Es mi primer fic en general, si pueden dejar un review no duden en hacerlo, al ser nueva me gustaría recibir críticas constructivas(?
Ojala les guste :3
Estaba nervioso, ¿Qué digo nervioso?, ¡NERVIOSISIMO!.
Y es que no es para más apenas una semana atrás había llegado a ese país, no conoce casi nada ni mucho menos a alguien. Aunque fuese su país natal, nunca conoció a nadie más que a sus padres, que lo abandonaron, y de los cuales casi ni recuerdos tenía, y de su amado padre, Mana Walker.
Todo había empezado hace unos meses atrás, cuando su ¿mentor? prófugo de la ley decidió irse de su país "guarida", donde increíblemente vivieron por bastante tiempo ahí -Sin mencionar que es casi un milagro quedarse en un lugar por tanto tiempo- ya que su "mentor", se la pasaba apostando y dejando deudas en todo lugar que se acercaban, debido a esto siempre tenían que estar huyendo de ciudad en ciudad huyendo de las deudas -O más bien su tutor huía mientras a él le quedaba la responsabilidad de pagar las deudas con horas de arduo trabajo-.
—¡¿Quéeeeeeee?!, ¿Por qué?.
—Por que si estúpido, deja de quejarte y empaca las cosas.
—Pero si ya estábamos viviendo "normal".
—Lo siento mocoso, o ¿Es que quieres quedarte trabajando aquí también como lo hiciste en los otros lugares?
Eso que dijo le cayó como balde de agua fría, y es que recordar tantas horas de arduo trabajo y sin descanso en esos lugares era ya una tortura mental para él, cuando ya al fin había logrado tener una vida mas o menos normal, sin las deudas de su "queridisisisisímo" ¿mentor?, era como la vida perfecta que siempre imagino, gracias a eso tuvo la oportunidad de seguir estudiando. Por que o menos que quiere es terminar igual que el idiota de Marian Cross.
—No puedo creer que volvieras a meterte en deudas, ¿es que acaso no puedes quedarte quieto al menos por un tiempo?.
—Ya cállate mocoso idiota, no eres nadie para decirme que hacer o no.
—Ahhhhh, y bien, ¿A dónde se supone que huiremos esta vez?
— Iremos a Londres
—¡¿Londres?!
—Si idiota, ya no me hagas repetirlo.
Genial, jamás en su vida llegó a imaginar que iría a vivir en un país tan lejano, o mejor dicho en otro continente, ya que usualmente siempre han estado por todo Estados Unidos, pero no de visita ni como turistas, no señores, como unos prófugos. Ya que Crossesito, se metía en los peores lugares a hacer apuestas y con puros matones detrás de él. Claro todo se lo dejaba al pobre chiquillo. Tan ingenuo y tan inocente.
En fin la verdad es que jamás en su vida imagino viajar hasta Europa, y lo peor de todo es… ¿Cómo demonios van a ir hasta allá si ni si quiera tienen el dinero para pagar un boleto de avión?
—¿Pero cómo se supone que vamos a ir a Londres si ni si quiera tenemos dinero para pagar el boleto el avión?
—Por que no iremos en avión idiota, iremos en barco.
—¿E-e-en Barco?
—Si en barco.
¡¿PERO QUE DEMONIOS TENÍA EN LA CABEZA?!, a veces sentía el impulso de cometer un asesinato, pero como buen chico que es, desechaba las ideas al instante.
¿Cómo van a ir el barco?, el viaje duraría como cinco mil años … Bueno quizás no tanto pero no le agrado la idea para nada.
Pasaron 2 días para abordar al fin el barco, y la verdad es que no estaba tan mal, aún así, tanto tiempo en el mar, definitivamente iba a ser un dolor de cabeza literalmente hablando.
Cuando por fin llegaron tuvieron que buscar un lugar en donde quedarse, ya que por supuesto su amado lo que sea que sea de él, no se iba a tomar la molestia de buscar un lugar donde quedarse, todo se lo dejaba al pobre chiquillo. Por suerte tenían suficiente dinero.-Que el gano y por supuesto que el ahorró-.
