CHAPTER 1: LA BODA
Kate POV:
-...Ya puedes besar a la novia- dijo el lobo anciano.
Humphrey y yo juntamos nuestros hocicos delante de al menos 50 lobos. Todos ellos saltaron de alegría al presenciar este momento.
Habían pasado 3 semanas desde que volvimos de Idaho. Humphrey y yo habíamos pasado todo el tiempo juntos durante ese tiempo, y entonces concertamos la boda. Teniendo en cuenta que era el primer matrimonio entre una Alfa y un Omega, esta boda debía celebrarse por todo lo alto. Nosolo asistieron familiares y lobos de la manada: vinieron lobos del norte, del sur y del este, incluso algunos trotamundos de Estados Unidos. Cuando subimos al altar... Humphrey estaba radiante.
Humphrey y yo bajamos corriendo del altar mientras nos tiraban pétalos, y subimos a una colina, donde nos pusimos a aullar, seguidos por todos los demás. Después volvimos a bajar y todo el mundo nos felicitó. Al final, logramos abrirnos paso hasta la familia. Los padres de Humphrey, Patrick y Mandy, también estaban allí.
Patrick y Mandy eran muy aventureros, y cuando tuvieron a Humphrey sabían que no podían llevarlo arriba y abajo, así que cuando él fue lo bastante mayor, ellos reanudaron sus viajes, estando en Jasper mes sí, mes no. Ambos, a pesar de ser una pareja de Omegas, tenían una relación muy estrecha con mis padres, siempre quedaban para charlar y todo eso, y así fue como conocí a Humphrey. Fue lo típico de que mi madre decía "Kate, cariño, ves a jugar por ahí con Humphrey mientras nosotros charlamos, pero no te vayas muy lejos". Él y yo nos hicimos muy amigos enseguida, y para mí Patrick y Mandy siempre fueron como mis tíos. Siempre que se iban les echaba de menos, porque con ellos tenía un nivel de confianza incluso mayor que con mis padres. Como llegaron después de lo de Jasper, se perdieron todo el tinglado que hubo con Garth y con la manada del Este, pero como tampoco necesitaban saberlo, preferimos callárnoslo.
Ambos se nos acercaron y nos dieron un abrazo.
-Que ilusión, por fin casados...- dijo Patrick.
-Sí, este es un momento muy especial...-dijo Mandy, quitándose una pequeña lágrima que caía por su mejilla.
-Bueno, ya sabéis cuál es el paso siguiente, ¿no?- dijo él.
-¡Es verdad! ¿Cuándo pensáis hacernos abuelos?- contestó ella con euforia.
-Mamá, por favor...- dijo Humphrey.
De detrás de ellos dos aparecieron mis padres. Mamá nos abrazó a los dos, y luego le dijo a Humphrey, aguantándose las ganas de llorar:
-Humphrey, cuida de mi hija.
Después Mamá me miró y me dio un beso en la mejilla.
-Kate, quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti. Ahora podrás formar tu propia familia, y vivir tu propia vida.
-Mamá, tranquila. Lo dices como si no me volvieras a ver...- le dije, calmándola.
-Tienes razón, *snif*, es que estoy muy contenta.
-¿Y Papá?- pregunté.
-Está hablando con los jefes de las otras manadas.
-Bueno, si queréis, durante el banquete, podéis escurriros al bosque un rato, los invitados no se enterarán, tendréis muchas "cosas" de que hablar...- dijo Patrick, guiñándonos el ojo.
Así que Humphrey y yo nos fuimos de allí y nos adentramos al bosque. Una vez allí, le dije:
-Humphrey, ¿crees que el vestido de novia me hace gorda?
-¡Pero si no llevas vestido de novia!
Ambos reímos y nos pusimos a correr, adentrándonos más aún en el bosque. Una vez lejos, Humphrey se estiró en el suelo al lado de un árbol y yo apoyé mi cabeza encima de su hombro.
-Humphrey, este es el día más feliz de mi vida...
-Y el mío, Kate. Jamás pensé que esto se haría realidad...
