Disclaimer: Yo no soy dueño de Sakura Card Captor ni de sus personajes estos pertenecen a CLAMP.
Capítulo 1: Inicia una nueva aventura, Sora Card Captor
Al inicio era un sueño común y corriente, hasta que varias ondas de agua, similares a las que se surgen cuando una piedra toca el agua, dieron paso a la imagen de un libro rosado con un tigre alado en la portada. De inmediato, el libro se abrió revelando una especie de puerta con un fondo oscuro en la mitad de las páginas. Algo dentro la llamaba al interior de la oscuridad, mostrándole una locación que desconocía:
-¿Qué? Siento que algo me estuviera llamando aquí ¿Dónde estoy?- dijo la voz de la niña en un tono suave denotando una leve confusión pero sin mostrar preocupación.
Entonces vio una elevada torre roja cuyas luces encendidas iluminaban una gran ciudad en conjunto con la luna llena que estaba detrás de esta brillando con todo su esplendor en el cielo. Seguido observó la figura de una chica que estaba de espaldas con una larga capa rosada y una especie de boina del mismo color sujetando un objeto en sus manos.
En el sueño, al acercarse noto que unas extrañas cartas rosadas del mismo color que la capa y boinas eran arrastradas por el viento y que el objeto misterioso que cargaba era un báculo. Para su sorpresa, la niña que estaba en esa azotea tenía su rostro, su cabello corto, sus ojos verdes y era, sin la menor duda, ella misma. A su lado, estaba flotando una especie de muñeco de felpa amarillo con alas blancas, de inmediato el sueño mostro como en sus tennis aparecían un par de alas como las del muñeco.
Su mirada se enfocó ahora en la gran torre donde, surgió la imagen de un ojo de color dorado, pero lo que atrajo más su atención fue que cerca de la cima de la torre, apareció una misteriosa figura. La figura estaba de perfil, no se podían distinguir sus rasgos faciales por las sombras que la cubrían aunque unos mechones de cabello eran movidos por la brisa. Además esa misteriosa persona tenía una larga capa que al ondear en dirección del viento complicaba la visión de su cuerpo.
-La torre de Tokio-dijo ella en el sueño como si fuera un susurro y dio un saltó del edificio donde se hallaba.
…
BEEP… BEEP… BEEP
-¡AHHH!-gritó la niña mientras movía las cobijas de su cama y con una mano agarraba el reloj de su cuarto, al tenerlo en sus manos recorrió con la mirada su cuarto como si tratará de recordar donde estaba.
-Con qué esto era el ruido que escuchaba, bueno por lo menos es temprano y no tengo que correr.
-Sora, baja tengo tu desayuno listo-escucho la chica una voz que venía de la cocina
-Ya casi bajo, papá.
El nombre de la niña era Sora Li. Sora tenía 10 años y era estudiante del cuarto grado en la escuela primeria de Tomoeda. Sora era idéntica físicamente a su madre y tenía los mismos ojos verdes de ella, la única diferencia con ella era el color de su cabello, ya que era un poco más oscuro como el de su padre. Además ella era una chica muy alegre, energética e inteligente, lo cual se demostraba en materias favoritas, las cuales eran deportes y, para gran sorpresa de sus padres y amigos, matemáticas. La castaña practicaba artes marciales desde los 5 años con su padre y era algo talentosa en ese aspecto. Sora se ponía su uniforme tradicional de la escuela Tomoeda que era casi exactamente igual al que sus padres usaron cuando estuvieron allí, camiseta negra de mangas larga y una falda blanca. La señorita Li agarró su mochila y la boina blanca del uniforme para ir a desayunar con su familia en la cocina del primer piso.
La casa de la familia Li era algo sencilla y cómoda aunque el padre de Sora era heredero de una gran fortuna familiar; la razón del tamaño su casa era que ambos pensaban que en una casa inmensa podrían llegar a distanciarse unos de los otros, mientras que en una así estarían más juntos. La residencia consistía en dos pisos con los dormitorios en la segunda planta con una habitación de huéspedes, un sótano que funcionaba como estudio y biblioteca para el trabajo de su padre y por último un ático. La parte favorita de la casa para Sora era el jardín trasero donde tenían un pequeño invernadero donde su madre tenía diferentes flores, además en el patio trasero había una enredadera unida a una rejilla de madera que llegaba hasta la ventana de su cuarto, la cual siempre deseo escalar la pequeña Sora.
