Capítulo 1: La Tutora del Infierno….

(Tsuna Pov)

Beeep..beeep..beppp…..beppp

-Mierda-ese maldito reloj despertador otra vez, quisiera saber porque me quede hasta tarde con se maldito juego, por lo menos l alarma ya se calló, me siento en mi cama y miro mi cuarto, la habitación típica de un adolescente, la cama desordenada, un escritorio con libros, trabajos escolares, mangas, demás estupideces, me levante, solo tengo un pantalón gris sencillo para dormir, tome mi uniforme y me fui al baño en el pasillo, están las habitaciones de mi madre, una de huéspedes, la otra maldita habitación y el baño, entre para bañarme, me tomo unos quince minutos y baje para encontrarme con mi madre que siempre tiene esa bella sonrisa en su rostro, en la mesa un desayuno promedio, un tazón de cereales con leche y dos tostadas.

-Buenos días Tsu-kun-fue la alegre respuesta de mi madre, Sawada Nana, su alegría saca una sonrisa pequeña en mi rostro estoico e indiferente, algunos dirían que retraído y frío, inclusive dicen que me parezco o que quiero imitar a Hibari Kyoyo, no tienen nada que hacer los malditos sino perder el tiempo chismeando sobre los otros y sus asuntos.

-Buenos días mama-le dije con calor, es una de las muy pocas personas con las cuales demuestro emociones, mire la hora mientras comía y vi que eran las 7:35 AM, tengo 25 minutos para llegar a la escuela, High Nanimori, me despide tome mi bolso y me largue con pereza y aburrimiento hacia el manicomio…

Mientras caminaba saque mis audífonos, dos grandes de color rojo granate con unas llamas en naranja, los vi una vez en una tienda y por alguna razón no quise despegar mi vista de ellos, tienen algo especial, los tengo desde hace ya 3 años y se averiaron varias veces pero a pesar de insistencia de mi madre nunca los cambie, son muy importantes para mí. Me puse a escuchar música, algo de Disturbed, Decadence, tal como es mi vida, nada interesante, notas algo bajas ya que no me motiva, nada de deportes a pesar de que tengo algo de musculatura pero no demasiada para no parecer un monda diente, nada social, no me agrada la gente en general, sin nada interesante, todo normal y soso, aburrido, una pérdida de tiempo, por esa razón me gusta estar solo, esto me llevo a que muchos me molestaran un tiempo, todavía lo hacen pero no es tanto como al principio ya que no me gusta la violencia pero me tuve que defender, bueno hasta que llego Hibari y con su típica frase te morderé hasta la muerte y nos dio una paliza a todos los presentes, desperté en la enfermería horas después para encontrar vendas y moretones y a una Hibari apoyada contra la pared con el rostro agudo y filoso cual cuchillo, al verla supe que esta mujer era muy diferente a todo lo demás, eso me saco una sonrisa algo loca, se quedo unos segundos mirando con el rostro sin expresión alguna pero sus ojos demostraban curiosidad y algo más, creo que era sadismo por el brillo maligno que tenían en ese entonces para después irse sin decir nada.

Ese mismo día solo tome mis cosas con mi camisa rota y desgarrada mostrando las vendas que cubrían mis hematomas y ligeros cortes aun sangrantes ya que rompimos un vidrio, la cara de mi madre no tenía precio…

Sin darme cuenta llegue a la puerta de la escuela de Nanimori, vi como muchos alumnos corrían como pollos sin cabeza con el terror en su cara, no es nada normal, Hibari maneja esta escuela con puño de hierro, cualquiera que rompe las reglas es apaleado sin piedad y dejado un buen rato en la enfermería, camine sin cuidado y la vi, con su camisa y moño rojo, sobre sus hombros su abrigo negro por fuera y rojo por dentro que le llegaba hasta la cintura, su falda de la escuela de un tono marrón algo oscuro, zapatos negros y medias hasta la rodilla negras, en su brazo derecho una insignia del Comité Disciplinario y la mirada acerada que teme todo el mundo, pero yo no, es verdad que Hibari es fuerte, muy fuerte pero no por eso me doblegare, aunque no soy un buscapleitos, seguí caminando mientras escuchaba Infection y todos se congelaron por mi falta de cuidado.