Cuando por fin encontraron un hotel barato donde quedarse, el encendió su laptop, en busca de algún apartamento barato donde vivir por mientras, y es que después de tantas horas de trabajo tenía derecho a consentirse, y comprar esa laptop, fue un premio así mismo por su propio esfuerzo -Ya que cierta persona no le agradecía absolutamente nada-.
Al día siguiente, afortunadamente encontraron -ENCONTRÓ-un apartamento lo suficientemente barato como para poder pagar unos meses por adelantado.
El lugar era pequeño pero bastante acogedor, es suficiente como para ellos dos. Una vez acomodados, Marian se fue a hacer sabrá Dios que cosas, mientras él se decidió ir a conocer la ciudad, lo que más quería definitivamente era seguir estudiando, pero solo pudo pagar 2 meses de adelanto del apartamento, el resto que les quedaba era para la comida, y más por el que come más que una vaca. Por eso, aparte de estudiar debería de encontrar un trabajo… Definitivamente iba a ser bastante duro, pero él quería seguir estudiando y salir adelante como buen niño que es.
Iba caminando conociendo la ciudad, bastante grande y poblada, para su suerte, vivir cerca del centro le ayudaría a encontrar un trabajo, y bueno aprovechando, también un lugar donde estudiar, quería estar al tanto de ambas cosas, era un joven responsable, y definitivamente no se iba a quedar de vago sólo por venir llegando.
Mientras iba pensando y caminando, no se dio cuenta en qué momento se llegó a perder… Si, no tenía ni la menor idea de dónde demonios estaba. Tenía pensado ya devolverse pero no sabía ni por donde había llegado. Definitivamente su vida era la vida deseada por cualquier persona -Hágase notar el sarcasmo-.
En un intento desesperado por poder ubicarse salió corriendo tratando de seguir el camino que había tomado, pero al cruzar la esquina se tropezó con alguien cayendo ambos al suelo.
—Ouch- Dijo mientras se sobaba el trasero, cabe agregar que se quedó más plano de lo que ya era.
—Deberías tener más cuidado por donde caminas- Dijo una voz femenina frente a él, cuando alzó su mirada, se topo con una chica con coletas pelo oscuro con un leve color a verde, y unos ojos color lila, le pareció un color extraño pero no le dio mucha importancia.
—Lo-Lo siento, es que me he perdido y no me fije por donde caminaba- Dijo mientras la ayudaba a levantarse del suelo.
—No te preocupes, estoy bien- le dijo la chica con una cálida sonrisa.
—¿Dijiste que te habías perdido no?, ¿Eres nuevo por aquí?
—Eh, no bueno, si, bueno… No, pero, bueno…- Se sonrojo un poco al ver que la chica se estaba riendo de su trabalenguas.
—Y bien, ¿eres de por aquí entonces?
—La verdad es que acabo de llegar, nací aquí, pero los últimos años he vivido en Estados Unidos, y bueno me he perdido he-Dijo riendo tontamente
—Uhm, y sabes el nombre de dónde estás viviendo?, quizás pueda ayudarte- Dijo la chica con una cálida sonrisa.
—Bueno recuerdo algo que tenía que ver con un santo y un Thomas, o algo así.
—Hahaha, ¿El edificio de apartamentos Saint Thomas?- Dijo la chica riendo
—Si, eso… Eso creo.
—Yo sé dónde queda, si quieres puedo llevarte y enseñarte bien dónde vives para que no te vuelvas a perder- Dijo riendo coquetamente.
—Está bien, si no es una molestia- Le respondió el chiquillo.
Estaban empezando a caminar hacia su edificio de apartamentos cuando una voz, los detuvo casi que al instante.
—¡LEEEEENAAAAAAAAAAAAAALEEEEEE EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE EEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!
—¿Her-Hermano?
—¡Lenaleeee!, que dicha que estas bien, ¿Te pasó algo?, ¿Estás bien?, ¿Tienes algún problema?, ¿Te dio un resfriado?, ¿Te duele el cuerpo?, no me digas… ¿El estomago, el colón?, Dios mío déjame tomarte la temperatura- Dijo aquel hombre alto con lentes y una especia de boina rara.
