Bueno, esencialmente estoy reescribiendo este fic… siento que puede quedar (mucho) mejor

Así que aquí les dejo el nuevo primer capi, los nuevos capítulos irán más apegados a la historia y tambien he decidido redefinir al personaje de Francesca, entre otras cosas.

Los primeros capítulos van a estar ubicados en The Dawn, así que les recomiendo que lo lean por aquello de "no te entumas"

Así que Lenore, me disculpo especialmente contigo si no es lo que esperabas

Sir Arthur Hellsing era muy joven cuando conoció a Josephine Dubois, corría la Segunda Guerra Mundial y no hacía tres días que Walter había salido para Varsovia. Discutía con Sir Islands en su despacho, en un principio de la guerra, en los últimos minutos de sus pésimos hábitos.

Un suave golpe en la puerta los hizo salir de su pelea.

-monsieur Hellsing, ¿me permite pasar? -pregunto una vocecita tímidamente desde la puerta.

-¿te falto despedir a una? -pregunto Islands con un dejo de sarcasmo refiriéndose a las prostitutas que habían buscado a Arthur minutos antes.

-no, no recuerdo que fueran tres -comento Arthur con cinismo mientras iba a la puerta.

Afuera esperaba una mucama nueva, pero era poco más que una niña, no tendría más de dieciséis años. Tenía los ojos verdes y el cabello negro y lacio, largo hasta su cintura, pero su piel era ligeramente morena; sus características físicas tenían escrito "Gitana" encima.

El traje negro de mucama, que llegaba justo hasta debajo de sus rodillas, las mangas largas y el impecable mandil blanco no disimulaban que se trataba de una chica de complexión delgada.

-je'm apelle Josephine Dubois, monsieur Walter me dejó a cargo de la casa antes de irse, venía a recoger los platos sucios -le dijo la chica con marcado acento francés, lo que lo llevo a la siguiente conclusión "refugiada de guerra".

-claro, pasa -le dijo él haciéndose a un lado, había algo en las maneras sutiles pero determinadas de la chiquilla que le hicieron imposible negarle el paso.

-gracias, monsieur -le dijo ella con una reverencia y entró, reconociendo a Islands con una sutil inclinación.

Los hombres se miraron en silencio y observaron a la chiquilla recolectar los platos y vasos sucios, sin dejar de notar la mirada de exasperación y fastidio que tenían sus ojos mientras recorría el desastroso estudio con la vista, sus ojos tomaron una clara expresión de desdén al ver las botellas de whisky vacías.

Colocó los trastes sucios en un carrito de servicio y recolectó las botellas en el segundo nivel del mismo.

-¿puedo ofrecerles té o café, monsieur? ¿chocolate, para recuperar sus energías? -ofreció la niña mirándolos.

-té, linda, por favor -le dijo Islands con una sutil sonrisa que ella correspondió e hizo a Arthur fruncir el seño.

-¿algo más, monsieur Hellsing? -pregunto Josephine, "sí, que saque de aquí a Hugh y te sientes en mis piernas" pensó él mirando las insinuantes caderas que se notaban debajo del ampón vestidito negro.

-nada, gracias, puedes retirarte -le dijo Arthur despidiéndola con un gesto de la mano, la chica hizo una reverencia y se dirigió hacia la puerta.

-¡quel homme si désagréable! Pobre Walter -escucharon mascullar a la chica mientras cerraba la puerta tras ella.

Hugh no pudo evitar soltar una carcajada al ver la cara ofuscada de Arthur, que no estaba acostumbrado al rechazo de ninguna mujer, mucho menos al desdén de una chiquilla que para colmo era una empleada suya.