Los personajes no me pertenecen, son de
En fin disfruten esta nueva historia :3
Saliendo de la oscuridad
Aquel profundo hoyo en mi corazón se negaba a sanar, ni con la compañía de Jacob lo lograba, en un principio llegue a creer que amaba a mi mejor amigo; que tal vez allá podido lograr curar la herida que se negaba a sanar, pero no fue hace, el dolor seguía ahí, mis pesadillas también seguían, todo Forks me recordaba a Edward, aquel vampiro que logro enamorarme una vez, aquel que se encargo en destruir mi corazón aquella vez que me dejo abandonada en el bosque.
Hace muy poco tiempo descubrí lo que Jacob era, un licántropo, un lobo, es hermoso en su forma lobuna, con su pelaje rojizo y tan suave. También estaba mi temor a que Victoria volviera a matarme, aunque si venga, yo con gusto dejaría que me matase para amenguar el dolor, así una vez que muriese pudiese descansar por fin en paz.
Tenía ya dos días que no iba al instituto, no tenia humor, claro Charlie entendió y no dijo nada, Salí de mi recamara en dirección de la cocina, baje como una tortuga las escaleras, al llegar fui directo al refrigerador y saque lo necesario para hacerme un emparedado. Mi apetito tampoco era del mejor, pero al menos comía algo. La casa se encontraba un poco desordenada, signo evidente de que no me animaba a limpiarla. Entonces como si fuese un sueño escuche una voz melodiosa y armoniosa, era como un cantar para mi, me llamaba esa voz.
"Isabella" la escuche pronunciar mi nombre, era como si su voz me arrullara y a la vez incitara a buscarla, a perseguirla, era la voz de un hombre, lo sé muy bien, pero era la primera vez que la escuchaba. No me asuste como alguien más lo hubiese hecho.
La tarde llego y trajo consigo a Charlie, quien llego en su coche patrulla, ambos cenamos en silencio, en un incomodo silencio, fue la primera vez que cenamos incómodos.
-Bella…-dijo rompiendo por primera vez el silencio que se había formado, una vez que dejo su plato en el fregadero.
-Si, papá-le anime a que continuara.
-No sé cómo decirte esto pero…-hizo una larga pausa antes de continuar-…creo que sería lo mejor que hicieras un viaje.
Eso me tomo por sorpresa, no me esperaba aquello, lo mire sin comprender por un momento antes de que pudiera salir sonido alguno de mi boca.
-Pero…-logre apenas articular.
-No hay pero que valga Bella-su voz sonaba tan autoritario, que me hice chiquita en la silla en la que me encontraba.
-Está bien-dije rendida, no tenia ánimos para reclamar o renegarle algo-¿A dónde iré?
-Estuve hablando con tu madre, y estamos de acuerdo en que vayas a la ciudad de Volterra-dijo mientras veía como mi mandíbula caía hasta el piso.-los folletos que leímos nos parecieron interesantes, así que ese es el lugar correcto para ti.
No sabía que decir, ni nada por el estilo, estaba clavaba en la silla.
-¿Cuándo?-logre formular después de un rato.
-Bueno, como he visto que estas muy deprimida, te irás mañana al medio día- respondió.-ya es hora de que busques la felicidad en otro lado Bella.
Dicho eso acaricio mi cabello levemente y salió de la cocina en dirección a la sala, donde se puso a ver un partido en la televisión.
Medite un momento sus palabras, tenía razón, mucha razón, debía salir del estado depresivo en el que me encontraba, no era bueno para mi salud mental estar así… lentamente me levante de mi asiento, y me dirigí hacia las escaleras, tenía que ir a empacar mis cosas, ya que partiría mañana, al llegar a mi habitación, la observe un rato, todo seguía igual, pero algo arrugado debajo de mi cama llamo mi atención, un papel hecho bola, me agache y lo tome con cuidado. Me senté en mi cama mientras lo desdoblaba con cuidado; hasta un papel me podría cortar con gravedad, a ver su contenido mis ojos se llenaron de lágrimas. No era un papel, era una foto, en ella nos encontrábamos Edward y yo, abrazados, reconocería esa foto en cualquier lugar, fue en mi fiesta de cumpleaños que hizo Alice. No me contuve y llore, llore como nunca, volver a recordarlo fue una perforación más profunda en mi corazón.
Como pude agarre la foto y la destroce por completo, no quería revivir todo en un segundo, no podría soportarlo. Debía hacer un reinicio…
