Disclaimer: Yami no matsuei no es mio.
Este fic es muy antiguo, mucho, de cuando acabé de leer la saga de Kyoto XD De ahí el título.
Yami no Matsuei
Los Hijos de la Oscuridad
:..··''La Misión''··...:
Ministerio de los Diez Reyes del Más Allá, Departamento Central Enma.
-¡Tsuzuki¿Otra vez has bebido hasta las tantas? Esto te lo descuento del sueldo.-Konoe-kacho suele estar de mal humor por las mañanas.
-Si es un idiota, qué le vamos a hacer.-Suspira Hisoka, desanimado.
-¡¡¡¡Ehh!!!!-grita Tsuzuki, en su forma chibi-¡Dejad de meteros conmigo!-solloza, moviendo las orejas de perrito.
-Pero si es verdad, eres IDIOTA-apunta el rubio, fulminándole.
-Vamos, vamos- dice una voz, que hace que los tres se callen. Es Tatsumi- No está bien insultar así a Tsuzuki... por muy idiota que sea.
-¡Ejem! Jefe¿nos has llamado por alguna misión en concreto?- pregunta Tsuzuki, muy serio. El anciano asiente con la cabeza.- En realidad es una misión extraña. Tenéis que ir a una playa en Kyushu- anuncia. Tatsumi se adelanta a su jefe- Por lo visto nos ha llegado la información de una joven que murió de pena, languideciendo en una roca, hace mucho tiempo.-les explica, lentamente- Debéis traer el alma de la chica de vuelta.-añade, con un tono de voz de hielo.
-Tatsumi cada vez da más miedo- dice Hisoka, ya en la playa, con un escalofrío.
-Demasiado estrés- opina Tsuzuki- Antes no era así. Cuando éramos compañeros no trabajaba tanto, y nunca se enfadaba de esa forma.
Hisoka lo mira amablemente:-Que tonto eres, Tsuzuki...-suspira, moviendo la cabeza. De golpe fija la vista en algo lejano.-¡¡Tsuzuki, mira!!-grita,
señalando hacia el horizonte. Se acercan corriendo. Cerca de la orilla hay una estatua de piedra, con forma de mujer. Una hermosa chica, de cabellos muy, muy largos, con los ojos pétreos fijos en el mar. Está arrodillada, con las manos ajuntadas en puño sobre el pecho.-Parece de verdad...- murmura el joven de ojos violetas. -Creo... que es la chica que tenemos que traer...-suspira Hisoka, tristemente. Tsuzuki le mira fijamente. Sopla una suave brisa, y al volver a mirar la estatua ven el reflejo de la muchacha de pie, mirándoles. Es su alma. Tiene un aura translúcida a su alrededor. -¿Quiénes sois vosotros?-les pregunta, mirando el mar.
-Somos shinigami... y hemos venido a llevarte a juicio.-anuncia Tsuzuki, impasible. Ella sonríe.- Antes de que vinierais vosotros ya estuvo aquí gente como ustedes.-les dice, siempre sonriendo.-Pero estoy esperando a alguien, y no me moveré de aquí. -Hisoka la observa de pies a cabeza, con tristeza. Es tan guapa...-¿Acaso esperas a tu novio?-le pregunta. Tsuzuki lo mira sorprendido. Ella asiente.- Salió a pescar hace mucho tiempo... me dijo que le esperase junto a la playa...
Los ojos del rubio se humedecen:-¿Cómo se llama?- le pregunta, acongojado. Tsuzuki le mira muy preocupado.
-Yoshino Akiyama- dice ella, y Tsuzuki salta como un resorte. Yoshino Akiyama había muerto hacía seis años. Entonces, la chica...
Se acerca a Hisoka, susurrándole al oído:-Él está muerto...desde hace tiempo.- Hisoka cree desfallecer. La chica continúa llorando.
-Murió en un naufragio, dicen que se lo tragó el mar...- continúa Tsuzuki.
Hisoka se acerca a la chica:-No llores más, niña de piedra, pues él no va a volver... el mar le tiene preso... por no querer cederle...a una mujer...-le dice, amablemente, con gran tristeza. Ella se le abraza, llorando con más fuerza. Tsuzuki la acaricia:- Ven con nosotros...
-Ahora todo ha pasado.-anuncia Hisoka.
-¡¡¡¡Lo he conseguido!!!!!!!!-grita la voz de Watari, desde su laboratorio. Entra corriendo al despacho de Tsuzuki y Hisoka.-Toma Tsuzuki...bebe.- le pide, como la cosa más normal del mundo.
-¿Qué es, Watari?- le pregunta Hisoka, mirando el rosado líquido. 003 vuela alrededor de Tsuzuki, advirtiéndole de que no beba el mejunje.
Watari mira a su lechuza con odio.- Bien mirado... no creo que en Tsuzuki haga mucho efecto...-dice, cogiendo cruelmente al ave, y embutiéndole en el pico el tubo de ensayo. La pobre criatura se traga todo el líquido de golpe, hipa, y se produce una fuerte explosión de humo, junto a graznidos y chillidos de la pobre 003.
Al disiparse el humo entra Tatsumi, alterado por tanto jaleo. Pero lo que ve le deja de piedra.- ¿¡Qué estáis haciendo!?-grita, completamente indignado. -¿Qué pasa?-preguntan los tres, inocentemente. Entonces ven en el suelo tirada, una niña de unos 12 años de edad, de largo cabello muy claro, pero no rubio, color avellana; con grandes ojos rojizos, nariz pequeñita, piel no muy pálida, con tonalidades castañas en el pecho y el estómago, y los pechitos ya bien formados. Al no llevar nada de ropa, Tatsumi comienza a golpear a los presentes con un mazo que nadie sabe de dónde ha sacado. Mientras tanto, la niña no deja de observarse las piernas, y las manos, y el suelo cubierto de plumas. Se toca la cara, incrédula.-¡¡Watari-san, lo has conseguido!-grita emocionada, poniéndose en pie.- ¿El...qué?- pregunta el secretario Tatsumi, sorprendido.
La niña está cada vez más emocionada.- ¡Soy yo, Tatsumi-san, soy 003!-grita, histérica. Watari cubre su cuerpecito con una bata de doctor.
-Es que he obligado a Zero-chan a tomar una de mis pócimas, y así ha quedado ¿Verdad?- explica, un poco aturdido. Tsuzuki observa a la niña de pies a cabeza.- ¿Y querías que me tomase yo eso?- le reprime.
Tatsumi se lleva a la niña y a Watari a su despacho, conmocionado:-Creo que me queda algo de ropa de Kazusa Otonashi.- murmura, suspirando. Hisoka y Tsuzuki se miran, incrédulos.- ¿Y todas estas plumas?
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-Papá...no está bien lo que haces.
-No te preocupes, Verónica...todo saldrá bien.
-Tengo miedo, papá.
