Título: Caja de Pandora.
Claim:
Zagato/Esmeralda.
Palabras:
290.
Disclaimer:
Magic Knight Rayearth es propiedad de Clamp y obviamente no soy nadie de esa empresa. Este fic no tiene fines lucrativos o algo similar, pero está prohibida su copia o total; gracias.
Summary:
Los monstruos de la Caja de Pandora se dispersaron por Céfiro y recayeron en sus habitantes y líderes, ¿qué harán los cefirianos frente a la tentación del pecado? Tabla de Pecados Capitales.
Notas:
Intentos de drabbles sin conexión entre sí x.x


Pecado nº 1: Lujuria.

Ella tiembla y tú sonríes.

Vuelves a pasear tus dedos por las curvas de su cuerpo apenas rozándolo, a sabiendas de que eso era una de las pocas cosas que llegaban a exasperarla. Sus labios buscan los tuyos con ansiedad; pero tú te dedicas a divertirte con la poca paciencia de ella en estos asuntos, en verdad era gracioso ver de esa manera a Esmeralda.

Lames con ansiedad contenida sus labios, de forma lenta e insinuante. Tú tampoco soportarás durante mucho tiempo este tipo de juegos y lo sabes.

Sólo ella despierta esas sensaciones en ti. Sólo ella es capaz de matarte en un segundo y revivirte al otro con tan sólo el roce de sus labios contra los tuyos.

Esmeralda es tu lugar feliz, allí no importan las costumbres cefirianas, no importa qué eres ni quién eres, ella te ama. Ella es todo para ti y, para tu sorpresa, tú eres todo para ella. La amas y la adoras de forma incondicional e irrevocable.

Ella es sol, calor y amor, y tú eres luna, frío y odio. Cosas diferentes que chocan entre sí por sus ideas; pero que se complementan.

Todo en ella te llama, con Esmeralda no importa que seas un ser malvado y ella un ángel; a Esmeralda no le importa que ella sea el pilar y tú su guardián; a Esmeralda no le importa que ella sea paz y tú destrucción; a Esmeralda no le importa que tú estés dispuesto a destruir todo Céfiro y que ella sea la causa.

A ambos sólo les importaba poder volver a estar de aquella manera, antónimos que se destruyen, se matan en un segundo y reviven al siguiente, para volver a amarse. Y a pesar de todo, se complementan.