CAPÍTULO 01

Es un hermoso día soleado, la colina de Ponny se viste de verde, miles de florecillas silvestres aportan alegría al panorama. Candy en la cima, observa el paisaje frente de si, siente como la briza la envuelve y acaricia, haciendo revolotear sus rizos en una suave danza, entre sus manos sostiene un sombrero de paja con listones rojos de seda que combina con los de su cabello, alza su mirada al cielo, cierra los ojos para sentir los rayos del sol bañar su rostro, esperando que este le proporcione un calor que siente perdido desde hace un par de meses, un largo suspiro sale desde el fondo de su pecho, haciendo volar sus pensamientos más allá de donde se encuentra en este preciso instante, junto a esa persona que extraña terriblemente, ya hace tres meses y medio que no sabe de él, y siente el dolor de la pérdida tan latente como si lo estuviese viviendo nuevamente.

Por su mente pasan escenas, como cuando lo vió de espaldas en el Mauritania; entrando estrepitosamente en la iglesia colgando de su hombro el saco de vestir negro, incomodar a la madre superiora y lanzarle una mirada traviesa; atacar a Neil y sus amigos para defenderla; el sonar de una melodía mientras está recostada en el césped; unos brazos que la rodean firmemente mientras los dos bailan; sentados al calor de una chimenea mientras afuera cae la lluvia; la bofetada que le propinó por atreverse a besarla; Chicago, corriendo tras un tren para poder verlo; el corto paseo en coche por Nueva York; tropezar torpemente y caer al suelo entre sus piernas en el apartamento; una mirada de pena mientras carga como castigo el cuerpo de otra mujer mientras la nieve empieza a caer insistentemente; escuchar sus pasos tras de sí hasta sentirse prisionera de sus brazos, temblar por miedo a alejarse de él; su mano cálida, firme, que le levanta el mentón para que le vea a los ojos y esa voz grave y varonil decirle "Acaso vas a declararme tu amor pequeña pecosa?"... un nudo empieza a crecer en su garganta, quiere alzar la voz tan fuerte para que él sea capaz de escucharla decir "ESTOY AQUÍ!", sus ojos empiezan a humedecerse, una lágrima quiere salir.

Su ausencia en los escenarios fue una gran noticia, los periódicos no sabían dar las razones exactas de su salida de la obra de Romeo y Julieta, después de haber realizado una presentación magnifica el día del estreno, su paradero era desconocido, aunque de vez en cuando decían reconocer su personaje en una que otra ciudad lejos de Nueva York... Rumores maliciosos de un supuesto engaño, logrando que una boda penda de un hilo, acaso había una tercera persona?... ya son casi tres semanas que las funciones de Romeo y Julieta por todo el país habían terminado, incluso existen rumores de que la compañía Stratford viaje a Europa, para hacer unas presentaciones especiales, incluso a las tropas de soldados Americanos que han viajado voluntariamente para participar de la guerra... La guerra, que en un año ha desolado cientos de pueblos, cegado miles de vidas de hombres, como la de Stear, nuestro querido Alistear Corwell, que se encuentra ahora junto a su querido amigo Anthony, oh querido Anthony!...

Candy cavilaba sobre estos pensamientos, cuando escucho que se acercaban a ella, el sonido de una gaita empezó a llenar el lugar, se gira para localizar de donde proviene el barullo, es entonces cuando puede distinguir a un esbelto joven rubio, vestido que su traje típico escocés; como cegada por una revelación comprende que esa misma escena la había experimentado años atrás, logrando identificar finalmente quién es el famoso "Príncipe de la Colina" que había permanecido en su recuerdo todo este tiempo, no fue Anthony, en realidad es Albert, atónita ante tal imagen su corazón late intensamente dentro de su pecho, queriendo salir desbocado, maravillada por tal revelación - "Siempre he estado cerca de mi Príncipe" - dijo para ella misma; y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro, dedicándole una mirada llena de ternura a su querido Albert; quien ahora se encuentra rodeado de los niños del orfanato

Ahora se encuentra junto con sus seres queridos, Albert, Annie, Archie, la señorita Ponny y la hermana María, Tom, Jimmy y todos los niños del Hogar de Ponny. Los alimentos se ven deliciosos, han sido preparados con mucho cariño; las risas inundan el lugar, llenando de alegría los corazones de las madres; están agradecidas con el señor Albert por haber cancelado el matrimonio de Candy con Neil Legan, sabían de sobra que el corazón de su pequeña aún no se ha recuperado, aunque en esos momentos la viesen disfrutar de la compañía de todos, en su mirada esconde una gran tristeza, eso para ellas no es difícil de adivinar, pues conocen bien a la rubia y la intenta animar.
Sentada en un extremo de la mesa, Candy cogía su sombrero y lo utilizaba como abanico, se sentía agobiada, agradecía las atenciones de sus amigos, lamentaba hacerles preocupar, pero lo que realmente deseaba era estar sola. En su cabeza aún rodaban las palabras que había leído de la revista que le dio su hermana

TERREUCE G. GRANDCHESTER
UN JOVEN DON DEL GRUPO STRATFORD.
REGRESA A LOS ESCENARIOS EL GRAN TALENTOSO TERREUCE GRANDCHESTER, DESPUÉS DE ESTAR UNA TEMPORADA LEJOS DE LOS ESCENARIOS. REGRESA AHORA CON MAS INTENSIDAD A LAS TABLAS, PREPARA SU PERSONAJE PARA PARTICIPAR DE LA PROXIMA TEMPORADA, SUS SEGUIDORES TIENEN GRANDES EXPECTATIVAS, DESPUÉS DE HABERLO EXTRAÑADO EN LA GIRA DE LA OBRA ROMEO Y JULIETA... HABRÁ CAMPANAS DE BODAS ESTA VEZ?!