-Sawada-fue la voz fría y dura de Hibari que hizo que todos se detengan de golpe para ver cómo sería apaleado, algunos tenían sonrisas por mi futuro castigo, me hizo sacar una mueca de odio, mostré mis caninos y solté un bajo gruñido, parece que Hibari lo escucho por la ligera sorpresa en su cara y miro hacia los demás, su cara se hizo mucho más seria y con el ceño fruncido, los demás salen huyendo aterrados de esto, me saco una ligera risa, pero veo como Hibari sin titubeo se me acerca sin parpadear, me mira con esos ojos como cuchillas lista para enviarme de nuevo a la enfermería o si mi suerte es muy mala, al hospital. Pero mi sorpresa como la de todos es cuando toma de mi camisa, puedo sentir sus dedos, más allá de pelear siempre los tiene muy suaves, toma mi corbata y la ajusta, después el cuello de mi camisa y baja alisándola en mi pecho, lo hace de manera lenta, esta midiéndome y recordando cada detalle con el toque suave, su cara es inexpresiva, no hay emociones, en la mía un ligero sonrojo, me tiembla el labio pero eso no basta para derrotarme, le hare pagar por esto, no soy juguete de nadie.

-No vengas a la escuela con el uniforme de esa manera desalineada o te morderé hasta la muerte Sawada- fue la respuesta cortante de Hibari, di una pequeña sonrisa y después me arriesgue todo en mi siguiente movimiento, me le acerque y levante un poco la cabeza ya que es más alta que yo para darle un ligero y rápido beso en la mejilla, veo como abre los ojos sorprendida, todos los demás sueltan un gran jadeo como si estuvieran viendo algo imposible.

-Arigato Hibari-le dije el odio con un susurro y me fui a mi salón con una muy pequeña sonrisa, en el pasillo los escucho claramente, esto es la comidilla del día, no hablan de otra cosa que no sea esta, vaya mierda, parece que me arriesgue demasiado con mi movimiento para con Hibari. A unos pasos de mi salón puedo sentirlo, una sensación horrible, como si alguien me está observando con malas intenciones, muy malas intenciones, deje caer mi bolso y mire para todos lados, no hay nada, ni al otro lado del pasillo, ni las escaleras, ni los edificios adyacentes a este, gruñí y volví por mis cosas para seguir a mi salón, ya llevo 10 minutos de retraso.

-Lugar desconocido-

(¿? Pov)

-Mmmm interesante-dijo una voz calculadora, mientras observaba desde otro edificio a la escuela Nanimori, precisamente a un chico de cabello castaño, vio sus acciones y como inmediatamente trato de encontrar la fuente de las intenciones asesinas.

-Pero no lo suficiente-después esa figura desaprecio como si nunca estuviera ahí.

-Salón del Comité Disciplinario-

(Hibari Pov)

Me estaba tocando la mejilla que recibió los suaves labios de Sawada, no hay expresión alguna en mi cara pero puedo sentirla arder, un gruñido furioso sale de mi interior.

-herbívoro-una sonrisa depredadora broto en mi boca, tiene agallas.

-Salón de Clase numero 2-A-

(Tsuna Pov)

Sentado aquí aburrido con la cara entre mis brazos mientras dejaba pasar la lección, aunque no soy el único, muchos de la clase se me quedan viendo con curiosidad y creo que envidia de parte de los chicos, más allá del miedo que genera Hibari en la gente, es una chica muy hermosa, con el cabello negro hasta los hombros, ojos grises y rasgos fieros, buen cuerpo y demás cosas por la cual un chico babea por este tipo de mujer, claro su fortaleza y confianza se suma, y su sadismo, para todo masoquista, pero no es mi caso, en este salón esta la única persona a la que consideraría un amigo, está sentada a tres bancos delante de mí, con su cabello largo de tono negro y ojos marrones, siempre con una sonrisa y una visión optimista, el as del equipo de beisbol, Yamamoto Takiko, pero en esta ocasión si bien tiene una sonrisa en su cara no es anda linda, puedo sentir su enojo, o mejor dicho rabia, y cada vez que escucha la palabra beso agarra con fuerza su cuaderno de notas, ella suele dormir en la clase pero esta vez parece estar más que furiosa, mejor no la molesto, aunque me gustaría saber la causa de su enojo…

