Aclaración: Teen Titans no es de mi propiedad. Si no que es de DC Cómics. Sólo hago esta historia por diversión, ni si quiera pos fines de lucro.
El Chico Maravilla entra a la tienda. La chaqueta de cuero, gastada, sucia, atrapa su mirada de inmediato. La dependienta musita un precio ridículo, como si quisiera regalársela. Sólo porque tiene un orificio justo en el corazón. Sólo porque tras el cuero, el chiporro blanco tiene una mancha rojiza que ningún detergente ha podido sacar. Robin sale feliz a la calle.
A pocos pasos, la hechicera de ojos violetas con un enmascarado al lado dispara desde un callejón. Una bala hace un giro de ciento ochenta grados de su destino original. Se diría que la bala tiene memoria. Se desvía y avanza, gozosa hasta la chaqueta. Ingresa, conocedora, en el orificio. Dick Grayson, al mismo tiempo, congela la sonrisa ante el impacto.
La dependienta, corre a desvestirlo y a colgar nuevamente la chaqueta en el perchero.
Lima sus uñas distraída, aguardando.
Los dos culpables, entre sus risas inundaban orgullo. Al mismo tiempo, que tiraban flores marchitas al cuerpo.
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