14-Dic-12


Los tres se encontraban sentados frente al mar, disfrutando de la vista, como se les había hecho costumbre últimamente.

-¿Te ocurre algo, Princesa?-preguntó Roy, después de haberla estado observando un buen rato, Koriand'r parecía más dormida que despierta cosa que últimamente se la llevaba haciendo, dormir como si no hubiera un mañana.

-No puedo evitarlo…-dijo negando lentamente, para después mirar a sus compañeros los cuales se encontraban sentados frente a ella.

-¿No puedes evitar que, gatita?-preguntó Jason extrañado.

Koriand'r dudó un poco, buscando las palabras adecuadas-Cada que cierro los ojos-hizo una pausa para inhalar profundamente y encontrar las palabras correctas para describir sus sentimientos -Él está ahí, no sé quién es, solo sé que lo necesito a mi lado-terminó con una boba sonrisa, la de una enamorada.

Ambos, Jason y Roy compartieron una mirada de complicidad, cosa que Kori notó.

-¿Qué pasa?-preguntó a medida que se desvanecía su sonrisa, segura de que ellos le ocultaban algo.

Roy se mordió el labio inferior, evitando contacto con kori, a pesar de que ella no podía verlo a través de los lentes oscuros que portaba, odiaba mentirle a su princesa.

Jason suspiró-¿Recuerdas aquella noche cuando te conté sobre Batman y todo eso?-empezó a relatar Jason, Koriand'r ladeo la cabeza, como no entendiendo a la pregunta.

-…No…-habló después de pensarlo un rato.

Jason y Roy se miraron, ¿Había borrado esos recuerdos como los de su infancia? ¿Por qué? ¿Estaría mintiendo?

Nadie habló en un tiempo, creando un silencio que nadie quería romper, Jason pensaba que, si Kori había borrado de su memoria esa platica, era porque no quería saber de ese asunto.

Kori fue la primer en hablar-Chicos, estoy cansada, si me necesitan ya saben dónde encontrarme…-dijo caminando hacia la salida -pero mejor no me busquen-dijo Kori después de un largo bostezo.

Entró a su habitación, y se recostó en la gran cama blanca que poseía.

-Al fin podré dormir un poco más…-habló para sí misma cerrando los ojos, y al instante sintió esa calidez que no podía reconocer pero que le traía tanta paz…-Un sueño sin final, sin fin de ti-murmuró, para después caer en un profundo sueño, donde volvería a los brazos de aquél desconocido.