–Ven, ven aquí. –Ordenaba el mayor hacia el demonio por 5ta vez.
–. . . –No respondió, tan solo estaba ahí, en ese pequeño rincón de su habitación esperando a que el otro se marchara.
–¿Me vas a obligar a ir por tí?–Amenazo.
–Nn.. No, amo. –Pronunció con un hilo de voz.
Salio de su pequeño refugio, y se dirigió hacia donde estaba el otro, caminando cautelosamente hacia el, se puso de rodillas para "alabarlo"
–No tienes porque hacer eso. –Soltó una pequeña risa. –Me tienes tanto miedo, ¿No es así?
–. . . Quiero hacer lo correcto. . . Amo.
–Deja de llamarme así. –Dijo molesto.
El otro no respondió, tan solo mantenía su mirada baja. El Gleeful se percató de esto, he igualmente se puso de rodillas como él
Y lo abrazo.
–Se que muy dentro de ti me deseas.–Puso la cabeza del demonio sobre su pecho.
–No... No es cierto. –Dijo, y seguido sintió una risa encima suyo.
–Si, si es verdad, tanto que... Morirías por mí.
No respondió.
–¿No lo harías? –
–S.. Si... –Tenia tanto miedo de estar a solas con él.
–De acuerdo. Iré al punto. –Lo alejó de él y lo tomo de los hombros, ambos se encontraban mirándose cara a cara. –Necesito que me ayudes a encontrar. . . A Bill Cipher y a destruirlo.