Terry ha vuelto al grupo Stratford, Terry ha vuelto con Susana - cavila la rubia - ahora él podrá cumplir su promesa,... ahora será ella quien disfrute de la compañía de Terry, se casaran y vivirán juntos... vivirá la vida que yo había soñado tener con él... no entiendo cómo pudieron llegar las cosas a este punto! Pensé que me buscaría, en verdad le fue tan fácil olvidar nuestro amor?...

Hna. M - Candy, podrías traer la tarta? - le decía la hermana María, logrando sacarla de sus pensamientos - es el momento del postre!

Ca - Claro que sí hermana María, permítame... - y en seguida se dirigió al interior de la casa, siguió por el pasillo hasta llegar a la cocina, donde reposaba una hermosa tarta de manzana y nueces, hecha por la señorita Ponny, para agradar a su querida Candy - Muy bien, aquí está la tarta... no Miena! Esta tarta no es para ti! - decía mientras intentaba que la perra no cogiese la porción que estaba colocando en el plato, pero no pudo evitar que Clim cogiese otro trozo y saliera corriendo - noo Clim! - y echaron todos a reír... soltó un suspiro y siguió cortando las porciones

Hna. M - Permíteme que te ayude - dijo poniéndose en pie la hermana María

Ca - Muchas gracias hermana!... Ohh cuánto lo siento! - pedía disculpas a la vez, ya que al ofrecerle un plato para que pudiese repartir, el florero que estaba en la mesa con las dulces Candy, se desparramaba vertiendo el agua y tirando las flores, haciendo que el corazón de la joven se sobresaltara incomprensiblemente

Al - No te preocupes! Yo las recojo pequeña - decía Albert mientras levantaba el recipiente volviendo a poner las rosas en su sitio

Hna. M - Candy estas bien?!

Ca - S.. si, si hermana María.
Aunque la monja no se convenció por completo no insistió más y terminaron de repartir el postre, una nostalgia se apoderó de los presentes, no entendían cómo pudo pasar, qué significaría que las flores se cayeran?
La señorita Ponny temiendo que el ánimo de todos decayera, se pone en pie y les dice

Srta. Po - propón un brindis quieres Candy! Te corresponde!

Ca - Muy bien! Propongo un brindis a las muchas personas que me han ayudado y alentado! Brindemos! - dijo y alzó su vaso

A SU SALUD! - Respondieron todos, levantándose para brindar, mirándose y sonriendo, tornando así el buen ánimo perdido en todos.

Los más pequeños se levantaron y se dispusieron a jugar, mientras que los más grandes se disponían a recoger la mesa, Archie y Annie se ofrecieron a lavar los platos; Albert ayuda junto con Tom a regresar los muebles al interior de la casa. En el pequeño salón se encontraba Candy guardando los cubiertos en el gran mueble de madera, el cual almacenaban ordenadamente toda la cubertería de la casa; haciendo las cosas de manera automática mientras que por su mente se volvía a desarrollar esa imagen dolorosa...
Corriendo, bajaba los escalones desesperadamente, huyendo de él! Podía sentir sus pasos que la podían alcanzar en cualquier momento, la situación, aparte de incómoda, era dolorosa, no entendía como Terry no fue capaz de contarle todo lo que había pasado, si por un momento pensó que podía estar cerca de él, todo se vino abajo cuando lo vió aparecer en la azotea, su rostro que denotaba preocupación se quedó inexpresivo al descubrirla en ese lugar, esos ojos azules se oscurecieron y tornaron tristes de dolor, él aceptaba y asumía la carga que representaba Susana en su vida, acaso era un sueño? Con la de personas en el lugar y solo era capaz de agachar la cabeza y obedecer la voz femenina déspota que le ordenaba en ese momento... no reconocía a ese hombre frente a ella

Te - Candy! Candy no quiero dejarte ir!

Ca - Terry yo lo sient...! -

Te - No digas nada! Déjame quedarme así un momento!

Ca - Yo... - [oh! Terry! Terry está llorando, su rostro se apega a mi cuello, siento caer sus lágrimas, traspasan mi piel llegando hasta mi corazón haciéndolo arder de dolor y desmoronarse a trozos, sus brazos me aprisionan! Oh Terry por favor no me sueltes! Por qué?... su abrazo se está aflojando, ahora sus manos están en mis hombros! No Terry! Por favor! no me sueltes de tu prisión, donde está tu coraje?]

Te - Quiero que seas feliz! Prométemelo Candy! Prométemelo!

Ca - Tú también Terry! - [¿te rindes? no puedo volver y ver su rostro, está soltando su agarre, está listo para dejarme ir! Puede ser tan fácil dejarme partir? Pensé que después de todo, quizás querrías luchar por mí...]

Su mirada se turba, la mandíbula se tensa, estruja con fuerza la bandeja que sostiene en su mano, mientras siente un enojo brotar por sus poros!

Ar - Candy! Estás lista para marcharnos?! - decía Archie entrando en la estancia donde se encontraba la rubia

Ca - Eh ... si, vamos!

