N/A: Holaaaaaa ¿cómo están? Je, je, aquí les atraigo a todos los fanáticos de la pareja HARRY Y HERMIONE este ff. ¡Espero que sea de vuestro agrado! XD
Capítulo I:
Tarjeta de invitación.
Hermione estaba mirando la televisión en su departamento muggle, muy aburridísima. Cambiaba los canales casi por obligación que por necesidad. No tenía ganas de hacer nada.
Bostezó largamente. Tenía mucho sueño, y es que la noche anterior había regresado muy tarde a casa. La chica sonrió al recordar eso.
El día anterior había sido el cumpleaños de su novio, Derek Johanssen, quien cumplía veintiséis años.
Hermione suspiró al recordarlo. Lo amaba tanto ¡y solo llevaban cinco meses y medio de novios! Para ella, eso era muy poco tiempo para determinar sus sentimientos, pero estaba segura que lo que sentía hacia él era amor verdadero. Y eso que pocas veces se había enamorado...
De pronto, un ruido extraño la hizo salir de sus cavilaciones. Miró hacia una ventana y vio a una lechuza tratando de entrar. Hermione se puso de pie y le abrió. El animal le dejó la carta sobre una pequeña mesita y se marchó de ahí, batiendo fuertemente sus alas. La chica, algo sorprendida porque no esperaba carta de nadie, la tomó y al mirar la cubierta de ésta, una sonrisa se dibujó en sus labios; por mucho tiempo que hubiese transcurrido, nunca olvidaría aquel sello en forma de escudo de su colegio Hogwarts. ¿Pero por qué le enviaban a ella una carta? Hacía seis años que se había graduado, con honores, de aquella escuela de magia y no sabía el por qué ahora le enviaban una carta como en los años de estudiante.
Picada por la curiosidad, dejó de hacerse preguntas y abrió el sobre. Sacó un pergamino que contenía un mensaje breve. Con el ceño algo fruncido, comenzó a leer con rapidez:
Estimada Srta. Granger:
Estamos orgullosos de tener el honor de invitarla a la reunión que se realizará en su ex colegio Hogwarts el día 10 de agosto a las 21 hrs.
Se tratará de una Fiesta de Reencuentro con antiguos compañeros de clase, grado y casa.
Esperando su participación en esta velada,
Se despide atentamente de UD.
Director Albus Dumbledore y cuerpo de profesores.
PD: Se requiere vestimenta formal y, por supuesto, no habrá problema de que acuda acompañada de alguien más, siempre y cuando sea mago o bruja.
Hermione volvió a releer la carta. ¿Fiesta de Reencuentro? O sea... ¡eso significaba que volvería ver a sus compañeros del colegio! Hacía tanto que no veía a nadie de ellos... bueno, a Ron lo veía casi a diario, pero él era una excepción. Intempestivamente, recordó a Harry. Con él, las cosas ya no eran igual. Mejor dicho, las cosas nunca fueron como antes desde su séptimo y último curso en Hogwarts. En ese año, Voldemort estaba más malvado, peligroso y cruel que nunca, y por lo mismo, Harry cada vez se sentía más presionado, preocupado y por qué no decirlo, más huraño y arisco. Todos quiénes lo conocían bien, sabían y comprendían su estado; o él acababa con el mago más tenebroso, o moría a manos de éste. ¡Ella también lo entendía! ¡Sabía que Harry, que su mejor amigo tenía una gran, terrible y pesada carga sobre los hombros! ¡Innumerables veces había tratado de alivianarle el peso de aquel horrible destino, pero Harry nunca lo permitió! Incluso, comenzaba a tratarla de manera diferente... no le hablaba tanto como antes, más bien, su comportamiento hacia ella era casi de total indiferencia.
Hermione, al principio, se consoló a si misma, pensando que quizá Harry actuase así porque no quería que ella fuese herida o que algo malo le ocurriese, pero él cada vez más la trataba peor. Las veces en que ella intentaba hablarle, él comenzaba a gritarle ¡incluso llegó hasta insultarla! Y esa fue la gota que rebalsó el vaso. Desde ese momento, Hermione ya nunca más fue la misma con él. Aunque días después Harry le pidió disculpas (casi de rodillas), y ella lo hubiese perdonado, la relación de amistad entre ambos nunca se intensificó, al contrario, cada vez más se debilitaba, y cuando Harry salió victorioso de la batalla final con el Innombrable, la amistad que habían mantenido, se había reducido a rescoldos de cortesía. Ni él ni ella volvieron a platicar como años anteriores, y cuando salieron de Hogwarts, se abrazaron como dos personas casi desconocidas y cada uno se fue por su propio camino.