Sora bajo corriendo a máxima velocidad las escaleras desde su alcoba y llego a la cocina:
-Buenos días a todos
-Hola, hermana. ¿Por qué tanta prisa para correr por las escaleras? Papá no me deja hacerlo y a ti sí- respondió el hermano menor de 7 años de Sora, Tsubasa Li, quien ya estaba con su uniforme de la escuela. Tsubasa era una versión en miniatura de su padre, con el cabello castaño oscuro despeinado y los ojos color ámbar.
-No los dejo a ninguno de los dos, Tsubasa. Con la única excepción de que se les haya hecho tarde para la escuela y eso fue idea de su madre-dijo el padre de los dos niños, Syaoran Li quien salía de la cocina con el desayuno para su hija mayor.
-Jejeje- Sora respondió con una risita nerviosa ante las palabras de su padre mientras se sentaba al frente de su hermano-Por cierto ¿Dónde está mamá?
-Esperen unos segundos-en eso Syaoran miró hacia arriba y comenzó a contar-5, 4, 3, 2, 1…
-¡AHHH! Se me hizo tarde-los niños comenzaron a reírse ya que sabían que en ocasiones su madre se quedaba dormida en las mañanas y prácticamente debía "volar" para llegar a tiempo. Escucharon como bajaba las escaleras más rápido que Sora y aún en su pijama dijo agarrando la pared:
-¡SYAORAN! ¿Por qué no me levantaste? Se me hizo tarde para ir a la universidad y ayudarte con los niños-dijo la esposa de Syaoran, Sakura Li-Kinomoto. Ella no había cambiado mucho con el tiempo, al igual que Li, salvo que su cabello era un poco más largo pero manteniendo el mismo estilo. (Nota: Me base en la Sakura que aparece en Tsubasa Chronicles)
-Cielo, recuerda que hoy es tu día libre y te dije anoche que yo me encargaría de todo para que descansarás un poco más en la mañana-respondió Li a lo que se vio una roja Sakura de la pena, mientras que sus hijos trataban de contener la risa al ver a su madre así. Por su parte su esposo se acerco, le dio un beso en la frente y le murmuró algo al oído que sólo ella oyó.
-Bueno, ya me voy. Hasta luego mamá, papá. Tsubasa ¿Vienes conmigo o papá te llevará a la escuela?-dijo Sora al levantarse de la mesa y dirigiendo a la mirada a su hermanito.
-Papá me ayudará a llevar un proyecto para la clase de la profesora Sasaki. ¿Mamá, después de las clases puedo ir a la casa de Kimiko a jugar?
-Claro que sí, Tsubasa. Yo te recogeré después de hacer las compras-respondió Sakura, mientras que Sora salió del comedor con rumbo a la puerta, no sin antes despedirse de la fotografía que su madre conservaba en un estante cercano de su abuela Nadeshiko Kinomoto.
Mientras se poniendo su equipo de protección, a Sora le pareció escuchar unos extraños ruidos provenientes del sótano. Le sorprendió no escuchar o ver a sus padres darse cuenta del sonido, por lo que pensó que era su imaginación así que tomo su patineta y fue a la escuela.
De camino a la escuela, tomo un camino que la llevaba por una larga arboleda donde estaban varios cerezos, según sabia esa era una de las partes favoritas de su madre en toda la ciudad. Bajo un poco la velocidad cuando recordó el extraño sueño que tuvo esa noche:
-Si no me equivoco, la que estaba en el sueño…era yo. Pero quien estaba en lo alto de la torre y ese muñeco…parecía que estaba viva.
-Tierra llamando a Sora, alguna respuesta-eso hizo que reaccionará la castaña y al voltear vio acercarse con sus patines a una de sus mejores amigas, Kaori.
Kaori era su compañera de curso y estaba con ella en el equipo de fútbol femenino de su escuela. Tenía el cabello pelirrojo lacio llegándole un poco más abajo del cuello y sus ojos eran negros. Ellas se conocían desde los 8 años y desde entonces formaban un buen equipo las dos junto con su otra mejor amiga.