Colocó la bandeja en el estante superior, cerró la vidriera del mueble y se dirigió a la puerta donde le esperaba el castaño, ambos caminaron en dirección a la salida, donde ya todos los esperaban para despedirse. Entre bendiciones, risas, besos y abrazos se despedían de los jóvenes Andrew y sus queridas hijas Candy y Annie. Los cuatro subieron al coche con Marcos el chofer que los esperaba, agitando sus manos para despedirse de los chicos, mientras que el vehículo se ponía en marcha.

Al - Candy!... Candy! - la llamaba Albert

Ca - Eh... dime!

Al - Candy, estas bien?

Ca - Si Albert! Por qué?

Al - Sabes que puedes contar conmigo pequeña, pase lo que pase, siempre te apoyaré!

Ca - Oh Albert! - decía cogiéndolo de las manos, mirando de reojo a Archie y Anny, dormían uno al lado del otro profundamente - te lo agradezco, sé que puedo contar contigo para lo que sea, el haber pasado unos días en el Hogar de Ponny me ha sentado muy bien...

Al - Claro que sí pequeña!

Ca - Y lo he pensado mucho, agradezco que me permitas seguir formando parte de la familia Andrew...

Al - Eso no tienes que decirlo, sabes que te quiero como si fueses una hermana en vez de una hija! hahahahahaha - reía dulcemente mientras acariciaba la mano de su pequeña

Ca - Hahahahaha, gracias Albert, pero después de que mañana seas presentado como el cabeza de los Andrew, el famoso Tío Abuelo William Albert Andrew, quisiera regresar a mi trabajo como enfermera!

Al -Estas segura Candy? Sabes que como miembro de los Andrew no hace falta que trabajes..

Ca - No Albert! Siempre me ha gustado hacer las cosas por mí misma, yo no soy una señorita de sociedad que le gusta las tardes de té y vestidos pomposos para fiestas!

Al - Entiendo! Y es por esa razón que siempre te he admirado y a la vez preocupado! - le decía mientras le guiñaba el ojo!

Ca - Lo sé! Y créeme que lamento darte preocupaciones, pero quiero seguir ejerciendo de enfermera, permíteme que pueda hacerlo sin la influencia del apellido Andrew, así podré quedarme en las habitaciones del hospital sin ningún problema

Al - Pero Candy, quieres vivir en el hospital? Entonces no podremos vernos! Y a la tía Elroy le dará un ataque!

Ca - Pero Albert... - el rubio la interrumpió

Al - No Candy, entiendo que quieras tener tu espacio, pero en vez de recluirte en una habitación del hospital donde vayas a trabajar, porque no mejor vives en uno de los apartamentos que tiene la familia en la ciudad, puedo disponer de un chofer para que te lleve y traiga todos los días al trabajo, y una mucama para que se encargue del apartamento y tu cuida...

Ca - No Albert! - le interrumpió la rubia levantando la mano! Luego se la llevó a su mentón en un gesto que le indicaba al rubio que buscaba entre sus ideas... - qué te parece, puedo volver al apartamento que compartíamos tú y yo, no es muy grande y no hará falta que tenga a alguien para que se encargue de la limpieza, podrás ir a visitarme y acompañarme el tiempo que quieras... y com...

Al - Eso quiere decir entonces que me dejaras ponerte dos guardaespaldas, te acompañarán a cualquier lugar, cada vez que salgas o regreses de trabajar, también aceptarás una pensión con la cual cubrir los gastos de alquiler y comida, habrá que remodelarlo pues la tía abuela pondrá el grito en el cielo si lo ve tal como está cuando te llegue a visitar..

Ca - Cómo dices de visitar?!

Al - Si Candy, la tía abuela esta conmovida por tu gran gesto, arriesgaste tu reputación por un don nadie, que no sabía quién era y no tenía donde caer muerto, resultando ser una persona de importante familia, si no fuese por ti, quien sabe que hubiese sido de mí! Te agradezco enormemente por haberme cuidado, con tu amor y paciencia pude recuperar la memoria y volver con mi familia...

Ca - Oh Albert! No tienes por qué agradecerme nada, eres tú quien ha hecho mucho más por mí, no tengo como pagarte todo...

Al - Claro que si Candy, y la tía Elroy también, ella intentará un acercamiento a ti... créeme, pronto lo veras, y debe ser comprensiva con ella, no está acostumbrada a que una mujer viva sola, que trabaje y muchas cosas más, pero tú eres una Andrew, y la persona más importante para mí! Y lo que te ofrezco es lo que te corresponde... además... - dudo un segundo en si debía seguir... -

Ca - Además qué Albert!? Por favor! no me ocultes nada! - le suplicó la rubia

Al - Está bien! Sabes que mañana es el gran día, por fin se hará la presentación oficial como cabeza de los Andrew - carraspea un poco para aclararse la garganta y poder continuar...- tú también serás presentada en sociedad como la hija del tío abuelo William Albert, el gran magnate, por tanto serás una cara conocida, y algunos tendrán la tentación de cortejarte para acceder a tu herencia o hacerte daño para poder pedir dinero por tu vida - y vió como el semblante serio de Candy, palidecía ante estas verdades - por eso pequeña, debo cuidar de ti, y por tu vida, que no te hagan daño, no me lo perdonaría - fijaba su mirada en esos enormes ojos verdes que brillaban ante la evidencia, tenían miedo, por lo cual empezaron a humedecerse -

Ca - Oh Albert! No había caído en cuenta con lo que me estás diciendo!

