Hola, aquí estoy yo de nuevo xD
Antes que nada agradezco a las personas que leyeron mis anteriores fics y me dejaron tan buenos comentarios. A ustedes se debe que siga escribiendo n_n
Este será mi primer fic de varios capítulos, espero sus comentarios y críticas constructivas para mejorar sobre la marcha.
Disclaimer: Hyakuyitsu no Bara, Maiden Rose o como prefieran llamarle no me pertenece. Esto lo hago solo con el fin de matar el tiempo entre capitulo y capitulo del manga u.ú **Inariya si que se toma su tiempo ¬¬U**
Sin más preámbulos he aquí el primer capítulo.
Mientras me hablabas y yo te miraba,
se detuvo el tiempo en medio instante:
el amor me llamaba y yo le obedecía.
Mientras me susurrabas y yo te amaba,
Se alzaron los sentimientos,
Mandó tu voz,
el cielo se hizo visible en tus ojos,
y yo pronuncié el querer en tus labios.
-Pffff! Nunca pensé que usted leyera esta clase de basura, jefe Hasebe- Dijo entre risas el hombre que se encontraba sentado en uno de los sillones de aquel pequeño despacho en la estación local de policía, quien luego de haber husmeado en el librero que se encontraba a su derecha y tomado un libro al azar para entretenerse en la espera leyó en voz alta un párrafo que le pareció particularmente interesante.
-Y yo no pensé que a ti te gustara meterte en los asuntos de otros, Wolfstad!- Rugió el hombre que entraba a la oficina, al tiempo que le arrebataba el libro de las manos. Sobrepasaba ya la mediana edad pero aun de constitución fuerte, ágil de movimientos y mirada dura y escrutadora, como era de esperarse de un jefe de policía con largos años de experiencia curtido por la crueldad del mundo, cabello algo canoso cubierto por un sombrero café así como la gabardina que llevaba encima y la cual arrojo de alguna manera en el sillón al lado de su interlocutor, claramente aguantándose las ganas de aventársela al mismo al ver el gesto burlón en su rostro.
Wolfstad, Klaus Von Wolfstad, nombre completo de nuestro individuo recostó su cuerpo hacia atrás cruzando las piernas y colocando ambas manos entrelazadas sobre sus rodillas en actitud de desenfado pero sin perder su porte caballeresco. Cabello rubio, cuerpo fuerte y bien formado además de unos profundos e inusuales ojos color oro; todo su ser irradiaba una fortaleza inquebrantable sin dejar de mencionar, claro está, esa sonrisa que parecía decir "no te conviene meterte en mi camino" –Si le da tanta pena que los demás se enteren de la clase de cosas que lee no debería dejarlas a la vista, además no creo que me llamara para hablar sobre literatura, no?
-A ser posible, no quisiera tener que hablar contigo nunca-Klaus sonrió ante el comentario- Pero de momento eres lo único que me queda, así que no tengo elección, te encargaras de este caso- Dijo mientras colocaba el sombrero sobre el perchero de manera más amable de lo que lo hizo con su gabardina-
-Y bien, porque tan ceremonioso, de que se trata esta vez?
El hombre frente a el tomo asiento tras su escritorio, aventando el libro de cualquier forma sobre el mismo, resoplo y cruzo las manos
"Eurote"
-Hnm? La mafia que controla el lado este de la ciudad?
-Así es
-Me pareció escuchar que hace un par de meses que habían logrado reducirlos y estaban a punto de capturar al cabecilla. No creo que necesite de mis servicios para deshacerse de esos delincuentes de poca monta
-Y así era, pero en ese tiempo algo ocurrió - Klaus se inclino hacia adelante, interesado- Sabíamos su posición exacta y teníamos algunos agentes encubiertos siguiéndole los pasos pero de alguna manera el lo supo y se encargo de ellos.
-Pues hasta donde yo sé, ese sujeto… cual era su nombre? Ah sí, Katsuragi, era un pedante que se las daba de aristócrata en los mejores lugares de la ciudad. Bueh los orientales son raros de ver por aquí, puede que las ratas de baja calaña se dejaran impresionar por su actitud pero tener a esa clase de gente como aliados no es precisamente lo mejor. En cuanto ven que el asunto se vuelve serio huyen como los miserables que son. Muy pocos permanecen fieles hasta el final- En este punto Klaus hablaba mientras encendía un cigarrillo, a lo que Hasebe se apresuro a alcanzarle un cenicero. Mejor eso a arriesgarse a que ese insolente arruinara su bien cuidada alfombra. –Deberían simplemente dejarlo, en algún momento acabaran por traicionarse y acabarse entre ellos mismos, solo gastaran recursos innecesariamente persiguiendo basura insignificante.
