N/A: ¡Hola! Después de mucho tiempo, me animé a escribir mi primer long fic. La idea nació después de ver un drama coreano llamado Strong Woman Do Bong Soon; no es una adaptación del mismo, pero ha sido una gran inspiración para mi, se los recomiendo.

Esta historia es para dos personas que me han apoyado en todo momento: Mi querida InesUchiha y a la mejor beta del universo: MrsDarfoy gracias por pintar mi mundo de rojo y amarillo, ERES LA MEJOR.

Karla, Majo: Esta historia es de ustedes, gracias.

Disclaimer: Todo lo reconocible pertenece a J.K. Rowling, las ideas locas son mías y el título de Majo.


LOVE IN THE SHADOWS


Capítulo 1.

Eran casi las dos de la mañana y el frío había hecho que muchos turistas buscaran refugio en la cafetería donde laboraba, por lo cual tuvo que hacer horas extra. A pesar del cansancio, se sentía contenta porque el dinero extra y las propinas le vendrían bien: necesitaba un nuevo abrigo para el invierno. Londres llevaba varios días con temperaturas anormalmente frías, la neblina cubría las calles desde temprana hora, una lluvia fría acompañaba las bajas temperaturas y la amenaza de nieve se cernía sobre ellos. Era un ambiente cargado de nostalgia y tristeza.

Tomó entre sus manos el vaso desechable donde se había servido un resto de café, colocó en sus oídos los audífonos y se encaminó a casa. Su madre debía estar preocupada: estaba segura de que no dormiría por esperarla. Si las cosas seguían así, con las propinas podría comprarle un regalo para Navidad. Se sentía cansada y ansiosa por llegar al calor de su hogar.

Se asombró de no encontrar a nadie en el camino: al parecer la gente prefería permanecer dentro de sus casas para evitar el frío. Miró a su alrededor y una sombra detrás de ella llamó su atención. Una sensación de incomodidad la hizo acelerar el paso. Giró hacia la izquierda por la calle que le llevaba directa a su casa; la tenue luz que alumbraba la calle le hacía recordar aquellas películas de suspenso que su hermano solía ver. Negó con la cabeza, miró hacia atrás y siguió caminando. Una sombra se movió hacia la derecha. Sin detenerse a mirar de nuevo, aceleró el paso hasta casi correr. Faltaban dos calles para llegar a casa, el corazón latía velozmente. A una calle de llegar a su destino escuchó una voz detrás de ella y las farolas se apagaron. Los audífonos cayeron al piso.

Esa noche, su madre no durmió esperándola.


—¿Estás comiendo bien?

Hermione Granger puso los ojos en blanco, era la tercera vez que su madre hacía la misma pregunta. Aún no daban las siete de la mañana y el estómago le rogaba que se alimentara de una vez por todas.

—Sí, mamá, te aseguro que lo hago.

—No sé si creerte, en la última foto que enviaste luces demasiado delgada. Me preocupas, hija. Tenerte tan lejos no es bueno para mis nervios; por favor, cuídate. No te duermas tarde, no olvides comer y saluda a Harry por mí.

—Mamá, tengo que dejarte si quieres que coma algo, es día de trabajo.

—Claro, claro. Olvido que tienes que ir al trabajo. Date prisa.

Se masajeó el brazo derecho: después de una hora hablando por teléfono con Jean Granger cualquiera sufriría de un calambre después de colgar, pero era algo que aguantaba por ser la única forma de no sentirse sola en la enorme casa de su infancia. Después de regresarle la memoria, sus padres decidieron permanecer en Australia, donde habían hecho una vida tranquila en una pequeña pero acogedora casa frente al mar. Eran felices y eso era lo más importante.

Sonrió al recordar el comentario de su madre. Escribió un mensaje de texto para su mejor amigo mientras el café estaba listo. El sonido de un texto recibido hizo que mirara de nuevo el celular.

«Dile a tu madre que es muy temprano para sus llamadas eternas».

Sonrió mientras recibía un mensaje más.

