Summary: Cuatro chicos unidos por el voleibol, pero a la vez unidos de una forma única y especial, trastornos alimenticios.
Hola a todos, se y estoy mas que cociente que tengo historias inconclusas, pero aun así me atreví a escribir esta historia y mas aun si yo pase y paso por esto, mas que una ayuda es la reflexión y la conciencia de esta enfermedad que quizás atacó o ataca a algún pariente, amigo o quizás a ti mism , espero que les guste que lo vean con madurez y realidad porque esto pasa y mucho. En esta historia habrá de todo un poco, pero el tema principal como anuncie es el trastorno alimenticio. Cualquier critica, consejo u observación serán bienvenidas.
Disclaimer: Haikyuu no me pertenece ni mucho menos sus personajes.
Capitulo 1
Promesa de iguales.
En la prefectura de Miyagi existía una preparatoria llamada Karasuno, donde el club más destacado de esta era el de voleibol. En ella participaban jóvenes apasionados y dedicados a este deporte, cada uno tenía motivos diferentes para asistir y también para esforzarse a tal grado de quedar totalmente cansados, sus personalidades variaban, algunos se llevaban muy bien, otros relativamente bien y por ultimo algunos se odiaban pero se toleraban lo suficiente para convivir juntos al igual que sus gustos, pero habían cuatro chicos que los unía de forma única con respecto a los demás, algunos pasaban desapercibidos y otros no tanto.
Hinata Shoyo, era un chico alegre, extrovertido y entusiasta, le encantaba el voleibol desde el momento en que vio al pequeño gigante jugar hace algunos años atrás, su desempeño académico no era ni tan bueno ni tan malo a excepción de algunas asignaturas, como inglés, su familia constaba de su hermana pequeña su madre y su padre, que prácticamente este último pasaba de viaje. Hinata cursaba primer año de secundaria en la clase 3-C.
Sugawara Koshi, mas apodado como la madre de Karasuno, un chico encantador para cualquiera que lo conociera, pero a la vez un chico de temer cuando se enojaba, su familia constaba de su madre y de su padrastro, al igual que Shoyo amaba el voleibol que a la vez se le hacía más grato jugar por el equipo que se estaba formando, su desempeño académico era bueno al menos lo suficiente para lo que él quería, cursaba tercer año de secundaria en la clase 2-A.
Nishinoya Yuu, uno de los jugadores más destacados del equipo y uno de los mejores líberos del país, su personalidad era abrumadora, se le podría similar a un huracán, pero su forma de jugar era la más silenciosa, totalmente opuesto a su personalidad, su familia constaba de su madre, padre y de su hermana mayor que iba a la universidad en Tokio, su desempeño académico era pésima y no era porque no estudiaba, era porque respondía según sus ideales sobre todo en literatura e historia, cursaba segundo año de secundaria en la clase 4-D.
Por ultimo Tsukishima Kei, un chico introvertido y con un genio insoportable para la mayoría, su mejor amigo era Yamaguchi Tadashi, quien lo conoció desde la primaria y solo por ser su mejor amigo le enseño un poco de voleibol en el cual quedo totalmente enganchado, antes de entrar a secundaria le encantaba el deporte, pero al descubrir la mentira de su hermano mayor le dejo de apasionar, simplemente jugaba porque su altura se lo permitía. Su familia constaba de su madre, padre y su hermano mayor. En los estudios se le daba extraordinariamente, inclusive antes de entrar a la secundaria dio un examen universitario en el que le fue demasiado bien para su corta edad, cursaba primer año de secundaria en la clase 1-A.
Eran jóvenes con vidas aparentemente normales, que a estos cuatro unía el voleibol, pero a la vez una enfermedad que los deterioraba y los mataba mientras pasaba el tiempo y dependía netamente de uno si quería seguir viviendo o no. El menos afectado por esta enfermedad era Hinata Shoyo, de echo él llevaba solo un par de semanas, casi el mes, después seguía Tsukishima Kei con dos años conviviendo con la enfermedad, después le seguía Sugawara Koshi con dos años y medio y por ultimo Nishinoya Yuu con cuatro años con esta horrible enfermedad.
