¡Buenas tardes fanfictionald! He escrito este disparate anoche, y espero que les guste.


Todo lo reconocible le pertenece a J.K Rowling


Querida Hermione:

¿Qué tal estas llevando tus estudios para los EXTASIS? Por favor, no te sobrecargues de trabajo, sabes que eres buena y que serás la mejor, no me cabe ninguna duda al respecto.

Escribiré esto de inmediato, porque si no lo hago, lo olvidaré: Mamá me pidió que te dijera, que le dijeras a Ginny que escriba más seguido. Ya sabes cómo está últimamente, y la ingrata de mi hermana contesta muy precariamente a sus cartas. En fin… dile… como quien no quiere la cosa, pero dile ¿sí?

En fin, ¿Cuándo tienes salida a Hogsmade? Dile a Mcgonagall que no se ponga pesada y te deje salir un rato. Bueno a ti y a mi hermana. Bueno a todos. Son estudiantes no reos.

Te extraño. Es increíble lo molesto que se me hace no escucharte, no tenerte alrededor, pensar que hubo un momento de mi vida en que pensé exactamente lo contrario. Qué tiempos, ¿no?

Respóndeme en cuanto puedas, pero no te estreses tampoco por mi culpa.

Te amo, Ron.

Pigwidgeon la miraba atentamente con sus ojos redondos y saltones. Ella apretaba la carta contra su pecho y luego la llevaba a su nariz, para olerla mejor. Era exactamente la tercera carta del año en que Ron le escribía que la amaba. Y leerlo se escuchaba casi tan bien como oírlo.

Sonrió. Pig aún no se iba.

— ¿Te ha ordenado esperarme? — le preguntó con voz dulce, sonriendo mientras Pig la miraba atento, como burlándose de ella — Estúpido Ronald, y me dice que no me estrese por responderle… — se estiró sobre su silla, sonriendo, y Pig le picoteó la mano — ¡Está bien, espera! — el ave se calmó de inmediato y la miró pacientemente. Ella le sonrió y rebusco en su mochila algún bocadillo para entretenerlo mientras tanto.

Tomó su pluma, agarró un pergamino nuevo y comenzó a trazar pausadamente sus palabras.

Querido Ronald:

¿Qué no me estrese en responder? Vaya, podrías habérselo dicho a Pig. Me ha dejado la mano horrible.

Como sea, está bien, le diré a Ginny, pero conste que ya sabes cómo es…es distraída y despreocupada. Si hasta Harry me comenta lo poco que le escribe a él. Se lo dije el otro día y de boca suya citaré "son unos exagerados".

La profesora Mcgonagall sigue el estatuto perfectamente, al igual que lo haría Dumbledore. Pero te alegrará saber que el próximo fin de semana hay salida a Hogsmade a las diez de la mañana. Iré. ¿Irás a verme? Por cierto, el otro fin de semana es…cinco de marzo. No logro recordar que pasa un par de días antes ¿me ayudas?

Yo también te extraño, y montones. Ginny y Luna tienen muy buena ortografía ¿sabes?, a veces me quedo sin cosas que corregir. No te enojes, era broma.

¿Cómo va la tienda? ¿Lograron dar con la cura al nuevo experimento? Eso de los gases que George estaba probando la otra vez no olía nada bien… en el sentido literal.

Te amo, Hermione.

PD: No, no me estoy sobrecargando de trabajo, sólo estudio lo normal. Gracias por preocuparte.

PD2: ¡Gracias por creer que seré la mejor! ¿Te das cuenta que eres un dulce cuando quieres?

Sonriendo enrolló el pergamino y lo amarró a la patita de la lechuza que bailoteaba sobre el escritorio de madera.

— Toma Pig, llévaselo a Ron — dijo acariciándole la cabeza. El ave recibió la caricia gustosa — Y dile que te de mas amor, lo mereces por lindo — Pigwidgeon ululó fuerte y ella soltó una risita — Ah, y no te preocupes si no responde pronto pero picotéale un poco las manos de todas formas.

Y bramando un cantito raro de felicidad, Pigwidgeon se elevó y atravesó la ventana de la habitación de Hermione. Dispuesto a cumplir las órdenes de su casi segunda dueña, pues en lo que iba del año, Ron y Hermione se enviaban cartas muy seguido, y la segunda era evidentemente más cariñosa que su propio amo.