Disclaimer: La saga de Crepúsculo y todos sus personajes son propiedad de Stephenie Meyer. Yo sólo los manipulo a mi antojo para divertirme un rato. La trama sí que me pertenece.
Capítulo 1, El error
Me desperté cuando los primeros rayos de luz se filtraron por la ventana y me dieron justo en la cara. Arrugué el rostro molesta por la luz notando un fuerte dolor de cabeza.
¡Era la última vez que me emborrachaba!
Sentía como si de un momento a otro la cabeza me fuera a estallar. Estaba tumbada de espaldas a la cama y me sentía realmente agotada.
Ni siquiera sabía cuánto tiempo había estado bailando en la fiesta de Jessica. Lo que sí sabía es que había sido demasiado, no estaba acostumbrada a este tipo de fiestas y ahora lo pagaba con las malditas agujetas, ¡por no hablar de que la cabeza me iba a estallar!
Intenté enderezarme en la cama aún medio adormilada cuando lo noté.
Algo me retenía.
Un brazo.
Mi primer pensamiento fue Edward. Mi novio.
No recordaba que hubiéramos acabado la noche teniendo sexo en la casa de Jessica. Aunque para ser sincera no es que recordara mucho de lo sucedido...
Pero daba igual, el simple hecho de tenerle a mi lado al despertar me puso de muy buen humor. Por lo que me giré con una sonrisa dispuesta a despertarlo con un beso... fue entonces cuando el horror se apoderó de mí.
El chico que estaba a mi lado estaba igualmente desnudo, como yo. Pero el problema era que no era Edward.
Me sentí horrorizada ¡¿qué había hecho?
Aún impactada quité su brazo de mí y me alejé todo lo que pude en la cama y empecé a llorar sin control. Esto no podía estar pasando...
Mis sollozos despertaron a mi acompañante que empezó a despertarse igual de confundido que yo hacía unos minutos.
—¿Bells? —cuando Emmett me reconoció puso la misma expresión de horror que había puesto yo. Y es que no era para menos ¡me había acostado con Emmett! ¡El hermano de mi novio y mi mejor amigo! Y como si eso no fuera poco ¡novio de una de mis mejores amigas! —¿Qué ha pasado? ¿qué hacemos aquí... tú y yo... y así?
Su voz temblaba y su expresión seguía siendo todo un poema. Yo escondí el rostro entre mis piernas mientras Emmett se sentaba en la cama y miraba a nuestro alrededor aún incrédulo.
No hacía falta muchas palabras para entender el motivo por el que ambos estábamos desnudos. Y eso era lo que más nos horrorizaba a ambos.
De repente sentí la mano de Emmett en mi cabeza, supuse que intentando consolarme al ver que no dejaba de llorar. Por acto reflejo se la alejé de un manotazo.
—Bells... —su voz reflejó bastante dolor por mi rechazo.
Fue entonces que me di cuenta de que no era justo que lo pagara con Emmett. Él lo estaba pasando igual de mal que yo. ¿Cómo les explicaríamos a Edward y Rosalie lo que había sucedido entre nosotros? ¡Nunca nos lo perdonarían!
Pero antes de que pudiéramos aclarar la situación oímos una voz.
—¡Vamos, dormilones, despertaos e iros a vuestras casas! ¡Que mis padres llegan en tres horas y aún tengo que limpiar! ¡Y no, Mike, tú te quedas y me echas una mano!
Era Jessica.
Su voz parecía venir del piso de abajo.
Al igual que la de Mike cuando contestó con un reproche.
Asustados de que nos pudieran descubrir nos empezamos a levantar y buscamos nuestras ropas en silencio. Ni siquiera éramos capaces de mirarnos a la cara.
¿Dónde estaría Edward? ¿estaría durmiendo en otra habitación? ¿habría notado mi ausencia?
Con todas esas preguntas en mente terminé de vestirme casi a la misma vez que Emmett.
—Emmett... —dije sin levantar la vista del suelo —¿Tú recuerdas algo? ¿cómo... terminamos aquí?
Mi voz sonaba totalmente avergonzada. Y no era para menos.
Cuando contestó su voz sonó igual de avergonzada o tal vez incluso más que la mía. Algo raro en Emmett. El rey de avergonzar a los demás para echarse unas risas. Aunque eso sí, con un corazón de oro.
Y ahora, aquí estábamos. Intentando asimilar lo ocurrido entre ambos sin mirarnos y casi sin poder hablarnos de lo avergonzados que nos encontrábamos.
