De niño a… ¿mujer?

.

Primer capítulo

.

El Sol comienza a salir y con su aparición los diferentes integrantes de la pensión En empiezan sus rutinas diarias. Todos excepto en una habitación, la que parece la más tranquila de la pensión.

.

Los rayos del sol entran débilmente en esa habitación. Una habitación pequeña la cual sólo es adornada por un closet de madera oscura, unos audífonos naranjas abandonados en una esquina y un futón en la mitad de esta.

.

La luz recorre poco a poco el lugar revelando lentamente las dos personas que habitan en él.

.

Un chico de 13 años de cabellos castaños hasta los hombros y pijama de color blanco con naranjas pintadas, duerme plácidamente con sus brazos y piernas estiradas, en una posición graciosa y poco usual.

.

Junto a él, una chica de 10 años de cabellos muy cortos de color rosa con pijama rosa, se encuentra suavemente acomodada en el pecho del joven castaño. Con sus manos juntas al lado de su cara y sus pies recogidos, acurrucada en el lado derecho del castaño.

.

La respiración de ambos es lenta y profunda. La expresión en sus caras es envidiable, tranquilidad total. Un cuadro muy tierno, digno de una foto.

.

La puerta se corre y entran dos personas sigilosas a la habitación. Una mujer mayor de estatura baja con lo que parece ser una cubeta en sus manos y un joven de cabellos castaños largos portando en sus manos una videocámara.

.

La mujer se acerca a los dos jóvenes con la misma sigilosidad con que abrió la puerta y sin pensarlo un segundo derrama todo el contenido de la cubeta en sus rostros.

.

¡Aaaaaaaaaaahhh! Me ahogooooo – pataleando en el aire, como quien no sabe nadar y se encuentra en una piscina profunda.

.

Cof, cof, cof – la pelirosa se sienta en el futón. Se frota los ojos y aparta de su cara el agua con las mangas de su pijama.

.

¡Despierten ya holgazanes! – dice la mujer mayor dándole un par de patadas al joven castaño.

.

Cinco minutos más – dice el joven castaño tomando una sabana entre sus manos y arropándose con ella.

.

¡Noooooo! – le grita fuertemente en el oído a su nieto – ¡y tú muchachita ve a hacer el desayuno!

.

Cof cof sí… señora Kino – dice tosiendo, esta vez el agua ha entrado de lleno en su nariz y boca – con permiso – dice partiendo de inmediato ante la orden.

.

Jajajajajajajajaja… no importa cuántas veces lo vea no para de ser divertido jajajaja – dice el castaño de cabellos largos aun sujetando la video cámara.

.

Jijiji – es lo único que puede pronunciar el joven castaño, mientras se rasca la mejilla con su dedo.

.

¡Ya dejen de perder el tiempo ustedes dos! ¡Deben dejar todo limpio antes de irse! ¡Ni crean que los voy dejar perecear un día! – dando la última orden antes de partir tras la pelirosa.

.

Jijiji… ya lo suponía… - dijo el castaño de pelo corto mientras se levantaba de su futón y veía el camino por donde la pelirosa y su abuela se habían ido – mi único consuelo es el desayuno de Tamao jijiji – dijo Yho recordando a la chiquilla que había dormido con él – jijiji… - recordaba perfectamente el motivo por el cual Tamao dormía esa noche con él, la chiquilla había tenido una pesadilla.

.

¡Agh! ¡Esa vieja no nos deja en paz! – decía el castaño pelilargo mientras guardaba la video cámara y comenzaba a caminar rumbo a su rutina de limpieza – ¡ven conmigo ya! Ni creas que voy a hacer esto solo. – dice Hao tomando a Yho por la parte de atrás del cuello del pijama y llevándoselo con él.

.

Minutos pasan, en los cuales los gemelos Asakura y la pequeña Tamao cumplen con sus deberes de la mañana antes de partir a la escuela.

.

¡Gracias, Tamao! – dicen los gemelos al unísono.

.

N-no es nada – dice la pelirosa con timidez y un claro sonrojo en sus mejillas.

.

Ándense si no quieren llegar tarde – dice el anciano Yhomei con una sonrisa a sus nietos.

.

