Not another day

_ Mami! Puedo salir a jugar?- hablo tiernamente la pequeña de cabello rosa a su madre, poniendo ojitos de Borrego.

_ Bueno, no hay problema siempre que desayunes primero- respondió esta, sin poder negarle nada a su pequeña cuando hacia esa cara.

Era un sábado cualquiera en la vida de Sakura, levantarse alrededor de las 9, suplicar salir a jugar, desayunar y no volver a casa hasta que no la llamaran a comer pasado el mediodía. No se tienen demasiadas preocupaciones cuando se tienen 8 años.

Termino su leche chocolatada a toda velocidad, se cepillo los dientes, espero a que su mama la peinara, la despidió y corrió rápidamente a la casa del frente. Toco la puerta y espero ansiosamente a que alguien abriera.

_ Buenos días Sakura- la saludo una mujer de cabello largo y azulado con una mirada tierna en el rostro.

_ Hola Miko, Sasuke está despierto?- pregunto la pequeña intrigada

_ Si, te está esperando en el patio desde que se levantó. Te está esperando ansioso.-dijo la mujer con su dulce voz y su amigable rostro.

Muy ansiosa y energética corrió hacia el patio de la gran casa. La conocía de memoria, prácticamente todos los días venía a jugar con su mejor amigo por lo que era tratada como un miembro más de la familia Uchiha.

Antes de salir al patio, busco por el vidrio de la puerta a su amigo, intentando localizarlo antes de que se diera cuenta de su llegada. Para su suerte estaba algo lejos y de espalda. Decidió entonces realizar el plan sorpresa, haciendo el menor ruido posible se acercó hasta su presa para saltarle por la espalda y asustarlo, o al menos tirarlo al piso, ya que estaba de rodillas.

_Bhuuu!- grito Sakura mientras se tiraba sobre la espalda de su amigo, haciendo que los dos se cayeran en la tierra. JAJAJAJA!- comenzó a reír la peligrosa. No pudiste escucharme.- sonrió.

_Auch! Claro que no, estaba muy ocupado jugando con mis autitos.- respondió en defensa el pelinegro tendido sobre el piso, debajo de su amiga. Pero me las vas a pagar por tirarme!- juntando fuerzas se las arregló para tumbar a la niña y comenzar a hacerle cosquillas hasta que suplicara piedad.

_Basta! Basta! Ya no aguan a a jajajaja nto jajajaja.

Escuchando su queja el niño acabo la tortura de cosquillas y ambos quedaron sentados el uno frente al otro, mirándose hasta recobrar el aliento.

_Y bien Sasu… que nos espeta para el día de hoy?- pregunto alegre la niña ojos jade.

_Mmmm… no sé, podríamos buscar a Naruto y hacer algo con el, o con Ino.- sugirió el pelinegro.

_Naruto siempre duerme hasta tarde! Iremos a su casa y nos volveremos sin el porqué seguro está roncando.- se quejó Sakura. Y si mejor nos quedamos en tu casa? Tenemos el arenero, la hamaca. Seguro tu papa te compro algo nuevo esta semana, no?- pregunto, esperando que su compañero aceptara.

_Seguro que sí, aunque me hubiera gustado poder verlo- dijo extrañamente triste. Voy a buscar algo adentro para que juguemos Saku, espérame un ratito!- grito mientras se alejaba.

Sakura lo vio entrar y sonrió. Siguió sentada esperando a que volviera. Pasaron una mañana de lo más divertida, jugaron y rieron como si no hubiese mañana, hasta que Mikoto llamo a la pequeña, diciéndole que su mama la esperaba para almorzar. Se despidió y corrió o casa, acordando antes volver a juntarse por la tarde con Sasuke, aparentemente, él tenía una noticia que darle.

Al llegar a casa la mesa estaba lista. Mientras su madre ponía la comida en la mesa le pidió que despertara a su hermano para comer. Echo esto, 5 minutos después la familia estaba en la mesa.

_Ma, cuando vuelve papa? No tendría que ya haber llegado? Porque no está?- pregunto rápida y consecutivamente la niña, sin casi acordarse de respirar.

_Papá va a llegar por la noche, se retrasó un poco nada mas.- dijo Tsunade y le sonrió.

_Está muy buena la comida.- reconoció Sasori, el hermano de Saura de unos 12 años.

Tsunade agradeció el comentario y continuaron hablando y comentando uno que otro asunto.