-Lo siento, Kaori. Estaba pensando en algo que vi, pero olvídalo. Dime… como te fue con la tarea del profesor Tsukishiro, por cómo te oí anoche le iba a decir a mi mamá si podías venir hacerla conmigo.
-Exageras mucho, Sora. Sólo fue que olvide mi cuaderno en la escuela y me traje el de otra materia. Mira llegamos a la escuela y allí esta Megumi practicando con una nueva cámara o celular.
Megumi era la otra mejor amiga de Sora. Ella era la hija de Tomoyo y casi fue casi de inmediato, desde que eran bebés, que ella y Sora se volvieron las mejores amigas. Su madre formaba parte de las empresas Daidoji, donde formaba parte de la nueva área de diseño de ropa, la cual tenía mucho éxito. Megumi tenía el largo cabello completamente lacio y negro con un par de ojos azules manteniendo cierta semejanza con Tomoyo. Otro aspecto que heredo de su madre fue el hobbie de grabar a sus mejores amigas Sora y Kaori, ya fuese con los nuevos diseños de cámaras de video de la compañía o con su celular, además le gustaba mucho la fotografía.
-Sora, Kaori ¿Cómo amanecieron?
-Bien, Megumi por cierto es una cámara nueva-respondió Kaori, mientras que Sora miraba el cielo sin darse cuenta de lo que pasaba con sus amigas.
-Sí, me la compre ayer y sólo espero el momento para probarla grabando a nuestra Sora. Por cierto, Kaori ¿No está un poco distraída Sora?-respondió Megumi al estar en el pasillo que conducía a su salón de clases
-Desde que la vi en la mañana ha estado así. Pienso que Sora está soñando despierta con algún chico que no nos ha dicho o es otra cosa como…
-¡No, Kaori! Nada que ver. Ustedes son mis mejores amigas, así que les contaré que fue que un sueño. Simple, aunque bastante raro que tuve anoche, pero no es importante así que olvidémoslo-en eso sonaron las campanas de la escuela y las tres chichas entraron a su salón de clase.
…
Sora llego a su casa después de un raro día en la escuela, donde no pudo concentrarse durante las clases. Ella seguía viendo la torre, las cartas, el extraño peluche alado, y para su suerte Megumi y Kaori están a su lado para ayudarle cuando su profesor Yukito Tsukishiro le hacía preguntas.
Al llegar, encontró su hogar completamente silencioso, pensaba su madre por lo menos su mamá debía haber regresado del supermercado por lo que reviso en la cocina y encontró una nota.
"Sora, estaré con tu padre en el museo. Regresaremos con Tsubasa después"
Syaoran era un experto arqueólogo e historiador por lo que era el director del Museo de Historia de Tokio, además de impartir lecciones en la Universidad. Por su parte, Sakura trabajaba en la universidad aunque específicamente el área de deportes.
-Parece que llegarán hasta la noche, revisaré en…
En eso unos extraños ruidos comenzaron a surgir del sótano y eran mucho más fuertes que los de la mañana. Ahora eran más claros y parecían una extraña mezcla entre rugidos con gruñidos. Con algo de temor Sora se acercó a la puerta que conducía al sótano y en pensaba en esos instantes:
-Buen momento para tener la casa para mi sola, con miedo por los sonidos de un monstruo o un ladrón abajo. Daré un vistazo y cualquier cosa llamó a la policía.
Sora bajó las escaleras despacio mirando en todas direcciones, pasó por los estantes llenos de libros procurando que no hubiera nadie cerca, sin embargo conforme avanzaba sentía como las piernas les temblaban ya que el sonido se hacía mucho más fuerte. Ahora estaba en el último pasillo donde a la derecha estaba el escritorio con la computadora de su padre y del otro lado estaba un estante de libros viejo que lo volvía en un callejón sin salida. La castaña sabía que quién fuera debía estar allí. Entonces con todo el valor y coraje que tenía se acercó, debajo del ordenador no estaba y del otro lado…
-¿Nada?-respondió extrañada Sora quien se acercó al estante del fondo y se dio cuenta que no había raro o extraño, incluso el sonido se detuvo.