Yo me acurruqué con la cabeza encima del pecho de Humphrey y cerré los ojos.
-¿Quién iba a decirnos hace tan solo un mes que acabaríamos juntos, eh?- dijo él, acariciándome la cabeza.
-No sabes lo mucho que he llegado a agradecer que nos llevasen los humanos a Idaho. De no ser por eso, ahora estaría casada con Garth... Dios, prefiero no imaginármelo. De no ser por ti, ahora sería una Alfa amargada.
Humphrey rió y rozó su hocico con el mío.
-Y no sabes no mucho que he agradecido el hecho de haber dado la vuelta cuando iba a subir al tren.
Ambos nos abrazamos y luego nos quedamos mirando como los rayos del sol se filtraban entre las copas de los árboles. Pasado un rato:
-Kate, creo que deberíamos volver, nos estarán esperando...
-Tienes razón. Vamos.
Ambos nos pusimos de pie y fuimos hacia el lugar de celebración. Ese día pasó rápido, y todo el mundo disfrutó de él, incluso Shakey y Mooch llegaron a intimar con dos amigas mías de la Escuela Alfa. Varios días después, Shakey empezó a salir con una chica llamada Susy y Mooch con otra llamada Clare. Lily y Garth se prometieron también unos días después de nuestra boda.
Un mes después...
Humphrey y yo estábamos durmiendo tranquilamente en nuestra cueva cuando entró Salty corriendo y nos despertó. Humphrey, un poco irritado, le preguntó a Salty:
-¿Qué pasa, Salty? ¿Por qué nos despiertas?
-Es Shakey, ¡se ha vuelto a pelear con Susy!
-Cómo si eso fuese novedad...- dijo Humphrey, volviéndose a acostar.
-¡Esta vez es peor! ¡Dice que se va a suicidar!
Humphrey ignoró lo último que dijo Salty e intentó disimular como que estaba durmiendo imitando el ruido de los ronquidos, pero yo lo levanté y le dije:
-Humphrey, atiende. Esto podría ser importante.
-Lo que quiere Shakey es llamar la atención para que Susy le perdone. Conozco a Shakey, y esa estrategia la usa bastante a menudo.
-¡Da igual! ¡Venga, levanta, gandul!- le dije, mordiéndole levemente una oreja, pero él no se inmutó.
-Vale, de acuerdo. Si vienes, mañana por la noche aullaremos juntos.
Pasaron 5 segundos de silencio, Humphrey giró la cabeza hacia mí sin mover ninguna otra parte de su acurrucado cuerpo, y dijo con voz seca:
-Mientes. Es la tercera vez que me haces la misma promesa, y nada.
Yo suspiré, sabiendo que él tenía razón, y finalmente le dije:
-Humphrey, si vienes... mañana haremos el amor.
El tiempo de respuesta de Humphrey fue menor, pero con la misma sequedad en la voz que antes contestó:
-Lo del aullido aún me lo habría tragado, pero esto...
Le lancé una mirada seductora, y él contestó mientras se levantaba:
-...aún así, correré el riesgo de que quizás no estés mintiendo.
Humphrey me lanzó una sonrisa y luego dijo:
-Bueno, vamos a ver a Shakey.
Mientras íbamos de camino a la guarida de Susy, Humphrey preguntó:
-¿Y Shakey se lo ha dicho así, sin más?
-Envió a un pájaro con una nota.
-¿Un mensajero, de suicidio?- pregunté- ¿Pero a quién se le ocurre?
-A Shakey...- dijo Humphrey, riendo para sus adentros.
una vez llegamos allí, vimos a Susy rodeada por Reba, Janice, Lily, Clare y Mooch. Antes de que nadie de ellos se percatasen de que estábamos ahí, Humphrey preguntó a Salty:
-¿Hacia dónde se fue Shakey?
-Hacia allí. Supongo que al acantilado del río.
-Pues tirarse a un río no parece una forma muy efectiva de suicidio...- dije yo.
Humphrey, con un simple gesto de "Dejádmelo a mí", se fue hacia el bosque y desapareció entre los arbustos. Yo, por otra parte, me acerqué a Susy a preguntar:
-A ver, decidme. ¿Qué ha pasado?
