Nota: Bien... la idea de mezclar el universo de Hetalia con el mágico mundo de Hogwarts NO es original mía. Pueden encontrar MUCHOS fics de ello. Pero cualquier semejanza que veas entre mi historia y la de otros autores ¡Es mera coincidencia! La inspiración ha venido después de leer los libros y ver las películas de la maravillosa saga de Harry Potter.

Disclaimer 1: Hetalia (Axis Powers, World Series y Beautiful World) no son de mi propiedad intelectual. Pertenecen a Hidekaz Himaruya, y no es mi intención lucrar con su creación. Este fanfic solo tiene propósitos recreativos para quien lo escribe y para quienes lo leen.

Disclaimer 2: La saga "Harry Potter" (y los 7 libros que la componen, llevadas a la pantalla grande en 8 películas) no es de mi propiedad intelectual. Pertenece a la escritora británica J. K. Rowling, y mi intención no es apoderarme de su obra, sino inspirarme en ella para crear una historia divertida que los lectores y su autora puedan disfrutar.

Disclaimer 3: A su debido tiempo, aparecerán algunos OC ("Original Characters"/"Personajes Originales"). Daré los créditos a sus respectivos autores ;3


Dedicado a todos
los que seguimos
esperando nuestra carta
para asistir a Hogwarts.


.:~Hetalia Meets Hogwarts~:.

.:I:.

"El Correo de los Domingos"

¿Cuántos niños que se ponen contentos cuando las vacaciones de verano están finalizando conocen? De seguro ninguno, o tal vez muy pocos.

Pues nuestra historia comienza con uno de ellos.

Con once años ya cumplidos y la escuela primaria aprobada exitosamente, el pasado mes de Julio Peter Kirkland se había despedido de la mayoría de su grupo de amigos, y varios de ellos le manifestaron su sincero deseo de poder reencontrarse en la secundaria donde sus padres fuesen a inscribirlo.

Oh, pero Peter sabía que a él le deparaba un destino muchísimo mejor que una escuela secundaria común y corriente.

Y por eso, es que estaba tan ansioso de que el último mes de sus vacaciones de verano pasaran más rápido que nunca.

Era domingo por la mañana, y Peter, como de costumbre, después de haber padecido un terrible insomnio la noche anterior, durmió a saltos y madrugó. Aún con su pijama celeste estampada con dibujos relativos a la marina, bajó a hurtadillas la escalera para ir a la cocina, preparar algo de chocolate caliente, y luego sentarse en el sillón principal de la sala de estar. Había encendido la televisión a un volumen moderado.

Pero su atención no estaba fija en el capítulo de Power Rangers de ese día. No.

Sino en la entrada principal de la casa.

No supo cuándo su hermano mayor, Arthur, se había levantado. Bajó la escalera también con el pijama puesto, y una bata de tela escocesa encima. Cuando reparó en la presencia de su pequeño hermano, soltó un bufido de exasperación que lo sacó de su concentración.

— Peter… sabes que NO hay correo los días domingo…

— ¿Cómo estás tan seguro? — preguntó ofendido, desatendiendo por un momento su taza medio llena de chocolate. Tenía un simpático bigote café y azucarado sobre el labio superior.

— ¡Porque nunca antes ha llegado una carta a ningún futuro estudiante el día domingo, por amor al cielo! — reprendió sin estar furioso. Solo con cierta impaciencia.

— Pero son una escuela de prestigio ¿En serio solo un mes para conseguir todo lo que necesito para mi primer año…?

— Oye, entiendo tu apuro. Créeme que todos pasamos por lo mismo. Alan, Patrick, Dylan, Liam[1], yo mismo… incluso tus primos: Kyle, Nathaniel, Alfred y Marco.

— "Matthew" — corrigió el pequeño.

— Si, él mismo. Y seguro Amber también está muy ansiosa. A lo que voy, Peter, es que tu carta llegará pronto, pero no hoy, porque no hay correo los domin- … HOLY SHIT…!

Los hermanos voltearon hacia la una de las ventanas del salón principal de la casa, donde el fuerte ruido del impacto de un cuerpo golpeándose contra el cristal los había hecho sobresaltarse.

Era una lechuza marrón.

Una lechuza marrón… con una carta atada a una de sus patas.

Y la lechuza marrón con una carta atada a una de sus patas había caído al césped tras darse de lleno contra el cristal de la ventana.

— ¿No se habrá hecho daño, Arthur? — inquirió muy preocupado Peter.

— No lo sé… ¡Voy a ver!

— ¡Voy contigo!

