Capitulo 1
Estaba cansada de conducir durante horas, le dolía todo el cuerpo, pero tenia que aguantar y llegar a Forks antes de que anocheciera. La última vez que Bella había estado en Forks tenía dieciocho años y toda una vida por delante. Le parecía mentira que desde aquel entonces solo hubieran pasado cuatro años de su partida. Si en aquel entonces le hubieran preguntado como se imaginaba que sería su vida con veintidós años, seguramente distaría mucho de la que llevaba ahora; no pudo evitar que las lágrimas llegaran a sus ojos.
Miró a través del retrovisor del coche a la pequeña personita situada en la parte trasera: Cherrie. Su pequeña bebe de nueve meses dormía plácidamente en su sillita ajena a todo lo que ocurría a su alrededor. Para Bella, Cherrie era su vida entera y seguramente sin ella se habría hundido mucho tiempo antes. Su hija le daba fuerzas para seguir adelante.
Solo le quedaban cinco quilómetros para llegar a Forks, y gracias al cielo, ya que el viejo coche que había alquilado al llegar al aeropuerto de Seattle parecía que no podría resistir mucho más. Bella había vivido durante todo ese tiempo en Inglaterra, lejos de todo el mundo, pero había decidido volver a Estados Unidos, más que volver, la palabra más adecuada era huir. Forks era el pueblo donde Bella veraneaba desde pequeña, ya que el resto del año vivía en Arizona. De hacho podría haber vuelto allí con su familia, pero descarto esa idea y eligió aquel pequeño pueblo, el único lugar en el que alguna vez se sintió feliz y protegida.
Aparcó el coche a un lado de aquella gran y familiar casa. Decidió que como estaba cerca del coche y hacia algo de frío, podría dejar a la niña un segundo allí dentro. Llamó al timbre y segundos después apareció en el umbral una rubia despampanante.
-Hola, ¿Esta Emmet McCarthy? – pregunto nerviosa después de tanto tiempo.
- Sí – contesto la mujer – ahora le aviso
La rubia desapareció hacia el interior de la casa que ella conocía tan bien, y ella se quedo esperando fuera. Segundo después apareció aquel hombre con cara de niño. Emmet no se lo podía creer, había intentado localizarla infinitas veces y allí estaba su amiga, que era como su hermana pequeña.
-¡Bella! – dijo abrazándola y estrechándola fuertemente contra él. A Bella le dolía todo, pero no le importó, porque lo había echado muchísimo de menos. - ¿Dónde has estado todo este tiempo?
- Es una larga historia, ya te contaré – dijo evadiendo el tema – sé que es un abuso de la confianza después de tanto tiempo… pero es que he decidido quedarme a vivir aquí, y la casa donde veraneaba con mi familia no se ha abierto desde hace cuatro años… - no sabía como continuar – ¿Podría quedarme un par de días?
- Eso ni se pregunta, por mi mejor amiga lo que sea – Le agarró la mano con seguridad y la arrastró hacia dentro – Vamos.
- Espera – dijo Bella – No vengo sola.
Se soltó de la mano de Emmet y salió en dirección al coche seguida de su mejor amigo. Cuando llegó abrió la puerta y sacó con mucho cuidado a la pequeña criatura que seguí durmiendo con su chupete en la boca y su pequeño conejito de trapo.
-Es… Es… - Emmet no sabía que decir, estaba totalmente anonadado – Es…
- Mi hija – dijo con una seguridad que no había tenido en mucho tiempo.
-¡Caray! –logró decir al fin – Eres madre - Eso ultimo lo dijo absolutamente maravillado, mientras le pasaba delicadamente un dedo por la dulce carita de la niña. - ¿Y el padre?
- No tiene padre – Sentenció rápidamente y Emmet pudo ver una sombra de miedo en sus ojos pero que rápidamente disimuló – Estoy yo sola.
-Bien – Emmet decidió pasarlo por el momento pero no dudó en que sacaría pronto el tema – Entremos que hace frio.
……………………….
-Cariño, ¿Cuánto tiempo va a quedarse tu amiga? – dijo la mujer rubia después que Bella subiera a la habitación a acostar a Cherrie y cambiarse. Emmet pudo intuir en las palabras de su prometida un poco de celos.
-Un par de días, hasta que adecente un poco su casa –asintió no muy segura – Rose, no tienes porque sentir celos – dijo – yo te quiero más que a mi vida – y acto seguido la abrazó.
-Lo sé – Dijo Rosalie – solo que a parte de conmigo nunca eres tan atento con nadie más.
-Bella es mi mejor amiga – dijo Emmet – pensaba que ya nunca más la volvería a ver.
- Perdóname Emmet – dijo Rose – Creo que he sido algo grosera con ella, pero me comportaré. Además, la niña se ve tan dulce – después se separo de Emmet – Iré a subirle una mantas para que no coja frío la niña.
Emmet asintió y vio como desaparecía escaleras arriba. Se alegraba mucho de volver a ver a Bella, pero algo iba mal. Aquella situación era muy rara.
………………….
Bella depositó el liviano cuerpo de su hija encima de la mullida cama sin que Cherrie se despertara y le besó en la cabeza. Pobrecita, pensó, no merecía tener una madre como ella, y eso hizo que unas lágrimas resbalaran por sus mejillas. Acto seguido fue a cambiarse de ropa antes de bajar a cenar. Se quitó la camiseta y se quedó en sujetador, y vio su reflejo en el espejo. Se dio asco a si misma.
Estaba llena de moretones por todos los lados. Luego se giró un poco para verse la espalda y vio las marcas recientes y con sangre que le había hecho aquella alimaña con aquel cinturón. Luego se dio cuenta que su camiseta estaba llena de sangre también, y lloró por aquella patética vida.
De repente la puerta de la habitación se abrió y escuchó un grito.
Hola, espero que os haya gustado! Es una idea que se me ha ocurrido hoy! Pero que no voy a dejar la otra historia que tengo! ¿LA CONTINUO?
Por cierto, Edward seguramente aparecerá en el segundo o tercer capítulo.
Bessos
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