Seguí dormitando mientras deseaba que el día pasara más rápido, luego de unas tres horas de agonía sonó la campana para el almuerzo, me levante y fui al lugar de siempre, la azotea ya que no mucha gente va ahí con Takiko que sigue enojada por alguna razón y no habla como otros días, una vez llegamos ahí nos encontramos con la otra persona de nuestro grupo, estaba apoyada contra la pared, con los ojos cerrados, su largo cabello hasta la espalda de dos tonos, mayoritariamente naranja con líneas marrones castañas, un generoso cuerpo, grandes senos para su corta edad, caderas anchas y cintura de reloj de arena, su cara estaba fría y cuando se escucho como abrí la puerta abrió los ojos para mostrarlos al mundo, dos orbes naranjas como si fueran llamas mirándonos, no, mirándome fijamente, como si fuera una presa ante una loba hambrienta, esta chica es la capitana del club de tenis y tesorera del Comité Disciplinario, podría decirse que es lo más cercano que Hibari tiene a una amiga, es Yua Sawada, mi hermana menor, es menor que yo por un año, mientras yo tengo 14 ella tiene 13 años, luego de un rato mirándome fijamente saca una encantadora sonrisa que es casi la copia de la de nuestra madre, un tinte rosa en sus mejillas se aparece, doy mi sonrisa, la única que es para ella, la más grande, una sonrisa de verdad, se ríe ligeramente pero cuando a Takiko se pone agria y parece un jefe de una pandilla, un banchou.

-Yo, Yua-la salude y me acerque, ella salió de la posición en la que estaba y me dio un gran abrazo, fuerte, sus brazos se pegaron a mi cintura como lapa y no me dejo ir en un rato, no vi como ambas chicas se daban miradas aceradas, por alguna razón no se llevan nada bien, si bien no suelen pelear físicamente si se molestan con las palabras, todavía recuerdo cuando Takiko le dijo que estaba gorda, pase un semana tratando de animarla mientras decía "jamás le gustare a nii-sama", todavía tengo pesadillas…

-Yo Sawada-san- fue el saludo duro de Takiko, Yua miro expectante como si estuviera viendo a una cucaracha y me miro fijamente con un puchero, las mejillas infladas y un aspecto tierno.

-Nii-sama ¿Qué hace la escuálida aquí?-de nuevo con el físico de Takiko, ella es una chica alta, una cabeza más alta que yo y no tiene grandes atributos pero tampoco no ninguno, sigue creciendo dice ella.

-Al menos no estoy gorda con toda esa grasa colgando de mi pecho-dice malhumorada mientras miraba el gran busto de Yua, esta sonríe victoriosa al ver donde estaba depositada su mirada, ríe con júbilo y maldad.

-Estas celosa porque tengo mejor cuerpo que tu, un marimacho-a Takiko le saltan varias venas en la sien y su sonrisa se hace acerada, abrió la boca para responder pero tosí para evitar otra pelea absurda.

-Vamos a comer o la hora se nos pasara y tengo hambre-fueron mis palabras, ambas se miraron una vez más pero asintieron y nos sentamos en el suelo con nuestros bentos, había un poco d todo, desde que asistimos a la secundaria para aligerar la carga de mama aprendí a cocinar y otras tares domesticas, a Yua le gusta mucho mi cocina casi que todos los días me pide un bento y me lo agradece con un beso y una sonrisa, para el enojo y la sonrisa dura de Takiko.

-Nii-sama di ahh-fue lo que dijo mi hermana mientras sostenía unos palillos con un poco de carne y me miraba con una sonrisa coqueta para mi disgusto leve.

-Estoy grande, puedo comer solo-le dije y seguí comiendo, ella bajo la cara dolida por mis palabras, su cabello cubre sus ojos, Takiko sonríe por alguna razón, la mire y solté un suspiro, no me gusta verla sí pero Yua abusa de esto.

-Ahh-le dije, levanto la mirada y su dolor fue emplazado con la felicidad, escuche un Tch de Takiko para que siga comiendo.