-Bueno, después de hoy, en definitiva tengo que revisarme la cabeza para ver si no se me zafó un tornillo- pensaba Sora con una ligera sonrisa en su rostro.
Al darse la vuelta noto, con el rabillo del ojo, como un brillo salía del estante que acababa de ver. Era un resplandor dorado muy débil, pero aún así logro llamar la atención de Sora, quien se acercó para saber el origen de esa luz. Tras correr unos gruesos textos de su padre, descubrió que allí estaba un pequeño libro de color rosado que estaba acomodado de forma tal que una de sus caras estaba contra la pared y los libros que había quitado estaban allí para mantenerlo prensado contra la pared. Cuando Sora iba a tocar el misterioso libro, el brillo que lo envolvía desapareció por arte de magia. Eso hizo que la castaña se detuviera por un instante sorprendida, aún así sacó el libro. Al tenerlo entre sus manos y verlo, Sora sintió que lo había visto antes y en eso lo recordó:
-Es ese libro, el que vi en sueño. Con que era real, tiene un título arriba, Saku…-de repente el seguro que tenía el libro a un costado se abrió e asustó a Sora, quien tuvo que hacer malabares para evitar que se le cayera el libro.
-Estuvo muy cerca- ya sin el seguro, Sora decidió ver el contenido del libro y sacó algo de la primera página.
-Es una carta-Sora deambulo un poco por el pasillo mientras veía la imagen de una dama con un vestido, una capa y una especie de diadema verde en la carta.
-Um… como se decía esto..Tie..-una aura verde comenzaba a formarse a los pies de Sora hasta que ella dijo-Tierra.
En ese momento, la carta brillo mientras aparecía un círculo mágico a los pies de Sora. De repente un fuerte temblor comenzó, unos cuantos libros de las repisas se cayeron y la chica soltó el libro, el cual al tocar suelo, fue elevado y envuelto por unos pilares de tierra sólida que surgieron del suelo, haciéndolo ver como una montaña en miniatura. Entonces producto de la fuerza del temblor mezclado con un resplandor que provenía del interior, las cartas del libro salieron disparadas por los aires como si fuera la erupción de un volcán. Las cartas parecían estrellas fugaces que salían disparadas por los aires y por un segundo le pareció que unas cuantas cartas fueron absorbidas por las grietas de donde salieron los pilares antes de que desaparecían.
Sora está completamente atónita y sus rodillas cedieron quedando ella en el piso viendo la única carta que se salvó:
-¿Qué diablos fue esto?
Sora saltó del suelo cuando vio que el libro comenzó a iluminarse y sólo podía pensar en podría suceder ahora y si sería tan escalofriante como eso último. Por el momento parecía que sí.
Del libro comenzaba a salir, lo que parecía según la castaña, una especie de muñeco de felpa que era la extraña mezcla de un osito con la cola de un león de color amarillo que también tenía unas alas blancas. La criatura se elevó un poco y tras estirarse abrió los ojos y dijo:
-¡Hola, Hola, Hola!...Vaya nada mejor que después de una buena siesta que verte Sakura, aunque debo de decir que te ves un poco más pequeña de lo que recuerdo.
-Ahh ¿Dónde están las baterías, la fuente de poder, botón de inicio? ¿Es un robot o algo así? ¿Cómo es que puedes volar sin mover las alas?-decía algo extrañada Sora mientras lo agarraba, le daba vueltas, rascaba el espacio entre las alas buscando el switch para apagarlo, hasta que la criatura se escapo y dijo:
-En definitiva tú no eres Sakura. Para que empezar ¡No soy un juguete! Soy Kerberos, guardián del sello que protege las cartas de este libro aunque puedes decirme también Kero.
-Kero, sello, podrías decirlo otra vez creo que estoy soñando.
-No, estás muy despierta. Yo me encargo de proteger las cartas de mi ama, asegurándome que estén a salvo y seguras dentro de este libro, como lo están ahora-dijo Kero señalaba de espaldas un espacio muy vacío en el libro. Cuando se dio la vuelta para ver las cartas, Kero sintió que iba entrar en un ataque de shock múltiple en los próximos que…5 segundos:
-¡QUÉ! Las cartas no de nuevo, no de nuevo…desaparecieron, que pasó esta vez. Donde pueden estar ahora-decía desesperado Kero mientras movía sus brazos y cabeza en todas direcciones tratando de hallarlas allí y sentía como si unas lágrimas de histeria fueran a salir.
