Un día ordinario
Se levantó antes de que su alarma sonará, 7:17 exactamente. Suspiró y se rascó la nuca despeinándose aún más de lo que ya estaba. Se incorporó lentamente hasta quedar sentado, sus pies rozando el frío piso de la habitación.
Se quedó inmóvil por varios minutos, con ambas manos cubrió su rostro, suspiró con cansancio y una vez más pasó una de sus manos por su cabello. No había descansado, se había despertado entre sueños y todos giraban en torno a lo mismo. Liberó un pequeño gemido de hastío, iba a ser un largo día.
Se levantó sintiendo un escalofrío al sentir el contacto total con el frío piso de su departamento. Café. Era lo que necesitaba, y probablemente necesitaría más de 3 tazas para lograr sobrevivir el día.
Antes de salir de la habitación se detuvo en el marco de la puerta, giró y vio su cama con desdén. Muy grande para una sola persona.
Mientras esperaba a que el agua hirviera para el café, levantó su mirada hacia el techo. No sólo sería un día largo, sería uno de esos días donde su límite de paciencia era mínimo, especialmente con otras personas. Por suerte ese día no tenía que dar clases, no tenía que interactuar con casi nadie, sólo lo estrictamente necesario, un 'Hola' 'Buenos días' 'Gracias' y 'Por favor'.
En una hora estaba desayunado, bañado, vestido y listo para salir al trabajo. Estaba nublado, y de acuerdo a las predicciones de las noticias había una posibilidad del 65% de precipitación. Era un día frío. Se puso unos pantalones mezclilla de color oscuro, una playera de manga larga de color blanco, y un blazer negro que lo hacía lucir ligeramente formal.
Era curioso como el subterráneo se llenaba de gente en los días fríos. Era un viaje de 35 minutos desde la puerta de su casa hasta la silla de cuero que se encontraba en su pequeña oficina. Se colocó sus audífonos y se perdió en su pequeño mundo.
Suspiró en alivio cuando llegó a su cubículo, cerró la puerta y se llenó de silencio. Paz. Sonrió para sí mismo.
En general se reconocía a él mismo como una persona bastante atenta, sin embargo, entre la investigación y las clases debía de mantener un cierto orden. Abrió una pequeña agenda negra que estaba justo en el centro de su escritorio y la hojeo hasta llegar al día indicado, en una letra desfachatada leyó una sola palabra 'Exámenes'. Mierda. Era cierto, las clases habían empezado hace un par de semanas pero tenía que comenzar a preparar los exámenes para sus alumnos. Efectivamente este día se había prologando mucho más de lo que hubiera deseado. Sin pensarlo dos veces encendió su laptop y comenzó a revisar un pequeño cuaderno con notas para empezar a formular las preguntas del examen.
Las horas pasaron lentamente, estaba por servirse su quinta taza de café cuando decidió que era mejor cambiar por té, al menos por el siguiente par de horas. Una deliciosa taza de té de tila. Antes de que pudiera sentarse a trabajar nuevamente, alguien tocó la puerta de su despacho.
"Adelante" Dijo en una voz ronca.
Una chica de cabello negro y cortó asomó su cabeza por la puerta "Hola Profesor Ishida" Dijo con un tono de voz apenado.
"Oh. Hola Mai" Le dio una ligera sonrisa "Por favor pasa" La chica entró lentamente, cerrando la puerta, y se quedó parada, viéndolo fijamente con una sonrisa tímida pero ligeramente coqueta. El rubio se movió incomodo "¿Te puedo ofrecer un té o café?" La chica negó con la cabeza soltando una pequeña risita "¿Agua?"
"No gracias profesor, estoy bien" Yamato volvió a sonreír, un poco menos natural que la vez anterior.
"No hay necesidad de tanta formalidad, puedes llamarme Yamato. Siéntate por favor." La chica sonrió coquetamente mientras se sentaba en una de las dos sillas que se encontraban frente al escritorio "Er… entonces Mai… ¿En qué puedo ayudarte?" Intentó adoptar un tono de seriedad y ligera superioridad, después de todo era el profesor.
"Ehm…" La chica se quedó pensativa, como si tuviera que analizar con extremo cuidado sus palabras. Daba la impresión de que no sabía porque estaba ahí exactamente "Estaba pensando que quizá podría ayudarme con el tema para mi proyecto final"
"¿Estás teniendo problemas tan pronto?" La miró incrédulo.