—No lo recuerdo. Lo último que recuerdo es que estaba bailando con Rose y luego de eso... me he despertado aquí. ¿Tú recuerdas algo más?
Negué con la cabeza esperando que me estuviera mirando.
Por lo visto sí vio mi negación ya que suspiró pesadamente.
—¿Qué hemos hecho, Bells?
Su voz tan atormentada me hizo volver a llorar y como hacía siempre que estaba triste abracé a mi mejor amigo. Abrazo que él correspondió.
Sin embargo... por primera vez se sintió raro. Antes cuando me abrazaba sentía que le tenía a mi lado y que siempre podría contar con él. Pero ahora... era diferente. Él pareció darse cuenta de lo mismo, aún así continuamos abrazándonos en silencio, preguntándonos qué sucedería de ahora en adelante.
º º º
*Edward Cullen & Bella Swan [4ever]* dice: La fiesta de Jessica fue la caña ¿no?
Estaba hablando con Edward por el messenger. Ahora me encontraba en mi habitación y ya eran las once de la noche. Y aunque mañana hubiera instituto no había forma humana de irme a dormir como si no pasara nada.
Luego de que Emmett y yo bajáramos a la planta de abajo vimos a todos que estaban empezando a despertarse y marcharse. Excepto a Mike que, refunfuñando, estaba empezando a limpiar junto a Jessica.
Lo primero que hice fue buscar a Edward con la mirada y al resto de nuestros amigos. No tardé en localizarlos en la puerta, al parecer nos estaban esperando.
Para alivio mío y el de Emmett no parecían saber nada. Ni siquiera nos preguntaron qué dónde nos habíamos metido, supuse que porque se acababan de despertar y aún estaban despejándose, tal vez ni se habían dado cuenta de nuestra ausencia ya que no fuimos los únicos en emborracharnos y terminar perdidos en cualquier parte de la casa de Jessica.
Aunque sí fuimos los únicos en cometer el mayor error de nuestras vidas.
En cuanto salimos de la casa de Jessica todos nos fuimos a nuestras casas para intentar sobrevivir a la resaca mortal que sentíamos todos. Sin embargo, en vez de echarme una larga siesta para recuperarme me había pasado el resto del día encerrada en mi habitación sin poder parar de llorar.
Y ahora Edward se había conectado porque quería hablar un rato conmigo. Y yo no podía sentirme más culpable. Le había sido infiel. Y lo peor de todo es que Emmett era su hermano. No creía que Edward me lo fuera a perdonar algún día.
Al menos yo nunca me lo perdonaría. Le había traicionado. Y de la peor manera. La sola idea de perderle me destrozaba porque realmente le quería.
Salí de mis pensamientos cuando Edward me envió un zumbido.
*Bella Swan & Edward Cullen [4ever]* dice: Mmm... sí, la caña...
Contesté sintiéndome incapaz de mantener una conversación normal con él. Bueno, con él o con quien fuera. Simplemente quería estar sola para hundirme en la miseria.
*Edward Cullen & Bella Swan [4ever]* dice: ¿Te ocurre algo? Te noto rara desde la fiesta.
¿Qué si me ocurría algo? No, hombre, ¡tan sólo que me sentía la persona más miserable y rastrera del universo por haberle sido infiel!
Y encima ni siquiera podía recordar nada. Y si... ¿y si tal vez terminamos de casualidad en la cama desnudos pero no hicimos nada? Ninguno de los dos recordaba nada. Tal vez simplemente todo había sido un gran malentendido.
Esa teoría era la única que me consolaba un poquito, sin embargo... sabía que no era cierta. Pues al despertarme noté que mi cuerpo se sentía igual que cuando despertaba al día siguiente de tener sexo con Edward. Lo que significaba que sí me había acostado con Emmett.
Las lágrimas acudieron de nuevo a mis ojos por millonésima vez mojando un poco más el teclado.
Intenté controlarme para aparentar normalidad ante Edward. Aunque en más de una ocasión me había sentido tentada a contárselo, porque callarme lo sucedido me estaba matando por dentro, ni siquiera me sentía digna de hablar con él en estos momentos.
Pero decidí no contarle nada por el momento. Antes que nada tenía que hablar con Emmett y decidir cómo afrontar la situación. Esta mañana había ocurrido todo tan deprisa que no habíamos tenido tiempo de nada. Pero mañana intentaría hablar con él a solas.
