Naruto no me pertenece.

Advertencias: Contenido OoC y AU.


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El día de mañana

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Prefacio

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Sonó su celular, o más bien no sonó, solamente vibró. Una vez, luego otra y otra. Con ese molesto vibratorio que le provocaba jaqueca.

Rendido, activó el altavoz y contestó. Aferrándose furioso al volante, con la vista al frente por el parabrisas y conduciendo a gran velocidad.

—¿Sí? —dijo, y tuvo que bajar el volumen de la canción que estaba escuchando y que tanto le gustaba.

Sasuke, viejo.

Él chasqueó la lengua. No era un viejo, y aún así, Naruto se empeñaba en llamarlo de ese modo.

—¿Qué quieres?

¿Dónde estás?

—Rumbo al carajo.

Ah. Finalmente decidiste ir —se rio—. No sé por qué estás enojado. Es una buena oportunidad.

—No lo es —gruñó.

Vamos, viejo…

—Naruto, cállate.

Itachi no podía ir —completó su frase, sin importarle si su amigo deseaba escucharlo o no—. Tú mejor que nadie sabe lo atareado que está ahora.

—No quiero hablar de eso.

Tu hermano se va a casar, viejo —rio, de nuevo—. Deberías estar un poquito feliz. Por él.

—Voy manejado, ¿sabes?

Claro. No es como si fueras a matarte por estar hablando al celular mientras conduces.

—Podría.

No eres ese tipo de persona, y como sea —carcajeó sonoramente—. Iré en un mes a ayudarte, viejo.

—Eso es lo que detesto —suspiró—. Si Itachi me iba a dar este trabajo, pudo hacerlo sin meterte.

Es que tu hermano sabe que tengo más madera —volvió a reír ruidosamente, y Sasuke frunció el ceño—. Siempre juntos, viejo.

—Siempre juntos —repitió con asco—. Te odio.

Te amo.

—Marica.

Naruto carcajeó muy fuerte.

Harás un gran trabajo, Sasuke. Eres el mejor arquitecto de la constructora.

—Ajá. Marica.

Te dejo, cosita —Sasuke rodó los ojos y Naruto rio al imaginárselo—. Tengo una cita con Karin.

—¿La loca de los gatos?

La misma que rechazaste.

—Como sea.

Como sea —lo imitó entre risas—. Bye.

Sasuke cortó la llamada, sin despedirse. Aventó el celular a un lado y éste cayó por debajo del asiento del copiloto. Estaba tan molesto que no le preocupó que se estrellara en el impacto.

Soltó una mano del volante para masajear la sien que comenzaba a palpitarle. Estaba tan cansado también. Casi cinco horas manejado desde su ciudad natal hasta a un lugar que no conocía bien.

Maldijo a su hermano mayor. Si Itachi quería casarse, podía hacerlo en otra fecha. Y lo odiaba porque sabía que lo hacía apropósito; escoger un día en ese mes en particular para su boda, justo cuando la constructora tenía un proyecto gigante de reconstrucción, todo para deslindarse de toda responsabilidad y cedérsela completamente a él.

Ahora Sasuke, sin opción de oponerse, tenía que aceptar. Viajar a otro distritito y comenzar un arduo trabajo de planificación, con otro equipo de trabajadores que apenas y conocía.

Sería difícil. Muy difícil.


N/A:

Otra historia xD tenía mil cosas en mente cuando estuve desempleada, pero me dediqué tanto en: "un destino para los dos" que nunca me puse a escribir de otra cosa.

Y bueno, ahora que trabajo de nuevo, es cuando decido escribir todo lo que tengo guardado en mi cabeza para no olvidarlo.

Gracias por leer!