Disclaimer: Glee no me pertenece, solo tome prestada a la adorable de Quinn Fabray.


Quinn sabía que no tenía ningún derecho sobre su pequeña hija, pero no pudo evitar decirle a Shelby que por firmar un par de papeles la convertía en su verdadera madre. Vamos! Ella era su mamá, la que la había cargado en su vientre durante nueve meses, fue la persona que la sostuvo y le sonrió por primera vez.

¿Quién se creía ella para prohibirle ver a su Beth? ¿Cómo podía preguntarle si se encontraba bien? Si tan solo supiera que su cambio de imagen y actitud se debían a que intentaba ocultar lo dolida y rota que estaba por dentro, tras entregar a su bebé. Y la maldita de Shelby le restregaba en su cara que había vuelto de New York porque podía perderse momentos importantísimos en la vida de su hija ¿Y ella? ¿Acaso nadie pensaba en Quinn? ¿En cómo podía sentir que también estaba perdiéndose completamente la vida de su bebé? Sus primeras palabras, sus primeros pasos, absolutamente todo.

Se la habían arrebatado. No, alto! Shelby no se la había quitado, ella se la había entregado pero se culpaba por ello todas las noches; y a pesar de fumar, beber y hacerle maldades a las niñas de la preparatoria ella seguía sin poder borrar de su mente la imagen de su pequeña Beth recién nacida, rosada e hinchadita.

Cuando Shelby le pidió que cambiara su imagen si en verdad le importaba su bebé Quinn se negó rotundamente, porque eso implicaba volver a ser la perfecta y bonita rubia débil sin ningún rumbo en su vida, la apariencia que ella misma se había creado era para protegerse ¿Por qué nadie lo entendía? ¿Cómo podían creer que no le importaba en lo más mínimo Beth? Y en ese momento, las barreras que había creado a su alrededor flaquearon completamente, pero no, ella ya no era aquella adolescente débil.

La idea de ver a su hija la atormentaba continuamente. Quizás ella podría hacer el esfuerzo de cambiar, y cuando Shelby le dijo cómo se sintió cuando dio en adopción a Rachel la hizo sentir más miserable de lo que ya era. Quinn no podía dejar de castigarse a si misma por haber entregado a Beth, había sido el peor error de su corta vida, por lo tanto estaba decidida a no cambiar.

Pero algo se removió en su pecho cuando vio la fotografía de Beth y Puck en el móvil de Shelby. Ella era tan hermosa, se parecía tanto a ella, con ese suave cabello rubio; que en ese instante deseó volver a ser la misma Quinn de años anteriores, anhelo ser mejor persona para poder conocerla.

Y cuando se quedó sola, en ese solitario salón de clase se permitio derramar las lágrimas que había estado guardando durante tanto tiempo. Su alma estaba rota en miles de pedazos al igual que su corazón, pero sabía que la única personita que podía curarle todos sus males era Beth, y por ella decidió que al menos iba a cambiar de apariencia para poder verla.

Quinn sabía que todavía le quedaba un largo camino por recorrer.