"Contra los Sentimientos"
Capítulo 1: "Un Cumpleaños Diferente"
Era su cumpleaños Nº 25 y sus mejores amigas le estuvieron preparando su sorpresa para este día tan especial. Ella no se imaginaba en lo más mínimo, qué ideas se les pasaban por las cabezas de Ginny y Fleur. Algún día las entendería…
-Vamos Hermione, llegamos tarde a tu sorpresa.- musitó una de ellas, tratando de llevarla hacia la puerta.
-Chicas, de verdad. Estoy agradecida, pero no tengo muchas intenciones de salir…- chilló la cumpleañera, revoleando sus ojos.
-Hermione –la miró Ginny fijamente a los ojos- No importa que no quieras, vas a venir y punto.
-Está bien, sólo porque me lo piden mis mejores amigas- las abrazó cariñosamente.
Las tres amigas salieron hacia donde estaba el regalo para Hermione. La afortunada, no entendía nada. No sabía adónde se dirigían ni se imaginaba, cuál podía ser esa sorpresa de la que le había hablado Fleur. También, le parecía raro que ni Harry, ni Ron la habían ido a saludar. Era extraño, ya que eran sus mejores amigos, pero bueno… Ellos nunca prestaban atención en nada, menos Ron. Éste último vivía pendiente de que la chicas estuvieran todas a sus pies y que Harry no se fijara en su hermana. Eso lo ponía furioso. Era duro para él, que su hermana, la menor, la mal criada de la familia, estuviera enamorada de Harry, su mejor amigo desde su infancia, su casi hermano, su confidente. Bueno, volvamos al tema Hermione y Sorpresa.
-Hemos llegado.-advirtió Fleur triunfante.
-Sí, ahora… - Ginny no pudo seguir dando sus instrucciones porque su subconsciente la traicionaba. No podía imaginárselos, con sólo pensarlo, se reía.
-¿De qué te ríes? Pareces loca.- le sentenció la castaña a su amiga.
-Eh… Ah… Mi risa, no… Es porque estoy ansiosa de verlos…- revoleó sus ojos.
-¿De verlos a quiénes? Estamos en la casa de Fleur…- dijo algo confundida Hermione.
-Oh, em, ahora te enterarás querida amiga.- contestó irónicamente la rubia.
La excelente maga sentía que su cabeza estaba al revés. No podía descifrar su regalo. Ni podía pensarlo. Era como si estuviera su mente en blanco… Se comenzaba a poner nerviosa. Como cuando en su trabajo no podía con los casos. Que era casi imposible, porque era una chica casi perfecta. Su único defecto era el amor.
Ahora sus amigas la hicieron entrar a la casa de Fleur. Las chicas iban detrás de ella. Todo estaba oscuro, no se veía nada.
Hermione estuvo a punto de hacer el hechizo IluminatorMurrieta, pero Ginny la detuvo, diciéndole que si lo hacía, se le arruinaría la sorpresa.
En eso, unas siluetas comenzaron a moverse al compás de una música algo rara para ella. Una de ellas era alta, y la otra un poco más baja.
Se veían graciosas moviéndose así, cosa que produjo una pequeña risita en Hermione. Ginny y Fleur, en cambio rieron fuerte.
-Sigo sin entender…-decía Hermione.
-Mira, y entenderás.- le aconsejó Ginny.
Justo en ese momento, la música aumento su volumen, y ahora podía entender que se refería a música un poco erótica, por eso no lo deducía. Y una de esas siluetas, dio la vuelta.
-Oh, no. –dijo la castaña, llevándose una mano a la boca y tratando de aguantar la risa, no quería ser irrespetuosa con su amigo. Sí, su amigo.
-¡Vamos, Harry! Lo estás haciendo muy bien. –le gritó algo picarona Ginny.
-No puedo creer lo que veo… ¿Ese es Harry? –preguntó ingenua.
