Disclaimer: Naruto no me pertenece, es de Masashi Kishimoto.

Aviso: Este Fic participa del Reto especial: Ino Yamanaka del Foro La Aldea Oculta Entre las Hojas.

Advertencia: Temas sensibles, posible OoC.


—¿Cómo ibas vestida?

La pregunta le hiere. Ino apenas levanta la mirada y sus ojos azules tiemblan de un lado al otro. Tic, tac, tic, tac. Detrás de ella está su padre y la tensión la abruma. La habitación está fría, pero ella suda como si estuviera en el desierto. Van a dar las cuatro; a las cuatro y media se tomarán un receso, Tsunade se lo ha prometido. Sus manos lastimadas se cierran envolviendo parte de la tela negra de su falda larga, haciendo que el secretario tome nota de su comportamiento nervioso. Le dan ganas de vomitar, pero sabe que tendrá que esperar otra media hora para ir a vaciar su estómago al baño. Para distraerse; prefiere contar el número de puertas y despachos que la separan del inodoro.

—Responde la pregunta, Yamanaka —dice otra voz a sus espaldas. La dureza con que el desconocido suelta la oración, hace que Ino suelte la falda y se dedique a deshacer las arrugas con las yemas de los dedos.

—Tenía un vestido blanco.

Ese vestido que le regaló su padre por su cumpleaños.

Ino recuerda a la perfección el color de la caja donde venía guardado; el sonido que hizo el papel que lo envolvía al ser removido, el aroma de la tela nueva, la textura del chifón. Ino se acuerda bien mientras la mujer frente a ella entrecierra los ojos. Escucha a su papá carraspear y siente vergüenza por habérselo pedido en primer lugar. Le quedó grande y regresaron juntos a la tienda para que Ino cambiara la talla. Mientras se lo medía, escuchó a algunas señoras decir que ese vestido no era para una niña de quince años, que era para zorritas; una ninja no podía usar vestidos así, porque les podía «mandar el mensaje equivocado» a los hombres mayores.

—¿Cómo era?

Ino resopla apartando los recuerdos uno por uno. Intenta respirar hondo para que la náusea se vaya. ¿Cómo era el vestido? Era como para putas; responde la rubia en su cabeza. Es puta, por eso la violaron. Quería mostrar su cuerpo, por eso la violaron. Le gusta la verga, aunque nunca había tenido sexo. Por eso la violaron; por puta y por vestirse como puta.

—¿¡Qué importa cómo era el vestido!? —grita Inoichi desde atrás e Ino siente las lágrimas quemándole las mejillas.

Ya no puede más y vomita en el suelo del despacho. Un hombre le acerca el bote de basura y su padre le sostiene el cabello y acaricia su espalda. Cuando acaba, Inoichi le seca las mejillas aunque sea un acto inútil. Ino pide perdón otra vez, y a Inoichi se le rompe el corazón; porque su niña ya no ha vuelto a usar ropa de otro color que no sea negro, porque no se maquilla, porque está avergonzada e Inoichi sabe que no debería sentir pena, sino rabia.

—Ino, no importa cómo era el vestido —asegura Inoichi, sintiéndose impotente—. A mí no me importa, mi niña. No te sientas culpable...


Hola. Encontré un significado bastante bonito sobre los nenúfares azules. Son símbolo de la vida y del renacimiento, ya que se abre con la luz del sol y se cierra en la noche. Ino es una mujer fuerte, decidida, y muy energética. Algunas de sus actitudes podrían ser recriminadas, pues también es una mujer sensual y a la que no le da pena mostrar su belleza. Recuerden que la culpa es de los violadores, nunca de la víctima. ¡Alcen la voz!

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