Sombras de la Noche
Nota de la autora:
¡Holllaaaa! Soy "nueva" en esta sección (quizá algunos ya me conozcan nnU). Bueno, dejando a un lado las presentaciones personales, estoy aquí presentándoles este fic, que espero que les guste. Os advierto que no soy muy buena creando situaciones de suspenso, aunque ponga mi mayor esfuerzo TˆT Bien, una cosa, soy un poquito exigente (no se molesten conmigo TT), sí nadie deja review, no habrá continuación – una disculpa anticipada a los que si dejen-.
Disclaimer. Yami no Matsuei es creación de Yoko Matsuhita (mi diosa¡oh! Salve gran Matsuhita-sama XD). Algunos personajes secundarios son de mi propiedad.
Advertencia: Contenido de sexo explicito en ciertas escenas (lemon, específicamente). No apto para homo fóbicos. Incluidas, relaciones hetero.
Prólogo
Una hermosa luna menguante pintaba el oscuro cielo con sus suaves rayos amarillos (esa noche, esta se había engalanado con un color amarillo opaco), por lo que la ciudad estaba escasamente iluminada en esa ocasión.
El viento silbaba renuente contra las ramas de los árboles, las cuales golpeaba sin piedad, sacudiéndolas fuertemente y desprendiendo cientos de hojas (la mayoría ya secas) que danzaban sigilosamente por las avenidas con un ritmo un tanto lacónico.
El ambiente estaba impregnado de un profundo y escrutador silencio ensordecedor. Era demasiado tarde como para que alguien paseara bajo los mantos de la noche, como para simplemente caminar. Pero no era así…
En el silencio, se notaban dos nítidos sonidos. Uno de ellos era el dulce cantar de una flauta tocando una nostálgica melodía, mientras que el otro, pasos.
En aquel oscuro lugar, se podían observar dos esbeltas figuras delineadas por la luz que la luna emitía. Eran las figuras de dos niños (de 10 y 8 años respectivamente) caminando, uno a lado del otro, siguiendo el arrullo de la flauta.
Otra figura, más alta y erguida tocaba el lozano instrumento, que ostentaba en sus labios. Apenas ver a ambas criaturas frente a sí, dejo de tocar. El instrumento despedía un refulgente brillo bajo la luz de la luna, la cual también oscurecía el rostro del filarmónico. Aún así, en sus labios se podía notar una maliciosa sonrisa que se ensanchaba cada vez más y más.
Tras de su rostro totalmente oscurecido y su impecable sonrisa, aparecieron unos fieros y enomes ojos, tan rojos como las mismas llamas del averno…
El viento de pronto dejo de rugir, y las ramas de los árboles se quedaron quietas, como congeladas. Todo sonido que pudiera existir se apago en ese momento. No se oía ni el murmullo del grillo que hacía momentos acompañaba con su propia melodía el sonido de la flauta.
El flautista seguía con su estoica sonrisa alienada, mientras observaba como el destrozado cuerpo de uno de los niños parecía retorcerse aún bajo las fauces de aquel que le había dado la mortal mordida. En un movimiento rápido, su mano acariciaba su mejilla cubierta de la cálida y tierna sangre infantil, esparciéndola más de lo que ya estaba hasta acercarla a sus labios y lamer sus dedos con enfermizo y viciado placer. Sus ojos reflejaban la delicia de ver aquella carnicería, al parecer sin sentido.
Notó entonces que el rostro, aún intacto, de uno de los mocosos lo observaba fijamente. Era como si aún estuviera vivo, y en ese momento lo estuviera juzgando por su cruel delito.
Su sonrisa se ensancho aún más (si se podía) al saberse 'juzgado', se dio la vuelta dándole la espalda a aquel desalmado e infame espectáculo y avanzó a paso lento hacía la salida, dejando a aquella bestia terminar de destrozar lo último que quedaba, para así no dejar nada para el día siguiente. En sus manos, bailaba la virgen flauta entre sus dedos, esperando hasta la próxima noche a ser tocada una vez más…
En aquel lugar, ahora desolado y silencioso, el viento había dejado de aullar de una vez por todas.
Ahí, el recuerdo de un infame asesinato quedaría en el recuerdo de nadie, en forma de una negruzca mancha amorfa pintada en el suelo, que poco a poco irá desapareciendo y después…
Nada…
He aquí el prologo de la historia… bueno, quizá no quedo tan bien como esperaba, pero preferiría saber vuestra sabía opinión.
El siguiente capitulo será el primero del fic (este no será taaaaan corto como la introducción... se los prometo)
Hasta la próxima.
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