-Jijiji parezco una esposa-fueron las palabras de Yua, casi me atraganto y escuche algo quebrarse, mire y vi a Takiko con los palillos rotos en dos, aquí empieza de nuevo, así estuve durante media hora siendo alimentado como una mascota para mi sorpresa por ambas, no paso ni la mitad del periodo y ya quiero irme, al final de día con el atardecer en el cielo me voy a mi casa, Yua está en el comité haciendo el presupuesto de hoy ya que unos idiotas pelearon, los vio Hibari y por alguna razón fue mucho más dura que antes, como si estuviera motivada y al 100%, pobres tipos ya que todo un salón fue diezmado, mesa rotas junto a sillas, una pizarra rasgada con marcas de abolladura, sangre de las heridas y dos ventanas totalmente quebradas, Yua no paraba de refunfuñar por esto, solo me reí ligeramente, a la salida Takiko también me dio un beso en la mejilla y se fue corriendo hacia el campo de beisbol con una gran sonrisa mientras Yua la perseguía gritando que se explicara y le decía golfa o ramera, Takiko solo reía con júbilo ajena a los insultos, me encogí de hombros y me fui.

Seguí caminando a paso muerto, aburrido una vez más, de nuevo escuchaba música, cualquier cosa para tratar de matar el tiempo, otro día más, nada interesante, pase por varias manzanas y de nuevo ese molesto instinto asesino tomo lugar, era espeso y estaba dirigido solo hacia mí, mire y no había nadie, era el único doblando una calle la vi, una pequeña persona, una mujer, llevaba tacones, un vestido negro con una correa en su pierna derecha con una mini pistola atada, un sombrero de fieltro con una franja naranja, ojos negros con un largo cabello y dos mechones doblados como si fueran patillas, un chupete amarillo colgando de su cuello, un camaleón con los ojos saltones en el sombrero y para mi sorpresa ese animal estaba sonriendo..

-Sawada Tsunayoshi-dijo con un acento italiano, fuerte pero dulzón, una sonrisa en su pequeña cara.

-¿Quién pregunta?-devolví la pregunta, más allá de su aspecto que muchos considerarían adorable esto me da mala espina, su aura es negra con intenciones asesinas, no debo bajar mi guardia, debo pensar en algo sin que me gobierne el miedo pero sé que estoy asustado, siento escalofríos corriendo por mi espalda, ella sonríe más, sabe que tengo miedo y me mira expectante esperando.

-…-

-….-nadie dijo nada, nos quedamos ahí mirando, observando y calculando los movimientos del otro, suspire y tome valor para enfrentar esto.

-Si… ¿Quién eres y que quieres?-le pregunte con fuerza pero con miedo, ella se me quedo mirando durante unos minutos o segundos.

-Busco a un conocido tuyo, y en cuanto a quien soy eso no importa, ahora….-saco el arma de su correa en su pierna y me apunto, escuche el clic del martillo y se me quedo ahí, abrí mis ojos, sabía que esa arma era real, podría morir aquí y ahora, un frío recorrió mi espalda, mi corazón no deja de latir con la adrenalina.

-¿Dónde está Yua Sawada?-pregunto con frialdad, gruñí, no se quien es ni como conoce a mi hermana pero no la dejare conseguir poner un solo dedo en ella, piensa Tsuna…

Bang

El sonido de la explosión y algo paso rosando mi mejilla, un hilillo de sangre fresca salió y viajo hasta caer en el suelo, la bebe o niña disparo sin vacilación.

-Estoy perdiendo la paciencia-dijo y volvió a martillar el arma, me caí sobre mis rodillas temblando mis manos se apretaron con furia, a pesar de mi miedo estoy furioso, nadie amenaza a mi familia y sale impune, nadie..

De golpe le lance la mochila hacia su cara y volvió a disparar pero le dio a esta, aproveche y salí corriendo, tal vez pueda ganar algo de tiempo para otra estrategia o perderla, una de dos, ya había cruzado en la siguiente manzana para doblar en la dirección opuesta a mi casa, vi un borrón negro y la misma niña estaba corriendo sobre la pared de las casas y saltaba a la siguiente con gran agilidad, volvió a apuntar.

