Dedicatoria.
Para Laura, mi súper hermana-prima.
«Vivir con los ojos cerrados es fácil,
Entendiendo mal todo lo que se ve»
—Strawberry Fields Forever
The Beatles.
Prefacio
Seis resplandecientes esferas de luz refulgían dentro del cáliz. Sus colores eran maravillosos, y daban la impresión de ser tan frágiles como una hoja seca. Con un simple toque se desmoronarían en miles de pedazos.
Solo faltaba una.
Y si esa última esfera brillante se les unía, sería el fin. El fin de todo lo existente en la Tierra y l Universo entero.
Entonces, el grito más desgarrador de todos resonó en la habitación. Un tipo de grito que te deja sin aliento, que te hace querer romperte los oídos para no poder escucharlo.
Otro grito lo siguió, pero éste no era del dolor propio, sino del dolor ajeno que se siente al ver que todo lo que te importó alguna vez, se ha ido. Para siempre.
Las siete esferas estaban reunidas ahora.
El caos acababa de empezar.