-¿Cartas? Como esta-en eso Sora le pasó la carta que tenía en su mano
-Sí, como estas. Muy bien esa es una ¿Y las demás? -dijo Kero con cierto temor estar a punto de experimentar un déjà vu.
-Ehh, verás yo dije la palabra Tierra de la carta y de repente surgieron unos pilares de tierra y un temblor que al final mandaron las cartas por los aires, espero que no sea un problema, Kero-dijo algo apenada y poniendo una mano atrás de la cabeza-
-No es un problema-lo cual tranquilizo un poco a Sora hasta que vio a Kero acercarse y decir-¡Es un gran problema! Esas cartas al ser liberadas traerán la desgracia al mundo salvo que todas sean juntadas.
-Perdóname, créeme que de todo corazón no fue mi intención soltarlas. Encontré el libro allí y no sabía que eso podría pasar, si quieres te puedo ayudar a juntarlas-respondió la chica quien en verdad estaba arrepentida.
-No se puede llorar sobre la leche ya derramada y también fue mi culpa un poco por quedarme dormido…
-Un segundo, entonces los extraños ruidos que oí fueron tus ronquidos ¿no es así, Kero?-respondió Sora.
-Bueno, si tome una pequeña siesta. No sé por cuánto tiempo esta vez, lo último que recuerdo era estar con Sakura.
-Por cierto ¿Quién es esa Sakura de la que habla?-preguntó Sora recogiendo el libro rosado y pensando si quien hablaba Kero era su madre.
-Sakura fue la niña que liberó las cartas Clow y luego las convirtió a cartas Sakura, las cuales liberaste. Ella tiene grandes poderes mágicos, podemos buscarla para que te ayude, si está cerca. Ella se parece mucho a ti, nada más que es un poco más alta y debe estudiar en la escuela de Tomoeda.
-OK, yo estudio allí así que no…-en eso se escucho el sonido de un auto acercándose a la casa, lo que hizo que Sora recordará la nota de su madre- ¡Mis padres! Kero sube lo más rápido posible a mi habitación que puedas, es la segunda a la derecha después de las escaleras, yo subiré de inmediato solo a dejar el libro. Por favor, no hagas ruido y después puedes comer lo que quieras del refrigerador.
…
Sora estaba subiendo a su habitación luego de la cena. Mientras comía pensaba en llevarle unas cuantas sobras de su comida a Kero, pero creía que sería demasiado arriesgado, ya que sus padres habían estado actuando raro, intercambiando miradas desde que llegaron. Era como si estuvieran buscando algo o sintieran que algo extraño estaba ocurriendo, ante eso Sora decidió que sería mejor no quería llamar mucho la atención de sus padres. Abrió la puerta de su habitación y encontró a Kero rodeado por un aura dorada.
-¿Encontraste las cartas o a la ubicación de la niña que es dueña de las cartas?
-No, las cartas desaparecieron por completo. Con Sakura es algo demasiado extraño. Siento su presencia muy cerca, pero no puedo ubicarla exactamente, además se confunde con la tuya, ya que tu aura mágica es similar a la de ella lo cual dificulta dar con su paradero.
-¿Yo tengo poderes mágicos?-respondió Sora sorprendida ante las palabras de Kero.
-Sí, sólo alguien con un aura mágica puede abrir el sello de las cartas. Lo que todavía no entiendo es porque estoy en tu casa y no en la de Sakura. No sé como ella pudo extraviar el libro así. Lo último que recuerdo es estar en su cuarto y luego me quede dormido. Tuve un par de sueños raros donde estaba junto a ella aunque se veía diferente, seguro fue mi imaginación-dijo Kero mientras se reía y miraba a la castaña.
-Entonces, tendré que buscar a Sakura pronto para que nos ayude. Mañana la buscaré en la escuela. ¿Y cómo haremos con las cartas? Recuerdo lo que dijiste, las desgracias llegarán a este mundo. Dime que debemos hacer para detener esas calamidades.