«Es mentira, dile que la llamaré pronto. No llegues tarde, reunión urgente a las 8.30».

A veces su amigo olvidaba que era la bruja más inteligente de su generación. Con una sonrisa se metió a la ducha para alistarse.

El director del Departamento de Seguridad Mágica había solicitado la presencia de solo un representante de cada oficina del departamento, por lo que la sala de reuniones se encontraba casi vacía. Hermione entró a la sala y observó fijamente tres rostros desconocidos en la pizarra. Eran fotos inmóviles; al parecer, el nuevo caso estaba relacionado a los muggles. Frunció el ceño al no encontrar a Harry en la sala.

—Tranquila, Granger, tu novio cara rajada debe de estar por llegar.

Miró con fastidio a la persona que había hablado: Draco Malfoy le sonreía con burla. Aún no se acostumbraba a tratar con él todos los días; aunque las burlas ya no eran sobre su estatus de sangre, era un fastidio tener que soportar su petulancia.

—Cállate, Malfoy, no es mi novio.

—Vaya, con razón te has visto tan triste últimamente. ¿Acaso Potter te rechazó por la comadreja?

—Parece que has estado muy pendiente de mí, Malfoy. ¿Qué? ¿Ahora resulta que te gustan las mujeres?

Malfoy soltó una carcajada.

—Eso te encantaría ¿cierto?

—¡Malfoy! ¡Granger! Atención.

Los dos guardaron silencio inmediatamente, pero Hermione observó por el rabillo del ojo que Malfoy intentaba ocultar una sonrisa. Bufó con exasperación y centró la mirada en la pizarra. El director Thompson hizo callar al resto al empezar a hablar.

—Isabelle Foster —la foto aumentó de tamaño conforme iba señalando después de decir el nombre—, Adeline White y Sahavana Griffind. Mujeres entre los veinte y los treinta años, dos desaparecidas y un asesinato. Fuimos notificados de los primeros dos casos, pero no fue hasta la última víctima que fue solicitada formalmente la ayuda. ¿La razón? La policía muggle no ha encontrado pista alguna. El auror Williamson acudió a inspeccionar el último caso y encontró un leve rastro de magia. En los otros sitios no hemos encontrado nada. No hay testigos, no hay pista alguna, no hay nada más que lo recabado en las carpetas que les serán entregadas. El ministro Shacklebolt se ha reunido con el ministro muggle: han establecido que la investigación se realice con la mayor discreción para no crear pánico entre los nacidos muggles. Serán divididos en tres grupos, en sus carpetas tendrán la información de lugar de investigación y nombre de sus compañeros. Hagan su mejor esfuerzo, creo que no es necesario señalar la razón por la que han sido elegidos para este caso. Lean la información y analicen el caso asignado, infórmenme cada paso que den y cada pista que encuentren.

Hermione recibió la carpeta y la abrió sin esperar.

...

Caso:Sahavana Griffind, 23 años

Estatus:Muggle.

Asesinada.

Investigadores:Harry Potter, Hermione Granger, Draco Malfoy.

La risa de Malfoy a su lado la hizo cerrar los ojos, no podía estar ocurriendo aquello.

—Malfoy. —La voz de Harry la hizo dar un salto en su silla, abriendo los ojos inmediatamente—. No te preocupes, Hermione, no permitiré que te moleste.

Hermione trató de ocultar una sonrisa y miró con suficiencia a Malfoy; serían dos contra uno: las cosas no podían salir mal. Se apresuró a leer el primer reporte forense que los muggles habían realizado.

Reporte levantamiento de cadáver:

Sahavana Griffind, 23 años, encontrada el día 14 de noviembre del 2006 a las 22:40h en Barking. Encontrada en posición de cúbito prono, estado de vestido sucios, con múltiples manchas de sangre, rigidez ausente, enfriamiento perceptible al tacto, opacidad corneal, dilatación de pupilas, posibles primeras 24h, se encuentran lesiones de tipo excoriación, hematomas en tronco y rostro (se señalan en la siguiente página las regiones anatómicas), originadas por objeto contuso. No se encuentran signos de violencia en el lugar de los hechos, sin objetos próximos al cadáver, ausencia de armas, restos orgánicos, presencia de sangre, demostrado ya originaria de la víctima por el Instituto de Medicina Legal de la ciudad de Londres. Sin otros datos de interés.