Hermione fue la que había sufrido más con todo aquello, porque aunque había demorado en notarlo, ella lo amaba. Bueno, eso pensó hasta que conoció a Derek y ahí si que se dio cuenta de lo que era estar verdaderamente enamorada. De todas formas, Harry nunca le habría correspondido... ¡si apenas se hablaban!
Actualmente, Hermione no había hablado nunca más con Harry. No sabía nada de él, solo lo que leía en los diarios le informaban cosas sobre la persona quien había sido su mejor amigo (éste aún seguía siendo tan famosos como antes).
Y ahora que se le presentaba la oportunidad de volver a verlo, no quería tomarla. Sin saber por qué, se sintió nerviosa al imaginar que volvería a tenerlo frente a frente, pues recordaría al instante que ella había estado... bueno, que ella había sentido algo más que amistad hacia él...
Pero nó, ¡tenía que ir! ¡ella no era ninguna cobarde! Por el contrario, le gustaban los retos, y si se sentía mal, Derek estaría apoyándola. De seguro que él aceptaría de buena manera acompañarla a la reunión...
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Harry se pasó una mano por el cabello azabache y desordenado. ¿Una fiesta de Reencuentro? No le agradaba mucho la idea. No quería revolver el pasado. Para él todo eso había pasado y quería dejarlo en el olvido. Pero mirándolo de otro punto de vista... podría llevar a Ginny, ella de seguro que aceptaría ir con él y lo pasarían bien. Volvería a ver a sus queridos compañeros de colegio, quienes lo habían apoyado incondicionalmente en la época de su vida más difícil. De pronto, se le revolvió el estómago al darse cuenta que "ella" de seguro también asistiría a la fiesta. Suspiró preocupado, a la vez que se sentaba pesadamente en un mullido sillón. No sabía si quería verla... sin embargo, la extrañaba tanto. Añoraba desesperadamente oír su voz, ver aquel cabello castaño y esos ojos color miel... ¡Merlín! ¿por qué había sido tan imbécil? ¿por qué la había alejado de su lado? Y es que se había dado cuenta tan tarde... ¡pero es que en esos años él casi no tenía tiempo para pensar en sus sentimientos y en lo que le sucedía con las chicas! Sólo en su cabeza estaba Lord Voldemort, y diversos planes para derrotarlo. Y lo había logrado, claro, pero cuando había puesto sobre el tapete sus diversos sentimientos, se había dado cuenta de la verdad; le gustaba su mejor amiga. ¿Pero el querer estar con ella para siempre, ayudarla en todo, amarla, hacerla suya, tener una familia con la chica era sólo "gustar"? Nó, quizás la amaba... pero ya no valía la pena cavilar en eso... Ya era tarde. No se dirigían la palabra, y en las escasas veces que lo hacían, era para cosas irrelevantes o simples gestos de fría cortesía.
Pero ahora, estaba de nuevo con Ginny, y la quería mucho... demasiado. Estaba enamorado de ella, completamente. Después que habían pasado años, Harry pensaba que lo que había sentido por Hermione había sido causa de las hormonas que a esa edad se encontraban muy alborotadas, pues claro, su ex mejor amiga se había convertido en una mujer atractiva.
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El día de la esperada reunión llegó muy rápido tanto para Harry como para Hermione. Ambos irían acompañados por sus parejas, pero no sabían por qué, sentían un nerviosismo tan grande para solo ver a sus compañeros de hace años.
-Hermione, cálmate –le dijo Derek, tomando la mano de su novia, quien llegaba a temblar ligeramente- son sólo tus compañeros de colegio, amor, no son la realeza.-Bromeó.
-Sí, es verdad. No sé que me sucede.-Respondió ella, dirigiéndole una sonrisa.