Al - No temas preciosa, yo cuidaré siempre de ti y no permitiré que nada malo te pase! Créeme!

Ca - Te creo Albert! Y te lo agradezco, está bien, haré como tú dices, para no darte más trabajo.

Al - Te lo agradezco Candy por ser tan compresiva!

Y le dio un abrazo, reconfortante, cálido, tierno... que los envolvió en una nube de ensueño, al cual se dejaron caer, mientras terminaban de llegar a Lakewood. El coche seguía el camino sin mayor contratiempo, mientras que en el interior, los jóvenes descansaban, pero los pensamiento del rubio empezaban a ensombrecerse, como una niebla que se posaba sobre su cabeza, imágenes borrosas se presentaban ante él.

Candy, de pie, con el mismo vestido rosado de esa tarde, con los lazos rojos recogiendo su melena en sus dos coletas distintivas, un viento de oriente soplando un aire pesado, alejando cada vez más la imagen de la rubia, ya no puede distinguir las facciones de su rostro, oye un murmullo pero no lo entiende, sus lazos del cabello se suelta y se van con el viento, ahora la imagen cambia, la piel palidece, sus cabellos se tiran al vuelo, sueltos, cubriendo su rostro, un vestido blanco de algodón, de mangas largas y volante en los puños, un escote cerrado con encaje, ve como ella le extiende la mano, pidiéndole que no la deje ir, cuando intenta extender su mano para alcanzarla una rosa blanca cae sobre esta, la acerca para verla mejor y se da cuenta que es una dulce Candy, al reconocerla, ésta empieza a perder todos sus pétalos que se escapan con la brisa, cuando regresa su vista donde está la mujer, esta se encuentra cada vez más lejos y dulces Candys caen del cielo, siente un vacío apoderarse de sí al tiempo que un escalofrío recorre su espina dorsal.

Abre sus ojos sobresaltado, no es su cuerpo el que se estremece, es todo el coche, Marcos el chofer estaba entrando al terreno de los Andrew, por la entrada que está cerca del portal de piedra, debido que en la principal se encontraban unos cuantos reporteros, a la espera de poder hacer un retrato del magnate antes de su presentación, debido a todo el revuelo que suscitaba un personaje con tanta influencia en todo el país y aún no conocían su rostro, era la sensación del momento, logrando así distraer la atención de las noticias tan terribles que proporcionaba la guerra. - CANDY.. - susurro el joven, mientras la veía descansar plácidamente apoyada en su hombro, se pasó una mano por su melena, queriendo despejar esos extraños pensamientos, mientras fijaba su mirada en la ventanilla del coche... - QUE SIGNIFICA ESTE SUEÑO? POR QUE NO PODÍA VERLE EL ROSTRO A CANDY? ERA REALMENTE ELLA?- Se preguntaba a la vez que la joven a su lado, comenzaba de despertar…

Ca- Mmmm , ya llegamos? - preguntó su acompañante, estirándose perezosamente -

Al- Sí, estamos cerca, pronto nos bajaremos

Ca- Muy bien, entonces voy a despertar a los chicos!... Annie, Archie, despierten, hemos llegado - les decía mientras con sus manos les alcanzó a tocar la rodilla de cada uno, ambos empezaron a despertar, bostezaban y estiraban sus extremidades en la medida que les era posible dentro del automóvil.

An- Mmm que bien! Ya hemos llegado

Ar- ya era hora! Estoy realmente hecho polvo... he agotado todas las reservas de energía corriendo y saltando con los chicos del hogar, no sé cómo le haces Candy!

Al- y que lo digas Archie, creo que todos venimos sin reservas, el día ha sido de lo más placentero pero también agotador!

Ca- ahh por favor! No me sean abuelitos! Si solo habéis estado un día hahahaha, no me imagino si pasarais un fin de semana hahaha - reía abiertamente la rubia en evidente burla de los hombres

An- la única que realmente puede seguir el ritmo sin ningún problema es Candy hahaha, no pareces una dama

Ca- hahaha es que, es más fácil, que andar con esos trajes tan incomodos, - le replico guiñándole un ojo y sacando la lengua, con lo que todos rieron.

Al- bueno señores! Al fin hemos llegado! A descansar, que estos huesos ya no están para tanto trote! - decía el rubio a la vez que abría la portezuela del coche para descender de el, luego le ofrecía la mano a su hija para que fuese más cómodo bajar, acto seguido hacia lo mismo el castaño a su novia.

Ar- pobre abuelo! Se mueve un poco más y ya le empiezan a crujir los huesos - haciendo que con el comentario todos rieran a carcajadas.

En ese momento se abría la puerta de madera maciza de la mansión, dejando ver a un hombre vestido de traje negro, impecable, alto, ojos oscuros y cabellos negros, con un bigote pulcramente perfilado, era George Johnson, el administrador y amigo de la familia Andrew.

Ge- buenas noches, bienvenidos!

BUENAS NOCHES GEORGE! - contestaron los jóvenes, ingresando a la misión-

Al- Hola querido amigo, como están las cosas?

Ge- muy bien señor, su tía tiene todo preparado para mañana, el equipaje ya está listo para salir, ella les espera en la mansión de Chicago, con el interés de que no falte nadie a la gran presentación, y eso va por usted señorita Candy

Ca- Por mí? Pero por qué?