Los gemelos Asakura salen directo al baño y alistarse, mientras Tamao recoge los platos de la mesa. Ella observa tímidamente los miembros de esa extraña pero cálida familia. El anciano Yhomei junto a la señora Kino, quienes parecen discutir algo en susurros, abuelos del los gemelos Asakura. Y justo al lado de ella se encuentra la protegida de la abuela, Anna Kyouyama, una chica adoptada al igual que ella por la familia Asakura. Una rubia de ojos negros intensos de la edad de los gemelos Asakura, quien pasa todo el día junto a la señora Kino. De carácter demasiado serio y frío. No habla con nadie y parece no reírse nunca.

.

Mira los dos asientos de al lado del señor Yhomei. Están vacíos pero ella sabe a quienes pertenecen, Keiko y Mikihisa Asakura los padres de los gemelos Asakura, parece que estaban de nuevo de viaje. Keiko una señora muy amable y cordial con una sonrisa muy parecida a la de Yho y Mikihisa, el protector de Tamao, un hombre de pocas palabras pero de gran saber.

.

¡Despierta muchacha! – le grita la anciana a Tamao – ¡deja de perecear y alístate!

.

S-sí señora – dice Tamao quien corre a dejar los platos en el lavaplatos y corre a ducharse y alistarse.

.

Los gemelos Asakura salen primero de la pensión, seguidos por Anna quien ni los mira y sigue su camino directo a la escuela.

.

¡Nos vemos Yho! – grita Hao corriendo para alcanzar a la rubia.

.

Yho lo ve partir y acercase a la rubia. Hao parece acercarse a la rubia a susurrarle algo al oído pero ella como siempre lo evita.

.

Jijiji – viendo esa escena tan común para él.

.

En cambio él esperará como siempre a que la pelirosa salga. No hay prisa, no hay afán. Todo es tranquilo a esa hora.

.

Ya estoy lista joven – dice tímidamente la pelirosa.

.

¿Segura que quieres continuar con esto? – dice el joven mirando el atuendo de la joven.

.

Tamao de estatura menor a Yho y cabellos rosa muy cortos, porta unos pantalones iguales a él y una camiseta blanca igual. La verdad no se nota ninguna diferencia entre ella y un niño de su edad.

.

¿P-por qué siempre me insiste joven Yho? –

.

Ya lo verás… cuando crezcas como toda una jovencita que eres no querrás más parecerte a un niño – dijo colocando una mano en su cabeza

.

Yo… yo... no lo entiendo – Tamao bajó la mirada sonrojada.

.

Tamao era una niña huérfana de ambos padres y hacía un año más o menos que quienes cuidaron de ella de pequeña la dejaron al cargo del señor Mikihisa. Cuando llegó a la pensión Asakura tuvo un apego inmediato por el menor de los gemelos Asakura. Por esto y por su gran timidez, ella le pidió a la familia que la inscribieran en la misma escuela que Yho. Pero había un problema. Esta escuela tenía dos sedes, una sede femenina y una sede masculina, una al lado de la otra pero separadas por una gran barrera. Así que alumnos y alumnas no se veían, a menos que hubiera un evento en especial.

.

Así bien que, Tamao sabiéndose que aun a su corta edad no se notaban sus curvas femeninas, le pidió al señor Mikihisa que la dejara vestir igual a los gemelos para así poderse pasar como un chico más de la escuela. Cortó su cabello bastante corto y en la escuela o delante de los compañeros de Yho prefería no hablar.

.

Yho le dedicó una sonrisa a la pelirosa. Él sabía de su gran timidez, y su inocencia que daba ganas de protegerla.

.

Así que él también había aceptado aquello y aunque Tamao no podía estar en el mismo salón de clases que ellos por ser menor, la acompañada día a día hasta la puerta de su salón a la llegada y la esperaba ahí mismo en la salida, inclusive los descansos y almuerzo los pasaba con ella.

.

Está bien, Mao… jijiji – dijo el chico recordándole el nombre por el cual ella había pedido que la llamaran para que nadie la reconociera como una niña en la escuela.

.

Continuaron su camino hasta alcanzar a Hao, quien ya había llegado y veía como se marchaba la rubia hacia su sede.

.

Debí convencer a la abuela que hiciera pasar a Anna también por un niño – decía Hao mirando desde lejos a la rubia.

.

Dudo mucho que la abuela hubiera aceptado. Tú sabes que la abuela no quiere que ninguno se acerque a ella… jijiji… parece que la quiere demasiado –

.