-Pues lo de siempre, solo que esta vez parece ser algo más gordo. Susy quería mantener relaciones "íntimas" con Shakey y éste le pidió más tiempo, entonces se discutieron y han acabado así- me dijo Lily, susurrándome a la oreja para que no lo oyera Susy.
Pasaron unos minutos y, mientras Susy me contaba los detalles, Humphrey volvió. Yo corrí hacia él, pero cuando vi que venía sonriendo, supe que todo era una falsa alarma.
-¿Qué ha pasado?- preguntamos Salty, Mooch, Lily y yo, casi al unísono.
-...Que han terminado. Susy y Shakey han terminado, la relación se ha ido a pique...
-¿Será una broma?- dijo Mooch- ¿Después de tanto tiempo juntos?
-Sí...
-¿Y Shakey, dónde está ahora?- le pregunté yo.
-En su antigua guarida de soltero.
-Esto lo destrozará por dentro, conozco a Shakey, hará una locura...- aseguró Salty.
-No, no la hará- añadió Humphrey.
-¿Cómo lo sabes?- preguntó Lily.
-Lo del suicidio era una trola para poder volver con ella.
-¿Y porque con un pájaro?- preguntó Mooch.
-Porque Shakey es tonto, coño, parece que no lo conozcas...
-¿Y porque no le dejó la nota en la cueva?- preguntó Salty.
-Porque si lo del suicidio fuese en serio, Susy no habría leído la nota hasta mañana y para entonces ya estaría muerto. Le envía a un pájaro para que la despierte y por unos frutos secos tiene la esperanza de que Susy le perdone.
-¡Ah, entonces no se iba a suicidar!- dijo Mooch.
-¡Coño, por fin lo pillas!- contestó Humphrey.
-Bueno, entonces... ¿ya está?- aclaré yo.
-Sí, solucionado. Venga, todo el mundo a la cama- concluyó Humphrey.
Él y yo nos separamos de toda la gente que había allí y nos fuimos hasta nuestra guarida. Entonces Humphrey me preguntó:
-Kate, lo de antes... ¿iba en serio?
-¿Lo del suicido? Yo que sé, tú has dicho...- afirmé yo.
-No, lo del suicidio no. Digo lo de, ya sabes, lo del sexo, ¿iba en serio?
-Hombre...- dije, sin argumentos.
-Me lo tomaré como un "no"- dijo Humphrey, con la cabeza gacha.
-A ver, todo a su tiempo...
-¿A su tiempo? Lo mismo dijiste la noche de bodas, dijiste que sería una noche digna de recordar, y lo único que recuerdo es que tuvimos que apagar un incendio que provocó tu hermana borracha por accidente.
-Ya...
-Kate, no sé si solo lo veo yo, pero noto que estás poniendo muy poca pasión en esta relación. Parecemos más amigos que no casados. Si aún fuese cuando volvimos de Jasper lo entendería, pero han pasado siete semanas desde aquello, y seguimos igual que el primer día- Humphrey se detuvo y suspiró- Kate, te voy a hacer una pregunta simple: ¿Aún me quieres?
-Claro que te quiero, Humphrey.
-Entonces...
-Es que... soy una Alfa, y me cuesta acostumbrarme a las relaciones, y más con un Omega, que los Omegas tenéis fama de dejar embarazadas antes de la boda...
-Entonces, ¿lo que necesitas es tiempo?
-Sí, Humphrey, solo eso. Te prometo que mañana cambiaré por completo.
-Otra de tus promesas...- suspiró él.
-Por favor, Humphrey. Juro que no te fallaré más. Por favor, por favor...- le rogué con la máxima cara de ternura que pude poner.
Él dio un largo suspiro y al final asintió con la cabeza, sin decir nada. Entonces yo le abracé y le di un beso, pero no de juntar los hocicos, sino de juntar las lenguas. Humphrey se quedó un poco desconcertado, ya que era la primera vez que hacía eso, pero luego se limitó a sonreír.
-Venga, Kate. Vamos a dormir...