Al- Temía que después del escándalo de Neil y su engaño para que te casaras con él, no quisieras saber nada de ella y rechazaras la invitación para hacer tu presentación en sociedad como la hija de los Andrew

Ca- Entiendo... mmm no es mi intención hacerla sentir mal!

Al- y no lo harás! Te aseguro que ella estará muy contenta con tu presencia.

Ca- muchas gracias Albert, sé que has intervenido mucho por mí con ella, Archie, gracias a ti también, siempre te has esmerado para que me tuviesen en cuenta como parte de la familia

Ar- no tiene que agradecer nada Candy! Siempre serás parte de nuestra familia! Ya verás como la abuela también te querrá en cuanto te conozca

Ge- muy bien, si desean cenar, la mesa está dispuesta, las habitaciones también están acondicionadas para que puedan pasar a refrescarse si así lo desean.

Al- muchas gracias, me parece una buena idea, subiré a mi recamara y refrescaré un poco, si les parece nos vemos en una media hora en el salón, antes de cenar?

SI, CLARO, SI - Le contestaron los chicos, bien avenidos a la propuesta del rubio, empezaron a dirigirse en dirección a las habitaciones, eran las 18.30, aún los rayos del sol bañaban la tarde, cada uno entró en la habitación que se les había asignado, mientras que George terminaba de acompañar al magnate para poder comentar asuntos en mayor privacidad.

En la mansión de los Legan; Elisa daba vueltas en su habitación, aún no encontraba la manera de vengarse de la maldita huérfana, después de que la tía abuela cancelara el compromiso de su hermano con la susodicha, sin mayor explicaciones, tirando por los suelos sus planes, ahora ya no podría hacerle la vida imposible a la estúpida en cuanto se casara con su hermano, sino que tampoco podría echar mano de su herencia, lo peor de todo es que al día siguiente sería presentada ante la sociedad de Chicago como una Andrew, junto al tío abuelo William, mientras que ella, siendo una Legan, no había podido saludarlo todavía, era frustrante! Sentía que le están dando demasiado protagonismo, con lo que se había esmerado por echarla de su casa, ahora como Andrew, no la podría sacar de la familia... a no ser!.. Y en su mirada destelló un brillo de maldad

Eli - Ella solo sería Andrew si es presentada! Maldita sea! No puedo impedirlo, la tía abuela no ha accedido a verme desde hace tres semanas, con la excusa que tiene los preparativos de la presentación del Tío William; y ahora resulta que también la presentarán! Pero por qué?! No entiendo a la Tía! Si ella odia a Candy, seguro el Tío Abuelo la obligó! Pero les aseguro que esa huerfanita tiene los días contados, ella no estará mucho tiempo en sociedad... mamá! Mamaá!

S.L - Que pasa Elisa! Por qué esos gritos?

Eli- Mamá! Tienes que ayudarme, hay que hablar con las familias de Chicago, para hacerles saber quién es Candice White Andrew!

S.L - Que quieres decir hija?

Eli - Pero qué preguntas mamá! Acaso no lo recuerdas! Es una huérfana! Una ladrona, se escapó del Colegio San Pablo por ir detrás de un hombre! Quiso robarle el prometido a Susana Marlon, gracias a ella Stear se alistó en el ejército y por eso murió

S.L - Pero...

Eli - No mamá! De peros nada! Esa mugrosa no puede ser presentada ante la sociedad sin que esta sepa qué tipo de mujerzuela es!

S.B - Elisa, escúchame bien! No puedes actuar de esta manera tan precipitada, entiendo tu rabia y enojo, pero si hacemos algo de lo que tú quieres, quien sale más perjudicada eres tú!

Eli - Pero qué dices mamá?!

S.L - Así como lo oyes Elisa, aunque la desacredites con todas las familias ella será presentada, por tanto cualquier mal comentario relacionado con ella, lo relacionarán contigo, y cualquier buen partido para tu matrimonio, se echará a perder por culpa de esa desgraciada

Eli - Pero mamá!

S.L - Entiende Elisa, ahora es solo un secreto de familia su adopción, no podemos perjudicar el apellido de los Andrew porque nos estaríamos cerrando las puertas nosotras mismas

Eli - Mamá, si no la puedo destruir, hay que deshacerse de ella! - replicó con rabia

S.L - Que tienes pensado hacer?

Eli - No solo va a pagar todas y cada una de las humillaciones que nos ha hecho, sino que deseará no seguir existiendo...

Cerca de la ventana, se encontraba la hermana María, mientras sostenía entre sus manos una taza con chocolate caliente, observa las estrellas y la hermosa luna creciente, cavilando en los sucesos del día, hay algo que la tiene en zozobra, no sabe explicarlo... pero el semblante de Candy cambió mucho antes de empezar la fiesta, parecía que había recobrado su espíritu alegre al venir a pasar unos días a la casa, en su corazón hay heridas, que no ha querido compartirlas con ellas, cuanta confianza a perdido su joven niña a sus madres, por qué se cierra a compartir con ellas que tanto la quieren y la conocen... las flores!... sin duda son las flores, como es posible que se haya caído ese florero, si nadie lo toco? Y desde entonces las flores empezaron a perder los pétalos sin siquiera tocarlas... qué estás perdiendo mi niña?

Ge - Sin duda alguna, la joven Candy es una mujer muy comprensiva, que bueno que no ha sido muy difícil poder convencerla a que viva en uno de los apartamentos de la familia...