-Sí, creo que será necesario hacer esto primero. Dime tu nombre, pequeña.
-Sora
-Bien Sora, da un par de pasos hacia atrás-después de que Sora hiciese eso el círculo mágico volvió a aparecer delante de ella esta vez –Llave del sello-en eso una pequeña llave salió del libro-Aquí hay alguien dispuesta a recibir esa misión, su nombre es Sora. Bríndale tus poderes y muéstrale tu verdadera forma. ¡Libérate!
Un gran resplandor surgió de donde estaba la llave, la cual se convirtió en un bastón de color rosado y en la parte de arriba tenía una punta que se asemejaba al pico de un ave.
-Sora, sujeta el báculo-la niña se acercó lo más posible; la luz la enceguecía por lo que puso un brazo delante para protegerse del resplandor y se acercó hasta que por fin logró sujetarlo. En ese momento creció el báculo y Sora pudo tenerlo en entre sus dos manos.
-Excelente, ha nacido una nueva Card Captor- La luz dorada del círculo desapareció y todo volvió a la normalidad.
…
Sora ya tenía puesta su pijama que consistía en un pantalón y una camisa de botones de color verde claro con el cuello de color amarillo pálido. Estaba peinando su cabello con algo de preocupación en su rostro mientras hablaba con Kero quien estaba saltando en la cama de la señorita Li.
-Kero, en verdad crees que pueda capturar las cartas Sakura. No creo que yo pueda ser una Card captor como Sakura, sólo soy una estudiante común y corriente. Además tengo miedo de olvidar ese conjuro que me dijiste para activar la llave.
-Sora, créeme tienes algo de magia, aunque no sea buen ejemplo, dime quien fue capaz de usar esta carta para liberar a las demás-respondió Kero mostrándole la carta de la Tierra-Ten algo de confianza en ti misma.
-Está bien-respondió Sora acercándose al guardián de las cartas y tomando la única carta que tenía, en ese momento Kero noto algo extraño.
-¡Sora, tus muñecos estaban saltado fuera de la ventana!-respondió alarmado Kero cuando tres peluches uno con forma de pelota de gato, un oso polar y otro con forma de hámster anaranjado con manchas blancas que estaban de un lado de la habitación dieron un fuerte brinco y cayeron afuera.
-¡QUÉ! Kero, ellos no son otros guardianes mágicos que se hayan liberado, verdad-respondió la niña quien se acercó corriendo a la ventana para sorprenderse que no sólo sus muñecos sino unos 10 peluches estaban marchando dando saltos y al frente había uno que era un conejo rosa con orejas y patas muy grandes.
-Sora, esa es la carta del Salto. Es muy veloz, así que debemos darnos prisa o se nos escapará. Así que adelante con la primera misión de Sora Card Captor.
-¿Tan pronto? Es muy tarde y mis padres se darán cuenta.
-No es tiempo de dudar y pensar que dirán tus padres. Sora baja y si tienes patines o algo para alcanzar la carta tráelos.
…
La niña logró escabullirse de su casa con sumo cuidado y evitando hacer cualquier ruido para que sus padres no se dieran cuenta de su ausencia. Tomo su patineta con su equipo de protección y se dieron persecución a la marcha de los muñecos.
-Podías haberme dado algo de tiempo para cambiarme el pijama.
-No es hora de tonterías Sora, eres la única Card Captor disponible así que apresúrate. Mira ya casi los alcanzamos.
Kero tenía razón, estaban cerca del grupo de muñecos el cual parecía aumentar su número, por unos cuantos muñecos que salían de las casas cercanas. El grupo se dirigían al Parque del Rey Pingüino por uno de los caminos de Tomoeda, al darse cuenta de adónde iban, Sora se desvío para tomar un atajo que conocía, con el objetivo de recortar la distancia con Salto. El guardián alado no se dio cuenta del cambio de ruta que hizo su nueva elegida, por lo que siguió recto.
Tras un par de minutos, Salto se detuvo en seco ya que frente a él, en una de las entradas del Parque se encontraba la nueva Card Captor, Sora quien logró llegar primero allí por una pequeña calle que estaba cerca y estiro los brazos para evitar que avanzará.
