Primero que nada: Akira Amano no es mía solo los personajes de KHR (?).
Espero que disfruten su lectura o/
"Entrevistando a Varia"
Prólogo
El suplente de guardián de la niebla de Varia trataba de desahogar su mortal aburrimiento, por lo cual fue a un poblado de Italia algo lejos de la mansión; como no encontró qué hacer –algo propio de un pequeño pueblo– sólo dio un pequeño paseo por las avenidas principales y regresó. El tiempo se pasó rápidamente, pues seguía aburrido y ya estaba cerca de llegar a la mansión, en el largo sendero boscoso que separaba al Escuadrón de Asesinato de la "sociedad" (de ahí los comportamientos "salvajes" tanto fuera como dentro de esta). Mientras caminaba lentamente entre los frondosos árboles de pino, el francés recordó aquél programa que vio en una TV del poblado, que al parecer anunciaba que si tu familia era poco común, pero no al grado de ser asesinos en serie, ganarías "un premio especial", claro que para los Varia eso era imposible, puesto que ya eran asesinos en serie, pero Fran siguió pensando.
–Mmmm… Me pregunto si los senpais…
…
Cuando finalmente llegó a la mansión, entró a su cuarto y se recostó algo cansado; seguía pensando la manera de ganar ese "premio especial", pero no se podía concentrar debido a la multitud de voces que rondaban por toda la mansión; gritos como "¡VOOII!", risitas como "Ushishi" y palabras como "Basuras" eran habituales, pero ese día eran mayores de lo normal. Cuando al fin pudo tener algo de paz, el genio de Varia entro con su típica forma de hablar:
–Ushishishi, froggy, Lussuria dice que ya es hora de comer~
–El príncipe falso puede traerme la comida al cuarto, ya que al parecer es mi sirvienta personal al servirme de recadero.
Tres cuchillos fueron lanzados con brusquedad en dirección al rostro monótono de Fran, de los cuales dos se clavaron en la capucha de rana, gracias al instinto de auto conservación de éste, al esquivarlos perfectamente.
–Sólo baja, estúpida rana –El rubio azotó sonoramente la puerta y se dirigió al comedor. Fran simplemente torció su boca en un intento bastante lejos de ser lo que parecía una pícara sonrisa.
…
Tiempo después, el joven ilusionista decidió poner cámaras escondidas por toda la construcción –incluyendo el bosque y otros lugares frecuentados por el Escuadrón–, pues se le había ocurrido realizar "inocentes" entrevistas a sus compañeros para posteriormente enviarlas a cierto programa televisivo, pues aunque sabía de antemano que no iban a ganar, no perdería nada con hacer el intento. Además, sería divertido ver las desgracias diarias de la Varia en TV, o al menos eso creía Fran.
Y así fue como comenzó la tarea de:
Entrevistar a VARIA
