Prologo:
En el mundo siempre han existido 8 tipos de llamas de la última voluntad, donde todos los seres humanos vivían en paz, tranquilidad y armonía… pero eso fue algo que cambio tras cierto descubrimiento.
Cada tipo de llama poseía su propio atributo por lo cual cada usuario se destacaba en un área en específico: los portadores de la llama de la nube eran los guerreros elite y destacaban por su fuerza y fiereza en el combate, los del trueno poseían una gran resistencia a los ataques y un gran conocimiento de las ciencias, los soles eran excelentes en el área de la medicina y fuertes en el combate cuerpo a cuerpo, las tormentas eran buenos estrategas y cuando combinaban su llama con alguna arma esta destruía lo que tocaba, las nieblas poseía una habilidad especial la cual les permitía manejar las ilusiones y se caracterizaban por una personalidad sarcástica, las lluvias poseían la característica de que sus llamas lograban calmar la ira por lo cual poseían un carácter tranquilo, aquellos que poseían la llama de la noche posean la habilidad de tele transportarse a donde quisieran gracias a los portales que creaban con sus llamas; y por último los portadores de la llama del cielo, los cuales por su simple presencia y carácter lograban crear una armonía en su entorno e igual estos eran los más poderosos ya que su llama no solo era la más fuerte cuando se empleaba en batalla, le permitía volar a su usuario e igual congelar las llamas de la última voluntad.
Los atributos se dividían en 8 grandes reinos… pero lamentablemente la paz jamás es eterna y de un momento a otro estallo una guerra sin precedentes por poder, donde muchas vidas se perdieron en el proceso… el porqué del inicio de la guerra, eso nunca se supo pero solo importaba ver quien controlaba más territorios, pero en medio de esta nefasta guerra ocurrió algo fatal que marcaría el resto de la historia: un grupo de personas había descubierto otro tipo de habilidad que portaban los poseedores de las llamas del cielo… los hijos de estos resultaban ser muy fuertes e igual si absorbías las llamas de estos podías aumentar tu poder convirtiendo a esa persona en alguien casi invencible.
Por lo cual el sentido de la guerra cambio y poco a poco, todos aquellos que portaran la llama del cielo empezaron a ser capturados como viles animales y trofeos... donde se pudo percibir la vileza, codicia y avaricia propia de la humanidad ya que a veces vendían a sus propios familiares que portaban la tan codiciada llama… provocando una gran masacre la cual solo tuvo como resultado que la llama del cielo desapareciera de la tierra.
El equilibrio estaba roto… ahora sin un cielo que les uniera empezó a reinar la desconfianza y el rencor, donde todos se empezaron a culpar por lo ocurrido e igual comenzaron a arrepentirse de sus actos.
En una medida desesperada los actuales reyes de cada elemento fueron a hablar con Dios para que este les perdonara por sus actos e igual que les regresara a sus cielos… ante las suplicas, este accedió diciendo que les enviaría un nuevo cielo, el cual deberían proteger y… solo y si demostraban que podrían protegerlo y no dañarlo, el volvía a hacer que la llama del cielo reapareciera en la tierra.
Esas palabras alegraron muchísimo a los reyes, diciendo que lo juraban mientras una sonrisa sincera se dibujaba en sus rostros… pero antes de que pudieran celebrar esa felicidad dios les volvió a hablar: les mandaría un pequeño cielo… pero no ahora, si no en un futuro… un futuro donde el pequeño podría vivir sin ser roto, manipulado o asesinado.
Esta declaración dejo confundido a los presentes, pero antes de que pudieran formular alguna pregunta, sus cuerpos fueron rodeados por una extraña luz… al desaparecer esta notaron que en el cuello de todos había un extraño colgante en forma de chupete del color de su llama.
- Ahora ustedes son inmortales, cada uno se hará cargo de llevar la paz a sus semejantes y preparar todo para la llegada del pequeño cielo que les enviare – declaro Dios – esos colgantes serán la prueba de su palabra y en el momento que incumplan su promesa y atenten contra la vida que tanto han deseado recuperar, estos les darán un castigo.
Esas palabras dejaron atónitos a todos, pero antes de que alguien pudiera preguntar algo más, Dios desapareció.
Ante eso cada uno de los reyes empezó a realizar la labor indicada esperando a que se cumpliera la palabra de dios y un nuevo usuario de la llama del cielo apareciera.
Pasaron días, meses, años… y no había rastro alguno de que Dios cumpliera su palabra, empezó a pasar el tiempo y todos perdieron la fe en dicha promesa, por lo cual continuaron con sus vidas resignándose a la condena a la cual estaban atados.
De ese incidente ya habían pasado mil años, donde los reyes inmortales se habían mantenido escondidos como las cabezas de sus reinos detrás de sus descendientes… ellos ahora entendían su maldición, ya que Dios les hizo pagar muy caro el hecho de haber participado en esa guerra: ya que ellos tuvieron que ver como sus parejas envejecían sin ellos, ver morir a sus hijos… sus nietos… y su descendencia seguir su curso de tiempo normal, por lo cual prefirieron buscar estar lejos de todos ellos, ya que no deseaban encariñarse nuevamente con alguien y verlo perdido por el paso del tiempo.
Actualmente se podía percibir un aire de calma en el ambiente donde reinaban los 7 grandes poderes y aquellos que los portaban eran privilegiados con buenas posiciones sociales y puestos laborales… todos ellos con el desconocimiento de la existencia de una octava llama: la llama del cielo… una llama olvidada, la cual en esos momentos era descubierta por una joven… la cual estaba asustada y sorprendida, ya que ella era no poseía llama alguna y su pequeño recién nacido portaba una extraña llama de color naranja en su frente mientras lloraba a todo pulmón.