La chica lo miró como si la acabaran de atrapar diciendo una mentira "Ah…" Balbuceó "Es que estoy teniendo problemas para definir mi tema. No estoy segura—"
Una voz varonil la interrumpió "Matt" Gritó alegremente un muchacho irrumpiendo en la habitación "Oh lo siento, no sabía que estabas en asesoría"
"T.K." Yamato sonrió y se levantó de la silla "No te preocupes, dame un segundo" hizo un gesto con la mano y dirigió su mirada a la chica que estaba frente a él. "Mai porque no trabajas en una lista de temas que te interesen para tu proyecto final y los revisamos la semana que entra ¿suena bien?" La chica asintió con fuerza y se levantó para encontrarse directamente con un chico alto, rubio, de ojos azules, era como si viera a su profesor pero unos años más joven. La chica se quedó pasmada, el parecido entre los dos chicos era irrefutable. Lo señaló quedándose en silencio.
"Soy su hermano" Contestó el chico sonriendo.
"Oh, por supuesto" Rió melodiosamente antes de girarse a ver a su profesor "Entonces nos vemos la semana que entra" Le dedicó una última sonrisa y salió rápidamente de la oficina.
"¿Te das cuenta que tiene 18 años?" Dijo el menor de los Ishida de manera socarrona.
"No seas ridículo Takeru" Respondió Yamato al ver lo que su hermano estaba insinuando "Y tiene 19" Takeru rió ante el comentario de su hermano y se sentó en la silla que estaba previamente ocupada por la joven.
"Son las dos de la tarde ya, pensé que podríamos ir a comer ¿Tienes tiempo no?" Preguntó a su hermano mientras jugueteaba con una de las plumas que estaba sobre el escritorio.
"Ah… suena bastante bien ¿Qué tienes ganas de comer?" Takeru sonrió de oreja a oreja. No tenía que decirlo.
Ambos salieron del edificio y comenzaron a caminar hacia un pequeño restaurante italiano que se encontraba a un par de cuadras de la universidad en donde Yamato impartía clases.
"Sabes…" Comenzó el menor mientras tomaban asiento en una pequeña mesa dentro del restaurante "creo que deberías de tener cuidado con tus alumnas"
"¿A qué te refieres?" Preguntó Yamato confundido
"Creo que tienen un pequeño un ligero interés en ti que va más allá de lo académico"
"¿Estás diciendo que se sienten atraídas hacia mí?"
"Exactamente" Dijo guiñándole un ojo.
Por un momento consideró la teoría de su hermano, era cierto que las chicas de su clase se acercaban más a él de lo que lo hacían los chicos. Pero nunca pensó en esto de sobre manera "T.K. yo—" Su hermano lo interrumpió.
"Sólo tenlo en mente, no te vendría mal tener una novia falsa. Por prevención"
Yamato rió y ambos vieron el menú en silencio por un par de minutos. Finalmente Takeru ordenó la lasaña y su hermano los ravioles rellenos de espinaca. En un par de minutos ambos tenían sus platos frente a ellos.
"¿Cómo van las cosas con Kari?" Preguntó Yamato mientras cortaba uno de sus ravioles a la mitad.
Takeru se rascó la cabeza antes de contestar "Bastante bien" dijo con un dejo de inseguridad "Es sólo que mi estimado cuñado puede llegar a ser peor que un dolor de muelas cuando se lo propone"
Yamato sabía perfectamente a lo que se refería, su mejor amigo era bastante sobreprotector con cualquier cosa con la que estuviera relacionado, especialmente con su hermana. "Supongo que es parte de comprar todo el paquete ¿no?" Realmente no sabía que decirle, ya le había sugerido un par de veces que hablara directamente con Taichi pero a pesar de esto no se animaba hacerlo. Le causaba angustia ver a su hermano menor así, pero desde un principio había decidido no triangular la relación, tomar su distancia y que ellos dos lo arreglaran. Pero algunas veces le costaba más trabajo que otras.
"Hablando de Tai ¿irás esta noche?" Preguntó Takeru viéndolo fijamente, como si quisiera obligarlo a decir que sí.
"¿A qué?" Preguntó desconcertado
"¿Es en serio? ¿No lo sabes?"
"No" Contestó secamente
"Claro que lo sabes, es sólo que se te olvidó" Rió al ver la cara de desconcierto de su hermano mayor "Nos invitó a un bar para celebrar que al fin cerró el trato con los restauranteros del norte. Pero yo honestamente creo que es una excusa para presentarnos la nueva chica con la que está saliendo"
"Es cierto" Dijo Yamato en tono de derrota. No quería ir. Por supuesto que no quería ir. Desde que se levantó lo único que deseaba era que el día acabara lo más pronto posible. No había descansado nada por culpa de esos estúpido sueños y lo peor es que escenas de estos se habían estado colando todo el día en su cabeza haciéndole más difícil concentrarse. Si iba a la celebración de Taichi lo único que lograría sería irritarse más de lo que ya estaba.