Se estarán preguntando de que padecían estos cuatro jóvenes, pues bueno, les relato un poco. Esta enfermedad se puede adquirir más o menos a los ocho años de edad y dependiendo de cada caso se prolonga por un corto o largo plazo y además por lo voluntad de cada uno. Esta enfermedad puede aparecer sin darse cuenta o dejarla entrar de forma voluntaria. Sea cual sea la razón si uno no encuentra ayuda pronto, esta enfermedad te atacara con todo lo que tiene cada minuto de tu vida hasta que te la arrebata sin darse cuenta. Esta enfermedad se podía dividir en dos, ya sea cual sea la que padezcan el fin era el mismo, la muerte.
Esta enfermedad está siempre presente, te asecha de tal manera que no te das cuenta cuando ya la tienes, esta enfermedad te ilusiona, te emociona, te hace sentir poderoso y confiado por tener control, pero a la vez te hace infeliz a cada paso que das con él, comiéndote física y mentalmente. ¿Aún no pillan de que enfermedad hablo? Pues bien, esta enfermedad se llama "trastornos alimenticios", en la cual se divide en dos tipos, una es el dejar de comer, la "anorexia", la otra es la expulsión de lo que comes, la "bulimia".
Estos cuatro jóvenes la padecían, pero una predominaba a la otra, para Sugawara predominaba la bulimia, para Tsukishima la anorexia, para Nishinoya eran ambas y para Shoyo ninguna por el momento.
Hasta el momento nadie, pero absolutamente nadie se había dado cuenta que estos cuatro chicos padecían esta enfermedad, en cambio entre ellos si se podían identificar, el primero en ser descubierto fue Suga, fue un día después del almuerzo, Nishinoya ya lo había notado un poco extraño hace ya un buen tiempo, cuando habían terminado de almorzar Suga se fue a lavar los dientes cosa que estaba bien, pero Yuu lo siguió y cuando estuvo en el baño que precisamente era el más alejado de todos lo escucho, como este se provocaba las arcadas, Noya prefirió esperar afuera mientras que el chico de cabellos plateados terminaba su cometido, cuando este apareció no pudo decir palabra alguna, simplemente se quedó callado, fue entonces cuando el pequeño libero habló por él, para empezar le prometió que no le iba a contar a nadie y que además el también padecía los trastornos, los motivos por el cual lo hacía no se las pidió, que con el tiempo el mismo Suga se le acercaría y le contaría que fue lo que le paso para estar igual que él, después fue Tsukishima, cuando este entró al club de voleibol no le costó mucho el identificar al libero y al chico del lunar; un día después de las prácticas en el momento en que cada uno tomaba el respectivo camino para irse a casa, el chico Megane los alcanzó y les pregunto si podían hablar un momento con él, se fueron a un parque cerca de allí y entonces Kei con las palabras más concretas que pudo decir en ese instante dijo que con el podían confiar y que además no era necesario ocultarse al menos con él, también les dijo que él estaba igual que ellos y que estaba asustado, los dos mayores se quedaron sorprendidos, pensaron que se estaban ocultando lo suficientemente bien como para que se llegase a notar así como así, Tsukki solo llevaba semanas en el club y ya se había dado cuenta, ese mismo día los tres hicieron una promesa, que se cuidarían y protegerían entre ellos y lo más importante, que no se delatarían por nada en el mundo.
Hasta el momento todo iba bien, nadie se había dado cuenta y tampoco levantaban sospechas, hasta que ocurrió un percance, Nishinoya fue el primero en caer. Estaban en el último día de clases de la semana, ese día Yuu se veía más pálido de lo normal, aunque su entusiasmo y energía seguían igual, cuando llegó la hora de ir al segundo gimnasio para entrenar, tanto Asahi como Koshi se dieron cuenta no sólo de su palidez sino que también de unos hematomas que se colaban perfectamente por su piel en el área de las piernas, intentando sonar despreocupado Sugawara se le acerco y comenzó a hacer estiramientos con él.