Al - Si George, ella siempre piensa en los demás antes que en sí misma, aunque en esta ocasión es por su bien, temía que por su obstinación o recelo por la tía ella, no aceptara, claro que me gustaría que viviese en el viejo apartamento, sin presiones y preocupaciones... pero ahora al ser una hermosa heredera de una familia muy pudiente, temo que puedan hacerle daño

Ge - No se preocupe señor, aun así ella no hubiese aceptado, siempre hubiésemos encontrado la manera de protegerla

Al - Claro! No puedo permitir que le pase nada, cuando yo estuve perdido ella siempre estaba ahí para mí, luchando contra todo, ahora quiero hacer lo mismo por ella; por cierto de esos anónimos has logrado investigar algo?

Ge - No hemos conseguido mayor información, solo que fueron puestos junto al correo normal antes de que el mayordomo lo revisara

Al - Entiendo... no debemos bajar la guardia, sobre todo mañana, habrá mucha gente en la recepción

Ge - No se preocupe, ya he contratado unos caballeros que vigilarán de usted y la señorita, sin llamar la atención, pierda cuidado

Al - Muchas gracias George!

Ge - Ahora si me disculpa, lo dejaré que descanse un poco - diciendo esto procedió a dejar a solas al rubio, mientras que debía ultimar todos los papeles necesarios para, cuando Albert, pase a tomar la riendas de la familia.

20 de Marzo 1915 Nueva York, Casa de la familia Marlon. Parado frente a la facha del edificio rojizo se encontraba un coche cabriolet convertible negro, su ocupante, llevaba semanas siguiendo la rutina de las mujeres que habitaban en el número 20 de esa calle, por lo tanto no se sorprendió cuando vio llegar un sedán Amílcar rojo, apuntó en su libreta 18:30 George Butler visita; cómodamente en su asiento presenció como el caballero de unos 22 años, alto, fornido y de amplia espalda llamaba a la puerta, vestía un traje oscuro, su piel es morena, posee unos ojos y cabellos negros azabaches; segundos después abrían y le permitían pasar cerrando tras sí. Lo que sabía de él era que conoció a la ex actriz en el hospital, es sobrino del doctor que lleva el caso de la rubia desde que ingresó por el accidente, sus encuentros se hicieron más frecuentes en Enero, debido a la soledad en que se vió a la partida precipitada del actor después de una pelea intensa en el hospital. Pero su sorpresa fue mayor al ver llegar otro vehículo al mismo edificio y quien descendía de él no era ni más ni menos que Terreuce Graham Granchester... - pero qué está pasando aquí? - se preguntó para sí - 18:33 Terreuce Granchester visita

Lila - Buenas noches, perdone que le interrumpa señorita, el señor Granchester está aquí- anunció la mucama al visitante

Su - Muchas gracias Lila, hazlo pasar! - acto seguido Terry hacáa presencia en la pequeña salita, donde se encontraba Susana en su silla de rueda, a su lado ya hacia el moreno quien también acababa de llegar

Te - Buenas noches, Susana que bueno verte! Señor Butler, un placer saludarlo - estrechó la mano del hombre

Ge - Oh por favor, puedes llamarme George, el Señor Butler es mi padre! - le pidió jovialmente, intentado vencer ese escudo del castaño, deseaba poder ser su amigo sinceramente, este sin embargo no emitió ni una señal en respuesta

Su - Terry, muchas gracias por venir, me alegro que hayas aceptado mi invitación. Quiero decirte algo importante.

Te - Es lo menos que puedo hacer Susana, pero dime, qué es eso que deseas decirme? - miró de soslayo, esperaba que los dejase a solas, siempre lo encontraba cerca de ella, y realmente no sabía qué pensar de él

Su - Terry, quiero pedirte mil perdones, actué de manera egoísta, creí que te amaba de verdad y deseaba a toda costa que fueras solo mío, sin darme cuenta que haciendo esto te estaba dañando a ti y a otra persona más...

Te - perdona Susana pero no entiendo qué es lo que quieres decir!?

Su - Yo sabía que no me amabas, que por la única persona que tú suspirabas era ella, la fuente de tu inspiración, tu musa, la rubia de ojos verdes, Candy! - al pronunciar su nombre sentía que estaba volviendo a abrir la caja de pandora que lo había hecho estallar meses atrás, pero debía seguir

Te - No menciones su nombre! - expreso oscamente, sin evitar crisparse al ver como ella pronuncia por tercer vez el nombre de ella desde que la salvó de tirarse del terrado del hospital! Cómo osaba pronunciar su nombre!

Ge - Terreuce, por favor escúchala, déjala que termine de decirte lo...

Te - Y se puede saber a santo de qué estás aquí y te atreves a intervenir George Butler?

Su - Porque yo se lo pedí! Y porque nos concierne a los tres!

