"Quiero ser como él" (parte I)
Judy estaba ansiosa porque sus pequeños hermanos vinieran a visitarla a Zootopia, obviamente no todos sus hermanos, sino un par de mellizos llamados Liz y Paul; se sentía orgullosa con su pequeña hermana que quería ser como ella, pero, el problema que tenía que lidiar y el cual sus padres estaban preocupados era que el pequeño Paul "no tenia un futuro decente" según su padre, eso hizo que Judy movieran los bigotes con desaprobación. Por eso sus padres decidieron enviar a los dos pequeños conejitos a la gran ciudad de Zootopia donde Judy podría ayudarlos a ver de otra manera el mundo.
El sonido del tren llegando despertó a Judy de sus divagaciones, miro como el tren se detenía por completo y las puertas se abrían dejando ver a dos pequeños conejitos que bajaban rápido para no ser atropellados por la cantidad de animales que querían bajar.
-¡Judy!- grito abrazando a su hermana mayor una pequeña coneja de pelaje gris y ojos violetas (para evitar la descripción, imagínense a una mini-Judy, pero con la nariz mas oscura :v) dejando a su hermano con sus maletas
-si, gracias por la ayuda…hermanita- Siseo el pequeño conejo peli gris de ojos marrones que llegaba desanimado con dos maletas
-Liz, Paul, que gusto verlos de nuevo- dijo judy tomando las dos maletas- bien, vamos, ¿Por qué no me cuentan como esta todo en casa?
-todo está genial, mamá y papá siguen plantando zanahorias, y el abuelo se comió una rancia el otro día- dijo Liz con una gran sonrisa mientras miraba todo
-exacto, pero lamento cambiar un tema TAN interesante, pero…- Paul señalo un restaurante que estaba al otro lado de la calle- tengo hambre-
-oh, claro, será mejor que charlemos mientas comemos, vamos- Judy sonrió, la actitud despreocupada, las frases sarcásticas y la forma de caminar con las orejas bajas y la mirada calculadora, su hermano se parecía demasiado a Nick en actitud, eso le saco una pequeña risa.
-¿de qué te ríes? – pregunto Liz mientras tomaba su mano para cruzar la calle
-oh, nada, solo me acorde de alguien-
En el restaurante Judy veía como su alegre hermana le contaba cada detalle sobre sus otros hermanos, y como su mellizo comían con una mirada aburrida
-Judy, cuando sea grande quiero ser policía como tu, pero ¿Por qué papá dice que Paul no tiene futuro?
-¿Cómo?, ¿papá dijo eso?
-No exactamente- intervino Paul- pero no quiero plantar aburridas zanahorias, ni tampoco ser un estúpido policía, son ofender, pero preferiría vivir el dia a dia-
-valla, eso es honorable, pero los policías no somos estúpidos. Pero, ¿cómo es que piensas vivir el dia a dia? Sabes muy bien que para eso debes ganar dinero, mucho.- Paul no respondió – bien, ya que terminaron, quiero presentarles a alguien
- ¿a quién?
- es mi compañero, se llama Nick Wilde-
-¿el zorro?-
-ajam, y quiero decirles que él también es mi prometido-