Disclaimer: Sólo la trama es mía, el resto viene del prodigioso cerebro de J.K.Rowling.
Capítulo 1: La Carta
Imágenes confusas se sucedían en su cabeza, era una procesión de escenas inconexas e incomprensibles. Hasta escuchar algo familiar, su madre llamándola:
"¡Despierta hija! Ya llegó la carta del colegio."
Abrió un ojo, soñolienta, y se encontró con un sobre frente a su nariz. Tenía la ya familiar "H" impresa. Lo abrió con una sonrisa, sería el último que le llegara. Como de costumbre, leyó la lista y se apresuró a ir al Callejón Diagon a conseguir sus materiales.
OoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooO
Al despertar, sintió una ráfaga de viento junto a su cabeza, era Hedwig. Ella llegaba con una carta en su pata, que Harry se apresuró a abrir. Era la misma carta de siempre. "Bienvenidos a un nuevo año escolar, esto es lo que necesitarán" Ese era el resumen. Se sentó en su cama y miró a la cama contigua, ahí estaba Ron, aún durmiendo profundamente. Harry se levantó rápidamente y fue a despertarlo. Lo sacudió varias veces, hasta que decidió lanzarle un hechizo:
"¡¡¡Aaaaaaahhhh!!!!" gritó un enfurecido Ron, mientras sacudía su cabeza, empapando a Harry en el proceso. Su amigo se levantó de la cama, entre risas, tratando de esquivar la lluvia que emanaba del pelirrojo.
"Es la única manera de despertarte" rió Harry.
No transcribiré aquí los comentarios de Ron, sólo digamos que era un típico joven de 17 años, con el vocabulario apropiado para la edad, y que le costaba mucho despertar. Corramos un velo de censura, por si acaso hay niños leyendo esto.
Cuando al fin se calmó, fue capaz de bañarse, vestirse y bajar a desayunar, seguido de cerca por su mejor amigo. Abajo encontraron a una jovencita de 16 años, alta y delgada, con su cabello largo, liso y caoba cayendo por su espalda hasta su cintura. Junto a ella había un joven, también alto y espigado, de lentes y cabello café. Ambos se dieron vuelta a saludar a los recién llegados. Ron, al verlos, puso unos ojos como platos y preguntó:
"¿Qué haces tú aquí? ¿A esta hora?" su instinto de hermano mayor afloró.
"De visita" Contestó la pelirroja, calmadamente. "Es la una de la tarde Ron. Matt vino a almorzar."
"¿La una?" preguntó un incrédulo Harry
"Sí niños" contestó la señora Weasley, entrando a la cocina "No los quise despertar antes."
"Gracias, mamá" le dijo Ron, avergonzado "¿Compraste ya la lista del colegio?"
"Claro, hijo."- Contestó la buena señora, limpiándose las manos en un paño "Las cosas de ambos, está todo en el living."
"Que bueno, gracias mamá" sonrió Ron
"Sí, señora Weasley, gracias" se apresuró a agregar Harry.
"No es nada, niños" sonrió la madre.
OoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooO
El tiempo pasó muy rápido, y pronto llegó el primer día de clases. Los tres amigos, (Hermione se encontró con ellos a la entrada de la estación) la hermanita y el acompañante de turno (Matt) llegaron a la plataforma 9¾. Cada uno llevaba su tradicional carrito, con todo el equipaje y, en el caso de Hermione, Ron y Harry, a su mascota.
Al entrar a la plataforma, Hermione no pudo parar su carrito y chocó con Draco Malfoy, mientras este subía su baúl al tren.
"Ten cuidado, sangre sucia" le espetó "La integridad física de algunos de nosotros es importante."
"Estoy muy de acuerdo contigo" le contestó ella. "Cuando no se tiene cerebro, el físico es lo único que queda."
"Discúlpame, Granger" continuó Malfoy "No debí hablarte de esa manera. ¿Porqué no llamas a tus padres para que me disculpe ante ellos? Ah, si, no pueden pasar. ¿No es una pena?" sin esperar contestación, Draco subió al tren.
Harry se apresuró a sujetar a su pelirrojo amigo, que tenía la cara roja, ahora hacía juego con su cabellera. Hermione sólo suspiró y miró a Ron:
"¿Vamos al vagón de prefectos?" le preguntó, con suma calma.
"¿Cómo te mantienes tan tranquila?" le preguntó Ron, soltándose de Harry y recobrando un poco el control.
"No tengo manera de cambiarlo, así que lo acepto." suspiró ella. Tomó su baúl y se dirigió hacia el vagón de prefectos, un poco más adelante. Ron se encogió de hombros y la siguió.
No pasó nada digno de contar en este viaje en tren, exceptuando la reunión de principio de año para coordinar las actividades. Y exceptuando, también, los continuos esfuerzos de Ron por conversar con la siempre esquiva Danielle. Era su amor platónico desde hacía ya dos años. Ron la observaba desde la mesa de Gryfffindor a la hora de las comidas, ella era de Ravenclaw, así que no coincidían mucho en clases. A pesar de todo, Ron la adoraba, y no había minuto, durante el año escolar, que no hablara de ella. A Hermione el asunto no le hacía mucha gracia, de hecho, le molestaba muchísimo. Ella solía decirle a Ron lo patético que se veía, pero él no la escuchaba.
Hay que recordar lo mucho que Hermione quería a Ron. Al principio se engañó pensando que sólo eran amigos, pero no se demoró en comprender que era más que eso. Hermione lo amaba. Ése era el mayor problema, ella estaba celosa. Se sentó en el compartimiento que compartía con Harry, su eterna novia Luna, la mejor amiga de ésta, Danielle y, por supuesto, Ron. A Danielle, Ron le hacía mucha gracia, lo quería mucho, pero no se daba cuenta de cuánto la adoraba él. Lo veía sólo como un muy buen amigo.