—Estoy bien-Dijo la chica con una mirada cansina —¿Qué estás haciendo aquí?, te dije que regresaría en un rato.
—Pues sí, pero ya había pasado ese rato y estaba preocupado por ti- Contestó aquel hombre mientras hacía un puchero.
El no entendía nada de lo que estaba pasando, simplemente se quedó quieto observado la situación, o bueno dejo de observar, cuando aquel hombre postró una mirada asesina sobre el haciéndole, quitar la mirada.
—¿Quién es ése?, es tu novio?-Dijo con cara de pocos amigos al ver al chico. —¿QUIÉN ERES?, Y QUE QUIERES COM MI LENALEE no te atrevas a tocarla, o sino … O si no.- Un aura oscura se apodero de aquel hombre, definitivamente no entendía nada de lo que estaba pasando.
— Hermano, el es… Bueno… ¿Cómo te llamas?- Dijo la chica riendo torpemente por no haber preguntado su nombre antes.
—A-allen Walker- Dijo mientras se encogía ante la mirada de aquel hombre
—Bueno el es Allen, es nuevo en la ciudad y está perdido, estaba solo ayudándole a llegar a su edificio- Comentó la chica.
—Más te vale, pero no, no no y noo!, yo los acompaño, no vaya a ser que este tipo te quiera hacer algo, aprovechándose de lo bondadosa y amable que eres-Dijo mientras juro ver estrellitas alrededor del hombre mientras se refería a ella.
—Bueno Allen, mi nombre como podrás haber notado ya-Dijo mirando culposamente a el hombre—Es Lenalee, y él es mi hermano mayor, Komui Lee, ¿Entonces vamos?-Dijo la chica sonriendo mientras comenzaban a caminar.
El resto del camino fue muy incómodo, por que el hombre no dejaba de mandarle miradas asesinas, y es que si en verdad las miradas mataran, el ya hubiera muerto mil veces esa noche.
Cuando finalmente iban llegando a el edifico, él aprovecho que la chica era de la ciudad para preguntarle acerca de algún instituto donde pudiera estudiar.
—Esto… Lenalee, ¿Te podría preguntar algo?
—Claro dime.
—Veras, estoy interesado en meterme a estudiar aquí, pero no sé en donde.
—Oh mira, que suerte tienes eh- Dijo sonriéndole—Yo estudio en Black Order, es un colegio que queda no tan lejos de aquí, podrías inscribirte ahí, mi hermano también trabaja ahí como profesor, podríamos ayudarte, ¿No hermano?- Dijo mientras golpeaba a su hermano para que le respondiera.
—Eh, eh si si, claro- Dijo con un puchero en la cara.
—¿Enserio?, vaya muchas gracias- Respondió el chico con una amable sonrisa.
—Mira aquí estamos, ya llegamos-Dijo la chica mientras se detenían enfrente de un edificio.
—Bueno muchas gracias, y en serio que pena que me hayan tenido que traer a mi propia casa- Comentó con mucha vergüenza.
—No te preocupes-Dijo la chica—¿Por qué no me das tu número de celular, y así podremos ponernos en contacto y de acuerdo, para la inscripción en el colegio?.
—Me parece genial – Dijo el chico mientras le daba su número de teléfono, y el hermano le hacía mala cara.
Después de hablar con ella toda la noche por mensajes de texto, la chica le había comentado que las clases empezaban en una semana así que esta semana, tendría que ir a inscribirse, y sacar el uniforme del instituto. Se quedó despierto toda la noche esperando a Marian llegará, pero seguro que no regresaría. Ya se imaginaba que podría estar haciendo.
La semana pasó volando, el se inscribió el día siguiente de conocer a Lenalee.
Y por fin había llegado el día estaba muerto de nervios, frente a su nuevo colegio mientras veía muchas personas pasar a el salón principal para comenzar con el típico acto de introducción.