Conclusiones:

Nombre de fallecido:Sahavana Griffind

Origen de la muerte:Violenta.

Posible causa:Traumatismo craneocefálico.

Posible fecha: 13 de noviembre del 2006.

...

—No leas el reporte de autopsia.

Harry le arrebató la carpeta cuando intentaba leer el siguiente reporte. Miró a su amigo con enojo; este lucía nervioso por lo que había hecho.

—¿Disculpa? Esto es mi trabajo.

—No lo hagas, por favor. Ya lo leí y sé lo más relevante, no veas más.

—¿Estás hablando en serio, Harry?

—¿Acaso no confías en la sabelotodo? —La voz de Draco Malfoy interrumpió el reclamo que estaba a punto de hacer—. Es la bruja más inteligente del universo, ¿no? Creo que puede ver más allá que tú y tus ojos cegatones, además qué es más terrible que ver la cara de la comadre…

Draco Malfoy guardó silencio mientras observaba las primeras fotografías de la víctima, negó con la cabeza y se puso serio.

—Esto es grave. Necesitamos pensar y analizar bien todo. Así que, Granger, revisa el resto del reporte, tenemos que inspeccionar nuevamente el cuerpo: no me fio en los investigadores muggles, sin ofender, pero pueden ser un poco lentos. —Le ofreció su carpeta y se levantó—. Haré unas llamadas para que sea el primer lugar que visitemos.

Hermione ignoró a Harry y continuó leyendo. Las imágenes le removieron las entrañas: habían golpeado a la víctima dejando la cara casi irreconocible. Se preguntó qué mago era capaz de hacer algo así: había preferido usar las manos y dejar la magia a un lado, algo que un mago sangre pura no haría. Leyó la autopsia y estuvo de acuerdo con Malfoy: era urgente revisar el cuerpo. Se puso de pie, decidida.

—Hablaré con Thompson, no podemos perder más tiempo.

Salió sin esperar a Harry, encaminándose a la oficina del jefe de departamento. Pidió a la secretaria que la anunciara y esperó antes de entrar.

—Granger, estaba a punto de mandarte a llamar. Estoy seguro de que te preguntas por qué los puse juntos a pesar de sus diferencias. Este caso será el decisivo para Potter, vienen cambios y él es el indicado para ocupar el puesto de Jefe de la oficina de aurores. —El director levantó la mano para evitar que lo interrumpiera—. Necesito que seas mediadora: Malfoy puede llegar a ser insoportable, pero así como tú eres la mejor en la subdivisión de investigación, él es el mejor mago golpeador con el que contamos. Son los mejores del departamento, y con tu ayuda sé que las cosas entre ellos serán más fáciles.

A su forma de ver las cosas nunca serían fáciles, aunque agradecía tener a Harry cerca cuando Malfoy estaba más que puesto para fastidiarle.

—Lo haré jefe. Necesito preguntarle algo más, quería saber si podemos tener todo el caso…

Thompson negó con la cabeza.

—Me temo que es imposible: el ministro de magia me ha pedido que se divida a las víctimas, con la idea de que sea más fácil trabajar así. Les he dejado el caso que nos puede dar más pistas, si ustedes las encuentran los pondré a cargo del resto. No me fallen.

Hermione salió de la oficina sintiendo una carga sobre la espalda; de ella dependía que las cosas funcionaran con esos dos, así Harry podría lograr la jefatura. Cuadró los hombros y fue en busca de sus compañeros de caso. Lo importante era encontrar al asesino lo antes posible.

