Los personajes de Naruto NO me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.
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"Camino de Rosas"
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Mi llegada al mundo no fue la mejor, no llegué entre vítores y una cuna de oro a mi espera, llegué entre el dolor, sangre y muerte, el peligro de la destrucción.
Tú en cambio, llegaste entre aclamaciones, alegría, esperanza y lo mejor, pero a pesar de ñas diferencias entre nuestras llegadas, tuvimos la misma infancia, dura, triste y cruel.
Una infancia solitaria.
Yo me llené de travesuras y sonrisas vacias, miedo y desprecio, llenando de lágrimas mi rostro en una habitación oscura y fría, una habitación sin vida.
Tú en cambio, te rodeaste de miedo, temor, lágrimas y el desprecio de tu propia familia, en una habitación grande, iluminada pero igual de solitaria que la mía.
Fuimos dos personas en diferentes circunstancias, pero con el mismo dolor.
Crecimos en la misma academia, tú mirando a mi espalda y yo añorando un poco de atención y quizá algo de amor, nos alejamos mas adelante, pero jamás nos separamos, seguimos unidos por algo que va mas allá del destino.
Conectados con el corazón sin siquiera saberlo.
Fui ciego durante mucho tiempo, aclamé el amor donde sólo había desprecio, y sin querer, desprecir el lugar dónde estaba el verdadero amor, sin embargo esperaste por mi.
Caminé descalzo por el balle de las espinas, lo crucé de lado a lado una y otra vez, todo hasta que finalmente te encontré en la salida de la desesperación.
Estabas allí de pie, tan hermosa con el corazón en las manos, el corazón que yo mismo y sin notarlo había curado, sonreias con ternura mientras tomabas mi mano.
Me sacaste del dolor, la tristeza y el olvido, removiste las espinas y me llevaste de la mano por el sendero pedregoso, tuve que esperar por el terror de casi perderte para descubrir que quería caminar contigo.
Te tomé con fuerza de la mano y te regresé a mi lado, limpiaste mis lágrimas y sanaste mis heridas, con tus besos recreaste mi camino y emprendimos el viaje por el mas hermoso camino de rosas, el mismo que labramos a cada paso con nuestras manos, y en el transcurso de ese camimo, me diste dos hermosos hijos, las flores mas hermosas de nuestro jardín, las aves que vuelan a nuestro paso.
Tengo miedo y no lo niego, miedo de regresar a las espinas, pero se que si voy de tu mano, jamás me volveré a perder.
No tuvimos el comienzo perfecto, tampoco tuvimos el final feliz, a cambio de eso, disfrutamos de un cálido "continuará" que, al igual que tu mano, jamás me arriesgaré a soltar, mi amada Hinata-chan.