-Se acabo el tiempo-siguió disparando sin duda alguna, salte del camino y caí de cara para rodar y volver a tomar carrera, las balas pasaban tan cerca que algunas me rozaban la piel dejando heridas, pero seguí corriendo, necesito algo, cualquier cosa, a una manzana ya empezaba la zona comercial, puestos y tiendas, o sea, mucha gente, aquí podre perderla y recuperar el aire, me moví entre la gente empujando y dando uno que otro golpe, se dejaron de escuchar los disparos, me quede parado tratando de recuperar el aliento..

-Eres rápido para tomar decisiones, alabo eso, pero no es suficiente-esa voz helo mi sangre, ahí detrás de mí estaba esa misma mujer, esa asesina que va tras mi hermana, apoyada contra un poste de luz, su arma jugando en su mano, el sombrero ocultando sus facciones, pero una sonrisa en su cara.

-Una última oportunidad ¿Dónde está?-me pregunto.

-…Vete al diablo-le dije con furia obvia, mi acento es frío, tengo miedo pero no voy a decir nada.

-Parece que seguirás la Omerta por tu hermana, bien Tsuna-fue su respuesta para después irse por algún lado, me quede de piedra parado sin saber qué hacer, como es que sabe mi nombre, sabe de mi hermana, sabrá de mama, que hará ahora y a quien apuntara después, que puedo hacer, esas preguntas inundaban mi cabeza.

Me fui a mi casa y entre, salude a mi madre y esta vio mi expresión de desconcierto y enojo, me pregunto qué pasaba pero le dije que tuve un día cansador, mi hermana estaba en su cuarto haciendo su tarea, me fui directamente al baño a por una ducha de agua fría, necesitaba pensar que hacer, no puedo enfrentarme a ella, no puedo burlarla, no sé nada de ella, estoy atrapado como presa….

-Grrrr-un gruñido gutural sale d mi boca y golpeo la pared con fuerza, me lastime la mano, la veo sangrando y el agua pica la herida fresca pero eso no me interesa, salí descamisado con un pantalón negro y me fui a mi cuarto diciéndole a mama que no tenía hambre, adentro estaba mi mochila en mi cama, me acerque con cuidado para ver que no tenga nada, tal vez esa mujer puso una bomba o algo, esto me dice que sabe donde vivo, sabe más de lo que imaginaba, pero también me deja otra pregunta, si sabe donde vivo entonces porque me pregunta de Yua, algo no encaja en todo esto, me fui a dormir, aunque la palabra seria intentarlo…

-Al día siguiente-

(Tsuna Pov)

Me levante desganado y con sueño, no dormí mucho tratando de pensar en todo esto, baje como un muerto y me caí al no ver el escalón, un sonoro golpe se escucho en la casa seguido de un gruñido.

-Maldita sea-dije y me levante adolorido, sobándome la zona lastimada, estaba delante de la mesa en la cocina para ver de nuevo la fuente de mi duda y tormento de anoche, esa misma mujer pequeña estaba tomando de una taza con el olor deduje que era café, mientras leía un periódico, mi hermana estaba desayunando y leyendo un libro de notas de historia, según ella ayer tenía una evaluación de esto pero eso no importa, lo que importa es que esa mujer es peligrosa y está aquí, su camaleón está comiendo de un plato unos panqueques con jarabe, esta visión si no fuera por el miedo que tengo sería muy hilarante y rara.

-Ciaossu Tsuna-fueron las palabras de la mujer, esta vez estaba con aburrimiento.

-Buenos días nii-sama-salido con una sonrisa alegre Yua, mama no estaba a la vista.

-Yua, vete de aquí…tengo que hablar con ella-mi voz era fría y cortante, mi pelo oculta mis ojos pero la mujer sonríe como si aceptara el desafío, no sabría mucho después que mis ojos brillaron durante un segundo a un naranja similar al de mi hermana pero mucho más brillante.

-Ehh? Nii-sama-pregunto Yua confundida mientras miraba entre mi persona y la mujer.

-Déjanos solos…Ahora-le dije con la voz más fría y autoritaria que puedo reunir, ella mira confundida pero cuando ve a la mujer pone una cara dolida y después furiosa, sus ojos naranja brillan con llamas furiosas, esto no es bueno, no es momento de una escena de celos.

-Nii-sama…. ¿Vas a dejarme por esta?-me pregunto con la voz baja y fría, solo suspire pero algo miedoso retrocedí un paso, esto no es bueno.