Que va a querer esa vieja a alguien… sólo es una egoísta… no se separa ni un segundo de ella. Además estoy seguro que a ella le encanta la idea que esta escuela tenga sedes separadas de hombres y mujeres... sólo para fastidiarnos… - dijo mirando las dos entradas de la escuela.

.

¡Hola Ren! – dijo Yho saludando enérgicamente a los lejos a un chico de su edad de cabellos violetas y ojos dorados.

.

Ren miró en la dirección reconociendo esa voz. Ren era un estudiante que había venido de intercambio desde China y extrañamente con la únicas personas con las que andaba era con los Asakura. Digo extrañamente porque este joven al igual que Anna tenía esa expresión seria y fría que no dejaba que nadie se le acercara, no hablaba mucho y parecía no interesarle muchas cosas.

.

Ren miró con su mirada fría en la dirección en que provenía la voz. Miró primero a Yho, el chico de la sonrisa eterna. Luego rodó su vista hacia el chiquillo al lado de Yho… su nombre… no recordaba bien su nombre… Mao… creía. Un chiquillo muy débil y asustadizo. No sabía porque Yho se tomaba tantas molestias por un chiquillo que ni siquiera era su hermano verdadero. Quitó su mirada molesto.

.

Tamao sintió por completo la mirada del joven pelivioleta y en ningún momento pudo subir su mirar. Ese chico le produjo escalofríos a Tamao, le generaba mucho miedo. No sabía como el joven Yho era amigo de él. Pero espera… ella que estaba diciendo… ella confiaba en el joven Yho y si él lo había escogido como amigo algo bueno debía tener… aunque ella no supiera que era.

.

Hola – dijo el chino calmadamente viendo como Yho había corrido hacia él cogiendo de la mano a Tamao.

.

Por los grandes espíritus cuando vas a dejar esa cara de puño amigo – dijo Hao colocando su brazo alrededor de Ren.

.

No molestes – dijo siguiendo su camino y así dejar caer el brazo de Hao.

.

¡Hooooola! – dijo un chico peli azul interrumpiendo el camino de Ren.

.

Idiota – dijo propinándole un puño en la cara que lo paró en seco – no te cruces en mi camino – mientras dejaba al peliazul viendo pajaritos.

.

Tamao observaba toda la escena con una sonrisa. Ella era feliz de saber que el joven Yho tuviera amigos.

.

¡Ya los alcanzo! – dijo Yho a sus amigos y hermano – Vamos Tammi – dijo en un susurro solo audible para Tamao.

.

S-sí – dijo Tamao con la cabeza gacha y sus mejillas rosadas.

.

Ren te da mucho miedo ¿verdad? – dijo empezando una conversación mientras caminaban hacia el salón de clases de Tamao.

.

¿Ah? –

.

Te sentí temblar cuando Ren nos miró –

.

Y-yo no… -

.

Él es un buen chico… sólo que… -

.

Sólo que… - dijo Tamao curiosa.

.

Sólo que tiene un gran muro de defensa… ¿entiendes? -

.

Mmm… - dijo Tamao intentando descifrar lo que Yho le acababa de decir.

.

Jijiji… ya lo entenderás… bueno mi pequeño Mao ya llegamos… ¡Nos vemos en el descanso! – dijo alejándose ya del salón.

.

Yho después de dejar a Tamao en el salón de clases se dirigió al suyo, donde se encontraban sus demás amigos.

.

Al entrar al salón pudo observar con Ren y Horo-horo discutían por el puño que le había propiciado Ren a Horo.

.

Jijiji – dijo viendo esa escena tan típica en ellos.

.

Todos los días es lo mismo, no entiendo como no se cansan – dijo Hao con algo de fastidio.

.

¡Hola! –

.

¿Ah? – dijeron los gemelos Asakura al mirar hacia todos sus lados y no ver a nadie.

.

¡Acá abajo! –

.

Los dos chicos miraron la procedencia de la voz. Un chico bastante pequeño y cabezón miraba con sus grandes ofendido por sus dos compañeros de clase.

.

¡Hola Manta! Jejeje no te habíamos visto –

.

¿Y qué más chiquitín? – dijo Hao colocando uno de sus pies en la cabeza del chico como apoyo.

.

¡Hao, te dije que no me gusta que me hagan eso! – dijo el chico ofendido.

.

Y yo te dije que no te lo había preguntado – dijo el castaño bastante tranquilo.

.

Calma, calma chicos… jijiji –

.