En cuanto el mayor abrió la puerta, la lechuza marrón estaba allí, parada sobre el tapete que rezaba "WELCOME", arrastrando la carta. Sus grandes ojos amarillos estaban un poco desenfocados, tal vez producto del mareo que le había significado el golpe. Ululó en lo que parecía una especie de saludo, y tras batir un poco las alas, se alzó hasta la altura de la cara de Peter, que retrocedió un poco asustado. Arthur ofreció al ave su brazo para que se posara, mientras con la otra mano desataba el nudo que aseguraba el voluminoso sobre sellado con cera.

Señor P. Kirkland
Sala de estar, frente la televisión
Whitechapel, Tower Hamlets
Londres

En cuanto reparó en la inscripción en la parte posterior del sobre, Peter dio un grito de júbilo.

— ¡Arthur, Arthur! ¡Es mi carta! ¡Arthur, llegó mi carta para ir a Hogwarts…!


.:II:.

"La Letra Esmeralda"

Pulcra caligrafía manuscrita en tinta verde sobre hoja de pergamino. Era eso lo que había dentro del sobre. Cuando Amber tuvo el sobre en sus manos, y rompió el sello de cera, extrajo la carta y la desdobló con cuidado. Mientras tanto, su hermano Kyle se dedicaba a jugar con la lechuza –café oscuro jaspeada de negro- que había llegado a su casa.

— ¿Qué dice, Amber?

— Nathaniel… tú ya sabes qué dice. Recibiste la tuya hace tres años…

— ¡Oh, pero léela en voz alta! Queremos compartir tu emoción.

Apenada, la niña comenzó a leer.

"Querida señorita Kirkland:

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de Septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio…"

Antes de poder leer la última línea, donde firmaba el remitente, Nathaniel estrechó a Amber en un fortísimo abrazo.

— ¡Felicidades…! ¡Ingresarás a Hogwarts!

— ¡Nathaniel…!— protestó la niña, sonrosada por la vergüenza. En eso, Kyle, que ya había mimado lo suficiente a la lechuza mensajera, abrazó a sus dos hermanos y los levantó, girando con ellos.

— ¡Serás la más linda brujita de todo el colegio! ¡Estoy tan feliz por ti! Oh, vamos, Nathaniel, digámosle a mamá y papá que tenemos que ir al Callejón Diagon para conseguir los materiales que le piden en la lista.

— ¡Pero antes, Kyle, creo que esto merece una celebración! ¿Qué dices si les decimos también que hoy preparemos una cena especial, y dejamos lo del callejón para el fin de semana? — propuso Nathaniel.

— ¡Buena idea, buena idea! Y bien, Amber ¿Qué vas a querer para cenar? ¿Una pizza? ¿Helado de postre? ¿Un pastel…?— enumeraba ansioso el mayor de los hermanos.

— ¡Ay, siento que voy a estallar! — protestó la menor, ahogada por el abrazo.


.:III:.

"Nacida de Muggles"

Había niños que desde antes de recibir su carta de anuncio de parte del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería sabían que cabía una enorme posibilidad de que fuesen solicitados para formar parte de su cuerpo de alumnos, y es que en sus casos, ya había antecedentes mágicos en sus familias por parte de sus padres y hermanos mayores –algunas veces sus capacidades sobrehumanas se manifestaban accidentalmente antes de tiempo-, por lo que lo que hubiese sido una sorpresa era no haber recibido la misiva al cumplir los once años.

Pero había quienes desconocían por completo la realidad, y reservaban el tema de la magia solo para sus más locas ensoñaciones. Como Michelle[2].

Michelle era una niña común y corriente, descendiente de una humilde familia común y corriente, que hasta una mañana de Julio llevaba una vida… común y corriente. Ya había terminado la primaria con un promedio de notas con el cual se sentía conforme –a pesar de no figurar entre las diez primeras de la clase-, y ese verano, se disponía a pasarla en grande antes de tener que regresar a las aulas con la molestia normal que expresan los muchachos de su edad al hacerlo.

No se imaginaba que tan solo una lechuza mensajera podría cambiar su suerte de manera espectacular…

— ¡MAMA~!— chilló, cuando hubo releído por lo menos doce veces la carta escrita en tinta esmeralda — ¡MAMÁ~!

— ¡Querida, es muy temprano para estar gritando! — le reprendió su madre, saliendo con su bata de baño después de haberse duchado. Iba secándose el pelo, caminando en dirección a su única hija — ¿Qué sucede…?

En cuanto apreció de más cerca el pergamino escrito que había en manos de Michelle, y a la lechuza que en ese instante voló desde el marco de la ventana abierta, la mujer se fue de espaldas por la sorpresa, cayendo al suelo sentada.

— ¡Cielo, cielito mío! ¡HOMBRE, BAJA Y VEN A VER ESTO! — llamó la mujer a su marido, que tras unos minutos de ausencia, hizo su aparición desde su habitación despeinado, legañoso, y con el pijama arrugado.

— ¿… qué…?— bostezó.

— ¡Mira mira! ¡A Michelle le ha llegado una carta…!