-Dirás eso porque tú eres una sabandija al igual que ellos, pero nuestro trabajo es limpiar las calles de esos miserables, por muy insignificantes que parezcan. Además no se puede negar que ese tipo es un hombre listo y es peligroso dejar a esa clase de gente suelta, por que cuando menos lo esperas crecen y abarcan terreno como la plaga –comento el jefe Hasebe con los ojos cerrados - El punto es que tiene un nuevo aliado, uno sumamente peligroso, que ha estado cubriéndole las espaldas. Tanto así que fue capaz de descubrir a nuestros hombres y encargarse de ellos.
-Oh y se puede saber quién es ese sujeto? –Pregunto soltando una bocanada de humo hacia arriba-
-Ese es precisamente el problema-farfullo molesto- No hemos podido descubrir su identidad; todo lo que tenemos son suposiciones. Los rumores dicen que es un sujeto terrible, no se ha dejado ver por nadie, ni los más cercanos empleados de Katsuragi conocen su rostro, es infalible, veloz y silencioso… Ja! Rumores? He perdido a tres de mis mejores hombres por su culpa! –Exclamo dando un puñetazo al escritorio-
-Klaus ni se inmuto ante el comentario ni a la reacción de su interlocutor y tranquilamente agrego-Y cómo es posible que sea capaz de tanto y no sepan ni cómo es?
-Hemos procurado no perderle la vista a Katsuragi y nunca se ha visto que le acompañe alguien diferente a los tipos de siempre, aunque después de todo, los guardaespaldas son gente desechable- Dijo recuperando la compostura-Pero parece que esta vez tendremos algo. Nuestro informante ha dicho que nos dará pistas sobre este sujeto. Ya la conoces, se trata de Theodora, la amante en turno de Katsuragi.
-Ah, "la duquesa" dijo Klaus socarronamente. Efectivamente ya había tenido el "placer" de "hacer negocios" con la "dama "en cuestión.
-Esa será tu primera parada. Debes encontrarte con ella para obtener la información y a partir de ahí decidiremos qué hacer. Permíteme remarcarte el DECIDIREMOS. Debes informarnos de todas las pistas que obtengas y nosotros te el siguiente paso a seguir, ni se te ocurra actuar por tu cuenta, entendiste, bastardo infeliz? –Exclamo Hasebe, pues ya había tenido varias experiencias no gratas en las que Klaus decidía hacer las cosas "a su manera" provocando desastres mayores que a el no le quedaba más remedio que maquillar o su puesto estaría en peligro por utilizar los servicios de un agente libre ex criminal no autorizado para asuntos oficiales.
-Bah, acaso cree que esos tipos esperaran a que yo vaya y vuelva con la información? Quizás en su tiempo era así pero ahora ya no funcionan las cosas de esa manera- Comento despreocupadamente mientras dejaba los restos de su cigarro sobre el cenicero.
-Wolfstad …. –El jefe Hasebe mastico cada una de las letras mientras una vena asomaba peligrosamente sobre su sien
-Bien, bien ya entendí, le mantendré informado al respecto pero si es necesario que actúe no esperare, espero que le quede claro- Contesto Klaus colocando ambas manos al frente en un gesto conciliador. Por hoy había llegado al tope de la paciencia del otro hombre y hasta el mismo debía reconocer que era peligroso cuando se enfadaba (su paga podría correr peligro). –Es todo, ya puedo retirarme?- Lárgate! No te quiero enfrente mío durante un tiempo –Klaus se levanto del sillón y se disponía a retirarse si siquiera una palabra de despedida o un apretón de manos. Bien conocía el desagrado que su persona producía al hombre frente a él, aunque esto no le molestaba en lo absoluto encontrando incluso divertido el exasperarle de vez en cuando. Estaba por tomar el pomo de la puerta cuando la voz de Hasebe lo interrumpió.
-Wolfstad, se que las advertencias y los razonamientos salen sobrando contigo pero más te vale ir con cuidado esta vez, si no te lo tomas en serio eres hombre muerto.
Klaus giro un poco para verle por sobre el hombro y dedicarle una media sonrisa
-Si eso ocurriera, espero que tenga el detalle de colocar en mi tumba uno de sus tiernos versos como epitafio, al menos solo por eso habrá valido la pena mi muerte jajajajaja –Dijo saliendo rápidamente de la oficina. Justo a tiempo, pues cuando cerró la puerta escucho al tiempo el sonido de un objeto parecido a un libro estrellándose contra la misma.
Salió al exterior por la puerta trasera de la jefatura de policía encontrándose de frente con el frio viento de la noche que apenas comenzaba. Suspiro. Metió las manos en los bolsillos del abrigo gris que no se quito estando dentro del edificio, y se encamino a su nueva misión, sin tener la menor idea de lo que le esperaba.
Los reviews son bienvenidos :D