Todo fue interrumpido por la llegada del profesor al salón de clases. Cada quien ocupó sus respectivas sillas. Lo casual en ver de este hecho era que los cuatro amigos no sólo no se sentaban uno al lado del otro en una misma fila sino que se sentaban uno detrás del otro en la misma columna, eran los puestos que daban hacia la ventana. Hao en la primera silla donde quedaba la ventana más cercana hacia la sede de las chicas, desde ahí podía ver a aquellas que tenían clase de gimnasia o las que recorrían el campus. Horo se sentaba detrás porque desde ahí podía ver parte de lo que veía Hao y tenía también vista hacia el parque cercano de la escuela, ya que además de las chicas le gustaban las plantas. Yho se sentaba detrás de Horo, ya que ahí recibía toda la brisa proveniente del parque y sinceramente el asunto de las chicas jamás había sido un interés particular en el castaño, en cambio la brisa lo arrullaba en sus constates siestas en clase. Y en el último puesto de atrás se encontraba Ren Tao, parecía no importarle ni el parque ni las chicas, sólo deseaba mantenerse alejado de todas las cucarachas que asistían a esa escuela. Manta se sentaba en el puesto de adelante justo en el medio, ya que por ser pequeño le incomodaba que algunas cabezas le interrumpieran la vista hacia el tablero, además que era el más estudioso de todos ellos.

.

Sonó la campana dando por empezado la hora de descanso.

.

Hao y Horo-hora salieron conversando del salón de clases, mientras Manta parecía entretenido mirando su gran libro mientras caminaba, Ren llevaba una mano en su bolsillo mientras que con la otra tomaba de una botella de leche, caminando al lado de Yho.

.

¿Viste la peliroja? – dijo Hao animado.

.

¿Y qué tal la pelinegra? – dijo Horo igual de animado.

.

Pervertidos – dijo Ren.

.

Horo se puso rojo como un tomate. Con Hao a él no le invadía la vergüenza hablar de esas cosas pero Ren le vivía recordando que sólo era un chiquillo que las hormonas empezaban a afectarlo.

.

No sé cuál es el problema en tener un anticipo de algo que seguro hará parte de nuestras vidas próximamente – dijo Hao tranquilo con sus brazos detrás de su cabeza.

.

Las chicas no serán nunca un asunto importante para mí –

.

Entonces, ¿te declaras gay? – dijo Hao mirando burlonamente a Ren.

.

Insolente - dijo Ren sin cambiar su característico tono frío. Ren no se vería movido por un comentario sin fondo como ese.

.

Calma, calma chicos jijiji – Yho siempre como mediador – nos vemos luego, voy por Mao.

.

Los chicos se dirigieron al sitio de siempre, el árbol de al lado de la cancha de básquet. Hao, Horo-horo, Ren e Yho pertenecían al equipo de básquet de la escuela. Así que a los chicos durante el descanso les gustaba practicar un poco para matar el tiempo y limar asperezas entre ellos, aunque casi siempre Yho prefería echarse una siesta o sólo verlos jugar recostado en el árbol junto a Tamao.

.

Yho caminó hasta el salón de Tamao donde ella lo esperaba en la puerta. Yho observaba como muchos de los chicos de su clase no gustaban de esa actitud tan débil de Tamao, desconociendo que era sólo una chica asustada. Algunos al salir tropezaban con Tamao a propósito a lo cual Tamao sólo agachaba la cabeza y esperaba pacientemente a Yho. Ella no se quejaba prefería todo esto a ser separada de sus hermanos.

.

Tamao al ver a Yho corría esperanzada a su encuentro y de nuevo caminaban juntos hacia el árbol de la cancha de básquet.

.

Uff que bien que ya llegó Mao, me estaba muriendo del hambre – dijo Hao al divisar a su gemelo con Tamao al lado.

.

Ho-hola – dijo Tamao al llegar.

.

¡Hola Mao! – dijeron Horo y manta al unísono.

.

Tamao sacó de su maleta los almuerzos que había preparado esta mañana, tres almuerzos para los gemelos y para ella.

.

¡Cómo los envidio! Mi hermana me prepara esto que ella dice llamar almuerzo – dijo Horo mostrando su almuerzo, con lágrimas en los ojos – pero la verdad me tiene de rata de laboratorio.

.

Cállate que tú eres capaz de comerte una vaca que aún está viva – dijo Ren molesto por las quejas del peli azul.