-No lo puedo culpar….Después de lo de ayer es seguro que querría más…hace mucho que no tengo un hombre como Tsuna..-dijo divertida burlándose de mi hermana, está prácticamente furiosa y dispuesta al asesinato, creo que puedo ver como su cabello se mueve con libertad propia, su mano se agarra con fuerza a la mesa y esta se quiebra un poco bajo la fuerza de Yua, esto es malo, muy malo…

-Nii-samaaaa-la voz es dulce, pero el dulce lleno de veneno que te va a matar segundos después de comerlo..

-¿Sí mi linda y amada hermanita?-trato de encantar a la fiera para que no te coma, no la mires a los ojos, no muestres miedo y por amor de dios no salgas corriendo…eso se repetía como un mantra en mi cabeza, escucho una risa de fondo y la mini mujer está riendo y disfrutando de esto, me la pagara…

-Dame un explicación detallada de lo que paso ayer, y no me mientas…-su voz es enfermizamente adorable, tiene una sonrisa en su cara y los ojos cerrados pero los puños cerrados y apretados con furia apenas contenida..

Me pase la siguiente media hora contando todo, desde el encuentro hasta la persecución, no me salte nada, bajo la mirada atenta de dos águilas que miraban a su presa, me siento un pequeño ratón delante de ellas.

-Reborn, tienes algo que explicarme ahora-fue la voz de la shinigami sentada al otro lado de la mesa, su furia ahora estaba en la mujer identificada como Reborn, esta solo sonrió como si esto fuera lo más normal del mundo para ella.

-Que tengo que explicar, el chico dijo todo tal y como sucedió, esta era su prueba, esta verde pero se puede mejorar más-fueron sus palabras, estoy muy confundido, prueba de que, prueba militar, prueba policial, prueba de una pandilla o mafia..

-¿Ehh?-solté ese sonido y ambas mujeres se me quedaron viendo unos minutos, luego Yua bajo la cara avergonzada y sonrojada, esto hace cuando me miente o me oculta algo, no me gusta hacia donde está yendo todo esto.

-¿Nunca se lo dijiste? Me prometiste que se lo explicarías antes de mi llegada-fueron las palabras duras de Reborn para mi hermana, está bajo más la cabeza.

-Es que es muy difícil decir este tipo de cosas, y más a mi nii-sama-fue la escusa de Yua.

-Eso no es excusa…Ahora Tsuna escucha-me llamo la atención Reborn.

-Mi llegada aquí es por una razón, vine aquí a cumplir un trabajo, mi encargo es convertirte en el decimo Vongola, el jefe de la Famiglia Vongola, la familia mafiosa más poderosa del bajo mundo, tu eres descendiente de Vongola Primo, el fundador de la Famiglia, tu hermana es una alumna mía también, ella es tu mano izquierda en la Famiglia, mi tapadera es que seré tu tutora personal para aumentar tu rendimiento escolar, ¿Entendiste?-cada palabra se graba en mi cabeza pero esta no reacciona, siento como algo se fundió en mi cerebro…

-…-

-….-

-…-

-¿Nii-sama?-fue la pregunta débil de Yua, esperando mi respuesta.

-….-

-….-

Thumpppp algo se cayó al suelo con fuerza

-Creo que se rompió-

-¡!Nii-sama¡!-fue lo último que escuche antes de que todo se hiciera negro…

n/a: hola gente como les va? Espero que bien, aquí sin más preámbulos les dejo mi nuevo trabajo, de seguro se estarán preguntando porque hice a la mayoría de personajes en versión fem no? Bueno, luego de terminar el manga de KHR me metí en sus fic, muy buenos pero era siempre lo mismo, o eran yaoi o era un Tsuna fem x todos los demás, así que pensé como sería Tsuna un poco más frío y menos torpe con sus guardianes cough harem cough en la historia?

Por cierto el nombre de Yua significa unión/amor, que lo tomare como lazo de amor entre hermanos, este es un fic harem y habrá unos cuantos cambios pero me mantendré fiel a lo mejor posible al canon, aunque tengo varias sorpresas para ustedes, solo esperen.

Dejen un rewiem si quieren y espero que les haya gustado, se despide SpceterWolf.