"¿Estás teniendo un mal día cierto?" Dijo Takeru con preocupación. Por primera vez desde que vio a su hermano estaba notando las ojeras formada debajo de sus ojos, la ligera palidez de su piel y su expresión de cansancio y tedio.
"Dormí mal. Son de esos días que quieres que acaben antes de que te levantes de la cama" Soltó un pequeño resoplido mezclada con una ligera risa.
"¿Quieres hablarlo?" Ofreció el rubio menor de manera amable a lo cual recibió una inmediata negación "Quizá debas de ir…" Dijo Takeru en un tono honesto "Puede que te despeje la mente"
"No lo sé T.K" Dijo inseguro "Estoy muy cansado, sólo quiero ir a mi cama, tomarme una rica taza de té y quedarme dormido"
"Está bien… pero probablemente Tai no te lo permita"
Yamato volvió a suspirar, su hermano tenía razón. Era imposible, literalmente imposible, que Taichi lo dejara faltar a su celebración. Era capaz de irlo a buscar a su casa y sacarlo a rastras con tal de que fuera, no sería la primera vez. Miró el piso a manera de derrota y volvió a suspirar.
"Tienes razón, pero será mejor que acabe esos exámenes antes de la noche" Takeru le sonrió.
Tomó otro trago dejando que el whiskey se deslizara lentamente por su garganta, otorgándole ese ardor que sólo el alcohol podía. Había llegado temprano por lo que había decido ir a la barra a tomar un par de tragos para animarse antes de que llegaran sus amigos. Era su segundo whiskey.
"¡Ahí estas!" Dijo una voz familiar
"Tai" Reconoció a su amigo antes de que se diera la vuelta y lo recibiera con un amigable abrazo. Su mejor amigo, Taichi, iba vestido muy formalmente, como si hubiera salido de una reunión de trabajo. Traía unos pantalones de vestir grises y una camisa blanca remangada a la altura del codo. Su cabello, como siempre, estilizado en un peinado que le daba un look casual.
"Te estábamos esperando"
"Llegué hace cuarenta minutos. Vine a la barra a tomar un trago en lo que llegaban. Supongo que perdí la noción del tiempo." Taichi rió amablemente ante el comentario de su amigo.
"Te ves cansado" Dijo el moreno con un tono de preocupación "Aunque un poco más elegante que la última vez" Dijo haciendo énfasis en el atuendo del rubio. Llevaba una camisa azul cielo que hacia resaltar el azul de sus ojos y unos pantalones de mezclilla claros, el cabello lo traía elegantemente desarreglado por lo que se veía ligeramente rebelde.
"Esta vez no estoy recién bajado de un avión" Taichi soltó una carcajada recordando lo mal que Yamato se veía la última vez. "Me enteré que cerraste el trato. Felicidades" Dijo el rubio sonriendo a su amigo.
"Así es, por eso los invité a todos aquí. Debemos brindar. Estuve meses intentando cerrar ese trato" Contestó el moreno jovialmente. "¿Por qué no vamos a la mesa en donde están los demás? Todos están preguntando por ti" Le dio unos codazos amistosos en las costillas, mientras se dirigían a una mesa en la parte posterior del bar. "Aparte hay alguien a quien quiero presentarte"
"¿Tú nueva novia?" El rubio levantó las cejas indagando.
"No es mi novia. Al menos no todavía." Respondió el moreno firmemente.
Llegaron a la mesa en donde estaban todos sus amigos, Yamato se acercó a saludarlos de uno por uno. Hasta cierto punto se sintió reconfortado al estar entre esa compañía, eran pocas las veces que se reunían todos, sólo en los cumpleaños y algunas navidades o años nuevos.
A pesar de la presencia de Yamato todos estaban intrigados por una historia que estaba contando Hikari, la hermana menor de Tai. Por lo que no tardaron en regresar su atención a la pequeña castaña.
"Entonces Tai, ésta nueva novia tuya ¿es invisible o…?" Dijo Yamato haciendo caso omiso a la historia de Hikari. Todos en la mesa eran conocidos, no había nadie nuevo.
"No es mi novia" Tai lo miró con reproche "Ahí viene" El moreno señaló a la parte opuesta del bar.
Yamato se tardó unos segundos en ubicar a quien se refería su mejor amigo, hasta que la vio. Una sensual pelirroja caminando lentamente hacia ellos, vestida en un hermoso vestido negro.
Todo su mundo se paralizó, era ella, definitivamente era ella. La chica que lo había estado persiguiendo todo el día en su mente. La chica que no lo había dejado concentrarse durante todo el día. La chica que lo había mantenido despierto toda la noche.
La chica de sus sueños.
Primer capítulo, espero que les haya gustado, no hay mucha acción pero las cosas se aclararán un poco en el siguiente capítulo.
Por favor R&R