-Nee Nishinoya, tus piernas… tienen… m-moretones – Estaba algo nervioso, más que nada por la cantidad de personas que estaban llegando al gimnasio y las notorias marcas en su piel.
- L-Lo sé, las vi esta mañana, estaba… decidido a no venir hoy por lo mismo, pero… Si lo hacía me iban a interrogar así que… tuve que escoger que era mejor, además si el entrenador llegara a preguntar sólo diré que fueron por los "entrenamientos" extras que estoy haciendo - relataba y justificaba astutamente el más pequeño, tenía que salirse con la suya, aunque no le gustara mentir.
- Y-Ya veo… pero… ¿Estarás bien con eso?, digo, hasta ahora no me han salido y no se… como lidiar con eso…- A Suga no se le había presentado tal anomalía en su cuerpo, si otras un poco más discretas según él.
- Yo creo que si… ya me habían salido antes pero nunca pasaba a más, además es lo que menos me preocupa ahora – Y era cierto, no pensaba tomarle importancia a un par de manchas insignificantes.
La tarde transcurría como siempre, la mayoría ya se había dado cuenta que su piel presentaba una extraña apariencia, pero eso no detuvo al pequeño libero, siguió como si nada.
-¡Hey Noya-San! ¿Y esas marcas en tus piernas? – lo bueno es que no era el entrenador Ukai el que preguntaba, pero si fue una mala suerte porque su amigo de su misma clase lo había gritado a los cuatro vientos.
-Ryu… bueno… fue un descuido mío, me pase de la cuenta entrenando, por eso las tengo… hahaha… - Daba la explicación el cuestionado con una risa algo falsa, el chico peli gris y el Megane lo miraban expectante para ver si tenían que entrar en acción o no, cosa que no fue necesaria porque al dar la explicación Tanaka simplemente dijo un extravagante "wow que genial eres" y siguió en su práctica individual.
Estaban por finalizar las practicas individuales cuando Kageyama hacia su saque mortal en la que el líbero tenía que recibir, este último estaba tan concentrado en recibirlo que no se dio cuenta que su cuerpo no lo estaba acompañando, en el acto la pelota iba a más de dos metros de donde estaba el, cuando se dispuso a perseguirlo para detenerlo este cayo bruscamente al suelo, todos lo quedaron mirando, Yuu se dio cuenta que había llegado a su límite, le temblaba el cuerpo y poco a poco su vista se le comenzaba a nublar, se iba a desmayar, si descubrían lo que tenia se iba a armar un gran caos, tanto para su familia como para el club y su reputación, no podía mover ni un musculo se estaba comenzando a asustar, poco a poco los demás se le empezaron a acercar pero afortunadamente el primero en acercarse fue Kei.
-Vaya vaya, al parecer alguien no aguanto practicar conmigo ayer – Decía el más alto de todos mientras lo levantaba lentamente y le daba miradas para que le siguiera la corriente.
-Eres un monstruo ¿Lo sabias? No pienso practicar nunca más contigo – Le contestaba como podía y con un puchero para que todos creyeran que lo que decían era cierto.
-Ehhhh… pero si el que me pidió que le ayudara a practicar fuiste tú mismo Nishinoya-San – Haciéndose el desentendido se dirigía a la salida de gimnasio sin antes de ser detenido por la mano del capitán dirigida a su hombro derecho, este lentamente gira su cabeza y lo ve de forma seria, intentado conservar la calma le sonríe – Tranquilo capital el estará bien, lo llevare a que tome un poco de aire, de verdad fui un bruto con el – Como no recibió respuesta alguna este se fue con el chico afectado, antes de alejarse lo que más podían lo deposito en las escaleras donde se encontraba el aula del club, subió rápidamente y escogió algunas cosas que le servirían para que se recuperara un poco, cuando las tuvo en las manos, bajo y tomo a Yuu y se lo llevo a la parte trasera cerca de un almacén, lo deposito en el suelo lentamente y poco a poco le empezó a alimentar.
