La miró despectivamente y le dijo - ¿Para que quiero una lagrima?-
Era preciosa, tenía que admitirlo. El abundante cabello negro le caía en una cascada hasta la breve cintura, los enormes ojos destacaban en su cara perfecta.
-No lo se. Es una de las muchas que he derramado por ti .Encanté esta, para que sea un contacto inmediato entre nosotros. Si alguna vez me necesitas, sala. Siempre voy a estar para ti. - El rió , y terminó de abotonarse la camisa, esbozando su típica sonrisa de medio lado - Siempre estás para mí. Eso ya quedó claro. - Y caminó sin mirar atrás, la cama revuelta, y la chica sentada en ella.
