa normal en Nueva York. Y más un viernes por la noche en el centro de la ciudad.

Cogí mi copa de vino y me la llevé a los labios. Cuando llegásemos a casa debería recompensarme como era debido por hacerme esperar, y nada menos que en el día de nuestro tercer aniversario. Y yo aún seguía sin poder creerlo, ya hacía tres años que nos habíamos casado.

Comencé a recordar viejos momentos, y sonreí cuando rememoré el día en que nos conocimos, el primer día que salimos a cenar, nuestro primer beso y nuestra primera noche juntos.

Sonreí cuando recordé aquel instante en concreto, pero la felicidad no me duró demasiado. El camarero que siempre nos atendía cuando íbamos a aquel restaurante –cosa que solíamos hacer muy a menudo porque ahí fue donde cenemos juntos por primera vez –se acercó a mí con una extraña mueca en su rostro.

-Disculpe, señorita. Hay dos señores que quieren hablar con usted, me han dicho que son policías.

-¿Policías? –pregunté yo contrariada.

-Sí, señorita. Son aquellos dos hombres de allí –me dijo mientras señalaba a las personas en cuestión.

-Iré a ver qué es lo que quieren, tal vez se han equivocado –eso era lo que deseaba, no quería oír ninguna mala noticia aquella noche.

Me levanté y caminé hacia los dos hombres que me miraron detenidamente cuando me acerqué a ellos. Uno de ellos era alto y llevaba el pelo muy corto y castaño, y el otro era algo más bajo y su pelo era rizado y negro.

-Buenas noches. Me han dicho que quieren hablar conmigo –les dije esperando terminar rápido con aquello.

-Sí, yo soy el inspector Howkins, y mi compañero, el inspector Watson –me informó el hombre alto señalando al hombre moreno que lo acompañaba, mientras me mostraba la placa que lo identificaba como policía. – ¿Usted es la esposa de Jasper Hale?

-Sí. ¿Qué ocurre? –comencé a preocuparme cuando nombraron a Jasper.

-Me temo que éste no es un buen lugar para hablar. ¿Le importaría acompañarnos? –me preguntó el hombre moreno.

Asentí rápidamente y me di la vuelta para ir a recoger mis cosas. Le dije al camarero que le pagaría el vino que había tomado en otro momento porque al parecer se trataba de un caso grave. Salí del restaurante con los policías y me indicaron que subiera con ellos en un coche de color negro. Supuse que algo habría ocurrido con Jasper y no pude evitar preguntar:

-¿Ha ocurrido algo malo?

Los dos policías se miraron durante unos segundos y después volvieron la vista al frente. Sospeché que su silencio era afirmativo, por lo que entrelacé mis manos en mi regazo a la vez que intentaba respirar acompasadamente. Había supuesto que me llevarían a comisaría, pero por el contrario, me llevaron al hospital. Los dos se bajaron del coche y me pidieron que hiciera lo mismo. Los tres entremos dentro del edificio y me llevaron a una sala donde no había nadie, supuse que para hablar conmigo. No parecía una sala de hospital, era bastante pequeña y había una mesa en el centro con dos sillas de color blanco delante de ella.

-Verá, lo que tenemos que decirle está relacionado con su esposo –me dijo el policía moreno. De acuerdo, aquello lo había intuido yo sola.

-¿Qué ha ocurrido? –volví a preguntar más nerviosa aún.

-Ha tenido un accidente de coche.

Me tapé la boca con una mano y abrí los ojos de par en par, angustiada.

-¿Ha sido un accidente muy grave? –logré preguntar con la voz temblorosa, aunque estaba claro que la respuesta iba a ser afirmativa, sino no darían tantos rodeos para decírmelo.

-Me temo que sí. Al parecer ha sido mientras iba al restaurante para cenar con usted. Otro coche se le echó encima, y por lo que hemos visto, creemos que el coche de su esposo dio varias vueltas de campana antes de caer boca abajo sobre el asfalto.

Entonces una serie de imágenes catastróficas apareció por mi mente. Tal vez Jasper había quedado en coma, o se le había desfigurado el rostro, o había perdido algún miembro. Todo aquello provocó que comenzara a temblar de pies a cabeza. Pero de repente, una sola idea hizo que estuviera a punto de desmayarme, y antes de que pudiera hacer la pregunta que tanto temía, el hombre de pelo castaño habló:

-Señorita, la ambulancia trajo a su esposo al hospital en un estado crítico, y tal y como temíamos no ha podido aguantar más de una hora. Sentimos decírselo, pero su esposo ha fallecido.

En aquel momento el suelo comenzó a moverse y me pitaron fuertemente los oídos y las sienes. Mis manos y mis pies temblaron, y al instante siguiente sólo vi oscuridad.


Hola^^

Aqui estoy de nuevo con una de mis ideas locas.

Podeis ver que el prologo no es demasiado alentador, pero teneis que saber que Jasper aparecera en todo el fic, que no lo he matado y ahi se ha quedado, porque continuara apareciendo.

He de haceros una advertencia antes de que leais los demas capitulos (si quereis, claro esta): Tendreis que tener la mente abierta porque muchas cosas que pasan en el fic son naturalmente imposibles e incluso algunas son dificiles de entender (tanto, que ni siquiera las entiendo yo xD).

Me parece que ya esta.

Ya tengo escritos 1O capitulos, asi que puedo ir subiendo cada pocos dias, pero eso solo dependera de si veo que os gusta, y solo podre saberlo si me dejais algun review =D

Hasta el proximo capitulo!

XOXO