— ¡Oh…!— gimió, acercándose a Michelle, mirando por sobre su hombro. Leyó lo que estaba escrito. Y lo leyó por segunda vez, solo para asegurarse de que no se lo había imaginado.

Luego, miró a su mujer.

— P-pero… tú y yo… ¡¿Cómo?!

— ¡Tal vez los genes se saltaron de mi madre a nuestra hija!

— ¡Cierto, tu madre es una bruja! ¡Por poco lo olvidaba!

— ¿Bruja? ¿Entonces…?— la inquisitiva mirada de Michelle pasaba de su madre a su padre, exigiendo respuestas. Tras colocarse de pie, la mujer abrazó a su hija. No con felicidad. Más bien como un consuelo.

— Mi pequeña… mi pequeñita… tesorito mío…

— Mamá… ¿Qué pasa?

— Michelle… tu madre y yo pensamos que esto jamás iba a ocurrir. Existen en nuestra familia antecedentes de mujeres y hombres relacionados con la magia, pero nosotros… no lo heredamos. Y pensamos que tú tampoco lo harías…— explicó el padre, apesadumbrado, aunque a Michelle le pareció que se lo había tomado de mejor manera que su madre.

A menos que él fuese la mente maestra detrás de una buena broma, y su madre una excelente actriz…

—… pero ahora… sabemos que no importa que hayas nacido de muggles

— ¿Muggles?

— Heredaste de tu abuela el ser parte bruja. Y te quieren educar como hicieron con ella— avisó el hombre, sumándose al desconsolado abrazo a su hija — ¡Mi princesa es una bruja!

— ¿Las brujas existen…? ¿Van a la escuela? ¿Una escuela que les enseña a ser aún más brujas? — la cabeza de Michelle estaba llena de preguntas — Pero… ¡No entiendo! ¡Toda mi vida pensé que las brujas solo vivían en los cuentos de hadas! Y son malas personas… ¡Yo no soy mala persona!

— Te llevaremos con la abuela para que hablen de igual a igual. Tal vez ella pueda ilustrarte un poco más al respecto que nosotros— dijo la madre, soltando por fin a la jovencita — Y podrás tomar tu decisión de si quieres ir a este colegio, o… seguir en una secundaria convencional en el mundo muggle.

— ¿Qué son los muggles? — sonaba como el nombre de una caricatura.

— Es como los brujos llaman a la gente sin habilidades mágicas. Gente como nosotros. Creímos que tú también serías una, por eso jamás te mencionamos nada ¡Pero ahora mereces saberlo todo! ¡Vamos, a bañarse y vestirse, que iremos cuanto antes donde la bruja de tu abuela!

Michelle nunca se había sentido tan confundida.

Tal vez estaba soñando.

… Aunque a decir verdad…

… no le disgustaba para nada la idea de asistir a un colegio de magia.

Debería de agradecerse después a su abuela, cuando estuviesen hablando de bruja a brujita.


Notas:

[1] Nombres humanos para los hermanos mayores y primos de Peter y Arthur:
Escocia: Alan [Egresado]
Gales: Dylan [Egresado]
Irlanda: Patrick [7° Año]
Irlanda del Norte: Liam [6° Año]
Australia: Kyle [4° Año]
Nueva Zelanda: Nathaniel [3° Año]
Wy: Amber [1° Año]
[2] Nombre humano para Seychelles: Michelle [1° Año]


Notas de la Autora:

¿Qué tal, fanáticos de Hetalia? ¡Nos encontramos otra vez!

En esta oportunidad, permítanme tratar de complacerlos con este nuevo fanfic, que como bien habrán podido observar, se trata de un crossover entre Hetalia y Harry Potter. Los personajes de la serie inician un nuevo año en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, la prestigiosa escuela de magos en Escocia, al Norte del Reino Unido ¡Y qué mejor forma de internarnos en sus emocionantes aventuras mágicas que recibiendo con los brazos abiertos a algunos de los futuros aprendices de magos y brujas! (En el futuro, conoceremos las identidades de algunos más).

Bueno, quisiera decir en mi defensa(?) que este fanfic no pretende ser una adaptación de la compleja trama de los libros y películas. Se podría decir que está ambientada años después de terminada la Guerra Mágica, cuando ya el dilema con los magos oscuros no es tan fuerte. Pretendo hacer una historia ligera, casi al estilo Gakuen Hetalia, rozando en lo que llamamos "Fluff" (un argumento sencillo y cómico, sin demasiada complejidad).

Desde ya, las casillas están abiertas para todo aquel que desee hacer peticiones, sugerencias, reclamos o manifestar su opinión. Cualquier muestra de apoyo será bien recibida y correspondida por su servidora, quien gustosa les escribe.

Sin más que añadir: ¡Espero que les guste!

¡Nos leemos!