Llegaron al castillo, y las dos parejas se consiguieron un carro para ellos. Hermione no encontró uno disponible, y se tuvo que sentar en el coche de Draco y su novia Pansy. Para su fortuna, un alumno de séptimo de Hufflepuff, Andrew, tampoco tenía carro y se sentó junto a ella. Le haría menos pesado el viaje. Obviamente, Draco se molestó mucho con su presencia y casi la bota fuera del carruaje, aduciendo que no quería compartirlo con una sangre sucia. Felizmente, Andrew la sujetó bien e impidió que se cayera. Luego de ese intento fallido, Draco la ignoró por completo. Simplemente abrazaba a Pansy y hablaba sólo con ella. Hermione, por su parte, le agradeció al desconocido su ayuda y él rápidamente inició un tema de conversación. Fue un viaje muy entretenido, lástima que tuvo que terminar su conversación al entrar al Gran Comedor.
Miró hacia su mesa de Gryffindor, Ron, Harry y Luna estaban sentados ya, esperándola. Sonrió, su amiga ya se había acostumbrado a la mesa de Gryffindor y, a decir verdad, encajaba bastante bien. Se acercó alegremente y fue a ocupar su lugar de siempre, junto a Ron. Al otro lado estaban Harry y Luna. Danielle apareció desde la mesa de Ravenclaw y Ron le donó el asiento de Hermione, quería que ella se sentara a su lado. Eso obligó a Hermione a sentarse un poco más alejada de ellos. Los miró, sonreían muy contentos, pero ella igual se sentía sola. Harry tenía novia y Ron hacía lo imposible por conseguir una. Ella no tenía eso. Maldito Ron, si sólo se fijara en ella un momento. Miró al frente y se encontró con la mesa de Slytherin. En ella, Draco y Pansy se besaban apasionadamente. Suspiró, al menos alguien era feliz, aunque fuera Malfoy. Un poco más allá sus ojos se encontraron con los de Andrew, en la mesa de Hufflepuff. Él le sonrió y ella le devolvió la sonrisa. Bajó los ojos, tal vez había encontrado a alguien. En ese momento empezó la ceremonia. Le gustaba mucho esa parte, la encontraba tan emotiva. Cuando terminó, todos los platos fueron servidos, era hora de comer.
Ron, como de costumbre, se sirvió grandes cantidades de todo lo que le pusieron al frente. Era impresionante su manera de comer, como si no tuviera fondo. Harry, por su parte, comió moderadamente, pero probó todo. Danielle se reía de Ron y lo retaba a comer más. Ron parecía encantado y seguía metiéndose comida a la boca. Harry y Luna sólo reían al verlo. Hermione, desde su posición, a dos puestos del grupo, poco podía comentar. Levantó los ojos y notó que Andrew la estaba mirando. Sonrió y él le devolvió la sonrisa. La siguió mirando y, de repente, se levantó y caminó hacia ella. Hermione sonrió, tenía un puesto vacío a su lado y se lo señaló a Andrew. Él sonrió, mientras caminaba hacia ella y se sentó a su lado, muy contento.
Al término de la comida, Dumbledore pronunció su ya habitual discurso. Habló de todos los objetos prohibidos por Filch (Ya eran casi 800) y le recordó a todos los alumnos (mirando significativamente a Harry y su grupo) que el bosque prohibido tenía muy bien puesto su nombre. Lo mismo de todos los años, Hermione casi se lo sabía de memoria.
Cuando Dumbledore hubo acabado, Hermione se levantó y empezó a gritar:
"¡Los de primer año, por aquí!" La rutina de siempre.
"¡Gryffindor! ¡Novatos, síganme!" La imitó Ron, levantándose y acercándose hacia ella.
Juntos llevaron al tropel de pequeños de primer año a la sala común de su nueva casa, les mostraron sus nuevos dormitorios y les enseñaron la contraseña. Harry no los seguía, solía ir a la biblioteca o a cualquier lugar tranquilo con Luna antes de llegar a la casa. Así, al regresar, podía compartir un poco con Ron y Hermione después que ellos volvían de su tradicional reunión de prefectos. Danielle y Andrew, cada uno por su cuenta, se levantaron de la mesa de Gryffindor y se dirigieron a su respectiva sala común.
OoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooO
Todos los prefectos iban llegando a la sala de reuniones para conversar con su director y los jefes de sus respectivas casas. Cuando todos estuvieron presentes, Dumbledore empezó a hablar:
"Como ya saben, este año se harán las mismas actividades de todos los años, así que necesitamos designar un comité para cada una. Piénsenlo bien y lo vemos mañana en la mañana. Hoy hubo un pequeño retraso en el expreso de Hogwarts, así que no creo equivocarme al pensar que todos están bastante cansados. ¿Me equivoco?" Las caras de sueño de todos lo negaban fehacientemente. "Ok, los Premios Anuales son Draco Malfoy y Hermione Granger" Albus sonrió al ver las caras de ambos iluminarse. "Pero hemos pensado que deberían conocerse mejor para poder ser un buen equipo, así que compartirán una sala común." Y estuvo a punto de estallar en risas al ver los mismos rostros ensombrecerse. "Síganme por aquí." Les dijo, haciendo una seña.
Dumbledore salió de la sala de reuniones y guió a los jóvenes magos por largos pasillos hasta llegar frente a un retrato del Mago Merlín. Este los saludó caballerosamente y se movió para dejarlos pasar.
Eso es todo, un poco tradicional el inicio, pero se pondrá mejor, lo prometo. Porfis R/R!!! Da mucha ilusión y me preocuparé de contestar cada uno de ellos personalizadamente. Lo cambié un poco, espero que haya mejorado.
