MI PASADO
CAPITULO 1: DOS HERMANAS CASI GEMELAS.
Era una noche tranquila en un 31 de octubre, la brisa movía suavemente las copas de los arboles, en una casa muy grande rodeada por un extenso jardín lleno de flores hermosas, en el corral de al lado de la casa los animales dormían tranquilamente.
-¡YA VIENE!- se oyó exclamar a una mujer joven de cabellos color del pan asomando la cabeza por una puerta, avisando a las tres personas que esperaban en el pasillo impacientes, dos señores y un niño de seis años. El reloj de la chimenea de la planta baja, dio la primera campanada de la media noche y un segundo después exactamente del 31 de octubre…
-¡ES UNA NIÑA!-exclamo un medico detrás de la puerta-¡Y ESTÁ BIEN!
Las tres personas dieron un suspiro de alivio.
-¡QUE SUSTO! ¿No Hudson?- Exclamo uno de ellos que traía el cabello castaño un poco largo y unos lentes gruesos iguales a los de una de las mujeres dentro del cuarto.- Creo que iré a verla- comento entrando en la habitación.
Al entrar a mujer sostenía al bebe en brazos y no paraba de sonreír.
-Hay Elizabeth, que susto nos has dado.- Comento observando a la niña que sostenía. Tenía el cabello negro azabache y la piel pálida como la leche, sus ojos eran de un color verde esmeralda muy hermosos y miraba a todos con curiosidad.-Es muy hermosa. ¿Verdad Betty?- añadió sonriendo preguntándole a la mujer que hace un rato se había asomado.
-Sí, es cierto.-dijo tomando en brazos a la niña para lavarla, mientras que Simon salía de la habitación.
-Espero que puedas verla Hudson-Bromeo saliendo de la habitación. –Tienes que verla tiene unos hermosos ojo verdes y…
-…Y Elizabeth me ha dicho que, si estas de acuerdo, quiere llamarla Marceline.-Dijo Betty saliendo de la habitación un poco nerviosa, y entregándole la niña a Hudson añadió.-Mientras lo piensas encárgate de ella, su mama tiene que dar a luz a otro bebe.-Comentó entrando en la habitación mientras Zayan el niño que los acompañaba,(que era el hijo de una de las criadas de la casa) se ponía de puntillas junto a Hudson para poder ver a la a niña.
Volvieron a sus puestos, y Hudson ahora con la niña en brazos comenzó a andar de un lado a otro hasta que la pequeña Marcy se durmió en brazos de su padre. Sin embargo su hermanita tardaba en llegar, pero el medico dijo que no había que preocuparse, que ella solo estaba esperando la luz del sol para nacer. Y en efecto a las doce del día en punto la niña vino al mundo. Exhaustos, pero contentos fueron a admirar a la pequeña recién nacida.
Se parecía mucho a Marceline. La misma naricita respingona, la misma forma de la cara, y como ella pesaba 3 kilos 10 gramos exactos, solo que la niña tenía el cabello castaño obscuro y tenía los ojos cerrados. Como Elizabeth había escogido el nombre de Marceline Hudson decidió llamarla Miriam. Nada más ver a su hermana Marcy gritó:
-¡BABÚ!
No creían que quiso hacerle un cumplido, pero desde ese momento Miriam fue apodada Babú.
Llevaron a las niñas a una habitación con un par de cunas y adornada con detallitos muy hermosos en las paredes ahí dejaron que descansaran cada una en su cuna, y se fueron a sus habitaciones para descansar. Zayan se quedo observando un segundo a las bebes, hasta que una voz lo llamó desde la puerta.
-¡Zayan!, vamos las veras al rato- llamo Betty con dulzura cerrando la puerta detrás de ellos.
