-¡Narutooo!- gritó Kushina desde la cocina.

El rubio colocó una almohada sobre su cabeza para acallar los gritos de su histérica madre y cambio de posición para volvier a dormir.

Minutos depués, la pelirroja al ver que su hijo no daba signos de vida, subió las escaleras con zancadas que hacían temblar el suelo de la mansión.

Al llegar a la puerta de la habitación donde dentro descansaba su hijo plácidamente la abrió de una patada y gritando como si fuese el fin del mundo.

-¡Despierta de una vez Naruto o ya veras lo que haré! ¡Te quitaré tu computadora, el celular, el Xbox y...- iba a continuar, pero su hijo ya estaba uniformado e impecable frente suyo.

El pobre Naruto al oír todo lo que le iban a quitar no tuvo más remedio que ponerse el uniforme, peinarse, cepillarse los dientes, alistar su mochila para la universidad y limpiar su cuarto en solo un segundo. Kushina siempre hablaba en serio cuando decía que le quitaría algo.

Madre e hijo bajaron las escaleras, encontrándose con un Minato muy calmado revisando unas cuantas cartas que recibió, como jefe de las empresas Namikaze digamos que tenía muchas.

Saludó a su hijo con la cabeza y siguió con sus asuntos.

Kushina sirvió a los varones el desayuno y se sentó junto a ellos. Dialogaba con Minato sobre las ganancias que estaba produciendo la empresa y sobre su competencia amistosa con la Corporación Uchiha.

-Aquí hay un paquete para tí Naruto- dijo el rubio extendiendo el objeto a su hijo.

Éste lo miró extrañado y tomó el sobre entre sus manos. Leyó el remitente: Deidara.

-¿Qué será dattebayo?- preguntó el rubio, más para sí mismo que para sus padres.

Con cuidado desenvolvió el paquete se encontró con una caja alargada decorada con un montón de colores en la que se podía leer claramente: Tomorrowland y una nota escrita con perfecta caligrafía que decía:

Naru-chan:

Espero que te encuentres bien, como ves, aquí esta tu recompensa por haberme ayudado con aquella canción que no podía terminar. Por cierto, deberías de mostrarles tus canciones al mundo y no solo guardarlas en un lugar recóndito de tu computadora.

Te envié unas cuantas para que puedas invitar a tus amigos y sea más divertido. Dale un saludo a tus padres de mi parte.

Nos vemos allí, Deidara.

El rubio apartó la carta y abrió la caja encontrandose con veinte pulseras con el lema Tomorrowland en ellas. Eso solo podía significar una cosa... tenía en su poder veinte entradas al festival de música electrónica más importante del mundo. ¡Veinte!

Las entradas a Tomorrowland no eran descomunalmente costosas, pero aún así era sumamente difícil conseguirlas a tan solo dos días del evento.

Naruto comenzó a saltar como un loco cuando fue capas de aceptar que tenía una enorme cantidad de entradas al festival de musica electrónica del mundo, el cual duraba tres días.

Tomorrowland comienza un viernes y termina el domingo de la misma semana, a él asisten jóvenes del todo el mundo, no importa cual sea su religión, su sexo, su idioma, no importa nada, Tomorrowland está destinado a unir a los 180000 jóvenes que puede albergar durante el periódo de tiempo de un fin de semana.

Este festival de música electrónica se realiza una vez al año en Bélgica, todas las entradas se suelen vender en tan solo una semana, meses antes del evento se acaban y Deidara le había envíado veinte. La influéncia del DJ era mucha.

-¡Gracias Deidara!- gritó el rubio a los cuatro vientos y abrazó a su madre como si fuese la última vez que la fuera a ver y lo mismo hizo con su padre.

Tomó su mochila y salió corriendo como alma que lleva el diablo hacia el instituto para contarle a sus amigos lo que tenía bajo su poder, pero repentinamente un pensamiento le surcó la mente:

¨¿A quién voy a invitar?¨

Ok, ésta fue una loca idea que surgió de mi mente cuando me enteré de que TOMORROWLAND existía. Disculpen si hay faltas de ortografía, pero es que estaba apurada y quería quitarme ésto de encima de una vez, aparte de que cierta persona me estaba obligando a subirlo, cierta ... twigirlo.o.

Agradecimientos adelantados a los que lean la historia y disculpas por lo alocado de la historia.

Besos y abrazos de: Adicta al NaruSasu.