El resto del día continúo sin ningún incidente. La tierna niña con ojos jade volvió a la casa de su vecino para jugar por la tarde como habían acordado. Antes de irse Mikoto la invito a cenar, pese a estar muy ansiosa por aceptar Sakura se negó, tenía que volver a cenar a su hogar ya que su padre volvería esta noche.

Cuando regreso, la pequeña no pudo evitar sentir que algo se le estaba olvidando, algo le faltaba, pero al no saber qué es lo que era decidio ignorarlo. Llegada la noche y con todos en casa, el padre de Sakura hizo su llegada, con un bolso un la mano y un maletín en el otro.

Desde su pieza, Sakura escucho el ruido de la puerta abrirse y el sonido de la voz de su padre, por lo que a toda prisa corrió a saludarlo.

_Papii! Te extrañe mucho!- grito la niña mientras corría a los brazos de su padre con la intención de que esta la abrazara y la levantara por los aires como le gustaba.

_Hola Sakurita.- se limitó a decir este, dejo el bolso en el suelo un momento, le palpo la cabeza, volvió a levantar el bolso y siguió su camino, parecía que el sujeto se encontraba de lo más agotado.

Sakura se sintió algo triste por un momento, aunque no le dio importancia, y continuo siguiendo a su querido padre y haciéndole un montón de preguntas que quedaron sin respuestas.

_Hola cielo.- saludo Jiraya a Tsunade con un tierno beso.

_Todo bien?- correspondió esta mientras se abrazaban.

_Si, solo algo cansado. Esto es para lavar.- le entrego el bolso y dejo el maletín sobre el escritorio que estaba cerca. No tengo hambre, me voy a bañar y a acostar, agradecería que no hicieran tanto ruido ni tantas pregustas.- dijo Jiraya, mirando a su hija mientras decía las últimas palabras.

Tsunade suspiro y se retiró. Sakura decepcionada fue a su cuarto a seguir dibujando. Otro buen y típico día para ella acababa de concluir.

Llego el lunes y Sakura tenía clase, había terminado su tarea y preparado su mochila la noche anterior. Se levantó temprano para despedir a su padre ya que no lo vería hasta el fin de semana. Antes de que este se subiera al auto, le entrego una carta que había hecho, llena de brillantina y colores brillantes, una carta para que no la extrañara mientras no se veían. Jiraya le sonrió, la abrazo fuertemente y se despidieron.

Su madre la llevo a la escuela y la dejo en la entrada. Antes de pasar la puerta, su amiga Ino corrió para saludarla y entrar juntas.

Ino Yamanaka era otra mejor amiga de Sakura, se sentaba con ella en clase y si no estaba con Sasuke o Naruto se la pasaba con Ino, hablando de casi cualquier cosa.

_Sakura, no te pongas triste ehh! Me vas a tener a mí y a Naruto para molestarse siempre si?. Por favor no llores hoy quieres.- dijo muy rápido Ino, gritando y suplicando de alguna forma mientras se tiraba sobre el hombro de su amiga.

_Ino que te pasa? No estás tan livianita para que te arrastre todo el día!. Triste porque? Que paso? De que me perdí?.- Pregunto muy confundida y riendo a la vez la peli rosa. Su amiga rubia no solía ser tan energética apenas comenzaba la escuela.

_ Como que pesada! Tonta ya me las pagaras.- comenzó a tirarle el pelo por la espalda a su amiga sin dejarla avanzar.

_Ya, ya! Suéltame cerdita jajajaja. Decime bien que querías decir antes.- insistió Sakura mientras se soltaba de su agarre. Ino freno su paso.

_Sakura no te enteraste?- pregunto la niña con coleta alta, y al no ver ningún indicio en la cara de su amiga continuo. Mis papas me dijeron que Sasuke se va a ir, con su mama su papa y su hermano, por algo de familia o trabajo, no me acuerdo.- respondió algo triste, ya que sabía que la peli rosa y el azabache eran amigos prácticamente de pañales.

Sakura la miro de reojo, esperando una señal de mentira que no vio. Mil pregustas se le formularon en la cabeza, pero sabía que Ino no podría respondérselas. Decidió dejarla y correr para buscar a quien sabía tendría las respuestas. Pero ese día Sasuke no se presentó en la escuela.

Si bien intento distraerse con sus amigos mientras jugaba en los recreos, no pudo sacar de su cabeza la idea de perder a su mejor amigo, quizás para siempre.

