Y... ¿Hogwarts?
Disclaimer: Todos los personajes mencionados en este fanfiction pertenecen a J.K. Rowling. Solo es producto de una mente creativa y nada más. Sin ningún fin lucrativo.
Summary: Después de un quinto curso sofocante, Harry espera la llegada de otro año más en Hogwarts…¡pero este nunca llega! Lechuzas escapando, personas desaparecidas, gente recordando sucesos fantásticos ¿Dónde quedó la magia?
Cronología: Después de "Harry Potter y la Orden del Fénix" y antes de "Harry Potter y el Príncipe Mestizo"
Notas de la autora: [Julio/2014] Ésta historia fue escrita en 2005, antes de la salida del sexto libro de la saga en 2006. Le he realizado una actualización, corrigiendo para mejorar su calidad. Si eres un lector recién llegado, espero disfrutes, pues posteriormente será terminada. Si eres un antiguo lector, te agradezco seguir la pista de ésta historia.
Capitulo I
Desolación.
Era una soleada tarde de verano en Privet Drive. El abrazador sol fulminaba cada rincón de los jardines, solo dejando unas pequeñas áreas de sombra, por lo cual, los habitantes solo disfrutaban estar dentro de sus hogares.
Junto a un árbol, Harry trataba de refrescarse, tumbado en el césped.
Esperaba ansioso la llegada del 1° de Septiembre, para poder salir de la cada vez más insoportable casa de sus tíos. Como cada vez que volvía al número cuatro de Privet Drive, los días le parecían eternos, y mucho más la espera de cartas de sus amigos, que, seguían sin llegar. No es que estuviera especialmente emocionado por contarles que tal iba su verano, o responder a sus preguntas. Solamente deseaba una conexión, una señal a la cual apegarse y no perder la razón. Si Harry fuera un chico que sus tíos hubieran querido y apreciado, las condiciones presentes lo habrían destrozado completamente. Pero no era así. Al final de cuentas, no era la primera vez que le abandonaban. Pero soportar la pérdida de la única persona que realmente consideraba como su familia comenzaba a taladrarle la cordura. Trataba de concentrarse en sus estudios y esperar sus resultados de T.I.M.O.S. Intentaba imaginarse un futuro después de Hogwarts. Apostaba a distraer su mente y seguir de pie.
Harry veía como Julio alcanzaba sus últimas semanas, aproximándose su cumpleaños. No tenía noticia alguna de la Orden, y desde hace semanas que la lechuza que le suministraba un ejemplar de El Profeta no se presentaba en su ventana. Se recordaba el verano pasado, en el cual las cosas se complicaron y la Orden prefirió dejarle incomunicado. Se recordó riñendo con sus amigos por no escribirle. Y no creía que por segunda ocasión, le aplicarían la misma medida. No ahora, que estaba solo.
El primer indicio del caos le llegó apenas como un suceso aislado. Una noche, mientras la madrugada aún transcurría, el ruido que Hedwig provocaba, le despertó.
Harry se levantó caminando pesadamente hacia la jaula donde se encontraba. Estaba actuando de una manera tan extraña que estaba seguro que ni Hagrid podría explicar. Lanzaba alaridos hirientes y aleteaba con tanta furia que Harry temió, comenzara a lastimarse. Abrió la puerta y Hedwig salió lo más rápido que pudo y voló como loca por toda la habitación.
Ven aquí le susurró Harry esperando no despertar a los Dursley. Cuando la finalmente la apresó, su ave se defendió con un picotazo tan fuerte que inmediatamente Harry la soltó y retrocedió, chocando con la puerta. Con horror notó, que le había producido una gran herida en la mano que sangraba sin control. Hedwig se detuvo en el marco de la ventana, lo miró, y salió desvaneciéndose en medio de la noche.
Un par de pesados pasos advirtieron a Harry que un Dursley había despertado.
– ¿Qué pasa allí?– Vociferó Vernon desde el otro lado de la puerta... sin duda, lo había escuchado. Harry, sin saber que responder, abrió la puerta.
– ¡¿Qué pasa aquí?! –Gritó de nuevo Vernon observándolo de pies a cabeza, posando sus pequeños ojos en la sangrante mano de su sobrino.
– Mi...mi lechuza...escapó, si, si, escapó y no pude detenerla –dijo en voz baja Harry.
– Más vale que la encuentres o si no... –Hizo un gesto de furia y cerró la puerta de golpe.
Harry se quedó plantado frente a la puerta donde su tío desapareció. Un sentimiento de desolación se apoderó de él. Desistió en girar de vuelta y encontrar la jaula de su lechuza, vacía. Era como si alguien estuviese despojándolo de a poco, de todo lo que le quedaba. O quizá, simplemente, comenzaba a ocurrir todo lo contrario.
Gracias por leer.
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Bethap