El por su parte, estaba con el cerebro en Modo: Off, no reaccionaba ante nada, estaba muy nervioso, usualmente no era tímido, pero ahí estaba, parado como un idiota mientras veía a todos los demás entrado. Una voz lo sacó de sus pensamientos filosóficos haciendo que girara torpemente, para terminar tropezándose en un arbusto.
—¡Allen!, ¿Estás bien?-Dijo la chica riendo
—Eh si estoy… Estoy Bien, gracias- Dijo mientras se quitaba resto de ramas y hojas del pelo y de su uniforme
—Que bueno, haha, ¿Qué hacías ahí parado?, ¿Por qué no has entrado?
—Bueno es que, estaba pensado si deje algo en mi casa… Ya sabes he- respondió riendo nerviosamente.
—Hhahah bueno si tu lo dices, entonces…¿Entramos?.
—Eh-eh si si, vamos- Dijo sonriendo.
Se sentía incómodo, todos estaban viéndole de pies a cabeza, y no es para más, normalmente, esa es la reacción de las personas cuando lo ven, su curiosa cabellera blanca, sus ojos grises y su cicatriz en el ojo izquierdo, llaman mucho la atención.
—No les prestes atención, están celosos, de lo guay que se te ve el look- Se lo dijo para que no se sintiera incómodo.
—Oh, no no me molesta, ya estoy acostumbrado-le contesto el ojigris.
—Pero, bueno perdona la indiscreción pero , ¿Cómo fue que tienes esa apariencia?.
Cuando estaba a punto de responder se vio interrumpido por el director de la institución, anunciando ya la entrada a clases, deseándoles un feliz curso, y mucha suerte a todos los estudiantes. Y bueno todo eso que dicen los directores de los colegios. La verdad es que estaba sumido en sus pensamientos.
El director pidió que buscaran sus nombres en las listas electrónicas que se encontraban a los lados del salón, para ver que profesor les fue asignado para ser guiados por la institución.
Cuando por fin después de esperar unos minutos pudo ver que profesor le fue asignado.
El director llamó la atención de todos presentando a los profesores uno por uno para que los estudiantes pudieran ir a con el profesor. A el le toco con un profesor llamado Bak Chang, se le hizo raro el nombre pero no le dio importancia.
—¡Allen!, ¿Qué profesor te toco?- Preguntó Lenalee mientras se acercaba a el.
—Bueno un tal Bak Chang, o algo así.-Dijo pensativo—Y a ti?.
—Oh bueno… Con mi hermano… Pero no me extraña, siempre es el que me toca todos los años, que curioso eh.-Dijo riendo nerviosamente.
—Oh bueno entonces, nos veremos ahora, iré a buscar a mi profesor.
—Si, está bien Allen, suerte, el Profesor Bak, es aquel rubio que está por allá- Le dijo mientras señalaba al profesor.
—Muchas gracias, nos vemos, ahora suerte con tus clases.-Le respondió sonriente
—Para ti también- Dijo devolviéndole la sonrisa.
En un descuido, mientras se despedía de Lenale perdió de vista a su profesor, de hecho, ya todos estaban saliendo y el no tenía ni idea de donde estaba. Qué hermoso inicio de semana primero, se cae en un arbusto, y ahora está completamente perdido. O mejor dicho, perdió a su profesor.
Pasaron casi quince minutos y el todavía andaba dando vueltas por todo el instituto, parecía un laberinto, el lugar era demasiado grande, habían varios edificios de diferentes asignaturas. Laboratorios, el campus, las cancha de tennis, y muchos lugares más.
—¿Dónde… Estoy?... ¿EH?, pero si ya he pasado por aquí- Pensó si mismo.
Definitivamente, vaya inicio de semana.
Mientras iba caminando pensando filosóficamente, se tropezó en un escalón, y cayó pegando de lado en el piso.
—Ay, ay duele, ay- Soltó un quejido se acariciaba el hombro.
Por suerte no había nadie alrededor, y no lo pudieron ver. Y de nuevo, VAYA INICIO DE SEMANA.