El departamento de forenses muggle no puso trabas al solicitar revisar el cuerpo de Sahavana Griffind; al parecer, Malfoy tenía buenas conexiones. Entraron al cuarto frío. El cuerpo sin vida se encontraba en una mesa de metal al centro del cuarto. Los tres procedieron a revisar cada centímetro de piel buscando huellas o señales que los muggles podrían haber pasado por alto. Hermione miró el rostro de la mujer y una tristeza le golpeó el pecho; pensó en la vida que llevaba, la familia que había dejado atrás, todo lo que ya no viviría, todo por un mago enfermo.

—Aquí —la voz de Harry atrajo su atención; señalaba el costado derecho— la coloración es diferente.

Malfoy se acercó para revisarlo. Las marcas del cuerpo eran diferentes al resto. La forma de las manos del victimario estaba marcada, a pesar de no encontrar huellas: era probable que llevara guantes al momento de atacarla.

—Es como si hubiera tratado de sostenerla con fuerza. —Se acercó a Hermione y le tomó de la cintura—. Justo así.

—Suéltala.

La voz de Harry sonó gélida, Draco dejó ir a Hermione con una sonrisa en el rostro. Ella se acercó al cuerpo para continuar la investigación.

—Entiendo tu punto, Malfoy: es como si hubiera intentado aparecerse sosteniéndola, pero algo salió mal. La apuntó con la varita para inmovilizarla, es probable que ella se opusiera, tal vez lo golpeó. Las manos, ¿revisaron las uñas?

—No aparecía en el reporte.

—Tomaré unas muestras y las enviaré al laboratorio. —Draco utilizó la varita para evitar contaminar, llenó unos frascos y los hizo desaparecer. Hermione le lanzó una mirada interrogativa y él guiñó el ojo—. Truco de los golpeadores. Quiero intentar algo, por favor, aléjense.

Esperó a que ambos retrocedieran y levantó la varita, realizó un movimiento que no reconocieron y una luz golpeó el pecho de Sahavana. El cuerpo se sentó de golpe y un grito desgarrador salió de su boca. Un escalofrío recorrió la espalda de Hermione, Harry se acercó por la espalda y cubrió con sus manos las orejas para protegerla, pero fue en vano, el grito era tan agudo que estaba segura lo habían escuchado por todo el distrito.

—¿Estás mal de la cabeza? —Harry Potter intentaba que Malfoy se detuviera, pero este parecía concentrado haciendo varios movimientos con la varita. El grito duró cerca de dos minutos hasta que se detuvo y el cuerpo volvió a su posición anterior.

—¿Qué rayos fue eso? —La voz de Hermione sonó aguda, aún sorprendida por la escena que parecía salir de una historia de horror.

—Magia oscura. —Draco sostuvo un frasco lleno de un líquido plateado que se movía lentamente—. Tengo permitido realizarlo, Potter. Son sus últimas memorias, quizás podamos ver al asesino.

—No sé si golpearte o abrazarte, hurón. —Ella le sonrió mientras su amigo le lanzaba una mirada cargada de desprecio. Se acercó al cuerpo de la joven y, tras echarle una última mirada, la cubrió con una sábana blanca—. Dudo que encontremos algo más; será mejor que nos demos prisa, la familia querrá poder realizar un servicio funerario.

Los tres abandonaron el departamento forense en busca del punto de aparición más cercano. Si alguno hubiera observado a su alrededor, podrían haber visto a un hombre que los vigilaba desde la calle de frente. Este cerró el puño hasta que sus nudillos se pusieron blancos. Sacó una varita de la gabardina y, sin importarle si alguien lo miraba, desapareció.


N/A: Si han llegado hasta aquí: ¡Muchas gracias!

Las cosas se irán desarrollando conforme avance la historia, cualquier duda y comentario que tengan con gusto les respondo. Es algo muy diferente a lo que he escrito antes, sinceramente estaba muy insegura de hacerlo pero mucha gente linda me ha apoyado y me animé a subirlo. De verdad espero les guste y me dejen un pequeño review por ahí.

Las actualizaciones serán cada semana, hasta nuevo aviso.

Todo tiene una razón de ser y lo que no, lo hizo un hechicero.

Un beso y gracias.