Hermione se sintió orgullosa de llevar como compañía, a tan estupendo ejemplar de hombre. Y no es que ella le importara llegar con o sin compañía, pero sentía una gran seguridad estar con él y por qué no decir, presumirlo ante sus compañeras de colegio, que de seguro creerían que se había convertido en una mujer amargada y solterona.
Antes de entrar al Gran Salón, Hermione le dio un dulce beso en los labios a Derek, así quizá eso la calmara. ¡Cómo le encantaba besarlo! ¡Todo en él le gustaba! Aquellos ojos azules, ese cabello oscuro y suave, su altura y gallardía... Éste la tomó ligeramente por la cintura, y entraron juntos al gigantesco lugar en el cual, años atrás, Hermione había desayunado, almorzado y cenado.
Al principio, algunos rostros se voltearon a ver a los recién llegados, y eso hizo que Hermione se sintiera algo insegura por su vestido. Pese a que acostumbraba a vestir elegantemente para esas ocasiones, uno de sus terribles temores era tropezar y caerse al suelo, siendo el centro de burlas y risas de los demás. Pero al sentir el ligero apretón de la mano de su novio sobre su cintura, recuperó la seguridad que la había abandonado y esbozando una franca sonrisa, comenzó a saludar amigablemente a quienes se acercaban a ella.
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Harry se quedó brevemente boquiabierto. Dios... había llegado, ella. Antes que Hermione hiciese acto de presencia, él había estado platicando divertidamente con Seamus, Dean y Neville. Cada uno contaba lo que había pasado con sus vidas después de Hogwarts, y Harry los escuchaba muy interesado... hasta que las puertas del Gran Salón se habían abierto. Sin querer, se había quedado mirándola anonadado por largos segundos.
-Vaya, ¿la que acaba de llegar es Hermione?
La pregunta de Neville, hizo a Harry desviar la mirada.
-Si.-Contestó, tratando de mostrar una indiferencia que no sentía.
-Pues... –Seamus, balbuceó un poco- está... está muy... muy cambiada.
Harry le encontró razón. ¡Merlín, si en los años de estudiante había comenzado a convertirse en una chica guapa, ahora estaba en todo su esplendor!
-Querrás decir que está como quiere.-Corroboró Dean, sonriendo maliciosamente.
Eso no le causó gracia, al contrario que a Seamus y Neville quienes habían reído. En realidad, Harry se dio cuenta que no le había gustado la forma en que su compañero se había referido a Hermione, sus palabras habían insinuado que estaba perfecta para...
¿Pero acaso no era así?, se encontró regañándose el mismo. Sin poder evitarlo, recorrió completamente el cuerpo de la chica, y lo saboreó a lo lejos. ¡Cielos, lo que Dean había dicho era verdad! Volvió a observarla de pies a cabeza, y cada vez más se daba cuenta que era perfecta... De pronto, un pensamiento que nunca antes había llegado a la cabeza de Harry, se hizo presente: ¡quería, necesitaba hacerla suya! Inmediatamente, se espantó de aquella cavilación. ¿Qué le ocurría? ¡Él nunca se había encontrado pensando así sobre... bueno, sobre ella quien había sido su mejor amiga! Pero no podía evadir eso, era lo que deseaba. ¡Aunque estaba mal! ¡Él tenía novia, y Ginny lo satisfacía en todos los sentidos! Era buen amante, buena novia y podía seguir enumerando sus virtudes pero... Harry cayó en la cuenta que nunca consideraría a la pelirroja como la amiga que alguna vez había sido Hermione para él... y eso marcaba la diferencia. Y eso, también, quería decir que... ¿qué aún sentía "cosas" hacia su ex mejor amiga?
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N/A: ¿YYYYYYYYYY? ¿qué tal? Ojalá que les haya gustado. A mi sinceramente, me pareció que me quedó bien este capítulo, pero bueno, ustedes son los lectores así que espero sus opiniones.
Como ya saben que amo la pareja H/Hr, desearía que se dieran una vuelta por mi otro ff de esta pareja, se llama: "Harry Potter y el Crepúsculo de los Sueños" Hace unos días subí el tercer capítulo y cada vez más se irá poniendo bueno, se los juro.
Ok. Espero sus reviews ¡no les tomará más de unos minutos en caso de que sean muuuy expresivos! )
