Inazuma Eleven GO y sus personajes no me pertenecen, esta historia esta creada por una fan y para fans.
NARRADOR (ALLARA)
Supongo que lo normal en estos momentos, sería decir adiós o quizá simplemente dar unos abrazos de despedida. Eso sería lo normal, pero no lo iba a hacer. Después de todo, yo ya no puedo pensar así. Aunque quizá antes si que podía y yo misma cambié cuando el mundo lo hizo. Pero no debéis de estar enterándoos de nada, ¿verdad? Os estaréis preguntando que tiene que ver esta historia con esos jugadores de fútbol que tanto os gustan. Tenéis que saber que esta historia posiblemente marcará un cambio en vuestra forma de pensar y ver las cosas. Mi nombre es Allara, pero mejor comencemos desde el principio.
Situaros en vuestro mundo, el real, pero dentro de unos veinte años. La tecnología ha avanzado hasta tal punto que aunque los malditos coches voladores sigan sin estar a la venta para todo el mundo, sí que son posibles cosas cómo la tele-transportación en pequeñas distancias. Vamos, que las cosas han mejorado bastante. Sin embargo, esas son cosas que no deberían influir en nuestra historia, puesto que lo importante es que hace poco se termino la construcción de una nueva máquina capaz de hacer que tu mente, no tu cuerpo real, entre dentro de un mundo de anime. Hasta ahora, existen tres iguales, las tres creadas en Japón. Japón envió una a Europa y otra a América, quedándose ellos mismos con la restante. Para que se entienda bien, la maquina tele-transporta tu mente a un cuerpo ficticio dentro de ese anime al que quieres ir, pero no todo es tan bueno como parece.
Primero, esto tiene un tiempo limitado de cinco años. Da igual como utilices ese tiempo, pero será lo equivalente a cinco años. Segundo, ya que solo hay tres maquinas, cada continente elegirá a una persona para hacer de prueba. Estas personas se elegirán con estas dos condiciones. Que sean personas sanas y tengan autorización de sus familiares. Y que tengan un conocimiento sobre el mundo al que van a tele transportarse. Simple, ¿cierto? Tercero, no podrás hablar con las personas de ese mundo ficticio de cosas del mundo real, ni descubrir cuál es tu verdadera identidad. Eso es todo.
Yo hasta hace solo una semana era como cualquier otra niña adolescente, bueno igual que cualquiera no. Se podría decir que soy una fanática del anime, pero sin exagerar. El caso es que hace una semana, llego un correo a mi casa. Consecuencia de que mis padres mandaron mis datos a modo de sorpresa a la empresa que tiene el poder de una de las máquinas de las que os acabo de hablar. ¿Adivináis? Sí, me tocó a mí. Todos estábamos muy contentos, hasta que llegó el día anterior a hacer la prueba y fuimos a hablar con estas personas. Nos contaron que lo que realmente tendría que hacer era observar y entablar conversación con estos personajes, para demostrarle al mundo y las personas que odian esta nueva máquina, que las relaciones entre personas reales y ficticias son posibles. Eso era todo para mí, también dijerkn algo sobre podrer vivir allí en un futuro, pero no le di mucha demasiado animad, totalmentr locontrario a mis padres. Supongo que os imaginareis las razones de odio a esta máquina, por algunos padres sobre todo.
Y como no, mis padres no vieron bien la parte de estar cinco años en estado de sueño. Fácil, tu cuerpo descansaría en una sala de la empresa monitorizada y te alimentarían y asearían maquinas durante cinco años, el tiempo que tendría que estar en ese mundo.
No sé a vosotros, pero a mí esa situación me daba bastante miedo.
Mis padres estaban a punto de rechazar la oferta, incluso sabiendo que sería gratuito y que no influiría en mis estudios. Ya que podría estudiar en el mundo al que mi mente se tele-transportaría. Entonces, me dijeron algo que no pude pasar por alto.
"Te dejaremos ir al mundo que desees, para que puedas demostrar junto a tus personajes favoritos, que podrás vivir y entablar una relación tan fuerte como la humana en cinco años."
Y eso fue todo chicos y chicas. Supliqué mil veces, pero mis padres estaban decididos a no dejarme hacerlo, con la simple oración de…
"Lo irreal y lo creado, nunca podrá ser real."
No puede convencer a mi familia de que me dejasen hacerlo, así que decidí falsificar sus autorizaciones, para poder ser un sujeto de prueba de este experimento. Por favor, no creáis que lo hice solo por diversión. Quería demostrarle a todo el mundo que las relaciones con personas irreales e inventadas eran posibles, aunque toda mi vida me hayan dicho lo contrario.
Esto lo hago por todos aquellos a los que siempre os hayan dicho, es irreal, no existen, no pueden transmitirte ningún sentimiento o nunca podrás conocerlos…
Me dejaron tumbada en una sala con paredes blancas y una ventana sin cortinas a mi derecha. La sala era bastante pequeña, lo justa para que hubiese una cama en medio de ella y se pudiese rodear a pie. Delante de la cama un gran cristal desde donde me podrían ver y un montón de cables y maquinas a mi alrededor. Aún pensando en lo peor y sudándome las manos me armé de valor e hice caso a todo lo que las personas me decían. Me explicaron como en teoría podría oírles desde ese mundo, como si fuesen un eco, pero también podría tener mis treinta minutos de intimidad diarios. Repito, en teoría.
Me di unas vueltas por la habitación, hasta que por fin estuvo todo listo. La señora que me estaba atendiendo me dijo que cerrara los ojos y que me relajase y así lo hice. Oí sus pasos mientras se alejaba y el ruido que la puerta hizo al abrirse.
"¿Unas últimas palabras? Por si acaso…" Eso no me ayudo mucho, la verdad. Estaba sola allí, mi familia no vendría y no conocía a nadie. No creo que adiós fuese lo más indicado, así que resumí toda mi determinación en dos palabras.
"Lo demostraré." Pude escuchar como cerró la puerta y todo se volvió negro.
Y hasta aquí el primer capítulo. Pronto empezarán a salir los personajes de Inazuma Eleven Go que todos conocemos y habrá bastantes conflictos, partidos y demás. Podéis estar tranquilos, aunque me gustaría saber vuestra opinión sobre la historia. Lo haré lo más entretenido posible y si queréis alguna pareja en especial por favor decírmelo.