-¡Sora! Usa rápido la llave como te lo dije, pero primero esquiva esos muñecos.
Salto envío unos cuantos muñecos para intentar acertarle a la niña, entonces Sora se agachó y comenzó a esquivar cada uno de los muñecos, hasta que uno de ellos le dio, pero se dio cuenta que los impactos ni cosquillas le hacían. Salto al ver eso se lanzó contra ella y cuando la chica se tiró para atraparlo dio un brinco sobre su cabeza para escapar. Los peluches perdieron el encantamiento de la carta y fue allí cuando Sora aprovecho para decir el conjuro, apareciendo el círculo mágico de la estrella a sus pies:
-Llave que guardas el poder de las estrellas, muestra tu verdadera forma ante Sora, quien aceptó esta misión contigo. ¡Libérate!-entonces un fuerte resplandor apareció frente a ella y al desaparecer el resplandor, la niña sujeto el báculo de sellado
-Sora, no sé por donde te metiste pero fue genial que aparecieras justo a tiempo. Salto es rápido y puede elevarse muy alto por lo que no debes sujetarlo, pero puedes atraparlo usando la carta Tierra-dijo Kero jadeando un poco por el esfuerzo en llegar aquí.
Los dos siguieron a la carta hasta que llegaron al tobogán del Rey Pingüino en ese instante, la carta daba brincos en de un lado al otro, pero estos eran cortos, era como si estuviera incitándolos a que intentarán agarrarla. Sora comenzó a pensar en alguna forma para atraparlo
-Si seguimos así no lograremos nada. Si pudiese atraparlo sin tocarlo o incluso encerrarlo. ¡ESO ES!
Sora sacó la carta de la Tierra y la lanzó al aire para usarla contra Salto:
-Ahora, enciérralo en una prisión de roca con tus pilares de justica, ¡Tierra!-dijo Sora y le dio con la punta del báculo a la carta.
De la carta emergió la figura de la tierra, quien comenzó se acercó al suelo y girar alrededor de Salto provocando que surgiendo grandes pilares de roca sólida creando una jaula donde la carta estaba encerrada completamente.
-Sora, puedes sellarlo ahora-la niña no dudo elevó el báculo en dirección de Salto y dijo:
-Regresa a la forma humilde que mereces, Carta Sakura-la carta comenzó a ser absorbida dentro la imagen de la carta que estaba en la punta del báculo hasta que desapareció y la carta rosada cayó en el suelo.
-Lo hice, lo hice-respondió Sora de inmediato saltando de felicidad y luego agarrando la carta.
-Buen trabajo, Sora. Serás una excelente Card Captor a este paso. Ahora regresemos esos muñecos a sus hogares y quizás puedes probar la nueva carta.
-Muy bien, Kero. ¡Salto!
…
Sora daba grandes saltos para ir de casa en casa dejando los muñecos de felpa en los jardines de sus dueños. La vista que tenía Sora de la ciudad iluminada de noche desde tan alto era genial y comenzaba a pensar que tal vez no sería tan malo ser una Card Captor.
-Espero que podamos ser buenos amigos, Sora Card Captor-le dijo Kero sonriéndole a la nueva elegida de atrapar las cartas.
-Yo también, Kero. Trabajare duro para encontrarlas todas y reunirte con tu ama.
-Esa es la actitud, Sora. Sigue así y tendrás mucho éxito.
-Kero, como debes tener hambre, al llegar a casa vea a la cocina y come algo, no te preocupes mis padres deben de estar dormidos.
-Gracias, Sora.
…
Este es el primer capítulo de mi historia, el cual espero que sea de su agrado. Busque detallar lo más posible cada parte de la historia, además decidí cambiar el orden de las cartas, iniciando con la carta de la Tierra para variar la historia original y hacerlo interesante, además cambie un poco el conjuro del báculo para adaptarlo a los poderes que usaba Sakura. En el próximo capítulo se mostrará la explicación de la memoria de Kero, además de que Sora descubrirá un par de cosas interesantes. Hasta la próxima y manden reviews con sus opiniones, comentarios, criticas y sugerencias para la historia.