Ella no lo podía creer. Jamás había visto a su amigo bailar, y menos esos tipos de bailes. La sorprendió demasiado. Nunca había podido observar tan de cerca el cuerpo de Potter, con razón las chicas suspiraban tanto por él. La verdad, sería la envidia de cualquier chico. Harry se desprendió de su pantalón y quedó sólo en bóxer. (N/a: Sí chicas, imagínenselo baba).
-Wow, si que lo hace bien… Y pregunto lo mismo que Herms, ¿Ese es Harry?- dijo asombrada Fleur.
-Sí… Está muy sex… Em, oh no… Mira ahora Herms.- trató de disimular su pensamiento. Ella sabía que si lo decía, su hermano se enojaría muchísimo, aunque a ella también le gustaba verlo celoso y enojado.
Mientras Harry hacía su parte, ahora la otra silueta se descubrió.
Estaba algo transpirado y con el pelo revuelto. Ese pelo tan particular que lo identificaba de los demás. Rojo como la pasión, esa pasión que Hermione tanto guardaba y tenía miedo a que sea descubierta.
Su cuerpo estaba marcado, se le notaban unos cuantos bíceps más que a su amigo, y era un poco más moreno. Su sonrisa era cautivante. Miraba a Hermione como si mirara a la araña con rollers que él se había imaginado en 5to año. Se estaba riendo, riendo como si fuera la última vez. Y esto se debía a que estaba nervioso, Hermione era su mejor amiga y no quería causarle una mala impresión. Harry y él aceptaron hacer ese show todo porque Ginny los amenazó con que sino lo hacían, le diría a todo el mundo que Harry pasaba varias horas delante de su espejo diciendo que parecía un tonto que no tiene barba. Y a Ron lo amenazó diciéndole que le diría a Hermione que él siempre había estado detrás de ella como un perrito faldero y que cuando iban a 4to año, soñaba con ella, pensando en que como bailaban en el Baile de Navidad. Pero Ronald, ya se había olvidado de todo eso, había sido un capricho de adolescentes nomás… ¿O no?
Hermione cuando lo vio bailar así, también se sorprendió, al igual que lo hizo con Harry. Pero con Ron era diferente. Sentía una mezcla de sentimientos hacia él inexplicable. Por momentos lo abrazaría hasta morir y por otros lo mataría hasta morir. Y ahora lo veía ahí, bailando sensualemente en su cumpleaños... No lo podía creer. Su cuerpo tan formado, su sonrisa tan sexy... ¡No! Se había sacado sus pantalones también...
-¿Qué está haciendo? Está loco...- trató de decir la castaña.
-Amiga, es mi hermano. Lo conoces, siempre estuvo loco... Además, no diga que no te gusta chiquita.- le contestó muy picarona la pelirroja.
-¿Por qué me tiene que gustar?- preguntó Hermione alzando una ceja y cruzándose de brazos.
-Herms, siempre supimos que te ha gustado Weasley... Y ahora que lo ves casi a tu disposición... (N/a: Me muero muerta si lo tengo así, en el día de mi cumpleaños. Definitivamente Hermione gusta de él.)... te da vergüenza.- le sentenció la rubia.
-¿La pueden terminar? ¡No me gusta Ron! -gritó enfurecida la castaña, mirándolas a sus amigas.
Harry frunció el ceño, miró a su amigo, quien también lo miraba confundido, pero a la vez algo feliz por aquella reacción de su mejor amiga: "La deberían estar molestando conmigo, por eso su reacción" pensaba el pelirrojo. Los dos bajaron como estaban y se acercaron a las mujeres. Harry le dio un cálido abrazo a su amiga, quien lo aceptó y un "Feliz Cumpleaños, Hermione" junto con un beso en la mejilla. Ella todavía no caía en lo que había dicho segundos antes. Luego, Ron la fue a abrazar, pero primero dudó un poco, y al ver a Hermione abriendo sus brazos, el se abalanzó y se fundieron en un tierno abrazo, él le dio un dulce beso en la mejilla, muy cerca de sus labios y se quedaron mirándose fijo durante unos segundos.