Cuando sono el timbre para ir a casa y Sakura salió del colegio se encontró con Tsunade esperándola para llevarla como todos los días. Se subió al auto en silencio y continuo igual todo el camino. Aunque a su madre esto le llamo a atención, lo dejo pasar. Usualmente si su hija tenía un mal día no hablaba hasta llegar a casa, por lo que pensó que se habría peleado con algún compañero o algo por el estilo. Fuera de todo lo planeada, al estacionar el coche frente a su casa, Sakura dejo la mochila en el auto y se dirigió corriendo a la casa del frente, o al menos esa fue su intención, porque al bajar del auto lo único que vio fue un camión de mudanza y a toda la familia Uchiha al frente acomodando unas cuantas cosas en su camioneta.

Muchas emociones se acumularon, no pudo descifrar cuales ni cuantas eran, pero la combinación no le sentó nada bien. Quería explicaciones, necesitaba explicaciones. Porque tan de repente? Porque no me avisaron? Cuánto tiempo se van? Cuando vuelven? -El pecho se le oprimió.

_Sakura.- dijo en un tono sorprendido Sasuke.

_Tonto!- grito la niña. Tonto! Tonto! Tonto!- sus ojos se empaparon. Porque no me dijiste nada? Porque te vas? Porque me dejas?- las lágrimas empezaron a salir. Sakura estaba parada frente al muchacho, cerrando los ojos tratando de detener el llanto, desbordada de desconsolación. Se sorprendió cuando sintió que otro cuerpo la abrazaba.

_Lo siento, perdón. Podrás perdonarme?- dijo con una voz triste su amigo mientras la abrazaba cada vez más fuerte.

_No te puedes quedar? Hay lugar en mi casa, todos te quieren, no la pasaras mal.- continuo sin romper el abrazo, intentando calmarse y aclarar la voz.

_Sabes que no Saku, tengo que ir con mi familia.-respondió el muchacho. Pero me aseguraron que volveré, todos lo haremos. Mi abuelo esta algo enfermo y vive en otro país. Cuando se recupere vamos a volver, no dudes de eso.- término diciendo el chico antes de soltarla para que su amiga pudiera limpiar su cara.

_Te voy a esperar, asi que no tardes.- respondió entre sollozos.

_Tratare.- dijo con una sonrisa amplia y triste su amiga. Auch! Eso dolió!- se quejó frotándose el brazo que acababa de ser golpeado.

_Eso en por no decirme, y esto para que no me extrañes.- dijo antes de darle un fuerte abrazo de despedida.

_Sasuke, ve a buscar tu mochila y sube al auto, tenemos que tomar un vuelo hijo.- hablo su padre mientras terminaba se subir unas ultimas cosas al camión.

_Ya voy!- respondió a su padre antes de dirigiste una última vez a su amiga. Saku… no me extrañes mucho llorona, voy a volver.- le dijo despeinándole un poco el cabello. Te deje un regalo de despedida en casa, úsalo bien.- concluyo antes de volver adentro.

Sakura corrió a los brazos de su madre quien la esperaba frente a su casa. Había visto toda la escena y no pudo quedar más conmovida. Ambas madres se miraron por un momento, sonriendo levemente en un gesto de despedida, ambas ya estaban enteradas de la mudanza, por lo que se habían despedido anteriormente.

Sasori se despidió de su amigo Itachi con un abrazo y su saludo de puños, ellos también eran amigos cercanos que se separarían por algún tiempo. Antes de subir al auto Itachi le jugo unas cuantas bromas a Sasuke sobre su aparentemente novia a la cual abandonaba.

Sobre los brazos de su madre y aun con algunas lágrimas en los ojos Sakura comenzó a saludar al auto que emprendía viaje. Una pequeña mano dentro le correspondía el saludo mientras de alejaba más.

Triste, la pequeña entro a casa, y sobre la mesa del comedor vio un paquete rectangular envuelto.

_Sasuke te dejo eso después de que fuiste a la escuela.- dijo Tsunade.

_Que noviecito más tierno que tienes Sakura, lástima que te dejo por llorona.- rio y se burló su hermano mientras se dirigía a su cuarto, no sin antes recibir una mirada enfadada de su madre.

Sakura ignoro el comentario cruel de su hermano, agarro el regalo y se dirigió a su cuarto para abrirlo. Rompió el colorido envoltorio para encontrarse en el interior con un diario rosado y brillante.