Pasaron otros quince minutos, y el aún no tenía ni idea de donde estaba, pudo jurar, que había recorrido ya como quince veces todo el lugar y nada. Pero luego se dio cuenta de algo, utilizo la cabeza por primera vez en el día, y pensó que debería ir a Información para que le guiaran hacia su profesor, ¡Por Dios, que tan tonto podría ser!, la ventaja de recorrer diez mil veces ese lugar , fue que de camino vio el salón de información, así que a paso apresurado decidió dirigirse hacía allí, iba tan emocionado por que por primera vez había pensado en algo inteligente en todo ese rato.
Había llegado ya a el pasillo que conducía a Información, estaba al final del pasillo, se le iluminaron los ojos y fue como en una de esas películas donde ponen música para hacer una escena dramática, mientras imaginaba dicha escena en su linda cabecita, no se percató que venía saliendo alguien de una de los salones.
—Iiiiaaayy- Se quejó mientras se acariciaba todo el cuerpo, ya se había tropezado como siete mil veces ese día, es que acaso nació con dos pies izquierdos o qué?.
—Fíjate por donde caminas pedazo de idiota.- Dijo con tono molesto la persona con la que él se había tropezado.
—Lo-lo siento, lo siento, de verdad lo siento-Decía cabizbajo por la pena. — Es que estaba distraído y…-Dejó de hablar cuando alzó la vista y se topo, con una mirada asesina, la mirada de Komui ni si quiera podía ser comparada con la mirada de éste chico.
—Y- y-Balbuceaba mientras se sentía más nervioso, aquel chico parecía que le quería matar. Fue interrumpido por el otro chico cuando se estaba levantando del piso, diciéndole un montón de cosas, en otro idioma.
—¿Di-disculpa?- Dijo mientras se levantaba torpemente .
—Tsk, estúpido Moyashi.- Dijo el otro chico mientras le terminaba de fulminar con la mirada.
—¿Qué cosa?- Dijo ahora si sin entender nada, ¿Moyashi?, ¿qué es eso?.
—Nada pedazo de inepto, apártate de mi camino, y aprende a caminar bien.- Le dijo mientras lo empujaba bruscamente.
Se le quedó mirando hasta que lo perdió de vista, definitivamente eso fue muy raro, el chico era increíblemente atractivo, y es que él no era gay, pero debía aceptar que era atractivo. Tenía un hermoso pelo lacio y largo, con un tono a negro azulado, sus ojos eran de un color extraño, eran oscuros, pero se veían azules al mismo tiempo, y sin mencionar, lo alto y la contextura que tenía, si fuera mujer, seguramente hubiera sido amor a primera vista.
Se abofeteo mentalmente luego de semejante pensamiento, y prosiguió con su camino a la victoria-La sala de información-.
Cuando al fin le dijeron en donde se había metido su profesor, pudo al fin entrar con su grupo a el salón. Fue bastante incomodo, llegar una hora después el primer día es algo demasiado penoso, y más si la razón fue perderse. Al entrar todas las miradas se posaron sobre él, la del profesor incluida.
— Hi, Hiii, ¿Quién eres jovencito?- Le pregunto su profesor con una alegre sonrisa, demasiado alegre quizás.
— Allen Walker. Dijo mientras seguía de pie en la puerta.
— Allen Walker?... Hmmm… Allen… Allen…- Decía el profesor mientras buscaba su nombre en la lista.- Ahhhh Allen Walker. ¿Por qué tan tarde eh jovencito?.
—Eh bueno, esto… Una emergencia familiar he- Le mintió, era demasiado penoso tener que decirle que se había perdido.
—Bueno, bienvenido sea joven, pase adelante y siéntese por allá.
— Si… Si.- Le respondió, mientras se acercaba a su asiento, quedaba al lado de la ventana, tenía una hermosa vista.
El resto de la lección fue del profesor dando folletos con lo que van a ver en el año, las próxima tareas, proyectos y muchas cosas más.
Salió de las clases, y ahora los pasillos, estaban abarrotados de gente, no sabía a dónde ir puede que haya conocido todo el lugar mientras estaba perdido, pero no tenía ni idea de que hacer después, pero recibió un mensaje salvador de Lenalee, diciéndole que lo veía en el comedor.