Te - Esta bien continua - Terry no entendía y estaba intrigado con todo esto

Su - Debo confesar que la noche del estreno, me encontraba cerca del ventanal, imaginando como se estaría desarrollando la obra, pensaba que seguro estaría por terminar el entreacto, una mezcla de emociones me invadían, estaba feliz por ti, por tu papel protagónico, pero estaba molesta porque ella estaba en esta ciudad, no soportaba saberla cerca de ti, temía que por ella te alejases de mí, deseaba retenerte conmigo, cuando de repente vi su silueta acercarse al hospital, sabía que era ella aunque solo la había visto una vez, entonces le pedí a la enfermera que me acompañaba que me llevase al terrado, se lo rogué y le prometí que solo quería ver la nieve y que sería buena paciente y tomaría las medicinas y demás cosas que me dijera - vio como el rostro de Terry cada vez de tensaba más, inexpresivo, su mirada fría estaba clavada en ella, sentía que su voz empezaba a quebrarse, pero debía seguir - lo demás se dio por sí solo, sin ánimos de maldad, mi madre se confundió, yo solo no quería encontrarla en la habitación, pero cuando me halló en el terrado, no pude evitar realizar un papel de víctima y decirle que si desaparecía ella sería feliz contigo, se abalanzó sobre mí pensando que quería suicidarme, mi madre sabía de mi interés hacia ti y quiso utilizarlo para forzarte a que te casaras conmigo, por miedo a que no pudiéramos sobrevivir por no poder seguir trabajando de actriz!... Perdónala por eso, yo no objeté, porque realmente quería estar contigo. Sé que los días después de su partida, tu vida se volvió un calvario y no me atrevía a librarte, no te entendía y de ahí los reproches que te hice esa noche, tú te fuiste y fui presa del pánico, tiempo después me di cuenta que era imposible algo entre tú y yo, porque no soy a quien en verdad amas, y cuando se ama de verdad no puedes encerrar a alguien a un calvario por simple agradecimiento, forzarlo a un matrimonio que no quiere, hasta entonces no conocía el verdadero amor, y hoy puedo decir que no te amo! Y lo que hice...

Te - Qué no me amas? - preguntó Terry lacónico

Su- perdóname Terry, estaba obsesionada contigo, no me di cuenta de mi error, ahora he descubierto lo que es de verdad amar, tener a ese ser querido por el cual tu corazón late desbocadamente cuando lo ves, oyes su voz, tocas su mano - y de manera inconsciente llevó su mano hasta alcanzar la de George mientras seguía hablando, Terry alzó una ceja al ver el gesto, le parecía todo tan irónico - y puedes verte reflejada en el iris de sus ojos, los cuales te miran con ternura, cariño y pasión; y sientes que cada día que pasas lejos de él agonizas lenta y dolorosamente, no entiendes una vida sin él

Te- Y por qué me dices esto ahora?

Su- Hace diez días que has regresado, ha sido muy difícil para mí poder atreverme a hacer esto, porque han sido diez días que me han servido para darme cuenta que con quien quiero estar no es contigo, estos casi tres meses que estuviste fuera, conocí a otra persona, que vino a llenar mi vida de una manera como nunca me lo imagine, dio todo eso que esperaba de ti y no recibía, sin darme cuenta me enamore; cuando volviste, pensé que retomaríamos nuestra relación desde donde lo habíamos dejado y que nos casaríamos, aunque solo nos hemos visto un par de veces, me di cuenta que tú no habías cambiado, que no me amas, que nunca me amaras y que yo no te amo!

Te- Y supongo que ese ser "maravilloso" es ni más ni menos que George Butler?! – preguntó mordazmente

Ge- Me temo que sí, no ha sido algo que haya planeado con maldad ni alevosía, pero lo que empezó como una simple e inocente amistad fue creciendo poco a poco, cuando volviste, decidí alejarme de ella, porque me di cuenta que la amaba, pero que ella está comprometida contigo, no podía estar entre ustedes

Su- Fue entonces cuando entendí lo que sentía por ti y lo que siento por él, y no quiero seguir en el error; quiero hacer las cosas bien, que seas libre y puedas buscar a la mujer que amas de verdad, y yo poder tener una relación genuina basada en el amor

Te- La verdad debo admitir, que al regresar venía con la clara intención de terminar nuestro compromiso, entendí por quién debía luchar, pero al verte afable conmigo a pesar de haber estado tanto tiempo lejos y que me habías estado esperando, no sabía cómo debía decírtelo, por eso evitaba visitarte seguido

Su- Me alegra saber que al fin has reaccionado y salido de tu depresión, que luches por tu amada y puedas ser feliz al lado de ella

Te- Pues me alegra saber que has encontrado tu verdadero amor y que con esto no estarás sola ni sufriendo

Ge- Créeme que cuidaré de ella todos los días y ante cualquier adversidad lucharé

Su- Terry, podrás perdonarme por todo el daño que te causé?

Te- Claro que si Susana, es más tú deberías de perdonarme por no haber reaccionado como un hombre y haber sido un cobarde todo este tiempo.

Su- No tienes que disculparte, en parte fue mi error, solo quiero que ahora busques tu felicidad y la vivas plenamente

Te- Me temo que en eso no podré complacerte

Su- Entiendo, seguro seguirá dolida o te odie por todo lo que pasó, si quieres puedo escribirle para hacerle saber todo y pedirle perdón también.

Te- No tiene nada que ver con eso, la última noche que estuvo aquí nos prometimos que seríamos felices aunque estuviésemos separados, ella ha cumplido su parte del trato y ahora me es inaccesible

Ge- En serio?! Cuánto lamento escuchar eso!

Su- No puede ser! Estás seguro de eso?