Hasta entonces tenía que aparentar normalidad.
Así que respirando profundamente intentando tranquilizarme le contesté.
*Bella Swan & Edward Cullen [4ever]* dice: No es nada, es sólo... que estoy cansada. Mañana hablamos ¿sí? Me voy a dormir. Buenas noches.
Pocos segundos después vi como aparecía el texto de "*Edward Cullen & Bella Swan [4ever]* está escribiendo", así que esperé.
*Edward Cullen & Bella Swan [4ever]* dice: Ok. Buenas noches, princesa. Te quiero ;)
—Y yo a ti... —susurré en un sollozo antes de desconectarme rápidamente.
Sabía que Edward esperaba que le dijera algo como "y yo a ti" o "yo también" pero no me sentía con fuerzas. Claro que le quería, pero no me sentía digna de decirle te quiero después de lo que le había hecho.
Porque que estuviera borracha no justificaba que me hubiera acostado con su hermano.
Apagué el ordenador y bajé al piso de abajo a por algo de comer. Las tripas me rugían desde hacía horas.
No era de extrañar que Charlie aún no hubiera regresado, desde que salía con su nueva novia apenas se dejaba caer en casa.
Cuando mis padres se divorciaron lo había pasado realmente mal. Pero por suerte había tenido a mis amigos a mi lado apoyándome en todo momento.
Pero, cuando supieran lo sucedido... ¿podrían llegar alguna vez a perdonarme? ¿podríamos volver todos a ser tan buenos amigos? ¿o esto lo estropearía todo para siempre?
Muy a mi pesar, sabía la respuesta.
º º º
3:47 a.m.
Miré el reloj de la mesita y vi que eran casi las cuatro de la madrugada y aún seguía sin poder pegar ojo.
Los remordimientos me estaban consumiendo viva. Me sentía el ser más despreciable del mundo.
Durante todo este tiempo me había imaginado miles de reacciones cuando todos se enteraran de lo sucedido entre Emmett y yo.
Pensaba que tal vez Alice y Jasper no me odiarían a muerte, pero que sin embargo estarían profundamente decepcionados de mí.
Rosalie intentaría atropellarme con su coche en cuanto tuviera la oportunidad.
Y respecto a Edward y Tanya... no sabía qué pensar. Cuando yo empecé a salir con Edward fue cuando lo noté. Descubrí que Tanya siempre había estado enamorada de Edward y que de repente yo me mudaba a Forks y empezaba a salir con el chico del cual Tanya llevaba enamorada tantos años. Por eso decidí en aquel momento hablar con Tanya a solas y aclarar la situación, ya que Tanya era una más del grupo y no quería ser la causante de que hubiera malos rollos entre nosotros.
Ella me confesó que era cierto, que siempre había querido a Edward, pero que sin embargo durante todos estos años nunca le había visto tan feliz que cuando estaba conmigo, y que lo que realmente le importaba era la felicidad de Edward. Y la creí. Porque sus palabras fueron totalmente sinceras. Además, durante todo este tiempo pude comprobar que no mintió aquel día. De hecho, Tanya se había convertido en una más de mis amigas.
Y ahora... ¿qué pensaría de mí al ver que había hecho daño a Edward? Y más aún cuando la única condición que me pidió para dejarme el camino libre era que nunca le hiciera daño.
¿Y Edward? ¿cómo reaccionaría? ¿me odiaría de por vida? ¿o tal vez algún día pudiera perdonarme?
¡¿Por qué tenía que haber sucedido esto? ¡¿por qué había cometido semejante error?
Hola de nuevo! ^^
Bueno, sé que hace siglos que no publico nada pero aquí estoy otra vez con energías renovadas! XD
Esta vez vengo con una historia larga, la verdad es que la idea de este fic me vino de pronto mientras estaba aburrida y pensé que sería interesante pasarlo al ordenador a ver qué salía y a lo tonto a lo tonto la historia empezó a tomar forma. De hecho, me dio un ataque de inspiración y empecé a escribir un martes por la tarde y hasta el siguiente martes por la tarde no podía hacer otra cosa que no fuera escribir este fic. Como resultado el fic está completo, adelanto que tiene 35 capítulos contando el epílogo.
También aviso de que publicaré una vez por semana, seguramente los lunes.
Y bueno hasta aquí la nota de autor. Dejad reviews con vuestra opinión sobre el primer capítulo.
Nos vemos en el próximo capítulo! n_n