Para su suerte, -Increíble para semejante día- el comedor, quedaba cruzando el campus del instituto, así que decidió tomar un atajo por una especie de mini parque que tenía aquel lugar, era muy bonito, habían árboles, una fuente que estaba en el centro del lugar y habían muchos tipos de flores, el lugar parecía una pintura de lo hermoso que era. Dejo de prestar atención al lugar no quería volver a tropezarse por andar metido en su mundo otra vez.
Cuando paso por aquel lugar, se dirgio hacia el edificio del comedor, no sabía cual de todas las puertas era el comedor pero pudo ver a Lenale sonriéndole mientras movía la mano para que la viera.
—Allen, ¿Cómo te fue?
—Bien, supongo
—¿Eh?, y eso por qué- Preguntó la chica extrañada.
—Bueno es que me perdí, y no pude encontrar el profesor, hasta casi una hora después de iniciadas las clases.-Contesto seriamente apenado.
—Hhahaha serás tontito, ¿cómo te vas a perder?.
—Pues bueno… Me tropecé… Y… Bueno ya da igual, de todas formas ya estamos aquí, así que vayamos a almorzar no?
— Si, vamos.- Le contesto la chiquilla mientras se encaminaban a el comedor.
Abrieron la puerta del comedor, y extrañamente, no había mucha gente. Cosa que no le molestaba para nada.
—La mayoría de personas se reúnen en el comedor del otro lado del instituto, es más tranquilo aquí- Comentó la chica sonriente.
Llegaron y tomaron las respectivas bandejas, y se dirigieron hacia, la cocinera.
Su expresión debió de ser épica al darse cuenta de que "la", cocinera, en realidad era un "el", o bueno, la verdad no estaba seguro.
—Ooh, Lenalee.
—Hola Jerry, tanto tiempo- Le dijo la chica mientras le sonreía.
—Si que si, no me pasas a visitar nunca, que cruel eres.-Dijo aquel hombre(¿?) haciendo un puchero. —Oh vaya, quién es este caballero amigo tuyo?, es nuevo no?, nunca lo había visto- Comento coquetamente(¿?)
—Soy-Soy Allen Walker mucho gusto.
—Ah mucho gusto cosita, me llamo Jerry- Le respondió haciéndole una seña de señorita.
—Es- es un placer hehe- Comento Allen un poco incómodo.
—Y bien que desean para comer, puedo cocinar lo que sea, soy el mejor Chef, de todo Londres.- Decía mientras hacía poses extrañas.
Cuando finalmente tomaron sus respectivas bandejas, Lenlee, con una y Allen con tres.
Tomaron asiento en una mesa que quedaba dando vista al campus en general, el lugar si que era grande.
— No tenía ni idea de que comieras tanto-Comentó Lenale-Con una gota de sudor en su frente.
—Oh bueno, mi apetito es un poco peculiar he.
Cuando ya terminaron de comer se despidieron de el/la cocinero(a) y le agradecieron mientras se dirigían hacia la puerta.
Iban conversado bastante animados cuando Lenalee le gritó.
—¿Eh, qué co-. No pudo terminar de hablar cuando alguien abrió la puerta de golpe y le dio en toda la cara. Ya se estaba extrañando que no le pasara algo más en el día.
—Ooh, lo siento, ¿Estás bien chico?,- Le dijo la voz de alguien, ni si quiera sabía dónde estaba, pudo jurar que vio estrellitas.
—Si… Estoy bien-Dijo levantándose, o bueno intentándolo.
—Déjame ayudarte.- Le dijo aquella persona.
—Gra-Gracias.
—Lo siento eh, pero no te preocupes, accidentes pasan-Dijo de manera divertida.
SÍ. Lo sabía. Los accidentes pasan, pero… Ya había perdido la cuenta de tantas veces que había tropezado o caído en todo el día.
—¡Lavi!-
—Oh Lena, ¿Qué pasa?, tanto tiempo.
—Pues si, que curioso verte por aquí, es algo muy raro.
—Si bueno , estaba buscando a Yuu-Chan, ya sabes, como es un antisocial, y un amargado supuse que estaba por aquí riéndose a carcajadas aquel chico.
