Hola, esta historia es un fic de un solo capitulo (creo que se dice Oneshot) , espero que os guste, va sobre shikaino con un poco de shikatema. La protagonista es Ino.
SENTIMIENTOS
Ya no podía aguantarlo. El corazón me iba a explotar. Cada vez que les veía pasear por la calle juntos, era una puñalada nueva en mi corazón. Y cada vez que les veía besándose, moría un poco más, de lo que ya debía estar muerta.
Shikamaru siempre había sido un amigo y un compañero para mí, o al menos, eso pensaba. En el fondo de mi alma, yo le amaba y deseaba. Todas las noches le imaginaba tan relajado y adormilado sobre el césped y bajo un cielo nublado.
A mis doce años, yo estaba todo el día junto a Sasuke, le perseguía, y rechazaba a mis compañeros. Cuando él se fue, yo ya le había olvidado. Cada vez me fijaba más en Shika-kun, me fijaba en como me cuidaba y me protegía, aún sabiendo que yo no le quería, o al menos, eso decían mis pensamientos, pero no mi corazón.
Ahora, a mis quince cumpleaños, ya me había dado cuenta de a quien quería, y había querido, desde hace tantos años. Sasuke siempre había sido un capricho de niña, Shikamaru era mi verdadero amor.
Cuando me he dado cuenta, ya era demasiado tarde. Él ahora esta junto a Temari, aunque no se le ve muy feliz. Shikamaru siempre me mira y me sonríe aunque este cerca de ella, y me cuida y ayuda de la misma forma que antes.
Le he rebelado mi afición hacia los chicos serios, ahora yo coqueteo mucho con Sai, incluso cuando Shikamaru esta delante, y más de una vez Choûji ha tenido que tranquilizarle, se pone muy celoso.
Creo que, si le expresara mis sentimientos, siempre permaneceríamos juntos.
Voy ha hacerlo.
Me encaminé hacía su casa, aun sabiendo que era ya de noche, y en vez de tocar, salté a su cuarto por la ventana. Yo iba con mi bata lila kimono de estar por casa, y cuando le vi durmiendo con su postura habitual, aunque con los ojos cerrados, recordaba al joven de doce años compañero de equipo vago. En esa época, él no había mostrado realmente sus facetas, quizás ahora era mucho más atractivo por ir sin camiseta y solo con unos pantalones negros largos y sueltos.
Me daba pena despertarle, aun así, me acerqué a la cama. Me senté a su lado y le acaricié la mejilla.
Preferí no despertarle, así que decidí que le hablaría abiertamente de mis sentimientos otro día. De todos modos, no me iba a ir con las manos vacías. Sujeté con dulzura su cara y le besé cálidamente.
Lo último que recuerdo de esa noche es su sonrisa.
