Cielo de tus Ojos

La guerra era un día a día, algunos de los nueve demonios estaban libres y atacaban aldeas causando el caos. O defendías tu villa de ninjas enemigos o de un bijuu. En esta ocasión el infierno cayo sobre nuestra aldea. El fuego devoraba ya parte de los bosques y la figura del bijuu se cernía sobre la aldea. Muchos de nuestros ninjas habían caído, hasta los niños que acababan de graduarse con el título de ninjas debían acudir al combate, no esa palabra no lo define, masacre, si, esa es la palabra correcta. Niños y adultos heridos por el campo de batalla, mujeres y niños escondidos en los pasajes de huida escoltados por un par de cuerpos Anbu.

Ningún civil permanecía en la villa, no, incorrecto, una mujer dorados cabellos permanecía en la villa, no podía ser trasladada, si era movida de la cama en la que se encontraba postrada fallecería. Saber que le que más amas está indefenso ante la muerte destroza el alma, mi mujer, mi hijo/a, mis amigos, familia, compañeros, mi villa, iba a ser destruido ante mis ojos.

No podía permitir que aquello que amaba fuese destruido, sólo tenía una posibilidad y era el único que podía alcanzar el éxito. Me enfrenté a esa cosa gastando más de la mitad de mi chakra hasta que conseguí "amarrarlo", usé mis reservas de chakra para atarlo a mí, a mi cuerpo el tiempo suficiente para lograr una celda de mayor seguridad. Un lugar que controlaría a voluntad su poder, que sería mi única marca de existencia y de la existencia de mi esposa. Nuestro hijo. Mi padre sería el encargado de mostrarle lo que me mostró a mí, de ayudarle es su aprendizaje al igual que me antiguo alumno. Sería mi deseo, la única salvación para la villa, mantener al niño fuera de peligro ignorando lo que contiene en su interior.

Mi preciado niño sigue tu propio camino del ninja y alcanza tus objetivos, yo permaneceré contigo junto a tu madre velando por ti.