.

¡No me calles! Además tú no en entiendes tampoco porque yo sé que tú tienes sirvientas que te preparan el almuerzo que quieras – dijo Horo tomando un gran bocado de su almuerzo – además con lo linda que es tu hermana debe cocinar delicioso.

.

No hables de mi hermana – dijo Ren con cara de pocos amigos. Sus amigos conocían como Ren sobreprotegía y celaba a su hermana Jun de 15 años.

.

Calma chicos jijiji –

.

Además ahorita echamos un partido para que liberemos energía – dijo Hao desafiante.

.

Horo se apuró a comer más rápido y Ren sólo hizo una sonrisa del deleite que le producía limar asperezas de esa forma.

.

Los chicos terminaron sus respectivos almuerzos. Manta se disculpó para ir a leer a la biblioteca como siempre hacía lo que le quedaba de tiempo del descanso. Los chicos jugaron en dúo, y aunque Yho insistió en que prefería dormir fue obligado a participar del juego junto a su hermano. Los equipo quedaron entonces así, Horo con Ren y Hao con Yho que aunque cualquiera hubiera preferido a otra persona al ver a Yho, Hao y sus amigos sabían que Yho era muy hábil en ese juego.

.

Tamao sólo se sentó en el árbol donde podía verlos jugar. Hicieron varios partidos y cambiaron parejas en varios de ellos.

.

Sonó de nuevo la campanada dando por terminado el descanso.

.

¡Oh no! – exclamó Horo quejándose que el tiempo que habían jugado fuera tan corto.

.

Nos vemos en salón – dijo Yho partiendo de nuevo con Tamao.

.

Y así pasó en tiempo hasta la salida. Yho fue despertado por la campanada que anunciaba el término de las clases, mientras Horo y Hao discutían sobre las jugadas que habían hecho durante el partido. Todos caminaban hasta la salida.

.

En la salida de la escuela se encontraban dos automóviles. Una limosina negra larga y elegante y un Mercedes blanco imponente. Ren se despidió alzando su mano hacia sus amigos y entró en la limosina negra.

.

¡Chao chicas! – una peli verde se despedía animadamente de n grupo de chicas de la sede de lado - ¡Hola chicos! – saludó al grupo de amigos de Ren y entró a la limosina negra.

.

La hermana de Ren sí que es bonita – decía Horo saludando tontamente hacia la limosina que ya había partido.

.

Manta se despidió de todos e ingresó al Mercedes blanco.

.

Del grupo de chicas que la hermana de Ren se había despedido, se encontraba una peli azul que se acercó al grupo de chicos.

.

Hola, hermano –

.

Hola Pilika – dijo Horo aburrido mientras comenzaba a caminar.

.

¡Espérame! ¡Qué maleducado eres! –

.

Tú sólo quieres ver a mis amigos - provocando un sonrojo en la peli azul – menos mal ya Ren se fue si no me hubieras causado una vergüenza mayor.

.

¡Chao! – dijo Hao mientras corría de nuevo a alcanzar a la rubia.

.

Jijiji bueno Tamao parece que quedamos tú y yo de nuevo – dijo colocando una mano en la cabeza de Tamao – vamos a casa.

.

S-sí – dijo Tama con una sonrisa y sus mejillas coloradas.

.

El sol ya estaba cayendo. El cielo llevaba tonalidades moradas, naranjas y amarillas. La luz iluminaba de nuevo débilmente a Tamao y Yho quienes partían de nuevo a la pensión.


Fín del cap.!!!

Jejejeje XD… se me ocurrió la idea de este fic algo loco en el que Tamao primero fuera chico y después fuera toda una mujer! No es yaoi… yo sé que él título paraciera la transformación de un chico CHICO mujer XD pero no!… jejeje…

¿Ren se enamorará de Tamao siendo chico? Bueno… aún no lo sé jejejeje XD… nos leemos… y no olviden dejar reviews para saber que piensan y a ver si me ayudan porque me metí en el cuento del basquetbol y yo de ese juego tengo poca idea T-T jejeje chauuu…

No! esperen! antes de irme… dejo una nota a quienes estan leyendo mi otro fic "Batalla por un corazón".. y sorry por no actualizar aun pero es que tuve un problema con el compu donde estaba el cap siguiente… entonces estoy esperando a arreglarlo para poder publicar… pero lo continuaré!

Ahora sí chauu!