Te- Me temo que es así, y muy poco se puede hacer al respecto - explicó tristemente y su voz se volvió un susurro al recordar sobre su escritorio un sobre blanco que contenía una foto recortada de un periódico de la ciudad de Chicago "FUTURA HEREDERA, PRONTO A CONTRAER NUPCIAS", en la cual se ve a Candy bajar de coche tirado a caballos, un hombre le ofrece una mano para descender de él, mientras en la otra sostiene un ramo de flores, no aparece el nombre de él ni de ella, tampoco tiene fecha, pero lo recibió justo el mismo día que regresó a Nueva York

Su- Terry, quiero que sepas que a pesar de todo, puedes contar conmigo como una amiga, para todo lo que necesites y desees, también puedes contar con George, sabemos que estas solo aquí en América, pero nosotros no te dejaremos solo

Te- Muchas gracias Susa y George por vuestro ofrecimiento, yo también os ofrezco mi amistad, aunque me temo que habrá un tiempo que no nos veremos, pero prometo escribir

Ge- Te vas de viaje?

Te- Si, he regresado a la compañía Stratford, Robert Hathaway está montando el Rey Lear nuevamente para hacer una gira en Europa, me temo que unas cuantas semanas partiremos

Ge- Oh! Entiendo, espero que sea una oportunidad para que puedas aclarar tu mente y realizar lo que tanto te gusta, el teatro!

Te- muy amable George, espero que vuestra relación pueda crecer, por el momento paso a retirarme, mañana debo presentarme en el teatro

Su- Está bien, y de nuevo muchas gracias por haber venido, haber escuchado todo, y si en algo te podemos ayudar no tardes en hacérnoslo saber!

Te- hehe está bien, buenas noches! Hasta luego, Susana George - hizo una pequeña inclinación de cabeza muy al estilo inglés y se retiró del lugar sintiéndose más ligero después de saberse libre pero aún vacío

Su- George cariño, me alegra que todo haya salido tan bien, siento que me he quitado una carga de encima! Y a la vez feliz de poder vivir nuestro amor como debe ser

Ge- Tesoro, me alegro por ti y porque le das una oportunidad a lo que sentimos! - le decía a la vez que depositaba un beso en su mano, haciendo la joven se ruborizara

Su- Eres tan importante para mí, sabes me gustaría poder hacer algo por Terry, que pudiese tener su oportunidad con Candy, ella no sabe que ya no estamos juntos y no me creo que lo haya olvidado y ame a otro hombre

Ge- Y qué pretendes hacer?

Su- Te parece si le escribo una carta?

Ge- Pueda que como tú dices, al no saber cómo está la situación entre ustedes dos, no se atreva a leer la misiva o creer lo que dices

Su- Tienes razón! Entonces debería visitarla, así será muy difícil que no acceda a dialogar conmigo

Ge- Pero en estos momentos no es prudente que hagas un viaje, estas en plena rehabilitación, quedan tres semanas para que termine, entonces podríamos viajar los dos, no te dejare sola en esta travesía

Su- Muchas gracias cariño, tienes razón, de momento le escribiré una carta y en ella le diré, que la iré a visitar si no recibo respuesta, hahaha

Ge- Me parece que es lo mejor!

Li- Señorita, la cena está lista, pueden pasar cuando quieran al comedor

Su- Lila, muchas gracias, ahora mismo vamos!

Ge- Muy bien tesoro, te ayudo! - y se encaminaron hacia el comedor, esos días lejos de Susana le habían parecido una eternidad, su pecho está rebosante de felicidad, había logrado conquistar el corazón de su amada, y la cuidaría como su mayor tesoro en la vida.

Terry conducía sin dirección por las calles de Nueva York, todo lo que había pasado en menos de dos semanas lo tenía atónito, sentía que le costaba digerir toda la información, pero de algo está seguro, es que "AL FIN SOY LIBRE", es entonces cuando reacciona y sabe a dónde quiere ir realmente, dobla en el siguiente cruce a la derecha, por la quinta avenida, desea salir de la ciudad, en un cuarto de hora se encuentra en su destino, desciende del coche camina hasta el umbral y antes de que pudiese tocar el timbre la puerta se abre dejando ver a la ama de llaves con una hermosa sonrisa dándole la bienvenida

Margot - Mi niño Terry, bienvenido pase adelante! Que gusto volver a verlo, mi señora se pondrá contenta de verlo

Te - Gracias Margot, también me alegra verte, en dónde está mi madre?

Margot - Se encuentra en el comedor, sígame así podrá hacerle compañía en la cena

Te - Muy bien, gracias!

E.B - Hijooo! Que alegría verte! - y unos tiernos brazos se extendieron para darle un cálido abrazo a su pequeño que hacía la entrada

Te - Eleanor, me alegro de verte! Por lo visto llego en buen momento

E.B - Claro que sí hijo, siempre es buen momento, adelante toma asiento, acompáñame a cenar

Te - Claro Eleanor, lo hago para que no sufras tu sola la tortura que ha cocinado Margot hoy! - dijo para sacarle una sonrisas a los presentes

Margot - Pues que sepa joven que mis manjares son exquisitos! Y no tendrá de qué preocuparse, después le veré suplicar por más!

E.B - Hahaha ustedes sí que me hacen reír con sus gracias

Te - Hahaha por cierto, adivina de dónde vengo?

E.B - Te veo de muy humor, será del teatro?

Te - Mmm no! Y ni te imaginas lo que me han dicho hoy!

E.B - Me tienes intrigada, por favor cuéntamelo todo! No te dejes ni un detalle

Te - Pues vengo de ver a Susana y no estaba sola...