—¿Y el?, es amigo tuyo? cómo se llama?- Pregunto.
—El es Allen Walker, es nuevo en la ciudad.
—Oh vaya mucho gusto chaval, me llamo Lavi Bookman, perdona lo de ahora, pero bueh, ya sabes- Dijo haciéndose el desentendido. — Espero que seamos buenos amigos.-Le dijo mientras reía alegremente.
—I-igualmente- Dijo Allen.
Aquel chico tenía una apariencia peculiar. Tenía los ojos verdes, pero uno de ellos estaba cubierto por un parche, pelirrojo y con una sonrisa de oreja a oreja.
—Quítate, estorbas.- Gruñó una voz un tanto familiar.
—OH, ¡YUUUUU-CHAAAAAAAAAAAAAAAAAN! Amigo, mío te estaba buscando, ya me hacías falta.
—¡No me llames así, conejo de mierda!-
Cuando volvió a ver con quien estaba hablando el pelirrojo, se encontró con aquel chico de unas horas antes, con el que se había tropezado.
—¿Yuu-chan?- Preguntó más para si mismo que para los demás.
—¡Siii! Yuu- chan. Así se llama mi queridísimo amiguito aquí presente.
Cuando le volvió a ver, casi lo mata con la mirada.
—Tsk. Con pedazo de porquería me vengo a topar.
—¡Oye!, ya te pedí disculpa- Le grito Allen fastidiado.
—Me da igual Moyashi, quítate de mi camino.- Le dijo dejándolo con la palabra en la boca. Alejándose de ahí con un aura oscura y diciendo cosas en sabrá Dios que idioma.
—¿Oh ya conocías a Kanda?.- Preguntó Lenalee.
—¿Eh?, ¿Kanda?.
—Si así se llama. Yuu Kanda- Le dijo la chica.
— Pero le digo de cariño Yuu-Chan-Agrego Lavi—Además, ¿Cómo que Moyashi?, hhahhahahahahahhaha ya te dio hasta un apodo, este Yuu, es todo un pillo, hahahahaha- Decía mientras se agarraba el estomago de la risa.
—Si, pero no sé qué significa- Comento con un minipuchero.
—Oh bueno… No sé si quieras saber-Agrego Lenalee con una risa nerviosa.
—¿Eh?, ¿por qué?.
—No no, solo ignóralo.- Le respondió la chica con una risa más nerviosa.
—Bueno Lenalee, luego nos vemos, ¡iré a comer junto a Yuu-Chan! .- Grito con felicidad el pelirrojo. Haciendo que todos los que estaban ahí volvieran su mirada a él. Incluyendo una mirada asesina por parte de aquel chico.
—Esta bien Lavi, hasta luego- Dijo sonriendo, mientras huía, digo salía del comedor.
—Un placer Moyashi-Chan- Grito riendo mientras trotaba detrás de aquel chico.
—I-igual.-Contestó fastidiado.
—No les hagas caso, el es así de hiperactivo- Le dijo mientras iban saliendo de ahí
Antes de salir volvió a mirar hacia el comedor para ver como aquel pelirrojo fastidiaba a el otro chico. Se notaba que no tenía buen humor, y aún así iba a molestarlo, que valiente.
—Yuu… Kanda.- Se dijo así mismo.
— Eh?, dijiste algo Allen?.
— Eh, no no, no fue nada..-Le respondió alterado.
Llegó agotado a su casa, había sido un día muy extraño, le había pasado de todo. Se tropezó, se perdió, se cayó, y de paso, casi se queda sin recostó a el sofá Marian seguía sin dar señales de vida así que que mejor que aprovechar la oportunidad para tener un poco de paz. Cerró los ojos lentamente para terminar quedándose dormido no sin antes recordar a cierta persona que quizás, vaya a ser su próxima nueva pesadilla.
Ya sé que no fue muy atrapador, pero hay que irle dando forma de a poquito u.u...
Si les gustó, o si tienen aguna queja o sugerencia, no duden en hacerlo :I
Nos leemos :3.