- ¿Cuánto tiempo y que cosa? – Pregunto sin rodeos mientras seguía en su cometido, como aun no sabía nada del libero y del chico peli gris por lo menos tenía que saber el límite de cuanto podía soportar para poder ayudarse mejor en este tipo de situaciones.
-D-Dos… semanas y un… día sin… comer – Respondía con dificultad, estaba alterado no se podía tranquilizar aun del todo, hizo el ejercicio de respirar hondo para tranquilizarse hasta que lo logro y poco a poco lo que el chico de primer año le daba le hacía efecto, cada vez se sentía mejor, estuvieron así por lo menos media hora, hasta que decidieron volver al gimnasio para terminar la práctica, pero viendo la hora seguramente ya estaban guardando las cosas donde correspondían.
Mientras tanto Koshi intentaba hacer lo posible para convencer a Daichi para que le dejara el cierre del gimnasio y la limpieza a los otros dos, cosa que no fue fácil conseguir, cuando iban a la mitad del trabajo llamo a todos y le dijo el cambio de planes, agradecía a todos los santos por lograr hacerle cambiar de opinión, pero no lo consiguió del todo, dejo a Asahi para ayudarlos, más que nada porque este último se ofreció. Pasaban los minutos y el ultimo en despedirse fue Hinata, Suga y Azumane se miraban intensamente, estaba más que seguro que el As sabía algo o lo sospechaba, la tensión del ambiente que se había formado se rompió cuando los dos chicos entraban como si nada.
Nadie dijo nada, el chico del lunar simplemente les dijo lo que tenían que hacer para luego irse a casa, cuando todo estaba terminado y listo se dirigieron a la salida del instituto, Asahi no dijo nada hasta que llegó la hora de despedirse.
-Nishinoya… que tengas un buen fin de semana, te estaré llamando- Sin más se despidió sin antes de darle una mirada más a Sugawara.
-El… sabe algo… estoy seguro- Decía mientras miraba como el chico con barba se alejaba rápidamente, no tenía un mal presentimiento, pero si una preocupación algo incomoda.
-Si lo llega a saber habrá que hablar con él, por lo que veo tendrás que ser tu Nishinoya-San- Los otros dos sabían a que se refería, en especial el más pequeño, se notaba que el chico de tercero tenía un interés especial por él, aunque Yuu solo lo consideraba como su amigo.
Cada uno se despidió y se fueron a casa. Cuando Koshi llego a casa vio que esta estaba vacía, otra vez, sus padres no estaban, quizás se fueron de viaje o algo, siempre era lo mismo, tenía hambre, solo había almorzado, no quería comer, se negaba a comer, pero si no lo hacia estaría igual que el líbero, él también estaba llegando a su límite, decidido busco en la nevera lo menos calórico que había para poder comerlo, cosa que encontró, se lo preparo y se fue a su habitación, mientras tanto Nishinoya llego a casa y arraso con todo lo que había a su paso, su madre lo ignoro por completo, solo le dijo que dejara ordenado que se duchara y se fuera a dormir, por ultimo Kei, quien al entrar a su casa solo estaban las luces prendidas, en su mayoría, lentamente y con delicadeza subió por las escaleras hasta llegar a su habitación pero algo llamo su atención, un ruido provenía del baño, se acercó con discreción y lo escucho, era Akiteru llorando desconsoladamente, con rabia apretó su mandíbula y se dirigió a su habitación que a la vez la cerro con un fuerte portazo, estaba molesto, demasiado molesto, gracias a él su hermano mayor estaba así, sufriendo al igual que el con esta enfermedad.
Aquí el primer capitulo, nos veremos pronto, saludos! si quieren compartir un trozo de algo parecido vivido lo pueden hacer que sera de forma anónima.
