Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertencen, son propiedad de su respectivo autor. La historia es creada con la intención de entretener. ¡Disfruten!
Nuestro Final.
¿Aquí acabaría todo? ¿Que pasó con el final feliz con el que soñó? ¿qué pasó con su huída? ¿Qué pasó con Sasuke?
— Sasuke — suspiró sonrojada y agitada.
— Ino — jadeó un poco, separandose de ella. Incluso él se sorprendió del beso que le dió a la Yamanaka después de haberla encontrado en el bosque — Yo te quiero, te necesito en mi vida.
La rubia abrió los ojos de sobremanera. ¿Era esto real o una jodida broma?
— Tú... — murmuró con el corazón latiendole a mil por segundo.
— Ino, sé mi novia, sé mi esposa, sé mía.
— Sasuke, ¿hablas en serio? — una traviesa lágrima escapó, recorriendo su mejilla.
Él la besó.
— Puedes apostarlo. Te quiero a mi lado, Yamanaka — y la abrazó tiernamente.
Ella se permitió llorar como nunca imaginó hacerlo frente al Uchiha. Su sueño, su más grande deseo estaba frente a ella.
— Sasuke... —murmuró, captando la atención del pelinegro. Ella se acomodó en la cama que esa noche compartían, y se preparó para hablar.— Yo... — comenzó nerviosa, luego, al darse cuenta de su nerviosismo se puso firme — ¿Cuándo estaremos juntos, Sasuke?
— Estamos juntos, Ino.
— Sabes que no me refiero a esto. ¿Cuando podremos estar juntos, sin que tengamos que escondernos de los demás?
Sasuke quedó en silencio.
— Ya veo... — ella se puso de pie, tapando con las sábanas su desnudez. Comenzó a vestirse.
Él se sentó en la cama cuando vió que ella quería irse.
— Soy un criminal buscado, Ino. Sabes que no sería fácil encontrarnos así como si nada sin que alguien intente matarme o capturarme, estar conmigo podría ocasionarnos la muerte, estar conmigo no garantiza algo bueno — comentó obvio y con un poco de molestia.
— Y yo soy una mujer Sasuke — lo miró — Sabes que no es fácil estar con un criminal, escondiendo tu amor por más de dos años. No me importarían los riesgos si te tengo a ti, te amo; pero si tú no piensas igual nada de esto ha servido.
Ella se dispuso a marcharse, y él la tomó del brazo, plantándole un beso apasionado. Unos minutos más tarde, ella se alejo, sin que el beso haya logrado que se quedará. Sasuke no quería proponerle lo que pensaba, pero sabía que si cruzaba la puerta, su rubia no volvería.
— Ven conmigo, Ino.
Ella paró, y volteó para mirarlo con los ojos muy abiertos.
— ¿Qué? — inquirió entre la sorpresa y la confusión.
— Ven conmigo — repitió — Deja Konoha y quédate a mi lado.
— No, Konoha... allí están las personas que amo.
— Esa es la única forma — se acercó a ella — No quiero que te vayas... — se rindió ante la idea — Eres lo más importante que tengo, lo único que me queda. Yo... renunciaré a todo si tú estás a mi lado. No quiero perderte, Ino, de verdad te quiero — pausó unos momentos —. No, yo realmete te amo.
— Sasuke... Me quedaré contigo — lo abrazó y besó como si sus vidas dependieran de ello.
Recordar todo lo que pasaron en ese momento era tan emocionante como doloroso.
Visualizó a pocos centímetros el cuerpo sin vida de su amado. Arrastrándose ante la atenta mirada de aquél hombre que lo había asesinado consiguió ponerse a su lado. Le dió un beso en la mejilla y sujetó su mano tan fuerte como pudo.
— Nuestro final, Sasuke — murmuró al cadáver junto de ella, cerró los ojos mientras una lágrima corría por su mejilla y sus labios se formaban en una triste sonrisa. Se quedó quieta, inmovil.
Ella jamás se hubiera ido. Ella jamás se hubiera alejado. Ella jamás dejaría a Sasuke. Ella jamás se hibiera imaginado aquello. Pero más que todo, ella jamás se arrepentiría de su amor prohibido hacia el criminal, tampoco de morir de aquella manera.
Y a pesar de ser así, lograron tener su final. No fue uno feliz, con hijos, como hubiese deseado, pero obtubieron uno al menos; y murieron amándose hasta el final.
